The Lost Crystallus - 2-03
-¿Historias sobre personas viviendo en las montañas? ¿Dónde escuchó eso?-
-Esa chica llamada Mai me lo dijo-
-Esa pequeña parece que escucha un poco de todo…-
-¿Entonces es mentira?-
-¿Eh? Jeje, claro que no. La cosa es que son cuentos de hace muchos años. Mi abuela me hablaba de ellos, así que puede imaginarse que no es algo nuevo-
-¿Y qué tan… reales son esas historias…?-
-No sabría decirle, por mi parte nunca he visto nada sospechoso, pero hay otros que aseguran haber visto cosas raras-
-¿Cómo qué?-
-Mi abuela aseguraba haber visto luces extrañas en la lejanía, así como personas que claramente no eran de por aquí-
-…-
-En pueblos vecinos se cuentan historias similares. Hay quienes dicen haber conocido a personas que provenían de las montañas. Se dice que hay una ciudad oculta en alguna parte, pero que no son seres de este mundo los que viven allí-
-Ya veo…-
-¿Por qué le interesa tanto? ¿Acaso planea ir hacia las montañas a comprobar si las historias son ciertas?-
-No exactamente, solo digamos que mi objetivo apunta casualmente hacia allí. Incluso, me sería de mucha ayuda si las historias llegasen a ser reales-
-Tenga cuidado señor. Es muy joven como para aventurarse en algo tan peligroso-
-Lo sé, pero prefiero eso a seguir teniendo una vida aburrida y sin propósito…-
Abandono la posada tras charlar con el dueño mientras desayunaba. La primera locura que pienso tras recibir toda esa información, es que Reina podría ser una chica alíen.
¡Sí! ¡Sé que es estúpido! Pero no pude evitar pensarlo, aunque si esa es su apariencia real, pues me da igual de donde venga, es bellísima…
Pero ya hablando enserio, no puedo evitar pensar que Reina en verdad estaba indicando que venía de esa supuesta ciudad oculta. Es que es una coincidencia bastante interesante. Pero aun así se me hace extraño y no puedo confiar totalmente en ello. Así que continuaré mi camino pero teniendo en cuenta esas historias, para no estar con la guardia baja, uno nunca sabe…
Sigo sin saber si realmente me estoy acercando a Reina o me estoy alejando. Quizás ni comencé realmente, puede que no exista manera alguna de encontrarla…
¿Qué… haré… si realmente nunca más… puedo…?
-Buenos días-
-¿Eh?-
-Buenos días-
-B-Buenos días Mai-
Oh, no me di cuenta de lo mucho que me aleje del pueblo mientras pensaba…
-¿Qué sucede?- Me pregunta ella, inclinando su cabeza.
-No es nada, solo pensaba…-
-¿Estas triste?-
-¿Eh? N-No… ¿No? Mmm… quizás si lo estoy… puede que siempre lo haya estado…-
-Es por tu amiga, ¿Cierto?-
-Jeh…-
-Estar sola… me da tranquilidad… pero… no hay nada más…-
-Mai…-
-Pero ahora… gracias a ti… me divierto… ¿Me sentiré triste cuando te vayas? Creo que será así…-
-Ah… jeje…-
-¿…?-
-Lo siento, perdón por haber arruinado el ambiente con mi tristeza. ¡Estamos aquí para pasarla bien! ¡Tengamos otro día divertido!-
-¡Sí!- Dice ella alzando los brazos.
-Entonces, ¿Me mostrarás tu casa?-
-Si, por aquí-
Mai me toma de la mano y me lleva a toda prisa. Parece que está muy emocionada, es muy tierna, parece que tuviese menos edad de la que en verdad tiene. ¿Qué estoy haciendo? ¿No se supone que estoy de viaje para encontrar a Reina? ¿Por qué me divierto con una chica de pueblo? No sé que pretende el destino, pero al menos puedo sentir una alegría tras tanta mierda…
-Esa es mi casa-
-Oh… es…-
-Es un poco grande para mi sola…-
-Es muy bonita-
Pues es una casa normal como en el resto del pueblo. Una casa de campo de dos pisos, toda hecha de madera. Se la ve bastante bien, no está sucia ni presenta partes rotas. Esperaba encontrarme algo más espeluznante…
-Por aquí-
-Con permiso…-
Vaya… todo está limpio y ordenado, parece que Mai cuida bien de su hogar. Ahora que lo pienso, su ropa no se ve sucia, quizás un poco estropeada por el tiempo pero no está asquerosa ni nada.
