the color of the eyes - 14
Parte 1.
Esas simples palabras les helo la sangre a ambos, quienes con una mirada desconcertada observaban directamente hacia ese hombre con una bata blanca.
[Sam: e-espera ¿Lo estas diciendo en serio?]
El sujeto soltó una pequeña risilla y se acercó hacia su escritorio.
[¿?: Chicos, chicos… ¿Ustedes creían que estas cosas sobrehumanas eran alguna clase de bendición o algo así?]
[Mia: pues…]
[¿?: Lo que corre por nuestras venas es una sustancia que es incompatible con nuestro ADN en todo sentido, y poco a poco nos está matando por dentro]
Una gota de sudor frio cayó de la frente de Sam, quien bruscamente se levantó de la silla para acercarse al hombre y sujetarlo por la bata.
Ambos cruzaron miradas, por un lado, Sam quien lo veía con indignación y miedo, y por otro lado estaba ese sujeto quien tenia una mirada tranquila e indiferente.
Él al ser mas alto que ese sujeto trato de levantarlo, pero no tenía la suficiente fuerza para hacerlo.
[Sam: dime que es una broma] – Dijo con un tono un poco agresivo.
[¿?: Eso quisiera… pero lamento decirte que es verdad, estuve estudiando esto desde hace algún tiempo, mis superiores me lo encargaron, pero nunca supe que el efecto y las consecuencias fueran tan rápidas]
[Mia: ¿Tus superiores? Acaso no estas involucrado en esto ¿O sí?]
[¿?: Yo no estoy involucrado en la creación de esta mierda, solo me encargaron estudiarla para encontrar una posible cura]
[Sam: ¿Por qué deberíamos creerte?]
[¿?: me quieran creer o no, no es mi problema, pero tienen que hacer lo que yo les diga para encontrar una cura]
[Mia: Sam, por favor suéltalo y deja que nos explique mejor]
Sam quitó sus manos del hombre para alejarse de él y ponerse al lado de Mia.
[¿?: si, será mejor que le hagas caso a tu novia]
Ese comentario irritó un poco a Sam, quien tenia muchas ganas de soltarle un puñetazo en toda la cara.
[¿?: ok, parece que me deje llevar un poco por la situación, no quiero que me vean como un enemigo, ambos queremos lo mismo así que no hay razón para que me odien, “Cof Cof” Me llamo Miguel, por si no lo habían notado soy la persona que esta analizando todo esto y quien va a encontrarle una cura]
[Sam: ¿Y? ¿Qué estas esperando? Si dices que sabes como hacer una cura entonces ¿Por qué no la has hecho aún?]
Miguel se quitó sus anteojos metálicos para limpiarlos mientras pensaba sus palabras, porque él más que nadie sabía que, si decía algo que disguste a alguno de los dos, ellos desconfiarían más de él.
[Miguel: Puedo hacerlo, y lo hubiese hecho hace mucho tiempo… bueno si tuviese los materiales lo haría]
[Mia: ¿Qué cosas te faltan? Si es algo que tengamos, trataremos de dártelo]
[Miguel: lo que me falta no es algo que solo ustedes dos puedan darme]
[Sam: ¿A qué te refieres exactamente]
Miguel terminó de limpiar sus lentes y se los colocó para poder ver con claridad su entorno.
[Miguel: Me refiero a que necesito… sangre]
…
Cada palabra que salía de la boca de Miguel, confundía mucho a Sam, el cual sentía una gran desconfianza hacia él, no solo por decirle todo eso, sino que también porque él fue indirectamente el responsable de que lo apartaran de su madre.
[Mia: e-espera, con sangre te refieres a solo unas muestras o…]
[Miguel: Me refiero a mucha sangre para crear un antídoto, en esos días no hice nada mas que estudias los compuestos moleculares que esta mierda le hace a nuestros cuerpos]
[Sam: espera, espera, no termino de comprender todo lo que dices, primero que todo lo que nos esta pasando es un virus, luego que necesitas sangre para un antídoto, y lo demás que no entendí, mi punto es… ¿Para que nos quieres realmente? Porque creo que hay un punto para que nos cuentes todo esto]
[Miguel: los necesito para que me consigan esa sangre que me falta]
[Sam: ¿Qué?]
[Mia: ¿Qué?]
