The Cryptohunter: Shadow Organization for Mythic Balance - 1
«Como me aburren estas persecuciones inútiles. De una vez deberían de rendirse» pensaba un muy relajado chico, a pesar de ser perseguido por una gran multitud.
–¡Qué no escape! ¡Esta vez lo atraparemos! –exclamaban los hombres detrás de él.
«Pendejos, si hablan se bofearan…» su cuello dio un ligero giro y observo como se empezaban a cansar algunos de sus perseguidores. Pero a pesar de eso, ellos seguían y seguían sin detenerse.
–¡El internet de mi colonia, es mas rápido que ustedes! –expreso con una sonrisa, mientras aceleraba su paso.
Cuando por fin llevaba unos metros de ventaja, se detuvo y saco una botella de agua de su bandolera. –Esto solo es un calentamiento. ¿Ya podemos empezar el reto? –con una sonrisa burlona, se dirigía a sus perseguidores.
–¡Maldita sabandija, yo mismo te meteré al bote! –esas palabras venían del policía que iba comandando al grupo.
El chico comenzó a estirarse mientras veía como se acercaban cada vez mas hacia él. –Lo dudo, ¿quizás cuando Mario Bolaños sea presidente? Aun así, no podrás alcanzarme. –y mientras observaba al policía, exclamo. –Pero si lo logras, te invito una Icy-cola ¿Qué dices? –después de volvió a correr.
«Tratare de despistarlos ¿Qué opción tomo?… » pensaba mientras recorría a gran velocidad la avenida principal. «¡Ya se!… Creo que por aquí esta la sastrería» sin detenerse, dio vuelta en una esquina.
–¿A dónde se fue? –la multitud estaba confundida. El movimiento repentino del chico, los desconcentro.
–¡Ya lo vi! ¡Se metió por esa calle! ¡Síganme! –exclamo uno de los integrantes .
Era su día de suerte. Cuando entraron, se percataron de que un muro cerraba el paso. Habían entrado en un callejón sin salida y frente al grupo, resaltaba una silueta. Por fin atraparían a ese escurridizo chico.
–Toda acción tiene un límite, pero si nos regresas todo, abogare para que no sean tan severos.– decía el policía, mientras se acercaba lentamente a aquella silueta. –¡¿Pero que?! –exclamo, al tiempo en que tomo uno de sus hombros. Era un simple maniquí, y en su cara estaba pintada una cara sacando la lengua. –¡¡¡¡inshe mocoso, lo volvió a hacer!!!! –un grito ensordecedor salió del callejón.
Mientras esto ocurría. Del otro lado del muro…
–Si que soy bueno escalando muros. –expreso el chico de cabello ceniza, mientras se descolgaba del muro. En ese instante salto hacia el suelo y miro un reloj que recién había robado. –Maldición, ya casi es la hora.
Ese pequeño desvió, había consumido unos minutos en su ruta principal. Pero no se encontraba tan lejos de su destino. Corrió unas cuadras y llego a la Alameda Central. En el interior del parque, al nivel del kiosko. Un grupo de chicos lo esperaban.
–¡Quiúbole mi Ikal! ¿Trajistes, la merca?
–Awiwi. –respondió mientras mostraba la mercancía de su mochila.
–He buscado ese modelo. ¿Cuánto quieres? –exclamo una voz mientras Ikal mostraba un smartphone.
«¡¡Carajo!!» esa voz era inconfundible. Además ese timbre indicaba descontento. Al tiempo en que dio la vuelta, exclamo en tono divertido. –Ooooohla, Dainzú *jajaja*, que coincidencia verte por este lugar.
–Pélense, al Ikal ya le cayó el chahuistle. Ahí nos vidrios –rápidamente los chicos se alejaron de Ikal. «Vuelva, necesito el dinero.» estiro su brazo al ver como que se iban sus compradores.
A pesar de no decir ni una palabra. La mirada de Dainzú era muy irritante y penetrante.
«Ya se para dónde va esto» hizo un ligero silbido y mientras se despedía de su conocido. –¡¡¿?!! –en ese mismo instante, fue tomado del hombro derecho. –¡A dónde Barrabás!