-¿Qué piensas?-
-Sí que es una casa muy bonita. La cuidas mucho, ¿Verdad?-
-No me gusta que las cosas estén sucias, siempre me encargo de limpiar bien-
-Suena mucho trabajo, es admirable…-
Si esto es una casa embrujada, pues los fantasmas no tienen mucho material con que aclimatar el terror…
-¡Ven por aquí!-
Mai me toma de la mano y me lleva a la parte de atrás de su casa, al patio exterior. Allí me muestra una pequeña huerta.
-¡Oh! ¿Tu plantaste estos tomates?-
-Sí, aprendí al trabajar en los campos de los demás-
-Mai… ¡Eres asombrosa!-
-*Rubor* Oh… ¿Eso crees?-
-¡Claro! Si mamá viese esto, se pondría feliz-
-¿Tu mamá sabe plantar verduras?-
-Si-
-Me gustaría conocerla…-
Mai me muestra el resto de su casa, también sus objetos favoritos, juguetes, libros, etc. Aunque su rostro no lo demuestre, se nota que está muy emocionada. Me provoca alegría verla contenta, me hace desear que pudiese tener una vida más feliz, una familia al menos…
-Tienes muchas cosas para entretenerte-
-Esta es mi favorita para jugar afuera-
-¿Mm? Una pelota pequeña de playa…-
-¿Quieres jugar?-
-Jeh… ¡Claro!-
Y así, simplemente nos pasamos toda la tarde jugando con una simple pelota. Una actividad que ni loco realizaría en mi hasta hace poco estilo de vida en la ciudad. No me gustan los deportes, no me atrae hacer ejercicio. Pero mírenme aquí… en este pueblo alejado de todo, jugando con una chica al vóley.
Supongo que toda actividad sana puede ser muy divertida si la realizas con las personas correctas. Algo básico pero que ignoraba hasta ahora. Simplemente golpear una pelota, concentrarse en mantenerla en el aire y solo eso. Adiós a mis problemas, mis miedos, mis inseguridades, al menos por una tarde…
Tras acabar de jugar, nos sentamos en el techo de su casa a disfrutar de unas simples manzanas. El atardecer se ve muy bello aquí, cuanta paz…
Y así el cielo comenzó a mostrar las primeras estrellas. Nosotros dos simplemente nos recostamos a mirarlas.
-Oye Zero…-
-¿Si?-
-¿Cómo es la ciudad?-
-¿Oh?-
-Nunca he estado, así que no puedo saber mucho, pero al parecer, por lo que escuché, es muy diferente de aquí-
-Sí, es muy diferente. Para empezar, no se ven tantas estrellas como aquí-
-¿Oh? ¿Por qué? No imagino un cielo sin estrellas…-
-La ciudad es… como un pueblo muchísimo más grande, con casas tan altas que algunas casi llegan a las nubes. Una tras otra, con pocos lugares con plantas para ver. Ves personas por todas partes, en algunos lugares se amontonan que apenas puedes caminar. Y hay tanta luz en la noche, que las estrellas apenas se ven-
-…-
-Las luces de la ciudad son más fuertes y derrotan a las estrellas, por eso no se ven-
-¡Oh! Eso es… triste… me gusta el cielo con muchas estrellas-
-Jaja, tienes razón, este cielo es mucho mejor-
-La ciudad suena… difícil…-
-¿Difícil?-
-Si… yo… no podría vivir allí…-
-Bueno… pues…-
-Pero… si pudiera estar contigo, entonces estaría bien, ¿Verdad?-
-Mai…-
-Tú me indicarías el camino que debo tomar-
-Sí, nunca te abandonaría-
Cuando me di cuenta, Mai se quedo dormida, acurrucada a mi lado. La tome en brazos y baje con cuidado del techo, para llevarla a su cama. Una vez que me aseguré de colocarle las frazadas para que no pase frio, me retiré a la posada.
