The Lost Crystallus - 4-11
“Proteger a mi familia, eso es lo que juré aquel día en el que solo era una niña.
Días oscuros en aquel mundo abandonado y olvidado por todos…
Sin leyes…
Sin justicia…
Sin lastima…
Sin piedad…
Solo supervivencia…
Vivíamos rodeados de basura y chatarra. De alguna manera éramos felices solo entre nosotros. Pero los ataques no eran cosa rara. Que tu vida peligre no era nada extraño…
Cierto día, unos bandidos querían lo poco que teníamos. Nos defendimos, luchamos por sobrevivir…
En una pila de basura, vi una espada vieja, la tome con mis manos y acabé con mis enemigos.
Vivíamos en un mundo lleno de oscuridad por eso escapamos y buscamos la luz, pero el mundo exterior demostró ser igual de cruel…
Por más enemigos eliminados por mi espada, no fui capaz de proteger a mis padres. Pero si mantuve a salvo a mis hermanos.
Para sobrevivir… para obtener poder… debíamos ir a por los más poderosos…
Servirles… demostrar nuestra utilidad…
Escalar…sin importar a quienes pisar…
No importa lo que suceda, no importa a quienes deba dañar, yo siempre protegeré a mi familia…”
[Zero]
Desde que perdí a Seraphine, siento como si nada fuese capaz de causarme terror. Enfrentarme a muchos enemigos, que te disparen, que deseen tu muerte…
Nada de eso me aterra ya… porque ya viví un infierno mucho peor…
Siento que si no soy capaz de superar estas situaciones peligrosas, entonces no merezco ver a Reina o estar vivo siquiera…
Es curioso, nunca creí que llegaría a sentirme así…
Me encuentro junto a Brunilda, atacando el tercero de los 4 objetivos listados. Esta vez se trata de un tren de carga que transporta droga durante la noche. Mi compañera y yo, hemos abordado dicho tren. El enemigo nos ha visto y se encuentra disparándonos en este preciso instante, así que nos ocultamos detrás de unas cajas.
-¡Yo abriré camino!- Dice mi compañera.
-¡Lo dejo en tus manos!-
Brunilda tiene su propio estilo de combate, uno bastante genial a mi parecer. Ella utiliza un rifle que también puede usarse como espada, ya que posee filo. También lleva pistolas con filo, una combinación que solo había visto en videojuegos.
Su puntería es excelente, logra acabar con todos los enemigos, abriendo paso para que podamos seguir avanzando.
Acabamos con todo enemigo que se nos cruza, nos ocultamos cuando disparan, ella contraataca, luego corremos nuevamente y atacamos juntos. Todo esto con el tren en pleno movimiento.
Logramos vencer a todos en el tren, procedemos a detenerlo y destruir todo el cargamento, incendiándolo. De esta manera finaliza otra operación exitosa que nos tomó un par de días planearla.
-Brunilda, eres sorprendente-
-¿Oh? ¿Eso crees?-
-¡Claro! Y ese rifle espada es genial, pensé que solo existían en videojuegos jeje-
-¿Enserio? Nunca he jugado videojuegos. Es un arma bastante práctica, aunque no sencilla de usar. Si no es de buena calidad, al usarla como espada, se puede romper el mecanismo de tiro…-
-Ya veo, tiene sentido. Aun así eres impresionante-
-Gracias, tú también lo eres. Se nota que entrenaste mucho. Me cuesta creer que seas del exterior. En fin, debemos irnos, ya hicimos demasiado lio…-
-Sí, volvamos a la guarida-
Tras aquella charla, Brunilda y yo nos volvimos muy buenos compañeros. No hubo malos tratos. De hecho, creo que ella se siente feliz de estar rodeada de personas que no la juzgan. Y lo que menos necesito es un ambiente incomodo en la situación que nos encontramos.
-¡Bienvenidos! ¡Y muy buen trabajo!- Dice Maika, recibiéndonos con una dulce sonrisa.
