The Cryptohunter: Shadow Organization for Mythic Balance - 2.1

«Aaaaaah eso estuvo cerca… sentí que no viviría para contarlo… en que pensaba, se que era extranjera, pero jugar al héroe … mmmm … na pensándolo bien, creo que valió la pena. Aun así, en que estaba pensando, eso mastodontes me harían pomada. Entonces huir seria mi única opción y hubiera quedado como un tonto. Así que… Dios, sé que casi no hablamos pero… ¡¡Gracias, por no dejarme morir antes haber tenido una novia !!»

-Tengo que buscar algo para el pipirín… *Grrr…* Aaaaah que comeré… *Brrrr…* proteger a alguien y ver tu vida pasar por tus ojos, sí que da hambre. *Grrr… Brrrr…*

Un Ikal casi moribundo, a causa del hambre caminaba por la calle. Ya era las 20:30, y tenia un fuerte vacío en el estomago.

-*Grrr… Brrrr…* Mu…e…roooo… necesito… comida… -debilitado por completo, se tiro en la acera. -de pronto, un olor agradable, lo revitalizo…. – ¡¿?!… ¡Ya sé!… ¿Por qué no lo pensé antes?…

Con lo poco que tenia de fuerza, se puso de pie y camino unas cuadras…

-*Fiuuuuuut fiuuuut…* ¿Qué transa mi Ikal? -un chico lo saludo muy amistosamente, mientras se encontraba cortando un trompo de carne.

Había llegado a su lugar favorito. «El Tacuache», era un pequeño pero muy popular carrito de tacos. Se encontraba cercas de su departamento.

-Kev, amigo del alma. ¿Cómo anda la chamba?

– No pos, ya te la sabanas. Uno que anda de a raíz y le toca ser negreado. Ni pex, con que haiga chamba pa’la papa es mas que suficiente. Tons ¿Cuántos, mi güero?

-Chido, me das…

–¡¡¡Kevin!!! ¡Cuántas veces te he dicho que debes de cuidar tu lenguaje! Ikal, no es un vago como tú, él sí hará algo de provecho. -los dos chicos, fueron interrumpidos por los gritos de un señor de 50 años.

Ante la exclamación, dejo caer su cuchillo. -¡Patrón!

-¡Paisa! – en cambio Ikal, se mostro efusivo.

El señor coloco las rejas de refrescos en el suelo y le dio una bolsa con ingredientes a Kevin. – Ikal, no tienes que decirme así. Puedes llamarme por mi nombre. -su actitud hacia Ikal, era muy distinta.

-Jajaja Está bien, Don Juan.

-¿Cuántos te servimos?

El chico, emitió un suspiro y coloco un montón de monedas en la barra. -Hoy solo quiero un platito de $20 pesos. Tengo mucha hambre.

-Nuestra orden es de $45 pesos, pero… – se acercó al trompo – ¡¡Kevin!! ¡Muévete y deja de perder el tiempo!… Ve a preparar más salsa, cobra y atiende a los demás clientes… ¡Yo me hare encargo de los pedidos!…

Ante las palabras de su jefe, solo le dio la razón – Lo que usted diga, patroncito.

-¿Cuál patroncito? … ¡Patrón!… aunque te cueste.

– Paisa… digo Don Juan, esta bien. Deje tomo un poco mas de dinero de mis ahorros, le pagare lo que me falta. Solo aguante en lo que voy a mi depa y …

-Jajaja tonterías Ikal. Eres de mis mejores clientes, así que hare una excepción. Te conozco desde hace 13 años, eres como un nieto para mí.

Al oír eso, Kevin volteo a verlo. – y ¿yo que?…

-Bueno pues… ¡QUÉ NO TE DIJE QUE ATENDIERAS A LOS CLINETES! -suspiro un poco e hizo una ligera pausa. – En unos segundos sale tu pedido, mientras pide algo de beber.

-Si, graci…

-Oye, Ikal. -fue interrumpido Kevin, quien señalaba hacia uno de los poste de la calle. -Me dijeron que si podías ir.

«¿Cómo alguien como ella, viene a este lugar?» Mostro un gran asombro. Justo en esa esquina, estaba una chica que resaltaba en la mucho. Fácilmente, se podía notar que no era de estos rumbos. Sabiendo esto, sin perder mucho tiempo, se acerco hacia donde ella estaba. -Ja, no creía que estos lugares fueran de tu agrado. Te imaginaba en un lugar mas lujoso, tomando un café… Pero me alegro volver a verte. -expreso mientras se sentaba en la acera.

-Si mis padres vieran a donde me fui a meter, seguro se infartarían… pero creo sentirían alivio al ver que el dueño es muy amable y transmite mucha seguridad a sus comensales. -expresaba mientras acomodaba su falda para sentarse junto a Ikal. -Pero, no vine buscando comida… yo… deseaba verte de nuevo… Ikal.