-Mai y yo… compartimos la soledad… y juntos la derrotamos…-
Una vez en la posada, ceno algo ligero y me dispongo a dormir, pero me quedo pensativo en la cama. Yo… nunca antes había cuidado de alguien, siempre… fui yo solo…
Reina cambió mi mundo y me hizo ver que poseo muchas cosas por descubrir de mi mismo. Ahora encuentro a Mai y siento como crece un gran cariño hacia ella. Es diferente a Reina, es otro tipo de cariño, como…
-Si hubiese tenido una hermanita… ¿Me habría comportado como ahora?-
¿Y si me llevo a Mai?
Sería genial pero… hay que ser realistas, apenas puedo cuidar de mi como para encargarme de otra persona. Además, ella ya aprendió a vivir aquí. Mai domina su entorno y por eso sobrevive, si la alejo para llevarla a tierras desconocidas, solo la pondré en peligro…
Pero… una vez que logre mi objetivo y pueda volver a casa, entonces…
-Le contaré todo a mamá y le pediré que la adoptemos…-
Mai necesita una familia… y yo también…
Quizás sea hora de decirle adiós a la ciudad y vivir con mi madre…
A la mañana siguiente, visito a Mai. Ella se sorprende de verme en su casa, pero después se muestra entusiasmada. Se alegra aun mas cuando le muestro que he comprado comida para que almorcemos juntos mas tarde. Sus ojitos brillan de la emoción.
Me propone ir de pesca, eso me da a entender que tiene su manera de conseguir carne. Ella no se alimenta solo de frutas y vegetales. Puede que se mantenga fuerte y sana por consumir los nutrientes básicos. Y al ser todo natural pues, eso le da un plus.
Como era de esperarse, Mai no posee una caña de pescar. Ni siquiera una básica y barata. Ella simplemente se arregla con una cuerda, un palo y una carnada que son…
-Bichos…-
-Si, a los peces les gusta…-
-Ok… y los agarras sin miedo…-
-¿Por qué les tendría miedo? Estos no pican ni matan-
-B-Bueno… en la ciudad no solemos usar bichos así que… algunos sienten asco o miedo…-
-Oh…-
-Eres una chica valiente Mai-
-*Rubor* Oh… entonces… yo pondré la carnada en tu caña, así no los tocaras-
-¡Gracias!-
Y así, en un rio algo alejado de la casa de Mai, nos sentamos en la orilla a pescar. Es la primera vez que lo hago y se siente relajante. No importa si no pesco nada.
-Zero…-
-¿Si?-
-¿Por qué la gente no te quiere?-
-¿Eh?-
-No estás maldito como yo. Eres buena persona-
-…-
-Por eso… no lo entiendo…-
-Mmm… pues…-
-¿…?-
-Desde el principio… siempre tuve miedo-
-¿Miedo?-
-Cuando te separas de la comodidad de tus padres para ir a la escuela, pues es el primer paso a descubrir el mundo exterior. Yo… tenía miedo del mundo…-
-…-
-¿Qué pasa si no soy capaz de soportarlo? ¿Qué pasa si no puedo hacer lo que los demás hacen? ¿Qué pasa si no aprendo lo que lo demás si? ¿Qué pasa si quedo ultimo?-
-…-
-Pero… creo que los demás también sienten esos miedos. Para superarlos o creer que los superan, para sentirse fuertes, pues… elijen a alguien más débil para tratarlo mal-
-¿Por qué…?-
-Así se sienten superiores, se alejan de esa posición que tanto temen, la debilidad…-
-Oh…-
-Fui débil… no supe cómo defenderme… y el mundo me devoró. Creo… que sigo siendo débil…-
-No pienso que seas débil…-
-¿Eh?-
-No quieres estar lejos de la chica que te importa mucho. Por eso estas viajando-
-Mai…-
-Dijiste que tienes miedo, pero aun así lo haces. Eres… la persona más valiente que conozco…-
-*Rubor* G-Gracias Mai-
-De nada-
De pronto, algo pica en mi caña, entonces con ayuda de Mai, logramos atrapar a un pez. Al ser la primera vez que logro algo así, salto de alegría abrazando a Mai. Ella se sorprende pero se aferra fuerte a mí.