… ¿Qué? …
[Mia: como piensas que nosotros por si no lo has notado somos menores de dieciocho años, vamos a conseguir sangre de quien sabe dónde]
[Miguel: mi punto es simple, ustedes casi matan al tipo musculoso ¿Verdad?]
Sam al oír esas palabras inevitablemente pensó en aquel ser que tanto despreciaba, aquel ser que le hizo sentir inútil la mayor parte de su vida… pero no recordaba que ellos lo hubiesen vencido, de hecho, no recordaba mucho de lo que paso antes de caer inconsciente.
[Sam: ¿Te refieres a Jonatan?]
[Miguel: si o como se llame, el caso es que él había lastimado y casi mata a una gran parte de los guardias que salieron a patrulla, y ustedes siendo tres chicos lograron hacer lo que un ejercito de hombres entrenados para luchar no pudieron, ¿Entienden mi punto?]
[Sam: ¿Te refieres a que somos fuertes?]
[Miguel: ¡NO! Me refiero a que el virus que respiramos incrementa nuestras habilidades y muta nuestro ADN y entre más lo respiremos, más fuerte nos haremos, pero me imagino que nuestra muerte llegará más rápido]
[Mia: espera, ¿Cuánto tiempo tenemos antes de… ya sabes, morir]
Miguel suspiró con un poco de lastima mientras volteaba a ver hacia la puerta metálica que resaltaba del concreto.
[Miguel: pues, para ellos quienes solo respiraron el aire por solo un par de minutos los daría unos… 6 meses tal vez 7, pero para ustedes que los han respirado por días, supongo que… tal vez 3 meses]
Sam al oír esto, colocó sus manos en su cara, mientras pensaba en toda su vida… como en solo tres meses su vida iba a terminar, se frustro con el destino que le estaba arrebatando todo, por el infierno que no le dejaba disfrutar su vida, por aquellas cosas que nunca podrá hacer.
Pero en el fondo de su ser se resigno a aceptar esto, porque sabía que, de todas formas, ayudase a encontrar una cura o no, todos los que desafortunadamente vivían en ese pueblo… morirían.
Llegó a una conclusión para intentar sobrevivir, pero no quería decirla por miedo a morir más rápido.
Internamente imagino a aquel ser que lo había ayudado en toda su vida y encontró valor para decir esas simples palabras.
[Sam: y-yo… voy a ayudar en lo que pueda, y si es necesario encontrar gente que done su sangre… entonces intentare encontrarla]
[Mia: Miguel, espera, pero si hay mucha gente en este lugar, ¿Por qué no solo les piden que donen un poco de su sangre y listo?]
[Miguel: eso sería muy fácil, pero no puedo por dos simples razones, la primera es que no tendía una excusa para pedirles su sangre, imagínate como se pondría la gente si supieran que van a morir, se armaría todo un caos incontrolable. Y la segunda seria que no hay sangre suficiente para curarlos a todos]
Miguel remangó su la manga de su brazo derecho para señalar su muñeca.
[Miguel: lo que respiramos, lo que nos dio estas habilidades, no se ha impregnado en nuestra sangre o no del todo, al no impregnarse, esto da una esperanza a que yo pueda extraerla y con esas muestras crearía un antídoto]
[Sam: ¿Estas seguro de que puedes hacer eso tu solo, me refiero a crear un antídoto?]
[Miguel: niño, no me subestimes, he invertido gran parte de mi vida en esto, créeme que soy capaz]
Un sonido de una puerta rechinando lleno de ruido el cuarto en donde se encontraban ellos tres.
De esa puerta de madera de abedul salieron dos personas, una chica de cabello castaño claro y ojos negros, vestida con una camisa de cuero negra y unos jeans rasgados, ella era Liz.
Al lado de ella venia caminando un joven un poco alto, con el cabello de un color blanco con raíces negras, con su cabello lacio que casi le llegaba hasta los ojos, ojos los cuales eran de un color negro brillante, tenía una camisa de color blanco hueso y hacia resaltar su polo rojo, su cuello sostenía un collar con una joya falsa de color naranja, y finalmente unos pantalones negros al igual que sus zapatillas.
Él joven de cabello blanco con una débil sonrisa dijo con mucho ego.
[¿?: Hola, ya llegó… el mas fuerte del equipo]
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