-No hubiese podido lograrlo sin Brunilda, se lució con su súper arma de Final Fantasy-
-*Rubor* Vamos… no hice gran cosa. Bueno, supongo que lo hice pero… ¡Tu también hiciste un gran trabajo!- Dice mi compañera, con actitud adorable.
-Jeje, tienes un lado adorable. Algún día te haré jugar algún videojuego-
-Supongo que podría intentarlo-
-¡Ah! Tengo una consola retro que traje conmigo- Dice Maika.
-¡Oh! Sumaste muchos puntos en mi lista de gente que me agrada-
-*Rubor* Jeje- Maika sonríe dulcemente.
Fue algo interesante, poder ver a Brunilda jugar videojuegos. Se veía bastante adorable, hasta olvide que tiene un carácter fuerte. Fue un buen descanso tras una noche llena de adrenalina. Los videojuegos ayudan a despejar la mente.
Es muy loco…
Digo… asaltar un tren y después terminar jugando videojuegos retro. No es la clase de noches que uno se esperaría vivir en algún momento…
Antes de marcharnos a dormir, Iván nos ordenó descansar el día de mañana.
No tuve problemas en dormirme. El asunto es que no se qué hacer con mi tiempo libre…
Estoy acostado sobre mi cama, mirando mi teléfono. A pesar de estar ocupado con las misiones de asalto, no dejo de pensar en mis amigas. En que estará haciendo Luna…
Soy capaz de enfrentarme a enemigos armados, pero no de mandar un simple mensaje de texto…
No me atrevo, no sé si Luna está molesta conmigo, quizás no quiera saber nada de mi…
¿Querrá estar sola? Me da miedo saberlo…
¿Y qué podría decir de todas formas? ¿Qué puedo decirles a mis amigas…?
Yo… no quiero que lo de Seraphine se repita. No quiero volver a sentirme tan… incapaz…
Tan débil…
-Estoy tan aburrido… pero Iván dijo que debemos descansar o no rendiremos como se debe…-
Abandono mi habitación para ir a… supongo que dar vueltas por ahí…
-¿Oh? Buenas tardes Zero-
-Hola Maika-
-¿Estas descansando bien?-
-Sí, aunque estoy algo aburrido. No hay mucho para hacer-
-Juju, ¿Te volviste adicto al trabajo?-
-No lo sé, antes solía matar el tiempo viendo anime o jugando algún videojuego, pero…-
-…-
-Parece que fui abandonando todo eso al decidir convertirme en agente. ¿Acaso perdí toda mi esencia…?-
-Jeje, no lo creo. Es solo que te enfocas en otras cosas-
-Cuando cumpla mis objetivos, recuperaré todo eso de mi antiguo yo, ¡No pienso abandonarlo para siempre!-
-Juju, ¿Lo ves? Tus pasiones siguen allí-
-Jeje, supongo que sí-
-Esto… Zero… hay algo que me gustaría decirte-
-¿Si?-
-Aunque más bien es una confesión…-
-¿…?-
-La verdad es que yo también era del grupo de estudiantes que te acosaban en la Academia…-
-¿Enserio? No te recuerdo…-
-Bueno, yo nunca te hice nada. Estaba en contra de ello, pero no podía decirlo. Así que… se puede decir que fui cómplice de todas formas… lo siento-
-Mmmm… si nunca me insultaste o me pegaste, entonces no tengo motivos para odiarte. Además, ya castigue al idiota principal-
-Lo sé, se habló mucho en las redes sociales-
-¿Eh? Mmm… Maika… ¿Me cuentas más sobre esas redes sociales? Creo que estoy algo perdido por centrarme tanto en mis entrenamientos…-
-¿Oh? Bueno, no hay problema, es algo que comenzó a tener fuerte presencia hace no mucho, incluso en el mundo exterior. Básicamente tienes un perfil con tus datos y escribes lo que se te ocurra y los demás opinan-
-Ya veo…-
-En Ancardia tenemos nuestras propias redes, que solo vemos nosotros claro está-