Mai me invitó a cenar, dice que preparará los peces que pescamos hoy, junto a los vegetales que tiene. Su propuesta suena muy bien, veamos qué tal le sale.
Espera… ahora que lo pienso… quitando a mi madre… pues… ¿Esta va a ser la primera vez que una chica preparará un platillo para mí? Qué loco…
Mientras nos dirigimos hacia la casa de Mai…
-Yo… no tengo miedo…- Dice Mai.
-¿Eh?-
-Desde hace mucho tiempo… yo… no tengo algo que me provoque miedo…-
-…-
-Pero… ahora creo que tengo algo que me da miedo… y tristeza…-
-¿Qué es…?-
-Me da tristeza… saber… que ya no estarás aquí…-
-Mai…-
-Y… siento miedo de que no puedas encontrar a tu amiga. Tengo miedo de que eso te ponga triste y ya nunca vuelvas…-
-…-
-Perdón… suena feo lo que digo… ¿Cierto?-
Sus palabras hacen que me dé cuenta de un detalle muy importante. Yo me he encariñado mucho con Mai. Pero no me detuve a pensar en que ella siente lo mismo por mí. Le he caído muy bien, he influenciado en su vida. Cuando tenemos algo valioso, nos duele tener que separarnos de ello…
-Se siente bien, tener personas que se preocupan por ti. Gracias Mai-
-*Rubor* Ah… de nada…-
Mai preparó una gran cena, obviamente yo la ayude. Me enseñó cómo preparar un pez que uno mismo pescó. Así que se puede decir que he adquirido una nueva habilidad, ¿Quién sabe? Quizás me sirva mucho en mi viaje.
La cena estuvo deliciosa, me gustaría que mamá probara esto, ¿Qué elogios le diría a Mai?
Tras acabar de cenar y limpiar todo, nos subimos al techo y nos acostamos para contemplar las estrellas.
-Oye Mai, eres una persona increíble-
-¿Oh?-
-Eres capaz de hacer muchas cosas. Estoy asombrado contigo jeje-
-*Rubor* Oh… solo son cosas que aprendí para vivir…-
-Yo no soy capaz de hacer ni la mitad de lo que tú haces-
-Yo pienso que tú eres la persona increíble. No sé si podría… viajar tanto por alguien a quien quiero mucho…-
-¿Quién sabe? Al final… uno no sabe las fortalezas que tiene-
-Eso… parece…-
-Oye Mai…-
-¿Si…?-
-Gracias por haberme aceptado-
-¿Eh?-
-Las personas siempre han sido crueles conmigo, pero aun así logré encontrar quienes me aceptaron. Dos hermanos asombrosos con un corazón de oro y una pelirroja con una sonrisa encantadora pero con un corazón que es un misterio…-
-…-
-No esperaba poder avanzar más que eso, pero entonces viajo y te encuentro aquí. No me miras como un bicho raro, ni sientes rechazo al verme o hablarme. No me juzgas…-
-…-
-Estoy feliz de haberte conocido-
-¡¡¡…!!!-
-Contigo, este viaje ya valió la pena jeje-
-*Rubor*Yo también… estoy feliz de haberte conocido…-
-Definitivamente eres como una linda hermanita-
-*Rubor*Eso… me agrada…-
Una parada de descanso, un momento para aprender, reflexionar y vivir. El destino me llevó a este pueblo por algo. Sea lo que sea, aprendí mucho aquí y estoy agradecido por ello.
