The Lost Crystallus - 3-16
[Luna]
Llegamos al lugar indicado. Tal como nos dijeron, este sitio es un campo de batalla. Si alguna vez fue un simple distrito comercial, ahora es un sitio lleno de fuego y ruinas. Tiendas rotas, cuerpos tirados por doquier y los que siguen en pie, continúan luchando.
-Me alegra verte aun en pie, Verónica- Dice Iván, hablándole a una mujer rubia de cabello corto y ojos azules. Vistiendo un traje elegante como de oficinista.
Por lo que tengo entendido, Verónica ocupa el mismo cargo de Iván. Ósea, ella supervisa esta zona de la ciudad, así como Iván la suya. Si no me falla la memoria, Reina estuvo bajo su cargo en el periodo que visitó a Zero…
-Si hubieses tardado más, tal vez no hubieses podido decir eso- Contesta la mujer llamada Verónica.
-¿Tan fuertes son?- Pregunta Iván.
-Son bastante fuertes, pero el problema es que nos atacaron de manera sorpresiva. Tardamos en organizarnos. Aunque si hay alguien de quien preocuparse bastante- Comenta Verónica.
-¿De quién?- Yo pregunto.
-De ella, la líder de todo este lio, la que lleva espada. Si no me equivoco es Sadokawa Mei-
La señorita Verónica apunta hacia el techo de un restaurante. Allí se encuentra Mei, observando toda la guerra…
-¡Yo me encargo de ella!- Digo con seguridad.
-De acuerdo, pero ten cuidado, la policía tardará en llegar, aunque dudo que quieran meterse con todo esto- Dice Iván.
-¿Me autoriza a liberar mí…?-
-Hay muchos testigos aun por la zona, ¿Podrás derrotarla sin eso?-
-Si-
-Si la cosa se complica demasiado, puedes usarlo. Yo me haré responsable- Comenta Iván.
-¡Gracias!-
Me dirijo hacia donde se encuentra Mei. Ingreso en un callejón, ignoro a los demás y subo al techo de una tienda, dando saltos por la pared y tubos para impulsarme. Una vez arriba, voy saltando de terraza en terraza hasta llegar a ella.
Mei se percata de mi presencia y desenvaina su espada para poder bloquear mi ataque. Nuestras miradas vuelven a cruzarse…
-Viniste… joven luchadora…-
-¡Claro que sí! ¡No me iba a perder la oportunidad de castigarte!-
Comenzamos a atacarnos, mientras de fondo tenemos toda una guerra entre agentes y mafiosos de los tres mosqueteros. No veo a Kei por ninguna parte, debe andar causando destrozos en alguna parte del campo de batalla…
Con mis guantes con protección de metal y mi propio poder, puedo repeler sin problemas el filo de su espada. Pero eso sí, debo cuidar mis pernas, por lo que dar patadas es una opción que se debe utilizar en los momentos correctos.
[Luna Araciel logra mostrar superioridad ante Sadokawa Mei. Atacando de manera veloz, logra provocarle daños feroces a la joven espadachín.
La agente de nivel 10 se encuentra enfadada, no ha olvidado todo el daño que le provocó a su preciado amigo. Cada golpe que brinda, va con toda intención de romper los huesos de su enemiga.
Pero…
Sin que la joven de cabellos dorados pudiese saberlo, estaba siendo observada por otro individuo…
En lo alto de un edificio vecino, un sonido metálico se escucha. Un pie recubierto de metal se apoya sobre el borde de la terraza. Entonces una silueta oscura observa la batalla y luego da un gran salto. Lleva un objeto enorme y puntiagudo, hecho de metal. Lo apunta firme hacia abajo mientras cae a gran velocidad.
Luna logra percatarse de que algo se aproximaba desde el cielo, debido a una sombra inesperada que se proyectó sobre ella. Con un salto en el último instante, logra esquivar al invasor, quien al estrellarse, crea un cráter que lo agrieta todo, levantando una gran cortina de polvo…]
¡¿Pero qué demonios fue eso?! ¡¿Un meteoro?! ¡¿Están bombardeando desde el cielo?!
