The Lost Crystallus - 07
Aquella noche solo importó una cosa, liberar mis sentimientos y finalmente entender que amo a Reina Alcott con todo mi corazón. Quizás… este amor ya existía desde que era niño, solo que no podía comprender este sentimiento.
No creo poder olvidar aquel momento en que nuestros labios se conectaron mientras bailábamos. Aquella noche estuvimos juntos, besándonos y abrazándonos hasta que comenzó a asomarse el sol. Nos acostamos en su cama, continuamos besándonos, yo la acariciaba y ella me miraba con una dulce expresión.
Dormimos juntos, literalmente, no tuvimos relaciones sexuales y tampoco hubiese sido muy recomendable hacerlo ya que no teníamos pues… bueno… protección.
No sé si era la oportunidad perfecta, me da igual, yo me sentí realmente feliz. Yo le daba cariño y ella me lo daba a mí. Nada más importó aquella noche…
Pero entonces sucedió algo que era esperable. Las cosas se volvieron raras e incomodas entre nosotros. Reina me estuvo evitando estos días, apenas me mira y se la ve como culpable o arrepentida.
Supongo que el bonito sueño no podía durar por siempre. No importa cuánto aprecio haya entre nosotros, yo… sigo siendo el perdedor que todos dicen y… no se puede evitar ser repulsivo incluso para ella.
Ver cómo me evita o ignora es muy doloroso, es como si me clavaran espinas en mi autoestima. Quiero llorar, quiero gritar, quiero desaparecer, quiero salir corriendo. Tanta desesperación junta, acaba por atorarse y al final no haces nada de eso.
No quiero perder a Reina, ¿Pero qué puedo hacer?
Al finalizar el día de clases, la sigo sin que me note y al llegar al patio le hablo, ella voltea y me dice que está ocupada, así que se marcha corriendo…
-Mierda… como duele…-
-Parece que la feliz parejita está teniendo problemas- Dice una voz femenina.
Al voltear hacia mi derecha, me doy cuenta de que nos ha visto una chica. Se trata de aquella compañera que tuvo un final muy malo en su relación amorosa…
-Algo así…-
-¿Esperabas una historia feliz de cuento de hadas?-
-…-
-Yo aprendí cruelmente que esas cosas no suceden en la realidad jeje-
-…-
-¿Ella se hartó de ti? ¿Se dio cuenta de lo que eres? ¿Ya no pudo soportar la presión de ser tu novia por el desprecio que eso trae?-
-Oye…-
-¿Qué? ¿Te enojaste?-
-¿Qué hay de malo en mi? ¿Qué falla tengo…?-
-…-
-Dímelo…-
-Lo único que se, es que cuando te veo, solo veo a un ser lleno de miedo por todo. Un llorón que deja claro que nunca llegará lejos. ¿Acaso alguna vez hiciste algo para demostrar lo contrario?-
-Pues…-
-Ella no cuenta. ¿Puedes ser esa persona arrogante sin su presencia?-
-…-
-No. Lograste sentirte fuerte solo porque te aferraste a ella. Por ti mismo no logras nada-
-Ya veo…-
-Sigues sin caerme bien. No me gustan las personas como tú. Intenta mejorar por ti mismo o solo quédate como estas y no molestes a nadie más-
-…-
-Adiós y suerte con ella-
Odio admitirlo pero tiene razón. He estado apoyándome… ¡No! ¡Más bien he estado ocultándome detrás de ella!
Reina me dijo cuando atacar, preparó el escenario para jugar a ser héroe. Siempre me estuvo tomando de la mano como si fuese mi madre. Comencé a creer que era uno más… pero sigo siendo un idiota… una falla…
Yo… no quiero perderla, seguramente lo haga, pero al menos… solo con ella… quiero dejar mi marca de pelea… ¡Quiero darlo todo para no arrepentirme después!
Soy como alguien que intenta dar un último golpe. Este no derrotará al enemigo, la victoria es imposible, la batalla está perdida. Pero al menos… daré ese último golpe…
-Zero…-
-¿Eh? Chicos…-
Gabriel y Andrés aparecen, lucen miradas tristes…
-Mi hermano me dijo que las cosas no andan bien entre Reina y tú, ¿Es verdad?- Dice Andrés.
-Pues… ¿Vamos a mi casa para hablar mejor?-
Una vez en mi habitación, les cuento todo lo sucedido hasta ahora…
-Ya veo… así que eso fue lo que sucedió. Y que chica tan agresiva, no era necesario decirte semejante cosa…- Dice Andrés con enojo.