–Este… debo… a hacer… unas… entre… comprar una cartulina. Si, así que nos vemos mas tarde.
En ese mismo instante, le arrebataron su mochila. Dainzú, deslizo el cierre y observo su interior. –¡Oyeeeee! Eso es mi… oh ¿Cómo llego eso ahí?
Dainzú dirigió una mirada desaprobatoria hacia Ikal. –¿Durante este tiempo, no te lo he remarcado lo suficiente?… robar es malo, ¡¡¡No sé porque siempre haces lo mismo!!! Usa tu agilidad y condición atlética en algo mas honrado para vivir.
–*Aaah*… tú también me vas a sermonear. Ya relaja la raja, nadie salió herido. Además, tengo deudas que…
–Ahorita que recuerdo ¿Qué no se supone que estas en horario escolar?
Con tono orgulloso respondió el chico. –Claro, en eso no te equivocas. En estos momentos, estoy tomando clases en ¡La escuela de la calle! La jungla de concreto es mi aula de estudio y aquí mis notas son las mejores. Sin duda alguna, soy un alumno destacado en…
Dainzú lo interrumpió dándole, un puñetazo en la cabeza. –¡Maldito idiota! ¡Ve a la escuela real!
–*Aaaaay*, eso sí que duele. ¿Y porque te enojas? –las lagrimas brotaron de los ojos de Ikal mientras frotaba su cabeza debido al dolor.
–¡Cómo no me voy a enojar! … ¡¡Pedazo de… !! –ahora mas iracundo, agarro al chico de una de sus patillas y comenzó a caminar mientras este se quejaba del dolor. -*Ay*… *Ay*… *Ay*… eso duele, ¡¡¡detenteee …!!!
Camino al metro, no paraba de sermonear a Ikal. Todos los veían, era una escena bastante cómica, cuando intentaba huir. Finalmente llegaron a su destino en Azcapotzalco, estaban justo en la entrada de la escuela.
–Muy bien, me llevare la mochila y este dinero. Iré a hablar con las victimas y si ya no tienes lo que robaste. Lo pagare con tu dinero.
–*Aaaah* vamos, no me hagas esto ¿sabes que tengo una renta que pagar? … y… ¿quieres que me vaya a caminando hasta casa? ¡Estás loco!… Y lo más importante ¡¿Qué comerééééé?! ¡Estoy en pleno crecimiento, no seas tan drástico!
–Eso es problema tuyo, debiste pensar eso antes de hacer tus «encargos». Si necesitas dinero ¡Consigue un empleo!
*Grrrrrrr… Brrrr….* ambos fueron interrumpidos por el gruñido del estómago de Ikal.
–Sera mejor que pienses como ganar dinero de una manera correcta. –expreso al tiempo en que se volteaba para irse del lugar, no sin antes despedirse del chico con una sonrisa. –Adiós Ikal.
Mientras se iba alejando, Ikal refunfuñaba y hacía temblar su puño de enojo. –Ese Dainzú, ¡Me las pagaras!… Bueno ya ni llorar es bueno, por lo menos debo juntar algo para la papa. –al abrir su chamarra, saco algunas cosas y con una sonrisa maldosa expreso. –Gracias, por nunca revisar mi chamarra. –enseguida entro a la preparatoria.
Al llegar a su salón, había un grupo de sus compañeros. Uno de ellos, al ver que Ikal entro al aula, grito su nombre en señal de saludo. En seguida los demás comenzaron a saludarle.
–Hoy es su día de suerte.
Los chicos no necesitaron mas explicación, todos habían entendido. Algunos, le dieron unas palmadas en la espalda en señal de aprobación. –¿Enserio? ¡eres genial!, vayamos para allá.
El grupo de chicos, se dirigió a la jardinera que estaba frente del salón. Esperaron a que no hubiera algún prefecto y realizaron su intercambio.
–Bueno aquí están sus encargos: Dulces japoneses, un celular de última generación, un juego portátil, tarjetas coleccionables, memorias de diferente almacenamiento, una batería portátil,…
–¿Enserio pudiste conseguir el nuevo modelo de Yaomi? Será el regalo perfecto para mi novia.