-Entiendo… ¡Espera! ¿Muchos hablaron sobre como humille a ese idiota?-
-Así es, fue muy gracioso jeje-
-¿Reina puede ver esto…?-
-¿Te refieres a la agente Alcott? Si, es posible que pudiese haber visto las publicaciones, pero no te mencionan a ti-
-¿No?-
-Ósea, saben que fue alguien del exterior pero no tienes la suficiente fama como para que sepan tu nombre. O quizás, no lo hicieron para que no te molesten-
-¿Habrán sido esas chicas que me agradecieron?-
-Deberías comenzar a darle importancia a esto. Si obtienes muchos logros, comenzarás a llamar la atención. Quizás en el futuro, Reina Alcott pueda descubrirte-
-No lo había tenido en cuenta. No podré ocultarle mi existencia como agente por mucho tiempo…-
-¿Cuál sería el problema? Eres un buen agente, de hecho es impresionante que hayas llegado tan lejos en poco tiempo. Reina sin duda quedará impresionada-
-Aun… no me siento listo…-
-¿Qué necesitas?-
-Ser más fuerte… para cerrar cierto asunto…-
-Ya veo…-
-Por ahora intentare no publicar nada, no sea que vaya a decir alguna idiotez que cree polémica y llame atención de Reina. En fin, saldré a caminar, tendré cuidado-
-De acuerdo, que te vaya bien-
Ya que estoy en la ciudad, quiero aprovechar para hacer algo que no pude la vez pasada. Realmente quería hacerlo pero…
Aunque… no seque tan buena idea sea…
De nuevo por este vecindario, no ha cambiado mucho, pero no es lo mismo. Yo soy diferente ahora…
Tras viajar en auto bus y caminar por un buen tramo, llego a mi destino…
Sin embargo…
La realidad me golpea cruelmente de nuevo…
Me quedo de pie… totalmente paralizado…
Frente a mi… hay… una casa en ruinas… con signos de haber sufrido un gran incendio. Hay carteles de prohibido pasar, pero no parecen recientes…
-¿Qué pasó…? ¿Por qué…?-
Esta casa… era de ellos dos…
Mis amigos…
Gabriel… Andrés…
¿Por qué…? ¡¿Por qué pasó esto?!
Por favor… ustedes dos no…
-Es una pena lo que sucedió…- Dice una anciana que pasaba por aquí…
-¿Qué sucedió…? Estuve fuera durante bastante tiempo y…-
-Oh querido… fue una terrible tragedia. Sucedió hace unos dos años, casi tres…-
-…-
-Parece que la familia tenía tratos con delincuentes o algo así. Se cree que les debían dinero…-
-¿Incendiaron la casa…?-
-Si…-
-…-
-Afortunadamente la familia sobrevivió, pero se marcharon, nadie sabe donde…-
-¡…!- ¡Siguen vivos!
-¿Usted era conocido de la familia?-
-Si…-
-Oh… lo siento joven-
Me marcho del lugar…
Camino sin ningún destino fijo…
Solo camino…
Solo… sigo… caminando…
Me siento en una banca…
Intento pensar sobre lo que acabo de descubrir…
Me tiemblan las manos… y una gota de sudor cae…
Tranquilo… ellos están vivos…
Sobrevivieron… están en algún lugar…
Y puedes encontrarlos… ¡Ahora eres de Ancardia! ¡Tienes los elementos!
¿Acaso fueron víctimas de las mafias? ¿Los mosqueteros?
¡Maldita sea!
¿Por qué…? ¿Por qué siempre pierdo a los que son importantes para mí…?
Papá… Mamá… Reina… Gabriel… Andrés… Mai… Seraphine…
Miro hacia el cielo, quiero llorar…
Pero no sirve de nada…
-¿Eh? Este lugar es…-
Me doy cuenta de que estoy en el pequeño parque donde conocí a Reina…
Camino hacia los columpios, lugar donde le hablé por primera vez…
-Todo era tan fácil en aquella época. Solo importaba la hora en que podía verla y jugar juntos-
Se siente tan lejano y a la vez cerca…
¿Cuánto más cambiaremos tú y yo?