La polvareda poco a poco se disipa y…
-¡¿Eh?!-
Frente a mi aparece literalmente un caballero en armadura, portando una enorme lanza medieval, de esas para duelos sobre caballos. ¡¿Qué mier…?!
-Tardaste en aparecer…- Dice Mei.
-Lo siento- Dice el caballero.
Su voz… ¡Es una mujer! ¿Pero quién es? ¿La tercera hermana?
¡Momento! ¡Espera! ¡Espera! ¡Espera!
¡Eso no es lo más importante!
¡¡¡Esta persona acaba de caer desde tremenda altura y no se hizo ningún daño!!!
No vi que manifestase su aura… ¡¿Entonces como?! Incluso si pudiese utilizarla, caer desde esa altura debería dañarte igual. Se requeriría de mucha energía para poder proteger el cuerpo…
Esto no es bueno…
-Lo siento mujer, no tengo nada personal en tu contra, pero tengo ordenes de prestar servicio a los mosqueteros. Te eliminaré…- Dice La caballera.
La mujer de armadura se lanza a atacarme. Intenta barrerme con su lanza, instintivamente me protejo manifestando mi aura, de esta forma soy capaz de resistir su ataque.
Su poder resulta ser tremendo y no puedo evitar salir despedida, rodando un poco por el suelo. Me levanto rápidamente y esquivo un ataque de Mei. La caballera llega por detrás, pero logro esquivarla y darle un puñetazo en el estomago. Esto la hace retroceder un poco, pero enseguida arremete nuevamente. Por un instante me pareció ver unos destellos rojos de su máscara…
La esquivo para luego bloquear otro ataque de Mei. No está resultando nada sencillo ocuparme de las dos…
De pronto aparece Iban, quien me protege de un ataque de la mosquetera. Sus dos bastones retractiles resisten el filo de la katana. Logra hacerla retroceder.
-Espero que no te moleste que te de una mano-
-Iván… jeje, ¡Para nada!-
-Un caballero en armadura… ahora sí que lo he visto todo…-
-Es una chica. Y Perdón, tuve que usar…-
-Descuida, yo hubiese hecho lo mismo en tu lugar. En verdad me cantaría poder hacer esa magia, pero mi alma ya es bastante complicada jeje-
-Jeje, no es magia. Aunque si es algo complicado de aprender-
-Yo también les echaré una mano- Dice Verónica, mostrando unas manoplas de oro.
-Oye, ¿Estarás bien con solo eso? Ella usa una espada- Dice Iván a su colega.
-Solo debo evitar que me corte- Dice Verónica sin miedo.
-Te dejamos con la señorita de armadura-
-¡Yo me encargo!- Aunque no será sencillo…
¿Quién será la mujer que se esconde en esa armadura? No lleva casco pero si una máscara metálica. No veo su rostro pero si noto que su cabello es de color blanco. ¡No olvidaré ese detalle!
Se mueve bastante veloz pese a utilizar algo tan pesado y grande. ¡¿Cuánta fuerza tiene?! ¡Es ridículo!
Aunque intento esquivar sus ataques más letales, recibo golpes potentes cuando no me queda más remedio que bloquear con mis brazos. Si no fuese por mi aura que refuerza mi cuerpo, hace rato que estaría con los huesos pulverizados…
-¡¡¡Luna!!! ¡¡¡Iván!!! ¡¡¡Es una emergencia!!!- Suena una voz en el intercomunicador que llevo en la oreja.
-¿Eh? ¿Lisa? ¿Qué sucede?-
-¡¡¡Están atacando el Hotel!!! ¡¡¡Es Sadokawa Kei con un ejército!!!-
[En el instante en que su amiga anuncio tal terrorífica noticia, todo el cuerpo de Luna sufrió un enorme escalofrío. Observó a Iván quien con gran frustración, maldecía haber caído en una trampa tan simple.