«Hijo de… ojala te corten en una semana» pensó internamente, pero en cambio respondió con un: Era lo que el presi buscaba ¿no?, ya sabes que no es nada de trabajo para un buen amigo.
–Olviden eso, ¡consiguió la Polwitch-X! –expreso con fascinación otro chico, mientras cogía la consola.
«De verdad, ¿esto estaba mal? Pero… ¿Por qué siento, una gran satisfacción en mi interior?» Ikal estaba algo confundido, no podía comprender como sus acciones eran inapropiadas si solo veía que generaba felicidad a los demás.
–Bien, ya se la sabanas. Cáiganle con con el baro. –expreso mientras estiraba la mano.
–Sí, sí, sí. ¡Toma! Aquí tienes es el dinero de todos. –en cuanto lo recibió, comenzó a contarlo.
–¡¿Aaaah?! … ¿Me quieren ver la cara de estúpido?, ¡¡Esto no es todo!!
–Veras Ikal «¡¡Otra vez tu… púdrete!!» hoy llevare a mi novia a comer. ¿Podría pagarte el resto la otra semana?
–¡Claro! «Maldito, ¡YO NO FIO NADA! y menos si alguien como tú nos restriegas tu gran felicidad» Haría lo que fuera por un amigo.
Coloco su mano sobre su hombro y le susurro al oído. –¿Aun tienes un mes de suscripción, recuerdas? Es más, le puedo comentar a tu novia, que este seria un regalo perfecto de aniversario.
De reojo vio un sobre en su chamarra. Se puso algo nervioso y ahora él le susurro a al oído –Ya no necesito eso. Además eso debería estar en mi casillero, siempre lo he recogido a la salida.
Lo miro y le contestó –Es un buen material, pero que se le hará. Si lo cancelas ahora es un costo adicional, que tal unos $500. No es una buena oferta, mi silencio cuesta aunque no te preocupes estas cosas son naturales, nadie te juzgara.
–Eres de lo peor, aquí tienes el resto del dinero.
Por un lado, un chico entregaba con mucho descontento el dinero y por otro, un comerciante muy astuto regresaba una sonrisa, mientras lo recibía. –Fue un placer hacer negocios, espero sus próximos encargos.
Después de esta peculiar escena, Ikal paseaba sin rumbo por los pasillos de la escuela. A estas alturas ya le daba lo mismo entrar o no a clases. La jornada escolar estaba cerca de acabar.
–¡¡¡Rápido, ya casi comienza!!!
–¿¡Pendejos, fíjense en su alrededor!? –expreso con ira, pues casi era arrollado un gran grupo de chicos que paso justo a su lado.
–¡No me lo quiero perder!
–Sí, dicen que las chicas del High School Triskelion Intercontinental, son muy lindas. ¡¡¡Vamos!!!
Esa escuela pertenece a un conglomerado llamado Zinabu. Son muy conocidos por tener hospitales, fábricas, escuelas, edificios, bancos, laboratorios, entre otras cosas afiliadas a todo su corporativo.
«Así que son hijas de familias ricas.» creo que por fin hay algo interesante en esta escuela. –sin perder mas el tiempo, se unió al grupo de chicos. –¿Por qué están tan alterados?
Un chico le respondió –¿Que, tu no lo estarías? ¡Ya esta por comenzar el partido de Voleibol!, ¡No pierdas tu tiempo! ¡¿No quieres ver a esas chicas extranjeras?!
«¡Niñas ricas!… ¡Voleibol!… ¡¡¡Extranjeras!!!» Al escuchar eso ultimo, su cuerpo reacciono sin pensarlo. Corrió como si se tratase de una persecución por robo. –¡Quítense! ¡Yo tendré un mejor lugar!
Para su desgracia, cuando llego a la cancha… –¡Maldición! –ya estaba lleno. «Si tan solo hubiera podido escabullirme mejor» estaba frustrado, por primera vez después de mucho. Por fin pudo decir que fue derrotado en algo.
–Bueno. No es el mejor lugar, pero desde este lugar podre ver como se calientan esas bellezas antes de que inicie el juego.
