The Lost Crystallus - 4-09
[Nos encontramos nuevamente en aquella dimensión oscura. Hacía tiempo que el joven no regresaba a aquella escalera de cristal. Pero a pesar de poder visualizar la gran luz en la lejanía y de tener la oportunidad de reclamarla, no lo hace.
“¿No piensas subir?”. Le pregunta una voz femenina. La misma que ya le ha hablado con anterioridad.
“…”. El muchacho no responde, solo observa la luz desde el primer escalón.
“La escalera ha vuelto a formarse, esta vez más firme y resistente. Pero quizás acabe por desplomarse. Eres libre de intentarlo de todas formas”
“…”. El joven no dice nada, voltea y se aleja.
“¿Te rindes?”
“No. Es solo que… aun no estoy listo para llegar. No poseo la fuerza necesaria”
“Juju, interesante. Pero… ¿De verdad se trata de solo alcanzar la luz? ¿Qué hay de las que ya tienes? ¿Por qué no quedarte con todo?”
El sueño finaliza y el joven olvida a esa misteriosa mujer…]
[Annie]
Buenos días, mi nombre es Annie Fable. Si me lo permiten, me gustaría contarles lo sucedido en estos últimos meses. Veamos… ¿Por dónde empiezo?
¡Ah! ¡Claro! Por los últimos días de Zero como alumno de la academia. Graduarse no solo le permite tener licencia completa de agente, sino que también cuenta como tener un titulo secundario. Si Zero quisiera renunciar a ser agente, podría trabajar de otra cosa al tener los estudios completos.
¡Ah! Perdón, me estoy desviando del tema. Ejem… esto sucedió en su último periodo de estudiante…
[Zero]
Me encuentro caminando por los pasillos de la Academia. Estoy yendo a la próxima clase, pero de pronto soy interceptado por un grupo de cinco mujeres. Todas me miran seriamente, impidiéndome el paso.
-*Suspiro* Digan los insultos que quieran decir y luego déjenme ir a clases…-
-No estamos aquí por eso…-
-¿…?-
-¡Estamos agradecidas contigo!- Dicen todas al mismo tiempo.
-¿Ah?-
-¡Salvaste a nuestra querida Cecily!-
-Ella estaba tan triste, sabiendo que tendría que casarse con ese idiota…-
-¡Pero tú la salvaste! ¡Humillaste a ese tonto! ¡¡¡Eres un héroe!!!-
-Esto… ¿No les caigo mal por haber provocado la muerte de dos agentes?-
-Cecily nos conto la verdad, que todo era una mentira de ese malnacido. Que en realidad perdiste a tu amiga e hiciste pagar a la traidora-
-…- No esperaba un escenario así.
-¡Eres una buena persona! ¡Y nos encargaremos de limpiar tu nombre en la academia!-
[Annie]
-Y entonces, dejaron de haber miradas de desprecio. Aunque seguía siendo molesto que hablaran de mi, al menos ya no eran cosas malas-
-Juju, son las consecuencias por sus buenas acciones. Se merece buen trato porque usted tiene un corazón de oro-
-*Rubor* Bueno jeje, exageras. Al menos podré terminar mis estudios en paz-
El señor Zero y yo, solemos reunirnos bastante seguido en la biblioteca para platicar. Sé que se preocupa por mí y quiere asegurarse de que me encuentre bien. Es muy amable y considerado.
Pero… sé que no es posible que me visite en el orfanato. Y sé que le dije que nadie lo culpa por lo de su amiga Seraphine. Pero si hay alguien que tiene conflictos con él…
Una de las hermanas, la señorita Micaela… pues…
No le gusta que mencione su nombre, pues enseguida su rostro cambia…
Sé que no es odio lo que siente, pero sus colores son… confusos… cambiantes…
Creo que ella aun no sabe bien que pensar o que sentir. Quizás solo culpa a Zero para tener a alguien a quien responsabilizar, sabiendo que eso está mal…
Y se siente culpable por ello. Sé que se arrepiente…
-¡Ah! Por cierto señor Zero, me sucedió algo muy bueno-
-¿Enserio? ¡Dime!-
-Resulta que… ¡Van a adoptarme!-
-¡Oh! ¡Eso es grandioso!-
-Las hermanas de la biblioteca se encariñaron mucho conmigo y me quieren en su familia. ¡Estoy tan feliz!-
Las hermanas y dueñas de la biblioteca, se acercaron para agradecerle al señor Zero, por todo lo que hizo por mí. Y que, de no ser por él, nunca me hubiesen conocido. ¡En verdad estoy muy feliz por tener una nueva familia! Ellas son tan amables conmigo jeje.