«¿Ikal?… ¡¿recordó mi nombre?! ¡¡Yeah!! ¿Eso ya es algo, no?» el escuchar esas ultimas palabras, penetraron en lo mas profundo de su ser. Sentía una cálida energía en su interior. «Momento…»

-¿Cómo sabias donde encontrarme…?

-Eso fue fácil… use una de mis hab… una app. -con una risa y mientras cerraba los ojos, Harper respondió.

«Oooh genial. Tan linda que eres, y resultas ser una acosadora… bueno espero no me decepciones…»

-Bueno. Creeré en que es una casualidad, o quizás ¿destino?… Jaja bueno para que buscar explicación, lo importante es que nos volvimos a ver mas pronto de lo planeado.

-… la verdad es que, quería pagarte con algo. Pero, no sabía con que…

«Aaawww sí que es linda. No imaginaba que aun existieran chicas así. Bueno, si quiere pagarte con algo dile… ¡Tengamos una cita!»

-… así que concluí que lo mejor seria con algo de comida….

«Esa es una excelente estrategia. Buscas enamorarme a través del estomago, aunque si tu hubieras cocinado… uuuufff eso seria una super recompensa.»

-¿Y qué dices?

– Acepto… ¡Sal conmigo! -Ikal estaba tan perdido en sus pensamientos, que no presto nada de atención a lo que le decían y solo respondió enérgicamente lo primero que vino a su mente.

-¿¿Eeeeeh?? este… yo… -El oír ese grito, hizo que se sonrojara y que comenzara a tartamudeaba. Estaba tan apenada, que evitaba todo contacto visual. -Este eso no es…

«¡¡¡La cagué!!!» La cara de Ikal estaba muy rígida, comenzó a sudar y le temblaban las manos. Era tanta su incomodidad, que comenzaba a tocarse el cuello -Ah… perdón. Yo… veras… no quería asustarte… yo solo… -Trataba de disculparse, pero no encontraba las palabras adecuadas.

Al ver los intentos fallidos, Harper soltó una sutil risa.- Jijiji, descuida. Eres una pequeña caja de monerías. Me gustaría conocer cada una de tus facetas.

«Tiene una muy bella risa, ella será … mi musa.» Estaba completamente hipnotizado, todo lo que veía … solo hacia que en su pecho se sintiera algo inexplicable para él. «Wow, ya la tienes. ¡Vamos haz tu próxima jugada! »

-¿No extrañas tu hogar…?

«¡¡¡No idiota!!! Esa no era lo que tenías que decir… eres un pedazo de…»

-Yo…. -al oír eso, volteo hacia Harper. Sus ojos estaban algo llorosos, mientras miraba el cielo -…como soy cercana a mi padre, me pidió que me encargara de unos asuntos de la empresa. Así que deje todo atrás para trabajar y explorar este maravillosos país.

«¡Aaaa…sususuntos!, » su rostro expresaba demasiado asombro. -Pu…pu…pues ¿Cuántos años tienes?

-Solo tengo 16 años. Aunque ya tendré 17, el próximo mayo. -respondió con una radiante sonrisa.

– ¡¡¡16!!! ¡Y ya diriges una empresa! -trataba de guardar la cordura, pero estaba perdiendo la razón.

-Y tú, ¿Cuándo cumples? -en cambio Harper, no mostro incomodidad u otro gesto.

Al escucharla hablar, regreso en si. Y mientras le daba un sorbo a su Icy-Cold, con un tono nostálgico, respondió. – La verdad… me disgusta celebrar mi cumpleaños…. el solo recordar que… he vivido tantas cosas … hace que no quiera recordar esos tragos amargos.

-Lo siento, no era mi intención.

«¡Pendejo!… ¡Mira lo que hiciste!» al notar que por su comentario estaba cabizbaja, decidió revertir la situación. – 7 de enero. El 7 de enero, cumpliré 17. -y mientras rascaba un poco su mejilla… -¿tal vez… tal vez… este año… lo podría… celebrar?

-¡¿Enserio?!.. deberíamos festejarlo juntos… …¡¿?! …claro… si tú quieres. -su estado de ánimo cambio tan repentinamente, que al verla que emitía una gran aura de felicidad, Ikal no pudo evitar embobarse y respondió sin pensarlo. -Claro, salgamos ese día.

-Cof … cof… lamento interrumpirlos, pero ya están sus pedidos. -Don Juan, estaba algo apenado. No era su intención interrumpir ese momento.

-¿Qué?… Oiga, Don Juan. Esto es un especial, creo se equivoco de orden. -trataba de rechazar ese platillo. El especial es un alambre de carne, queso, trozos de champiñones, morrón, piña y unas cuantas tortillas como acompañamiento. Obvio el precio de este platillo, estaba fuera de su alcance.