«*Uuuf …* dios, gracias por todas estas imágenes simplemente estoy agradecido. Las grabare en lo mas profundo de mi conciencia. *Boing … boing …* Estas escenas mientras saltan y se estiran son son fascinantes. Todas las chicas se ven demasiado lindas con esos uniformes.»
–Vamos chicas, podemos ganarles. –una chica del selectivo contrario, animaba a sus compañeras.
Aunque todas eran unas bellezas, aquellas palabras nacientes de esa angelical voz lo cautivaron desde que fueron expulsadas de sus labios. Además aquella chica de cabello rosado, poseía una excelente figura, se notaba la dedicación que le ponía a su aspecto. El uniforme deportivo, solo era un complemento para hacerla resaltar entre las demás.
«Es muy hermosa… pero… ella nunca se fijara en alguien como yo… Ambos pertenecemos a mundos completamente diferentes».
Ikal no podía apartar sus ojos de ella. No quería perder ni un solo segundo para apreciarla. Y mientras la admiraba…
*¡¡Ay!!* fue golpeado por el balón…
–¿Estas bien?… ¿Necesitas que te atienda nuestro médico? –la chica, se acercó hacia él.
–No, descuida. «Huele tan bien… es una sutil fragancia a… gardenia» No te preocupes, solo fue un accidente. Buena suerte en tu partido. –con una sonrisa Ikal le entrego el balón. Por unos segundos pudo sentir sus delicados dedos. «Se siente como seda»
–*Jajaja* Gracias, pero… deberías de apoyar siempre a tus compañeros. –con un tono muy risueño, la chica respondió a su comentario, mientras le guiñaba un ojo.
La chica se reintegro con sus compañeras y terminaron su calentamiento.
Finalmente, el partido inicio.
«Creo que los ángeles se pueden extraviar camino a su casa»
Ikal, estaba tan perdido en sus pensamientos, que no presto atención al juego.
Cuando por fin regreso en si, el gimnasio ya estaba vacío con las luces apagadas. El partido ya había concluido y las chicas ya se encontraban en el vestidor.
«Bueno pongamos en marcha… y de paso creo que espiare un poco»
–Si mi memoria no me engaña, cuando hice el mapa de la escuela vi que existía una puerta clausurada que conecta con una antigua salida al patio trasero. La única duda que tengo es, si habrá una orificio para espiar. Ya lo de las pertenencias creo que pasara a segundo termino… quizás cuando vayan camino al camión pueda…
Cuando se dirigía a su ruta.
–¿Qué hace tan sola una belleza como tú? ¿Y si te hago compañía?
Un grupo de chicos de tercer año, tenían rodeada a una chica.
–¿Por qué no nos acompañas a dar un rol? –uno de los chico, acorto su distancia con ella.
–No seas tímida. –decía otro chico se acercaba del lado contrario a la chica.
–Vamos a divertirnos un rato –finalmente otro chico, la cogió de la mano derecha.
Eran unos mastodontes, Ikal se veía mas escuálido de lo normal a su lado. Decidió ignorar por completo esa situación, no tenia oportunidad alguna contra ellos.
«¡¡¿?!!» cuando camino unos pasos obtuvo un mejor ángulo de la situación.
«¿Qué hago?… Aaaah … bueno, ya pensare en algo» la chica que estaba siendo acosada, era la misma que lo había cautivado. No perdió mas su tiempo y cuando menos lo espero…
–Oigan, ¿les importaría dejarla?
Ya se encontraba junto a ellos. Aunque fue ignorado por completo. Al ver que los ojos aguamarina de la chica, fueron los únicos que notaron su presencia. Se sentía mas comprometido a hacer algo. Así que siguió insistiendo e insistiendo, hasta que…
–Aaah lárgate. –le propiciaron un fuerte empujo que lo arrojo hacia el duro suelo de piedra.
Mientras se retorcía y quejaba del dolor. Una vez mas, las lindas pupilas aguamarina lo observaban.
«¿Qué estoy haciendo?… debo de… » a pesar de que tenia un dolor insoportable, logro levantarse. En ese corto transcurso, sintió como una gran energía recorría poco a poco cada rincón de su cuerpo. Finalmente coloco su mano en el hombro del mismo chico que lo golpeo.