Sadokawa Mei concentro su mirada en Luna y le sonrió, para luego decir
“¿Qué pasa? ¿Te preocupan esos dos? Puede que ya estén muertos”
Al escuchar esas palabras, una gran ira invadió a Luna. Se quedo de pie con la mirada baja, momento que aprovechó la caballera para atacarla. Pero la joven agente le esquivo, apenas dando en paso hacia el costado.
Esto sorprendió a la mujer de armadura, pero no se detuvo y volvió a atacarla, pero Luna simplemente la esquivo. Los ataques siguieron efectuándose, pero ninguno resultó efectivo.
Luna Araciel manifestó su ira, mostrando un aura intensa y de mayor tamaño que antes. Con un movimiento veloz que la caballera no pudo evitar, Luna efectuó un puñetazo destellante que mando a volar a la caballera, haciendo que caiga de la terraza y se estrelle en un callejón. Su máscara y parte del peto, se rompieron. La misteriosa guerrera quedo totalmente atónita ante semejante ataque.
Tras esto, Luna Araciel se marcha de regreso al hotel, corriendo a gran velocidad, utilizando su aura para potenciarse, sin importarle que la vean civiles.
En este momento solo le importa una cosa…]
[Zero]
Debido a toda la desesperación, no pude hacerme con una pistola siquiera. Qué bien que me vendría aunque sea una en este momento. Supongo que tendré que valerme solo de mis puños…
-¡Oye! ¡Realmente has mejorado! ¡Tus ataques son más rudos! ¡¡¡Qué emocionante!!!- Dice Kei mientras luchamos.
Hace mucho calor por el fuego a nuestro alrededor. Seraphine y Sasha luchan contra toda una horda de enemigos. Pero el más problemático se encuentra conmigo.
Tengo confianza en todo lo que me enseñó mi querida maestra y gran amiga. Si estoy resistiendo, si sigo respirando, es por ella.
Nos golpeamos mutuamente, esquivamos, bloqueamos y volvemos a golpearnos al mismo tiempo.
Su fuerza es tremenda, pero no pienso caer por nada del mundo… ¡¡¡No puedo ser un estorbo para Seraphine!!!
Continuamos intercambiando golpes sin descanso.
Duele…
Duele…
Cada vez duele más…
Esto ni se compara a los maltratos que recibí en el pasado. ¡Eran puras caricias!
Los ataques de Kei me duelen muchísimo… ¡Siento que mis músculos van a estallar!
Intento alejarnos de Seraphine y Sasha, trasladando la batalla poco a poco. De esta manera Kei no podrá utilizarlas en mi contra. Me puedo esperar cualquier truco sucio de él…
Bloqueo sus ataques mientras retrocedo, hemos tomado una distancia suficiente. De pronto su velocidad incrementa, me lanza una patada baja para intentar barrerme, pero salto para esquivarlo. En pleno vuelo, se levanta rápidamente y me da un tremendo golpe que me envía a volar lejos. Caigo al suelo y ruedo sin poder evitarlo, entonces caigo por unas escaleras…
Me duele por todas partes y estoy algo mareado. Me levanto lo más rápido que puedo. Observo a mi alrededor… ¿Estoy en un sótano? Está lleno de tubos y partes sin terminar…
Afortunadamente hay iluminación eléctrica, debe ser de los obreros que trabajan aquí…
Creo que no me he roto nada…
No por ahora al menos…
-¡Oh! ¡Veo que sigues enterito! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡No había planeado lanzarte aquí!- Dice Kei mientras baja las escaleras.
-*Jadeo* Descuida… aun puedo continuar…-
-¡Me gusta oír eso!-
Debo calmarme, recuerda lo que te enseñó Luna. Mantener la calma y entender el comportamiento del enemigo. Busca controlar su fuerza, sus ataques, dominarlo…
Es momento de cambiar de postura…
Kei se lanza atacarme, realiza una patada alta, pero la esquivo. Luego me lanza un puñetazo, pero vuelvo a esquivarle y al mismo tiempo desviarle el ataque.