¡Ah! ¡Perdón! Los estoy aburriendo… no es mi vida lo que quieren escuchar jeje
El señor Zero se graduó de la academia sin problemas. Lamentablemente no hubo festejos ni nada, pues se ha distanciado bastante de sus amigas…
Pero si que hubo un regalo especial, no solo por su graduación, sino por haber alcanzado el nivel 7.
[Zero]
Me encuentro en la oficina de Fredor junto a Luna. Parece que tiene algo importante que decirnos.
-¡Felicidades! ¡Ya tienes todos tus estudios básicos completos! Tu mamá puede estar orgullosa de que su hijo no es un vago jeje-
-Nunca espere graduarme de un instituto orientado a agentes secretos…-
-Y para celebrar no solo eso, sino que ahora caminas por el nivel 7, tengo un regalo especial!- Anuncia Fredor, abriendo un abanico.
-¿Un regalo?-
-¿Recuerdas que te dijimos que a partir del nivel 7, puedes tener tu propio equipo personalizado?-
-Si… algo así mencionaron-
-Pues aquí tienes tu regalo, por favor ábrelo-
Fredor saca una enorme caja de madera con forma rectangular. Luna y yo nos miramos, luego proceso abrir la caja para encontrar…
-¡Ah!-
-Jeje, ¿Reconoces eso? ¿Aun la recuerdas?- Dice Fredor sonriendo de forma picara.
-¿Una katana de color negro?- Menciona Luna.
-¿Es la misma?- Yo pregunto.
-Así es. Yo la conservé todo este tiempo. Me sorprendió descubrir que era real, solo que sin filo. Vaya regalito que te dio Roland-
-¿Cómo sabes que…? Olvídalo, pregunta tonta, todos son agentes aquí…-
-Este es el trabajo de uno de los mejores herreros que tenemos. Cuando se la lleve, se sorprendió de volver a verla. Le pedí que le hiciera el tratamiento correspondiente para convertirla en un arma real- Explica Fredor.
-Entonces…-
-¡Será tu arma personal! No hace falta decir que no es un juguete jeje-
-¿Esa es la espada con la que llegaste aquí?- Me pregunta Luna.
-Así es, un regalo de un agente Elite del pasado. Recuerdo que estaba junto a Reina cuando eso sucedió-
-Jeje debió ser una escena rara y tierna- Dice Luna con una leve sonrisa.
-¿Por qué no le pones un nombre?- Pregunta Fredor.
-¿Un nombre? Mmm… pues… ¿Qué podría ser?-
-¡Algo cool!- Dice Fredor.
-No olvidemos que es un arma, no un juguete- Dice Gray.
-Eres tan aburrido…- Responde Fredor
-No se me ocurre nada, luego pensaré alguno. Te estoy muy agradecido por devolverme la espada-
-Jeje, mereces verte cool como prota de videojuegos. Por cierto, tengo otro regalo, aunque no es mío- Menciona Fredor.
-¿Eh? ¿Y de quién es?-
-Ni idea, pero está decorado con muchos colores y un moño bonito. ¿Alguna admiradora? Jeje- Dice Fredor sonriendo.
Observo a Luna, ella tampoco tiene idea…
Abro la misteriosa caja, dentro hay un aparato negro que no sé que es…
¿Mm? Hay una nota…-
-“¡Hola querido agente! ¡Te envío este regalito por haberme regalado un conejito! ¡Y también recuperarlo cuando lo perdí! Supe de tu ascenso y preparé algo que quizás te ayude en tu camino.