Pero… esta felicidad no puede durar para siempre. El momento de partir es inevitable, debo continuar mi camino…
Pero oye… ahora soy capaz de moverme. Al igual que con Reina, puedo hacer algo en vez de quedarme quieto y solo aceptar las perdidas. Así como peleo para encontrar a Reina, puedo luchar para volver a ver a Mai. Yo elijo mis propios caminos, aunque claro, no son nada sencillos. No para mí al menos…
-¡Oye Mai! ¿Sabías que algunas estrellas tienen nombres y otras forman figuras?-
-¿Oh? No lo sabía… ¡Dime más!-
-Pues veamos… erm… ugh… es difícil encontrarlas aquí que hay muchísimas… ¡Pero te contaré todo lo que se sobre las estrellas!-
-¡Sí!-
Nos quedamos hasta tarde, hablando sobre las estrellas, el universo, los misterios que giran en torno a todo eso. Mai escuchó atenta a cada palabra, mostrando asombro y mucha curiosidad. Cuando quise darme cuenta, yo…
Ella me invitó a quedarme a dormir en su casa. Yo acepté con gusto, entonces ella me brindó una de las habitaciones que no usa. Entonces en mitad de la noche, me di cuenta de que había algo pegado a mi cuerpo. Parece que Mai vino en algún momento para dormir a mi lado.
-Enserio… ¿Cuánta ternura puede lograr esa dulce chica?-
Me encuentro en un sitio totalmente oscuro. Apenas se vislumbra una neblina gris que se mezcla en aquella oscuridad. Frente a mí se encuentra una escalera que lleva hasta una luz que se encuentra en el punto más alto.
“¿Qué pasa…? ¿Esta vez no piensas subir?”
-Esa voz femenina… ¿Acaso es mi conciencia? ¡¿Por qué tiene voz de mujer?!-
“¿Te has rendido en tu búsqueda?”
-¿Eh?-
“Tu viaje te llevó hacia alguien compatible contigo. Otra pequeña estrella que no teme brillar ante ti…”
-Te refieres a Mai… ¿Cierto?-
“Los encuentros pueden tener un propósito. Se desencadenan eventos que solo tú puedes vivir. Pero eso solo será si no la olvidas, pues ella es…”
-No entiendo nada de lo que dices, pero no te asustes, no renunciaré a Reina. Está bien si esta vez no subo, ¿Cierto? La próxima lo haré-
“…”
-Tomaré eso como un si… ¡Y no pienso olvidar a Mai! ¡Volveré a por ella! ¡No la abandonaré!-
“Una joven maldecida, condenada a la soledad. ¿Qué clase de maldición llevarás tu…?”
Abro mis ojos y la luz del día me encandila. ¿Qué estaba soñando? La escalera esa y… ¿Algo más?
-¿Mm? Ah… cierto que Mai vino a dormir conmigo. Esta acurrucada y pegada a mí. Algo me dice que nunca había dormido tan bien en su vida jeje-
Toco levemente su mejilla, entonces ella abre sus ojitos para luego estirarse y dar un bostezo. Entonces me mira fijo y se rasca un ojo.
-Buenos días… Zero…-
-Buenos días, me hubieras dicho que querías dormir conmigo jeje-
-Pensé que eso estaría mal…-
-Y aun así lo hiciste-
-*Rubor* Perdón… ¿Te enojaste?-
-¡Para nada! Dormir juntos entre dos personas que se llevan muy bien, no está mal. Mientras sea eso, dormir-
-¿Y qué más podría significar…?-
-Pues… también se le dice “dormir con alguien”, cuando quieres hacer “bebes” con esa persona…-
-¡Oh! Entiendo, si es dormir en el sentido de dormir, está bien, pero si es dormir de hacer bebes, entonces tiene que ser con dos personas que se quieren mucho, ¡Como tú y Reina! ¿Verdad?-
-Si… por ahora está bien que lo entiendas así- Aunque con Reina dormí en el sentido literal. Ojala hubiera sido el otro sentido…
-He aprendido mucho contigo-
-Tengo la sensación de que he entrenado a una hermanita para que se defienda de las perversiones humanas ahí fuera…-
-¿…?-
-Me lo agradecerás algún día-
-Bueno…-
-Mai…-
-¿Si?-
-Hoy… será mi último día aquí. Mañana me iré…-
-Y-Ya veo…-
-¡Tengamos un gran día juntos! Es importante crear buenos recuerdos, pues no importa lo que suceda, estos siempre quedarán así-
-¡Esta bien!-
De esa manera, dejamos de pensar en el mañana, para solo disfrutar el hoy. El mundo no nos reprochará por hacer esto. Reina no se alejará más de lo que ya está. Y por primera vez, soy libre de hacer lo que yo quiera, quedarme con quien quiera e irme cuando lo considere correcto.