-Jeh… no puedo evitar creer que tiene razón-
-Zero…-
-Todo este tiempo me escondí detrás de Reina y pretendí ser fuerte. No soy capaz de lograr nada por mi mismo…-
-¡Eso no es cierto! Cuando Reina tuvo problemas, tú te preocupaste por ella y te esforzaste al máximo para hacerla feliz. Incluso tuviste la idea de vengarla y amenazar a todos con que la dejen en paz- Comenta Gabriel.
-¡Exacto! ¡Todo eso nació de ti! ¡Fuiste tú el único que se movió por ella!- Dice Andrés.
-¿Solo puedo hacer algo si se trata de ella…?-
-¡Estas entendiéndolo todo mal! ¡Los humanos necesitamos de otras personas para mejorar, aprender, fortalecernos! ¿Cuál es lo malo de aferrarte a ella? ¿Qué hay de malo en haber aceptado su ayuda para poder defenderte? Ella te empujo un poco y tu supiste desenvolverte solo. ¡Piensa en todo lo que has hecho por ella!- Dice Andrés.
-…-
-¿Y qué problema hay en que lo mejor que sepas hacer, sea hacerla feliz? ¿Qué más necesitas? ¿Qué mas debe importarte?- Comenta Gabriel.
-Chicos…-
-No decaigas ahora. Descarta la idea de que Reina te desprecia o piensa que eres una molestia. Seguramente debe tener un conflicto sentimental. Puede que aun no estuviese preparada para dar ese salto en su relación y se dejó llevar por sus sentimientos. Dale un poco de tiempo…- Explica Andrés.
-Jeh… gracias chicos, ¡Sin ustedes me habría quedado atrapado en negatividad! No te preocupes, creo que se bien lo que tengo que hacer-
-Me alegra escuchar eso, ¡Siempre estaremos ahí para apoyarte! ¡Eres como nuestro tercer hermano! Jeje- Dice Andrés con una sonrisa.
Sus palabras en verdad me ayudaron para salir de esa niebla depresiva. Ahora me siento capaz de poder mirar hacia adelante e ignorar lo que no importa.
Le pedí ayuda a Andrés para poder tenderle una trampa a Reina y así poder encontrarme con ella. Él le envió un mensaje diciéndole que quería hablar con ella de algo importante. Para evitar sospechas, le indicó una ubicación nada común entre nosotros. Simplemente a la vuelta de donde ambos hermanos viven. Horario, después dos horas después de la escuela, en pleno atardecer.
Reina no sospechó y acudió a la reunión. Entonces en plena calle, ella se sorprendió al toparse conmigo. Entonces comprendió que todo fue idea mía, aun así bajó la mirada y me dijo que estaba ocupada, por lo que intentó marcharse. Entonces yo, bastante molesto…
-¡¡¡DEJA DE EVITARME!!! ¡¡¡ME DUELE MUCHO!!!-
-¡Ah!-
-¡Solo escúchame un momento! ¿Está bien?-
-S-Si…-
-Tengo miedo, ¿Sabes? No quiero perderte, no quiero que nuestra relación se arruine. ¡Eres lo más preciado en mi vida!-
-*Rubor* Zero…-
-Quizás fue apresurado, quizás fue un error, no lo sé… ¡¡¡Pero me gusto mucho haberte besado!!! ¡Lo deseaba con toda mi alma! ¡Me repugna la idea de que alguien más lo haga! ¡Me aterra y enoja pensar que otro conquiste tu corazón!-
-…- Ella me mira con sorpresa.