¿No sabes qué es? ¡No te culpo! No es algo común de ver jiji
¡Se trata de un dispositivo que reduce el filo de tu espada! Pero no hay que confundirse, no es como que deja inútil tu arma, sino que reduce la probabilidad de que mates a alguien sin querer. ¡Coloca esto por encima de la guarda y presiona el botón! ¡Entonces una capa cubrirá el filo original! Seguirá dañando mucho, pero no rebanará. ¡Ingenioso! ¿Cierto?
¡Espero ansiosa el día en que podamos conocernos!
Ah… pero seguramente no me recuerdes. ¡Yo te recuerdo bien! Jeje.
¡Con cariño, la bella conejita de Japón!”-
¿Eh? ¿Qué ha sido todo esto?
El regalo me parece genial, ¡Me viene perfecto para acabar con esbirros sin tener que cuidarme tanto en como cortarlos! Pero… ¿Quién es esta? ¿Por qué me conoce? ¿Qué le di un conejo?
-¿Qué fue todo eso? El regalo es útil pero… ¿Quién es la chica?- Pregunta Luna.
-Mmm… “Conejita de Japón” y un accesorio tecnológico poco común…- Dice Fredor pensativo.
-¿Se te viene alguien en mente?-
-Mmm… si pero… no es posible que sea ella… ¿Por qué contigo?- Menciona Fredor.
-¿Quién?- Pregunta Luna.
-Zero… ¿Acaso conociste a la gran científica de Japón?- Me pregunta Fredor.
-¿Eh? Claro que no-
-Escuche que le gusta vestirse de animalitos o algo así. Que a veces actúa como niña, aunque como casi nunca sale de su laboratorio, no puedo estar seguro…- Comenta Fredor.
-¿Actúa como niña? ¿Conejos? Mmm… espera… ¡¿Era esa chica?!- Dice Luna.
-¿La conoces?-
-¡Esa rubia que lloraba por su peluche perdido! ¡El que le diste a la líder de Japón!- Dice Luna.
-Pero yo nunca la vi en persona y… ¡Espera!-
-¡Oh! Esto se pone interesante- Dice Fredor, tapando la mitad de su rostro con su abanico.
-Me estoy acordando, ese peluche que encontré era igual al que yo le regale una vez a una chica…-
-¡Qué romántico!- Dice Fredor.
-Cállate, ejem… ¡Luna! ¿Esa chica era rubia, de cabello largo y ojos violetas? Como una Reina rubia-
-¡Sí! ¡Me recordaba un poco a Reina en apariencia! Misma altura y figura- Dice Luna.
-Mmm… así que te gustan las rubias ahora, curioso- Dice Fredor.
-¡Qué te calles!-
-¿Por qué le regalaste un conejito?- Pregunta Luna.
-Estaba esperando a Reina para tener una cita. Entonces vi a una chica que intentaba sacar un peluche de una maquina. Me dio lastima y quise intentarlo, lo logré y ella se puso feliz. ¿Por qué una mega científica de Japón estaba ahí? ¿Yo que voy a saber?-
-…- Luna me mira feo.
-¿Qué?-
-Ay Zero… ¿Cómo haces esas cosas cuando estás en una cita con otra? Pobre Reina- Dice Fredor.
-¡¿Ah?! ¡No hice nada malo!-
-Apuesto que Reina estaba emocionada y tu siendo tierno con una desconocida…- Dice Luna.
-Oye… me haces ver mal…-
-¿Reina te vio?-
-Si-
-¿Se enojo?-
-Si…-
-*Suspiro* Ay pobre Reina…- Dice Luna.
-¿Será que prefieres más a las rubias que las pelirrojas?- Pregunta Fredor.
-Voy a golpearte…-
-Parece que le gustan mucho los conejos. Le regalaste uno de peluche y no pudo olvidarte. Quizás la conquistaste con eso- Dice Luna.
-¿Solo por algo así? Aunque… no estaba nada mal… ¡Era muy linda!-
-…- Luna me mira feo.
-Tú la viste, ¿Lo puedes negar?-
-Sí, era linda, pero tu mejor céntrate en Reina-
-Si sensei…-
[Annie]
Fue un momento de calma, una situación donde se dejo de lado la distancia y pudieron tratarse con normalidad. Hablo principalmente de la señorita Luna y el señor Zero.