Y así, a la mañana siguiente… llegó el momento de partir para continuar mi viaje. Mai se encuentra conmigo para despedirse de mí. Juntos miramos hacia el horizonte en silencio, dejándonos acariciar por la suave brisa…
Entonces escucho un ruido… y rápidamente me doy cuenta de que ella esta sollozando…
Volteo a verla para comprobar que tiene la mirada baja, unas gotas caen hacia el suelo. Ella está llorando…
-Mai…-
-*Snif* Lo siento… *Snif* sé que no debo…-
-Mai, no te disculpes. Está bien llorar…-
-*Snif*Pero… es que…-
Abrazo a Mai suavemente y acaricio su cabeza. Ella se aferra a mi cuerpo, rodeándome con sus brazos delgados, hundiendo su cara en mi cuerpo.
-Ha sido corto… pero he llegado a quererte mucho-
-*Snif*Me siento triste… porque te vas… *Snif* quiero… poder… seguir estando contigo…-
-Yo también me siento triste…-
-*Snif* ¿Está bien sentirme así…? ¿Está bien sentir tanta tristeza… y cariño… por ti…? Sé que aun tenemos que conocernos más… *Snif* pero…-
-¿Sabes? Gracias a ti, recordé algo importante. No se necesitan años para que una amistad sea fuerte. Lo que importa es la experiencia que vives con esas personas. Puedes vivir tantas cosas en tan poco tiempo. Así lo fue con Reina y así lo es contigo. Es por eso que está bien lo que sientes Mai-
-*Snif* Te quiero mucho… Zero… ¡Te quiero mucho! Gracias por mirarme… gracias por hablarme… y gracias por estar conmigo…-
Y así… Mai liberó todo su llanto. Lloró como una niña, expresó sus emociones retenidas. Yo tampoco pude contenerme, aunque no grité como ella, si que derramé unas cuantas lagrimas. Es bastante loco que sea yo quien deja a alguien y no al revés…
Tras un buen rato, ambos finalmente nos calmamos y recuperamos la compostura…
-¿Estas mejor?-
-Si…-
-Que bien jeje-
-En verdad deseo que encuentres a esa chica llamada Reina, ¡Espero que puedas ser feliz!-
-La encontraré y te la presentaré. ¡Es una promesa!-
-*Rubor* Si-
-Tú eres parte de mi corazón ahora. Es por eso que volveré por ti y entonces…-
-¿…?-
-¡Seremos una familia!-
-*Rubor* ¡Ah! Jeje… no te preocupes tanto por mi… ¡Encuentra a Reina y dile cuanto la quieres!-
-Jajaja, ¡De acuerdo! Este no es un adiós definitivo-
-Sí, volveremos a vernos, es una promesa, ¿Cierto?-
Mai y yo cruzamos nuestros dedos meñiques para formalizar nuestra promesa. Y así, junto mis cosas para tomar rumbo hacia aquellas montañas lejanas. ¿Qué me espera más adelante? No lo sé, tengo miedo pero tengo más coraje para enfrentar lo desconocido. Todo gracias al haber conocido a la pequeña y dulce Mai Athey.
No hubo nada demasiado importante en los primeros dos días de viaje. Luego me topé con unos granjeros que viven en el siguiente pueblo. Fueron tan amables que me llevaron en su camioneta. Allí pregunté por aquellas historias y todas decían lo mismo que ya había escuchado. Lo bueno es que pude adelantar bastante camino.
Las noches siguieron siendo frías y aterradoras. No deje de tener dificultades para conciliar el sueño. Siempre abrazado a mi espada, preparado ante cualquier amenaza. Durante el día, mientras caminaba, sostenía el cristal que me dio Reina. Siempre observándolo cuando descansaba, recordando lo que ella me dijo, sobre que esta cosa cumple deseos. Sin nada que perder, le expresé mi deseo todo el tiempo al brillante amuleto.