¿Cuánto más cambiará todo…?
¿Podré recuperar un poco de lo que he perdido en la vida…?
Reina… no quiero perderte…
Aun recuerdo sus lindos ojitos, su linda sonrisa cuando jugábamos…
De pronto, una imagen viene a mí en cuanto miro hacia el centro del parque, una niña rubia de ojos azules…
-¿Eh? ¡¿Luna?!-
Qué raro… ¿Por qué aparece ella en mi cabeza?
No… ¿Por qué aparece de niña? No debería ser posible…
Mmm… intento recordar pero… es una imagen vaga… de alguien que me recuerda a Luna…
No puede ser ella… y la mirada que recuerdo… es… de desprecio…
Quizás fue una niña con la que quise jugar y me fue mal, cosa que no era raro en esa época. Aun hay quienes me miran feo hoy día…
Ya había tenido este recuerdo antes, ¿Qué significará?
¿De verdad conocí a otra niña aquí? ¿Reina no fue la única?
Aunque… creo que hubo otras, pero no en este parque…
¡¡¡Argh!!! ¡¡¡Mis recuerdos son muy confusos!!!
Me rindo… no sirve de nada pensar en esto ahora…
Respiro profundo y…
-¡De acuerdo! Primero resuelvo el asunto con los Mosqueteros, luego Reina y después buscar a Gabriel y Andrés, ¡Ese es el plan!-
*Suspiro* ¿Nunca dejaré de buscar personas? ¿Cuándo podré detenerme y ser feliz?
[Más tarde]
Regreso de nuevo al taller.
-Estoy de vuelta…-
-Bienvenido, ¿Oh? ¿Sucede algo? Te ves desanimado…- Comenta Maika.
-No es nada, no te preocupes-
-Buenas tardes…- Dice Brunilda mientras bosteza.
-¿Estuviste durmiendo hasta ahora?- Yo pregunto.
-Si… demasiada acción anoche…-
-Sorprendente…-
-¿Qué duerma tanto…?-
-No, que tú cabello no se despeine, en especial los rulos de las puntas…-
-¿Enserio? Supongo que si es raro… ¡Aunque lo es más que notes esos detalles!-
-Ah, es que trabajé en un salón de belleza y aprendí muchas cosas-
-¿Trabajaste en un salón de belleza?- Pregunta Maika.
-¡¿Tu?!- Pregunta Brunilda sorprendida.
-Fue cuando era novato y realizaba misiones-
-…- Ambas me miran sorprendidas.
-Lo sé… yo tampoco creí que aprendería sobre tratamiento de belleza…-
-…-
-¿Qué…?-
-¡¡¡Haznos tratamiento!!!- Gritan ambas con brillo en sus ojos.
-¡¿Ah?!-
-¡¡¡Por favor!!!- Dicen ambas.
-¡O-Oigan! ¡Se lo importante que es el cabello para ustedes! ¿De verdad confían tanto en mi para que se los trate?-
-¡Sí!- Dicen ambas.
-Pero no saben si soy bueno…-
-¿Superaste esa misión?- Pregunta Brunilda.
-Sí, dos veces de hecho-
-¡Entonces sabes!- Dice Brunilda.
-Supongo que si… ¿Pero por qué tanta emoción?-
-¡Porque mantener una apariencia decente es algo esencial! Y en este lugar… cuesta poder arreglarse bien… ¿Verdad?- Comenta Brunilda.
-¡Sí! ¡Sí!- Dice Maika.
-¡Seria glorioso si nos ayudas con eso! ¡Aunque sea manicura!- Dice Brunilda, tomándome de las manos.
-D-De acuerdo, pero al menos acompáñenme a comprar los productos, ustedes saben lo que quieren-
-¡Tenemos un trato!- Dice Brunilda.
-Juju, ¿Quieren una taza de té?- Pregunta Maika
Nos sentamos a merendar juntos. No está mal tener momentos como este. Aunque… ¿Hace cuanto que no hago cosas así con mis amigas…?