Suelo hablar seguido con las amistades del señor Zero. Y temo que la señorita Luna, últimamente demuestra un color triste e inseguro. Creo que ella no solo atraviesa una gran tristeza, sino que está confundida sobre qué rumbo tomar. No sabe cómo reducir la distancia entre su preciado amigo.
El cariño que ella le tiene, es de un color que me hace sonreír. No quisiera que eso se perdiera…
Tras recibir su espada, el señor Zero y la señorita Luna recibieron una nueva misión. Ambos debían volver al lugar donde perdieron a su amiga. La ciudad capital, para ayudar a restaurar la presencia de agentes. Aunque la señorita Luna no estaba muy animada, igual aceptó ir, principalmente para poder seguir al lado de su amigo.
Pero el señor Zero ya no era un novato, había crecido tanto, que ya no era necesario que la señorita Luna estuviese a su lado para protegerle. ¿Entonces cual era el rol de ella exactamente?
Ambos estuvieron juntos durante dos meses, trabajando mucho para ayudar en la ciudad capital. Y esto fue lo que la señorita Luna me contó…
Tras el gran ataque, la presencia de agentes, se redujo considerablemente. Ellos estuvieron prácticamente solos, con apenas un supervisor y una operadora, ayudando en una parte de la ciudad, bastante alejada de donde estuvieron antes. Parece que hay pocas bases ocultas con un personal muy reducido.
Algo inesperado sucedió, la investigación del señor Zero, ayudó a dar con un traidor que ahora forma parte de los criminales. La cosa es… que un gran enojo guardado salió a la luz. Según la señorita Luna, él demostró bastante enojo y dedicación. No descansó hasta atraparlo.
¡No! ¡No lo mato! El señor Zero no es un asesino, no busca venganza de esa manera.
Esto fue el inicio de algo…
No solo encontró a antiguos traidores, sino que también descubrió algunos que eran actuales. Frustró sus planes y les dio caza…
Entonces entre las mafias de la ciudad y los mismos agentes de Ancardia, comenzó a sonar un nombre… “El dragón Negro”. Parece que se debe a la mirada que el señor Zero presenta cuando se enfrenta a un traidor. La señorita Luna me dijo que todos terminaban asustados, algunos perdían sus deseos de luchar.
Debido a que el señor Zero no es muy popular o pertenece a familia de nobleza, nadie sabe de su existencia. Nadie sabe quién es el agente apodado el dragón negro, quien caza a los traidores.
La señorita Luna también me contó que hubo una noche tormentosa, donde él se enfrentó a todo un ejército de maleantes, liderados por un agente traidor que ayudó en la misma época que esa chica llamada Sasha.
[Luna]
Sin darme cuenta, Zero fue convirtiéndose en un gran guerrero. El momento de sacar a flote todo el entrenamiento realizado conmigo y con Gray, había llegado…
Logro adaptarse a la ciudad, enfrentar a la oscuridad sin miedo y hacer eco de su presencia. Lo llaman el dragón negro, pero nadie sabe exactamente quién es. ¿Quién hubiese pensado que utilizaría su baja reputación a su favor? ¿Quién pensaría que un joven del mundo exterior, se volvería el terror de muchos?
Esta vez nos enfrentamos a una gran cantidad de enemigos. Yo fui testigo de cómo el acabó con la gran mayoría. Casi ni se ha lastimado. Ya no me necesita…
Zero… la mirada que tienes al pelear… no me gusta…
Te siento lejos cuando estas así…
-Zero…-
-Luna, ¿Estás bien…?-
-Sí, ¿Y tu…?-
-No tengo heridas graves. Vaya… este tipo dio bastantes problemas. Hasta le dieron todo un ejército-
La lluvia cae fuerte, con una intensidad tal que es como si quisiera aplastarte…
-Zero… ¿No crees que ya es suficiente…?-
-¿Eh?-
-¿Qué esperas lograr? Ya con esto… habrá más peligro que antes…-
-…-
-Espera… ¿Haces esto para atraerla? ¿Buscas…?-
-Ya terminamos aquí, regresemos…-
-¡Esta bien que eres fuerte! ¡Quedó demostrado! ¡Pero aún es pronto para ir a por ellas! ¡El camino de la venganza puede acabar destruyéndote! –
-…-
-¿Qué hay de Reina? ¿Ya no es tu objetivo?-
-No tiene caso verla, si no soy alguien capaz de proteger a otros…-
-Eso no es cierto…-
[Annie]
Tras realizar unos cuantos trabajos exitosos, ellos regresaron aquí, pero lamentablemente la relación no iba nada bien…
Tras un buen tiempo de descanso, en el que el señor Zero continuó sin relacionarse demasiado con sus amigas, excepto yo, llego un nuevo trabajo. Al parecer, le dieron la oportunidad de regresar a la gran ciudad, esta vez ayudando a un conocido. Y también, misma zona donde perdió a su amiga…
La señorita Luna también fue asignada, pero ella…
[Luna]
Tras recibir la oportunidad de regresar a la ciudad capital, esta vez junto a Iván. Zero y yo salimos de la oficina de Fredor para pensar en una respuesta. Aunque sé que él ya está decidido.