Mi oponente aumenta su velocidad y ritmo de sus ataques, pero yo me mantengo sereno. Desvío cada ataque con mis palmas, lo cual lo deja sorprendido. Al frenarle su ritmo, queda expuesto para que pueda provocarle unos cuantos golpes, tanto el su rostro como en su estomago. Finalizo con una patada giratoria que lo hace caer al suelo.
Se levanta rápidamente, escupe un poco de sangre y luego vuelve a sonreír…
-Para llegar a donde estamos… tuvimos que hacer todo tipo de cosas. Me he enfrentado a muchas peleas. Cada una más divertida que la anterior. Pero una vez alcanzada la gloria, pocos eran los que intentaban desafiarme…-
-…-
-Pero entonces aparecieron ustedes, una organización extraña y llena de locos dispuestos a enfrentarnos, ¡Eran prometedores! Pero al final solo eran debiluchos…-
-…-
-¡Y llegaste tu, viéndote como poca cosa! ¡Pero las apariencias engañan! ¡¡¡Pues mírate!!! ¡¿Cuánto castigo has soportado desde que nos conocimos?! ¡¿Cómo es que no caes?! ¡¡¡Qué emocionante poder aplastar a un oponente tan resistente!!!-
-Sí que eres todo un desquiciado-
-¡Jajajaja! ¡Puede ser! ¡Me considero una persona simple! ¿Sabes?-
-¿Simple…?-
-¡Quiero poder! ¡Poder para poder aplastar a quienes quiera! ¡Poder para tener a todas las chicas que quiera! ¡Dinero para comprar lo que quiera!-
-Si… supongo que eso te hace un villano simple…-
-Aaah… supongo que esto es lo último. Aquí se acaba todo… ¡Ustedes serán aplastados por nosotros, Los tres Mosqueteros!-
-Mientras no me rinda, otro resultado puede suceder… uno más favorable para mi…-
[Zero y Kei continuaron luchando, lastimándose y derramando sangre con cada golpe. Mientras tanto, las dos jóvenes lo daban todo para vencer a sus enemigos que no paraban de llegar.
Seraphine y Sasha son agentes perfectamente entrenadas. Esta noche lo están demostrando. Mientras una golpea fuerte con sus tonfas, la otra no solo emplea artes marciales, sino que también utiliza las armas de los enemigos que vence.
Demostrando una excelente coordinación y perfecto trabajo en equipo, logran derrotar a todos sus oponentes. Ambas terminan agotadas, sucias y manchadas por la sangre enemiga.
Seraphine busca desesperada a su compañero, entonces Sasha indica que escucha gritos de cierta dirección. Es así como ambas encuentran el sitio donde Zero y Kei están luchando.
Seraphine siente terror al ver a su preciado amigo en tan mal estado. A pesar de haber dejado al mosquetero con gran cantidad de heridas, es claro que este sigue siendo más fuerte.
Ella intenta intervenir, pero su amigo le grita que no lo haga, que esa es su pelea.
Ambas se quedan mirando como su amigo ataca con desesperación y enojo. Kei disfruta viendo como su oponente ya ha dejado de ser un desafío para volverse una simple diversión.
El mosquetero ahora se divierte humillándolo, viendo como las esperanzas se pierden poco a poco…
Zero toma distancia, observa con furia a su enemigo. Entonces se lanza corriendo para dar un último ataque con todas sus fuerzas. Pero Seraphine sabe que no resultará…
Sabe que ya no podrá vencer…
Ella se prepara para intervenir, pues no puede permitir que su amigo caiga…
Kei se prepara para lanzar un contraataque con todas sus fuerzas, para darle fin a este combate…
Entonces ocurre algo de lo que solo Seraphine pudo darse cuenta…
En el último instante, Zero sonrió de la misma manera que lo hace Kei. Siendo la primera vez que ella ve tal expresión en su amigo.
Pero eso no es todo, pues lo que provoca que Seraphine no intervenga, es el repentino cambio de ritmo en su amigo.
Zero no estaba dándolo todo para dar un último ataque tan desesperado.