–No me escucharon. ¡¡Dije que la dejaran!! –con una gran ira, se dirigió a los chicos. LA actitud de ellos, cambio por completo. «¿Me temen?» estaba algo confundido por el cambio repentino, pero trababa de ignorarlos por completo.
– Y si no lo hacemos, ¿Qué harás? –uno de ellos pudo contraponerse al aura que desprendía.
–¡Exacto!… Nosotros somos cuatro y tu solo uno.
Poco a poco, cada uno iban recuperando su confianza. A la inversa, Ikal se sentía cada vez mas inseguro. «Genial, esto se pondrá feo» cuando mas indeciso se sintió, abrió su chamarra y les mostré un sobre. –Aquí tengo aproximadamente $3500. Si dejan a la chica, se los doy.
–Jajajaja si que eres una basura de persona. ¡Enserio nos darás eso!, solo por dejarla.
–Claro, soy un hombre de palabra. ¿Qué dicen?
Al ver que no vacilo por un segundo, no dudaron de su propuesta y uno de ellos estiro la mano para coger el sobre.
–Calmantes montes. Primero, dejen de la minita se vaya.
Con algo de disgusto, la dejaron pasar. Ella se coloco a su lado. –Gracias, pero no deberías de…
–¿Gastarlo? no te fijes. El dinero va y viene siempre. – contesto con una sonrisa.
–Bueno, ya la dejamos. –expreso el chico con el brazo estirado.
–Aaah tienen razón. Un trato es un trato –dijo, mientras tocaba su cabeza. –Bueno aquí tienen –cogió el sobre y lo arrojo tan lejos como pudo. Por su trayectoria, aparentemente cayó entre los arbustos cercas de la cancha de futbol.
–Eres un… – al ver sus acciones, uno de los chicos no soporto y lo tomo de la playera. Era tanta la ira que tenia, que pudo levantarlo un poco.
–¿Qué pasa?… ¿Acaso dije que se los daría en la mano? –con una mirada burlona respondió.
–¿Te crees don comediante? Te enseñaremos a no eng…
–¿Seguros que quieren perder su tiempo aquí?… en estos momentos alguien más puede… o quizás ya encontró ese dinero. ¿De verdad valgo ese tiempo?
–Solo por esta vez, lo dejaremos pasar. Tú no vales ese dinero, –expreso mientras lo bajaba. –¡Vámonos!
–¿Cómo deseen? Fue un placer hacer negocios, hasta pronto.
«Eso si que estuvo cerca. Por poco termino usando por primera vez mi seguro inservible. ¿Sera efectivo por una riña tratando ser un héroe?» pensaba mientras sudaba frio. No podia creer que los habían dejado en paz .
–Este… – escuchó una tenue voz
–Oh cierto, ¿te encuentras bien? –dijo mientras acomodaba su chamarra.
–Sí… mu…muchas gracias.
No era el mejor ambiente, después de ese incidente. Así que trato de animarlo un poco – Si que juegas excelente. Eres muy buena liderando hacia la victoria. Jaja, sí que nos aplastaron.
–Pe…pero tú… ¡¡perdiste todo ese dinero!! ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? –le expreso mientras salían unas ligeras lagrimas de sus ojos.
–Aaah eso. Ya lo mencione, eso va y viene. –decía mientras caminaba hacia donde estaba la mochila de la chica.
–Si, no te preocupes por eso. Mi familia puede darte eso y más.
«Y dale con el dinero… ¿enserio menosprecias mi acto heroico?» camino hacia ella y le entrego su mochila. –Mmmm… enserio no te fijes en eso.
–¿Pero debe haber algo, que ofrecerte?
Al ver que seguía insistiendo mucho, saco algo de la bolsa de mi pantalón.
–¿¿Eso es…??
Comenzó a caminar hacia la salida y mientras se iba alejando, iba hablando.–Creías soltaría tan fácil, el dinero que gane con mi esfuerzo. Así que no te preocupes.
Antes de que lo perdiera a la distancia, la chica grito en busca de captar su atención. –Me llamo Harper. Fue un gusto conocerte. ¡MUCHAS GRACIAS!
Al oírla, dio la vuelta. – Soy Ikal, el gusto fue mío.
–Ikal…
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