Caminando por el césped, contemplo el paisaje a mí alrededor. Observo mi casa en la lejanía, luego miro el cielo naranja para sentir la suave brisa en mi rostro.
Me detengo y…
-Zero…-
-¿Si?-
-Yo no iré…-
-¿Eh?-
-No aceptaré la misión…-
-Luna…-
-¿De verdad es esto lo que quieres? ¿Vas buscar venganza?-
-¿Por qué me ves de esa manera? ¿Por qué parece que estuviese convirtiéndome en un monstruo? ¡No hice nada malo! ¡Entreno cada día sin falta! ¡Nunca cuestiono nada de lo que me enseñas! ¡Cumplo con las misiones como es debido! ¡Puede que enfrente a muchos enemigos pero no he matado a nadie! ¡No soy un asesino vengativo!-
-L-Lo sé…-
-¡¿Entonces por qué luces decepcionada de mi?!-
-No es que haya olvidado a Seraphine o perdonado a sus asesinos, es solo que no busco venganza… ¡Lo que quiero es recuperar algo de la alegría de antes! Quiero que veas a Reina y ambos sean felices. Pero…-
-…-
-No me gusta verte así… tan distante… tan centrado en otra cosa…-
-…-
-Pero está bien. Ya has crecido lo suficiente para seguir tu propio camino como agente-
-…-
-Ya no me necesitas a tu lado-
-…-
-Vamos… sabíamos que este día llegaría. Zero… siempre estaré ahí para entrenarte, prometo estar ahí cuando veas a Reina. Pero… nuestros caminos se separan aquí. Ve a la ciudad, si es lo que necesitas…-
-Luna… yo…-
-Esperaré tu regreso, solo… cuídate mucho… ¿Si?-
-…-
-¿Vamos? ¿Estás triste por abandonar el nido? Cree en tu maestra, estás listo para volar solo- Le digo mientras le doy un golpecito en la frente con mi dedo.
-Perdón por gritarte…-
-No te preocupes, yo te hice sentir mal. La verdad es que sigo dolida por lo de Seraphine…-
-…-
-Necesito atravesar mi propio duelo. Recuperarme a mi manera…-
-Lo entiendo…-
-Adiós Zero-
-Adiós Luna…-
[Annie]
El año llegó a su final y con el inicio de uno nuevo, el señor Zero se marchó a la ciudad capital. Dejó un enorme vacío, sus amigas siguen tristes y preocupadas, en especial Luna.
Me encuentro en una cafetería, me he reunido con todas ellas, sus preciadas amigas. Ahora soy parte de este grupo, sobra decir que me tratan bien.
Sus colores son tan tristes en este momento…
Aunque diría que el silencio es mas incomodo que sentir los colores…
-E-Esto… hace bastante calor… ¡I-Imagino que el señor Zero no se llevo la bufanda jeje!-
-…- Irina pone mala cara.
-¡Ah! ¡P-Perdón!- Yo me disculpo.
-¿Sigues enfadada con él?- Pregunta Lina.
-¿Y tú no lo estás? ¡Ni siquiera se despidió! ¡Hace meses que no nos habla!- Reprocha Irina.
-Lo sé pero… sigo extrañándolo…- Contesta Lina con tristeza.