-¡Oye Zero! ¡No muchos chicos saben sobre tratado de belleza! ¡No te descuides a ti mismo! Quieres gustarle a esa chica, ¿Cierto? La agente Alcott- Comenta Brunilda con mirada seria mientras come unas galletas y bebe te.
-¿Crees que eso la impresione?-
-¡Por supuesto! ¡Se sentirá muy a gusto al saber que puede tratar esos temas contigo! ¡Los hará más cercanos! Tienes una habilidad útil ahí, no las desperdicies-
-Jeh… no sé si la hará tan feliz que sepa cepillarle el cabello o cosas así…-
-Aaah… si fueses de familia noble, muchas querrían casarse contigo…- Dice Brunilda.
-Oh… ¿Solo por saber eso? Que loco…-
De pronto ingresa Iván.
-¿Disfrutando del día?- Pregunta.
-Algo así…-
-¡Iván! ¡Gracias por haber traído a Zero!- Dice Brunilda.
-¿Y eso? ¿Por qué tanta alegría? ¿Ya te enamoraste de él?- Dice Iván.
-¡Eso no! ¡Sabe realizar tratamientos de belleza!-
-¿Enserio? Bien por ti muchacho, tienes excusa para toquetearlas un poco-
Brunilda le da un coscorrón a Iván.
-¡B-Brunilda! ¡E-Es nuestro superior!- Dice Maika tratando de detenerla.
-Jajajaja ¡Solo bromeaba! No te enojes- Dice Iván.
-Idiota…- Contesta Brunilda.
-Hablando enserio, vengo a anunciarles que mañana comenzaremos los preparativos para el último golpe. El enemigo está en alerta y seguramente estén más preparados que las otras veces. La idea es que esto sea la declaración oficial de guerra- Comenta Iván.
-“Hemos vuelto”, ese es el menaje, ¿Cierto?- Yo digo.
-Exacto. Será un ataque directo en un depósito, bloqueando las salidas y comunicaciones para que no tengan ayuda exterior. Yo también estaré junto a ustedes en el campo de batalla- Comenta Iván.
-Entendido- Dice Brunilda.
-¿Trabajas cómoda junto a Zero?-
-Sí, puedo confiarle mi espalda-
-Excelente, porque ustedes serán quienes más brillen-
-Daré todo de mí para protegerla y confío en que ella hará lo mismo conmigo-
-Gracias Zero jeje-
-Eso es, la confianza es lo más importante. Me alegra saber que no te dejaste llevar por el odio- Dice Iván.
-Yo odio a quienes merecen ser odiados-
-Me gusta esa forma de pensar. ¡En fin! ¡En este golpe colaborarán agentes de otras áreas! Nos lo estamos jugando todo, si fracasamos, perderemos la ciudad y con ello, Ancardia deberá tomar medidas más grandes y vistosas. No queremos llegar a eso-
-…- ¿Se referirá a un ataque a gran escala? Mejor no pregunto…
-El escenario será en este aeroclub, ubicado a las afueras de la ciudad, por el lado sur. Zero y Brunilda serán los actores principales en esta obra-
-¡No fallaremos!- Dice Brunilda.
-Bastante presión sobre nuestros hombros…-
–El plan es el siguiente. Se infiltrarán sin ser vistos, luego se separarán. Brunilda, tus iras a colocar los explosivos a la “mercadería”. Mientras que Zero saboteará las comunicaciones con el exterior.
Una vez hecho esto, dirigiré un grupo que atacará directo, mientras que otro se encontrará cubriendo el perímetro para evitar que escapen. Esta vez capturaremos a los caídos para interrogarlos luego. Y ese sería el plan, estúdiense bien los informes y mapas- Comenta Iván.
-¡Entendido!- Decimos Brunilda y yo.
-Maika, contamos contigo para que nos guíes- Dice Iván.
-¡Sí! ¡Estaré en contacto con ustedes en todo momento!- Responde Maika con entusiasmo.