El taquero solo rio y le dio una caricia en la cabeza. -Escuché que ayudaste a esta chica. A pesar de que todos dudan de ti, yo siempre supe que solo era una cascara. En el fondo eres un buen chico y eso te dará un buen futuro.

-Pero yo… no puedo..

-Si el dinero es el problema… no te fijes, aunque no fiemos nada…. ¡HOY LA CASA INVITA! – esto último, lo expreso con una gran sonrisa.

No encontraba las palabras adecuadas para responder, Ikal estaba sin palabras. «Él… él no me esta juzgando… esa es lo mejor que he escuchado en tanto tiempo.» las lagrimas se contenían en su ojos grisáceos, no quería que lo vieran débil. Solo emitió un sutil gesto sincero y en su interior guardo la respuesta que quería darle. «Gracias…»

Después de esa ligera, pero agradable interrupción. Los dos chicos siguieron con su platica, mientras comían sus platillos. Hablaron de todo y nada, trataban de conocerse un poco más. Era un momento muy ameno. Pero…

…volvieron las cosas «raras».

– ¿te gusta el ocultismo y el esoterismo? – los ojos aquamarina de Harper, irradiaban un gran brillo.

– Este… bueno…. de niño, me gustaba la franquicia de Riddkers.

-Wooow, ¿enserio?… ¿Quién hubiera imaginado que te gustara?… y dime ¿Qué personaje te gustaba?

-Aaah jaja… bueno. Me gustaban las cartas de dragones.

-¡¿Verdad que son unas criaturas muy imponentes?!… aaah recuerdo cuando vi mi primer dragón. Tenia miedo, pero pude montar uno… aaaah que recuerdos…. Aunque cuando conocí un hada, me quede sorprendida por lo lindas que eran.

«¿¡Qué está diciendo!?»

-También recuerdo la vez que conocí a un grupo ángeles o la ves que fuimos mi primer congreso de magia, si que fue una experiencia única.

«¡Esta no es la Harper que imaginaba!… ¡Se esta deschavetando!… ¡Regresa a tu yo de hace unos minutos!»

Por fin noto que el ambiente había cambiado. -Jajaja vamos Ikal, no te pongas así. Solo bromeaba. La verdad es que esas cosas solo son rela… -su teléfono sonó para interrumpirla, así que lo contesto. -¿Si, diga?… ¡¿Qué ya lo encontraron?!… si… aja… aaaah, pero estoy con al… entendido esperare el transporte.-colgó – lo siento Ikal. Me la pase bien, pero tengo que atender un asunto.

-¿De la empresa?

-Si, de la empresa -expreso con un sentimiento de tristeza.

…En ese instante…

«Aaaah ¡genial un secuestro! bueno aquí termina mi historia, fue un gusto» una camioneta se orilló hacia ellos. De su interior bajo un señor con anteojos oscuros y traje. Abrió la puerta trasera sin decir una palabra.

-Ya vinieron por mí, nos vemos Ikal

-Harper… -la chica volteo antes de subirse al vehículo.

-¿Te parece si salimos otro día?… ¿Qué dices?

-Claro, esperare por volver a verte. -Ikal, cogió su delicada mano y se despido de ella con una sonrisa.

Finalmente Harper subió a la lujosa camioneta y partió.

-Bueno espero volver a verl… Aaaah… ¡¡Olvide pedirle su contacto!!… ¡¡¡¡Porque me pasa esto a mí!!!!

Mientras golpeaba el asfalto en señal de inconformidad, algo capto su atención. – ¿Ah? Esto no es su…. ¡¡Olvido su mochila!! ¡¡¡Debo alcanzarla!!!

«¿Aunque podría ver qué? no, no, no debo entregarle esto» pensó mientras cogía el bolso, y enseguida fue detrás del vehículo.

Aunque… sería algo imposible. Ya le llevaban algo de ventaja y comenzó a llover.

Mientras tanto el carro.

-¿Se divirtió señorita Walsh? -preguntaba el chofer a su empleadora.

-Si, él… es un chico fantástico. -expreso con gran efusividad, pero esta se fue apagando. -Lástima… que no es uno de nosotros. -sus ojos se notaban apagados.

-Lo lamento mucho, pero si sigue debemos…- ella lo interrumpió -Eso, lo podría solucionar. ¿no?

-Señorita Walsh… reglas son… -al ver su rostro por el retrovisor se abstuvo de responder.

-Sabes, me doy cuenta de que si hay personas a las que les gustan los temas como a nosotros. Ojalá… no, deseo pasar más tiempo juntos, pero… lo primordial son los asuntos de la organización.

-No debería ser tan dura con usted, es joven y podrá encontrar a alguien.

-Lo du…

El vehículo finalmente se detuvo. -Señorita, llegamos a nuestro destino.

Y antes de bajar, con mucha determinación expresó. -Bueno, trabajare duro. Para volver a verlo en esta gran ciudad y con mi Donum, buscarlo no será un problema.