-…- Luna solo mira por la ventana, ni siquiera bebe su batido…
-Se que está dolido por lo de Seraphine, ¡Todas lo estamos! Pero no tenia que apartarse así…- Dice Irina.
-No debemos olvidar que Zero estuvo a su lado hasta que cerró sus ojos. Es quien más dolor se llevó…- Comenta Lisa.
-Lo sé pero… ya no puedo entenderle… ¿Ya no nos considera sus amigas? ¿Se acabó la amistad? ¿No nos necesita? Quizás… deba pasar página…- Dice Irina, con gran tristeza
¡Ay no! ¡Esto es malo! ¡T-Tengo que hacer algo!
-E-Esto… sé que soy nueva aquí y no conozco tanto al señor Zero como ustedes, pero… creo saber lo que le sucede…-
-¡Cierto! ¡Tu súper poder!- Dice Lina sonriendo.
-N-No es un súper poder…-
-Lina… no te burles- Dice Lisa con enojo.
-¡No me estaba burlando! Yo si le creo a Annie… ¡Me parece algo mágico y maravilloso!- Dice Lina con brillo en sus ojos.
-Te escuchamos…- Dice Irina.
Luna sigue mirando hacia otro lado, con un rostro depresivo…
-No es que el señor Zero ya no las quiera, ¡Todo lo contrario! Ustedes son piezas preciadas de su corazón. Las quiere mucho…-
-…-
-Lo saben bien, el señor Zero es muy agradecido con aquellos que le aceptan. Ustedes fueron muy buenas-
-…-
-Señorita Irina… por favor no deje de ser su amiga. Lo que sucede… es que él siente vergüenza de confrontarlas…-
-¿…?- Todas se muestran sorprendidas y confundidas, incluso Luna.
-Siente que las decepcionó a todas, por no haber podido proteger a la señorita Seraphine. No se siente digno de ser feliz de nuevo con todas ustedes. Y creo que incluso… siente miedo de que lo odien…-
-¡¿Eh?! ¡P-Pero nosotras nunca podríamos!– Dice Irina, exaltada.
-¿Por qué no siente eso contigo?- Pregunta Lina.
-Porque yo no soy parte del circulo de Seraphine…-
-Ese tonto… aunque es comprensible…- Dice Luna.
-Quiere ser fuerte para recuperar la confianza en ustedes y en sí mismo. Quiere ser capaz de proteger a quienes aprecia. Y tampoco… quiere mostrarse débil ante la señorita Reina…-
-…-
-Por favor… no lo odien… no dejen de ser sus amigas. Zero… está sufriendo mucho…-
-No lo odiaremos, tampoco dejaremos de ser sus amigas, ¿Verdad Irina?- Dice Lina.
-Pensé algo estúpido, por dejarme llevar por el enojo. Aaah… me siento tan idiota…- Dice Irina, tapándose el rostro.
-Creo que lo mejor fue que se fuera…- Dice Luna.
-¡L-Luna! ¿Acaso ya no lo quieres…?- Pregunta Lina con miedo.
-No seas tonta. Lo que quiero decir, es que quizás esto es lo que necesita. Cerrar el capítulo de Seraphine, atrapando a quienes nos la arrebataron…- Explica Luna.
-Es comprensible…- Dice Irina.
-Ese tonto… supongo que siempre me preocuparé por él. Es el precio de quererlo mucho…- Dice Luna, sonriendo dulcemente.
Todas comienzan a sonreír.
-No es solo tu trabajo, nosotras también nos preocupamos. Ese tonto, siempre cargando con todo para no molestarnos- Dice Irina.
-Confiemos en que Seraphine le protegerá- Dice Lina.
-Regresará… se que lo hará y volverá a sonreírnos- Dice Lisa.
-Nosotras también debemos sanar nuestra tristeza, no olvidemos eso- Dice Irina.
Señor Zero, discúlpeme, pero tuve que decirles cómo se siente. No se preocupe, no perderá el cariño de sus amigas. Sus colores brillantes aun siguen allí por usted.
Y hasta aquí llega esta historia. Quizás parezca un final triste, pero en realidad es un comienzo. Una etapa nueva de redención. De su mejor esfuerzo, supere su dolor y regrese aquí, pues este es su hogar.
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