Descansamos el resto de día. Y al siguiente, nos dedicamos a estudiar todo el plan para la operación final de esta primera etapa. Poco a poco me voy acercando a ellos. Les haré saber que he regresado. Esta vez no caeré… ¡Los cazaré malditos Mosqueteros!
[Tres días después]
Es medianoche, nos encontramos en un punto cercano al objetivo que atacaremos. Nos estamos reuniendo todos los agentes que trabajan en la ciudad capital. De entre todos ellos, yo soy uno de los que tiene el papel principal. No sé si sentirme orgulloso de ello. ¿Significa que reconocen capacidad como agente?
-¿Ah? ¡¿Por qué tenemos que darle un papel tan importante a ella?! ¡Es pariente de una traidora! ¡Por su culpa estamos tan débiles en la ciudad capital!- Protesta un agente.
-…- Brunilda baja la mirada.
Los demás agentes empiezan a pensar igual. Se sienten inseguros con ella cerca…
-¡Seguro nos va a traicionar! ¡No debería estar libre! ¡Enciérrenla!-
-…- Brunilda se muestra afectada.
Me acerco al agente que inició la protesta y le doy un coscorrón fuerte en la cabeza.
-¡¿Qué te pasa?!-
-Si… si… bonitas quejas cliché. Si no te callas y te concentras en la misión, yo seré quien te traicione, dándote una buena patada en pleno operativo-
-¡¿Ah?!-
-Si estamos aquí, es gracias a ella, quien estuvo realizando los ataques a objetivos anteriores del enemigo. Si esta aquí, es porque los altos mandos determinaron que está limpia. Yo confío en ella-
-¿Y tú quien eres?-
-Quien asesinó a la traidora Sasha. Y también quien ha atrapado bastantes traidores-
-¿Acaso…?-
-No sé, yo no elegí ese apodo raro de novela de fantasía. Aunque esta cool-
-¿De verdad confías en ella?-
-Sí, más que en el resto. Observen su desempeño, sus logros podrán decirles que tan puro es corazón-
Todos guardan silencio, detienen sus agresiones contra Brunilda. Se centran en lo que importa.
-Gracias Zero…- Dice mi compañera.
-Te dije que no iba a dejar que te fastidiaran-
-jeje, tienes un carácter fuerte-
-No lo sé, solo no quiero quedarme callado con quienes me fastidian. Ahora tengo la fuerza para defenderme, no como antes-
La hora de iniciar llega. Mi compañera y yo, nos preparamos mentalmente.
-Vamos… tu puedes… fallar no es opción…- Dice Brunilda en voz baja.
Comienzo a acariciar suavemente su cabeza. Ella me mira sorprendida.
-Todo estará bien. Si necesitas ayuda, estaré ahí-
-*Rubor* Gracias…-
-¡Lo harás bien! Tendremos éxito-
-¡Sí!-
Damos comienzo con la misión. Nos infiltramos, procurando que nadie nos vea. Maika es nuestra operadora, quien nos guía y advierte, gracias a un dron mosca.
Brunilda y yo nos separamos. Avanzo entre los hangares, dirigiéndome hacia las antenas y torre de control. Gracias a Maika, puedo evitar a los enemigos o noquearlos sin ser visto.
Me encargo de sabotear cada punto importante que sirva para comunicarse con el exterior. Y con ayuda de Maika, colocamos un bloqueador de señal también. De esta manera cumplo mi parte del plan. Entonces le doy aviso a Brunilda, quien indica que ha colocado los explosivos y estaba a la espera de mi respuesta para poder activarlos.
[La comunicación exterior acaba siendo saboteada. El cargamento de drogas es destruido. El caos resultante funciona como señal para que el equipo liderado por Iván, ingrese y comience su asalto. Entonces una gran batalla inicia, contra los criminales, confusos ante la situación inesperada.
Brunilda ya no tiene que esconderse. Se abre paso mientras enfrenta una gran cantidad de enemigos, teniendo como escenario, un gran fondo de fuego.