-No me arrepiento de haberte besado, era lo que quería. Para mí fue el momento más feliz de mi vida. No pienso esconderme, no pienso hacer de cuenta que eso no sucedió, ¡No pienso olvidarlo!-
-…-
-Puede que para ti fuese algo desagradable. Quizás ya no quieras verme mas, ¡Quizás la relación ya se fue a la mierda por mi culpa!-
-…-
-Pero no puedo hacer nada. Yo… hice lo que deseaba hacer, creyendo que era lo correcto, porque esos son mis sentimientos por ti-
-*Rubor* ¡Ah!-
-Yo sentí que era lo correcto. Quizás me equivoqué, pero no escaparé, afrontaré las consecuencias. Así que… haz lo que debas hacer, solo… no te olvides de mi…-
-*Snif* Lo siento… *Snif* ¡En verdad siento mucho haberte lastimado! Yo… ¡Dios! ¡Ni me di cuenta del daño que te estaba causando! Pero… *Snif* estaba confundida… y con miedo…-
-Reina…-
-*Snif* No sé si fue lo correcto, me aterra como puede cambiar nuestra relación, en que nada vuelva a ser como antes…*Snif* ¡Lo siento! ¡Estoy muy confundida!-
-Reina… ¿Ya no quieres verme más?-
-¡Quiero verte! ¡Solo puedo pensar en estar contigo!-
-¿Me desprecias?-
-¡Nunca sería capaz!-
-Reina… ¿Cómo me ves realmente? ¿Soy una falla como piensa el resto? ¿Soy un perdedor?-
-¡Me voy a enojar si vuelves a preguntarme eso de nuevo! Ya te dije… estoy confundida… y tengo miedo… ¡Pero lo que más quiero es estar contigo y que nada malo ocurra!-
-Reina… nos besamos, creo que ya deja en claro lo que siento por ti. ¿Pero sabes qué? No te voy a pedir que seas mi novia-
-¿Eh?-
-Mira, no tenemos que apresurar las cosas. Podemos seguir siendo mejores amigos como hasta ahora-
-Pero…-
-Solo es cuestión de ir desarrollando nuestros sentimientos hasta estar seguros de que queremos avanzar, ¿Qué opinas? Así te sentirás con menos presión jeje-
-*Rubor* Zero… jeje… ¡Gracias! ¡Te quiero mucho!-
-Pero ten en cuenta de que me esforzaré para impresionarte y hacer que te enamores de mi-
-*Rubor* ¿Eh? Jeje, ¡Sí!- Dice ella con una dulce sonrisa.
-Al menos volvió tu linda sonrisa-
-Esto… yo… tengo que irme-
-¡Ah! Perdón por haberte robado tú tiempo…-
-Está bien, era necesario enfrentar las cosas, perdón por mi cobardía-
-Bueno, no te molesto más, puedes irte. ¡Ah! Y… Reina…-
-¿Si?-
-¡Yo también te quiero mucho!-
Reina se sorprende y luego sonríe dulcemente, entonces voltea para marcharse, pero se detiene al dar unos dos pasos, vuelve a mirarme y de pronto corre hacia mí…
Con una gran rapidez, ella sujeta mi rostro y me brinda un beso en los labios. Un beso que dura unos cuantos segundos…
Sus labios… son tan suaves…
-*Rubor* Quiero dejarte bien claro que no siento asco por besarte. Para mí también fue una experiencia maravillosa. No lo olvides porque sueño con un futuro en donde pueda llenarte de besos todo el tiempo, pero por ahora, confórmate con este, ¿Si?-
-*Rubor* Si…-
-Jeje… eres tan lindo. Adiós, nos vemos luego…-
Reina se marcha con una mejor expresión. Todo resultó bien al final, porque fuimos sinceros respecto a cómo nos estábamos sintiendo. La solución era aprovechar la confianza que nos tenemos. Aun así…
-Reina… ¿Por qué parece que algo sigue entristeciéndote? ¿Con qué cargas?-
Al día siguiente, llegué solo a la escuela, al sentarme en mi pupitre, uno de mis compañeros se acercó a mí para hablarme.
-Se dice que estas teniendo problemas con tu noviecita, ¿Se está derrumbando tu paraíso?-
Si, Reina fue quien me preparó un escenario para poder aprender a defenderme. Pero eso fue más bien un empujón para que yo comenzara a avanzar. No tiene nada de malo ni me condena a ser un perdedor.
-¡Exacto! No se puede escapar de un periodo malo cuando tienes una relación. Es imposible que todo sea bueno siempre. ¡Gracias por preocuparte!-
-No estoy preocupado, me estoy burlando-
-Lo se jeje, pero bueno, al menos tengo problemas de pareja porque tengo una buena pareja con quien tenerlos. ¿Y tú?-
-Muy gracioso…-
-Pero descuida, supe solucionarlos, este perdedor tiene talento para poder alegrar a quien ama- Digo mientras miro a mi compañera quien me dijo todas esas cosas el otro día.
-¡Buenos días amorcito!-
Reina aparece y me da un gran abrazo, luego mira a mi compañera y al idiota que intentaba burlarse de mí, entonces ella me brinda un besito veloz en los labios.
-Supe que estaban pendientes de nuestra relación, como pueden ver, todo está bien ahora, así que ocúpense de sus asuntos, ¿Si?- Dice mi amiga con voz amistosa pero que oculta enojo y amenaza.
De esta manera dejan de prestarnos atención con muy mala gana al haber sido derrotados. Reina se sienta a mi lado para charlar un rato antes de comenzar las clases.