No…
Ese nunca fue su verdadero plan…
Zero hace una finta para que Kei lance su mejor puñetazo. Entonces el joven agente le esquiva y saca de su bolsillo un pequeño objeto. Lo coloca frente a los ojos de Kei y…
Un tremendo grito de sufrimiento retumba por todo el lugar. Se trata del mosquetero quien cubre su rostro mientras se mueve de un lado a otro, gritando de dolor.]
Desde que enfrentamos a los mosqueteros, estuve pensando la manera de poder derrotarlos, si otro encuentro con ellos se presentaba. Entonces se me ocurrió algo simple…
¿Por qué no ser sucios como ellos?
¿Idear un plan siniestro y complejo?
¡Para nada!
Solo algo simple…
Pequeño…
Algo que puedes conseguir fácilmente…
Gas pimienta…
Pero tenía que crear el momento oportuno para utilizar esto. Kei posee un gran ego, pude darme cuenta de ello. Entonces solo debía darle una batalla larga en donde poco a poco, le hiciera creer que la balanza se inclinaba a su favor. Fingir que comenzaba agotarme y desesperarme. Luchar de una manera tosca y torpe, para que bajara la guardia. De esa manera, jamás se esperaría un truco sucio como este…
-¿Te parece sucio? ¿Injusto?-
-¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAARGH!!!-
-Jajajajajaja ¡¿Por qué tendría que pelear de forma honorable contra sucios villanos como ustedes?!-
Me acerco a Kei y comienzo a golpearlo con todas mis fuerzas. Con todo mi enojo y frustración…
-¡¡¡Esto es por haber tocado a Luna!!!-
Le doy un gran puñetazo en el estomago, haciendo que escupa sangre.
-¡¡¡Esto es por haber golpeado a Seraphine!!!-
Le doy tres puñetazos en el rostro, rompiéndole la nariz y unos cuantos dientes.
-¡¡¡Esto es por lo que le hiciste a todas esas chicas inocentes!!!-
Le doy un rodillazo en el estomago y luego un puñetazo en el rostro.
-¡¡¡Y ESTO ES PORQUE ME TIENES HARTO, PEDAZO DE MIERDA!!!-
Utilizo mi brazo derecho, concentro todas mis fuerzas y le doy un tremendo puñetazo en el rostro. Con mi brazo lo guio hacia el suelo, haciendo que se estrelle tan fuerte que rebota, elevándose unos cuantas centímetros. Y entonces le doy un golpe final en el estomago, acabando finalmente con él.
De esta manera Sadokawa Kei pierde el conocimiento, quedando bastante desfigurado…
Lo hice…
Lo derroté…
Sensei…
Yo…
-¡¡¡GANE CARAJO!!! ¡¡¡GANË!!!-
Aaah… me duele todo… en especial mis manos…
-¡¡¡Zero!!!-
-Chicas… están a salvo… que bien…-
Seraphine se lanza a abrazarme fuerte. Nos desplomamos en el suelo, quedándonos sentados.
-*Snif* Lo hiciste… pudiste ganarle…-
-Espero que no te decepcione el hecho de haber usado un truco sucio. ¡No me arrepiento de ello!-
-Jeje, para nada. Si ellos son sucios, ¿Por qué no nosotros no?- Dice Mi compañera.
-Zero… ¿Estás bien?- Pregunta Sasha.
-He tenido días mejores… ¿Y tú?-
-No sufrí daños graves. Si pudimos vencer, es gracias a Seraphine-
-Aunque parece que el conflicto aun sigue allá afuera-
-Debemos huir pero… quisiera descansar unos minutos- Dice Seraphine.
-Si… yo también…-
-¡Haré guardia junto a la escalera!- Dice Sasha.
Nos quedamos descansando, necesitamos reponer energías o no llegaremos muy lejos. ¿Cómo estará Luna?
-¡Chicos! ¡Luna está viniendo! ¡Solo resistan!- Anuncia Lisa.
-Ah… Lisa… que bueno escuchar tu voz…-
-Hice lo poco que pude para ayudar a Seraphine y Sasha. Perdón…-
-Lisa… no tienes que disculparte-
-Vaya desastre que han causado los mosqueteros. ¿Cómo es que acabamos siendo el centro de su atención…?- Se pregunta Seraphine.