De pronto, visualiza una silueta que se acerca a ella de frente. Se percata de inmediato que no se trata de un enemigo común. Observa detenidamente como esa persona desenvaina una espada. Una joven de cabello largo de color negro.
SadokawaMei
Brunilda le dispara con su rifle, pero su enemiga evade cada proyectil sin problemas. La agente hace girar su arma para tomar cambiar su postura, utilizando el filo de su arma.
Se produce un intercambio de golpes, generando chispas con cada colisión. Brunilda se sorprende por la tremenda velocidad de su oponente, apenas logrando defenderse. Toma distancia para disparar, pero es inútil, pues no logra dar en el blanco.
Mei se acerca y rompe su defensa. Ataca de manera veloz, logrando que Brunilda pierda su arma y quede expuesta para recibir cortes por todas partes.
Se aleja rodando por el suelo. Su cuerpo sangra, pero no posee heridas graves. Sin embargo, sabe que no será capaz de derrotarla.
SadokawaMei se acerca lentamente para acabar con la agente, pero se detiene en cuanto sus ojos captan una silueta que entra en el campo de batalla.]
-Tiempo sin vernos, Mei…-
-Tú eres…-
-¿Me recuerdas?- Digo mientras me quito la capucha.
-Ya veo… ahora lo comprendo… buscas venganza…-
-Por supuesto, no iba a quedarme llorando sin hacerles pagar por lo que le hicieron a mi preciada amiga-
-Te ves… diferente… mas… fuerte… ¿Será realmente así…?-
-¿Estás bien Brunilda?-
-Sí, mis heridas no son graves. Es muy fuerte, no puedo ganarle…-
-No te preocupes, yo me encargaré de ella…-
-Está bien… no te estorbaré…-
Desactivo la protección al filo de mi espada y me pongo en guardia. Ella me mira fijo con esos ojos vacíos. Entonces desenfunda su espada.
-Un duelo de espadas como tanto te gustan. Resolvamos esto de una vez-
-No me contendré…- Responde ella.
[Zero se lanza al ataque, realizando movimientos veloces que sorprenden a Mei. El filo de ambas espadas, colisionan rápidamente, soltando chispazos.
La mosquetera ataca sin contenerse, dispuesta acabar con su enemigo, pero no le está resultando nada sencillo, pues cada movimiento es evadido o bloqueado, para recibir un contraataque veloz e incalculable.
A pesar de no demostrarlo con su rostro, la realidad es que Mei está muy asombrada del cambio del joven agente. Presentando no solo una gran mejora en el arte de la espada, sino también una mirada feroz y desalmada, que no mostrará piedad a quienes les provocaron daño en el pasado.
Mientras están combatiendo, unos malhechores, entran en escena para atacar a Brunilda. Sin soltar su espada, Zero saca una de sus dos pistolas y les dispara, hiriéndolos en las piernas para que no puedan levantarse. Entonces le ordena a su compañera que vaya por su arma y se encargue de que ningún otro enemigo moleste.
El combate se retoma, Mei analiza como su oponente estuvo atento a su alrededor y disparó con precisión, sin bajar la guardia. Comprende que no ha perdido el tiempo desde la última vez que se vieron. Que está decidido a vengarse.
El joven agente recuerda sus entrenamientos con Gray. En cómo estos se volvieron más intensos, luego de la muerte de su amiga. Como acababa gravemente lastimado en muchas ocasiones, pero que jamás se rindió.
Ahora su cuerpo responde a los movimientos veloces que desea emplear. Sus piernas muestran una agilidad superior. Su mente ya no siente tanto temor.
El combate se mantiene parejo, apenas se dan tiempo para tomar distancia y descansar. No dejan de atacarse, buscando romper la defensa del otro.
Brunilda está atenta a los enemigos que puedan aparecer, pero no puede evitar mirar aquel tremendo combate. Se sorprende de ver como su compañero logra seguirle el ritmo a la mosquetera.
La intensidad de ambos contrincantes, aumenta a cada segundo. Entonces tras una serie de colisiones, ambos acaban hiriéndose, levemente. Entonces toman distancia para observar sus heridas. Al notar que no son graves, retoman su combate.