-¿Amorcito?-
-Me pareció mucho más tierno jeje-
-Reina…-
-Ah y Andrés me contó sobre las cosas crueles que te dijo esa chica. Y al igual que tu, opté por una venganza mas astuta, porque la yo de siempre, hubiese optado por la violencia-
-¿Ya has tenido problemas con otras personas?-
-Podría decirse que sí. Puedo… dar bastante miedo cuando me enojo-
-Sí, me da esa sensación a veces, pero me sorprende bastante ya que eres muy adorable la mayor parte del tiempo-
-*Rubor* Adorable… jeje, ¡Gracias!-
-No es nada jeje-
-En verdad no tolero que sean crueles contigo, me provoca mucha rabia…-
-No te preocupes. Y… ¿Está bien que sigamos fingiendo ser novios?-
-Sí, no me molesta eso. Además… puede servirnos como práctica-
-*Rubor* Ah…-
-*Rubor* Bueno, ya va a comenzar la primera clase, hablamos después-
Los días continuaron avanzando, Reina y yo seguimos pasando el tiempo juntos como siempre, aunque un poco menos frecuente que antes. Y si bien entre nosotros las cosas están bien, siento que algo le preocupa, pues su sonrisa ya no es tan radiante como antes. Algo está ocultando, pero si no quiere decírmelo, yo no puedo presionarla.
Lo que debo hacer, es tratar de alegrarla, aligerar la carga que está teniendo. Quizás la presionan en el trabajo, después de todo su situación no es tan positiva, está sola, quizás más que yo.
Hoy fue un día como cualquier otro, lo positivo es que es viernes. Reina no pudo asistir debido a que la necesitaban en su trabajo, por lo que me aburrí bastante.
Cuando estaba a punto de pensar en que cenar, suena el timbre, al abrir, me sorprendo al encontrar a Reina. Luce bastante decaída, la invito a pasar, cosa que hace pero se queda de pie en medio de la sala con la mirada baja.
No hay palabras que pueda decirle para aliviar su tristeza. No hay manera de saber que le agobia, pero si hay una acción que puedo tomar y creo en que es la opción más acertada.
Me acerco a ella y la abrazo sin usar demasiada fuerza. Ella no me rechaza, solo se queda en el mismo sitio.
-Estoy aquí contigo ahora y no me apartaré hasta que tú quieras que lo haga-
-…-
-Quédate todo lo que quieras, no tienes que decirme nada-
Ante mis palabras, siento como los brazos de Reina me rodean y ella hunde su cara en mi hombro.
-Gracias… yo… quiero quedarme así por un buen rato-
-Claro-
-Por favor… no te alejes de mí…-
-No lo haré-
Nos quedamos de pie, abrazados durante un largo rato. Le pedí que se quedara esta noche, ella aceptó. Le dije que me esperara en el sofá mientras preparaba algo simple de cenar, pero ella se negó, sosteniendo con su mano mi camisa.
Se ve mucho más adorable, quizás porque está muy sensible, no quiere estar sola. Accedí a su capricho y preparamos juntos la cena. Aunque solo fue cocinar carne en la plancha y preparar una ensalada.
Ella no habló mucho, comió en silencio y luego nos quedamos sentados en el sofá viendo la televisión. En algún punto se quedo dormida, así que la lleve a su habitación y la acosté en la cama.
-Quiero…-
-¿Mm?-
-Quiero… estar… con Zero… siempre…-
-Habla dormida jeje-
A la mañana siguiente la sorprendo llevándole el desayuno a la cama. Ella me observa sorprendida.
-¿Tú me acostaste?-
-Así es, estabas profundamente dormida, se ve que estabas muy cansada-
-*Rubor* Gracias-
-Aquí tienes tu desayuno-
-*Rubor* Y me lo traes aquí… jeh… que tierno- Dice con una dulce sonrisa.
-Has estado trabajando mucho, ¿Cierto?-
-S-Si… pero ya casi acabó el momento más duro, ahora todo estará más tranquilo…-
-Bien, aprovecha para descansar-
-¿No vas… a… preguntar más?-
-Claro que no, si quieres tener secretos que no puedo saber, yo respetaré eso. Confío en ti, Reina-
-*Rubor* Zero…-
-Pero como tu persona favorita, me tomo el atrevimiento de luchar para mantenerte alegre jeje-
-*Rubor* Oh… ¡Pff! Jajaja, tontito…-
-Oye, mañana hay una convenció de anime y manga, si estas libre, ¿Qué te parece de ir juntos? Incluso podría llevar mi espada para presumir jaja-
-Eso… ¡Eso me encantaría! ¡Quiero!-
-Entonces es una cita-
-¡Sí! ¡Una nueva cita! No deseo otra cosa jeje-
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