-Tal parece que la cosa era cierta, había un cuarto miembro. Una hermana mayor…-
-Es verdad…-
-Debido a lo que me comentó Mei, todo parece indicar que esta persona fue asesinada por Reina-
-¡¿R-Reina?!-
-Sí y por eso tienen un especial interés en mí, porque soy cercano a Reina. Saben que la busco y…- ¿Eh?
-Quieren provocarle todo el daño posible. Vaya… incluso saben hasta eso…- Comenta Seraphine.
Esperen un momento…
Es entendible que sepan cosas de Ancardia, como la ubicación de las guaridas ocultas y quienes las comandan. Pero… ¿Por qué sabían cosas tan concretas?
Que sepan que soy agente es una cosa, ¿Pero qué entreno con la espada? ¿Qué estoy buscando a Reina? ¿Cómo…?
De pronto…
Todo queda claro…
Entonces me levanto lentamente…
-Ah… que enojo me da… haber caído…-
-¿Eh? ¿Zero?- Dice Seraphine confundida.
Camino hacia un rincón, testeo con mis manos y arranco un tobo flojo, lo suficientemente largo.
-¿Saben…? Es demasiado raro que el enemigo sepa que busco a Reina o que entreno con la espada. Enserio, no es como si yo fuese contándolo por ahí. No soy tan sociable, menos cuando estamos aquí-
-Si… pero… ¿De qué hablas?- Dice Seraphine.
-Solo he hablado con mis conocidos. Los demás agentes del hotel o alrededores, no los he conocido y ni me conocen, es normal, soy un don nadie-
-Zero…-
-Pero entonces alguien le dijo a Mei que entreno con espada. Alguien le dijo que estoy relacionado con Reina Alcott…-
-…- Seraphine me mira preocupada.
-¿Y saben qué? Hay otra cosa rara de la que me doy cuenta ahora…-
-¿De qué?- Pregunta Seraphine.
[El ambiente se vuelve silencioso e incomodo. Seraphine observa preocupada a su compañero, Sasha también le observa seriamente. Lisa escucha atenta sin saber a dónde quiere llegar su amigo. Entonces Zero alza el tubo y lo apunta a…]
-Díganme… ¿No es extraño que hayan matado a todos los agentes de esa base, excepto solo a uno? ¿Y que esa persona sea alguien que nos conoce?-
-…-
-¿Qué me dices de eso…?-
-…-
-Sasha…-
-¡Ah!- Seraphine se sorprende.
-Si me equivoco, puedes odiarme, lo soportaré. ¿Y bien? ¿Qué tienes para decir?-
-…-
-¿Eres la traidora qué les estuvo filtrando información?-
Sasha me mira fijo…
Entonces sonríe levemente y…
-Sí, es correcto-
-Y lo dices así nomas… solo sonriendo…-
-¡¿Por qué, Sasha?!- Grita Seraphine.
De pronto se escucha una risa y aplausos. Entonces unos pasos resuenan por todo el lugar. Alguien aparece bajando las escaleras…
-¡¡¡Bravo!!! ¡¡¡Lo descubriste!!! ¡JAJAJAJAJAJA! ¡Pero no es toda la verdad!-
-¡¿Eh?! ¡¿Qué haces aquí?!- Grita Seraphine.
-¿Sylvie…? Pero… no me digas… ¡Mierda!-
-Aaah… gracias por ayudarme a escapar, aunque en realidad no lo necesitaba. Ese derrumbe me vino perfecto para poder separarme y observarlos desde lejos-
-¡¿Quién eres?!- Grita Seraphine.
-Mierda… ahora comienzo a entenderlo… todo fue para que el enemigo se infiltrase dentro de nuestra base…-
-¿Entonces esta chica es…?- Dice Seraphine.
-¡Permítanme presentarme! No me llamo Sylvie, soy Sadokawa Nobu, ¡Es un placer!-
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