El joven se percata de que Sadokawa Mei sigue siendo superior, pero eso no es razón suficiente para que se rinda. Su corazón está dispuesto a darlo todo hasta el final.
De pronto, algo inesperado ocurre. La expresión de Mei comienza a demostrar sorpresa. Su cuerpo comienza a temblar y unas gotas de sudor comienzan a caer por su rostro…]
-¿Qué pasa Mei? ¿Acaso te cuesta mover el cuerpo…?-
-Ah… ah… ¿Qué me sucede…?-
-No es nada extraño, simplemente que te envenené con un paralizante-
-¿Eh…?-
-Impregné todo el filo de mi espada con una sustancia paralizante. Casualmente la misma que tu hermano utilizó con mi amiga-
-¡…!-
-Si prestas atención, puedes aprender a utilizar las herramientas cobardes que tus enemigos utilizaron en tu contra-
Saco mi pistola y le disparo en las piernas. Ella cae de rodillas y suelta la espada…
-T-Tu…-
-¿Qué? ¿Estás enojada porque no te di una batalla honesta? ¿Querías un duelo de honor entre espadachines?-
-…-
-Dime Mei… ¿Por qué tendría que perder mí tiempo, cumpliéndole caprichos a mis enemigos? Eres un ser despreciable y asqueroso como tu hermana. Lo único que les daré, será un castigo peor que la muerte, el mismo que esta gozando su estúpido hermano….-
-¡¡¡…!!!-
“Desde que era pequeña, la oscuridad de los seres humanos siempre estuvo frente a mis ojos…
Para sobrevivir, nuestra hermana mayor nos dijo que debíamos teñir nuestras almas con esa misma oscuridad…
¿Cuántas veces se ha manchado mi alma? ¿Cuántas personas he matado con mi espada?
Obtuvimos un hogar, dinero y lujos, a cambio de la sangre de otros…
Nobu… tu corazón es el más oscuro de toda nuestra familia. Quizás porque apenas tuviste luz en tu vida. Pero… como tu hermana mayor, quien posee más experiencia en este mundo…
Puedo decir… que tarde o temprano… aparecerá alguien que te supere…
Este joven… lo que le hicimos…
Esa oscuridad en su mirada… en su alma…
Nosotros… creamos a este monstruo…
No lo subestimes hermana… y no intentes esconderte…
Pues… el te encontrará…
No descansará hasta hacerlo…
Lo siento hermana… mi camino… se termina… aquí…”
[Brunilda observa totalmente estupefacta, el resultado de la batalla. El tono de voz y mirada de su compañero, le hacen sentir miedo. Pero es consciente de que no está haciendo nada descabellado. Sabe perfectamente quien es Sadokawa Mei y el daño que provocaron, no solo a Ancardia, sino a su compañero.
Es por eso que no sentirá rechazo, no se alejará de Zero. Pero no puede evitar sentir un gran frio en su cuerpo…
Zero alza su espada y sin temblarle las manos, le corta el brazo derecho a Sadokawa Mei, para que de esta manera, nunca más vuelva a usar una espada para dañar a un ser vivo.
Y mientras la joven grita de dolor, el agente le explica el castigo que le espera…
“He estado investigando. En Ancardia hay casos donde puedes solicitar un castigo especial al criminal que se atrapa. Para ustedes les tengo preparada la sentencia conocida como “Prisión del silencio eterno”. Estarás sola el resto de tu vida, sin que otro ser humano vuelva a hablarte. Ni los guardias estarán autorizados a pronunciarte palabra alguna. Tu mente se irá rompiendo poco a poco, deseando con desesperación, que alguien más te hable de nuevo. Nunca más verás a tus hermanos, aunque se encuentren en el mismo sitio”
Con la derrota de Sadokawa Mei, la misión se dio por finalizada con éxito. El mensaje había quedado claro para Sadokawa Nobu y la serpiente. Ancardia estaba de vuelta para reclamar su venganza]
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