-Aunque si sigo así… tendré que venderlo… ¿Cuánto me darán? Jeh… es broma…-
No sé cuantos días o semanas pasaron desde que abandoné mi hogar. En el ultimo pueblo me dijeron que no había más nada hacia donde me dirigía, aun así seguí mi camino. Y entonces llegué a la entrada de un gran bosque que lleva hacia el pie de las montañas. Si… aquella enorme cadena montañosa que marca el límite final de mi país…
-Si no hay nada allí dentro… entonces… habré fracasado jeje…-
Estoy hecho un desastre, mi cuerpo ya no aguanta más tanto viaje. Siento que no me está quedando demasiada cordura. Mi alma me grita que debí rendirme hace tiempo, que es obvio que aquí no encontraré nada, pero… ¿Qué más me queda…?
Respiro profundamente y me adentro en el inmenso bosque. A medida que avanzo, todo se va tornando más y más oscuro…
–Muy bien pequeño cristal… es tu momento de brillar… ¡Dame una pista! ¡Cualquier cosa! ¡Lo que sea que me permita ver a Reina! Prometo seguir peleando… solo… necesito un camino…-
*¡¡¡BANG!!!*
-¡¿Eh?! ¡¿Q-Qué fue eso?! ¡¿Un disparo?! ¡¿Aquí?!-
De pronto comienzan a sonar más y más estruendos. Definitivamente son disparos, ¿Cazadores? ¿Tan lejos? No he visto animales por esta zona…
¡Escucho sonidos metálicos! ¡Y se acercan!
¡¿Qué hago?! ¡Debo esconderme! ¡¿Pero dónde?!
Desenvaino mi espada y me preparo para lo que sea…
Entonces algo sale de los arbustos, una persona…
Un adolescente como yo… de cabello gris y mirada amenazante…
-¡¿Ah?! ¡¿Y tú quien mierda eres?!-
-¡¡¡…!!!- Instintivamente alzo mi espada.
-No pareces ser un… ¡Oye! ¡Si vas a atacarme, te mataré!-
-¡A-Aléjate!-
-Mejor te elimino… ¡¿Ah?! ¡Mierda! ¡Tuviste suerte!-
El misterioso sujeto se marcha dando un enorme salto, como si fuese un ninja o súper guerrero de anime. ¡¿Qué carajo fue eso?!
-¡¡¡Alto ahí!!! ¡¡¡No te muevas!!!-
-Ah…-
De pronto llegan más personas. Unos visten como si fuesen de una fuerza policiaca o alguna clase de soldados. Pero lo más llamativo son los que no llevan esa apariencia.
¿Por qué?
Pues llevan ropas normales, pero portan armas. Algunos llevan espadas, dagas, lanzas, pistolas…
-¿Quién eres tú? ¿Estás con él?-
Al voltear, noto el filo de una espada, muy cerca de mi garganta…
Un sujeto de cabello plateado, atado debido a que lo lleva largo. Usa gafas y sus ojos son tan filosos como los de un águila. Su presencia ya es suficiente para hacerme sentir el miedo más grande que he sentido en mi vida…
-S-Si… se… r-refiere al… sujeto… de pelo gris… se fue por allá…-
-Vayan tras el- Ordena el sujeto de lentes.
-¡Sí!- Responden los demás.
-¿Qué haces aquí? ¿Por qué portas una espada?? Responde…-
Primero que nada, suelto mi espada para dejar en claro que me he rendido. Mi corazón late a gran velocidad, apenas puedo hablar…
¡Me pongo cada vez más nervioso! ¡No sé qué decir!
Pero entonces me calmo un poco y solo se me ocurre una cosa que decir…
-B-Busco… a Reina Alcott…-
-¡¡¡…!!!- El sujeto hace una expresión como de enojo.
-…-
-Vendrás conmigo, no se te ocurra intentar resistirte-
Reina… Mai… puede que la haya cagado bastante feo…
Lo siento…
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