The Lost Crystallus - 8-08
[No es la primera vez que ella se enoja tanto…
Tampoco es la primera vez que siente que quieren arrebatarle lo que más ama…
Su corazón ha sufrido mucho en el pasado…
Heridas que sanan, pero que acumulan frustración…
Finalmente había encontrado la paz que tanto ansiaba. El amor con el que siempre soñaba…
Sin embargo, los caprichos del destino, siguen atormentándola, haciéndole ver que es casi imposible obtener el final feliz que ella tanto desea…
La maldición de ojos de dragón, el último gran obstáculo que se ha presentado para alejar de sus brazos a la persona que más ama. Para convertirlo en un monstruo que ella misma deba eliminar en un posible futuro…
Frustración por perder a sus padres…
Frustración por alejarse de preciado amigo…
Frustración por el peso de un nuevo mundo…
Frustración por abandonar y mentirle a quien más ama…
Frustración por haberse alejado de sus amigas…
Frustración…
Frustración…
…
Y es por eso que ahora, su corazón dice basta…
Cansada y harta de todo…
Su alma estalla en furia, manifestándose en una llama dé luz verde. No quema, pero si empuja con el viento que genera y casi enceguece con su brillo.
¿Por qué su aura no es oscura?
Porque su furia no es por un sentimiento negativo. Es simplemente por amor.
Diana se sorprende al ver semejante furia por parte de su enemiga. Incluso se impresiona al ver como su cuerpo tiembla un poco.
“¿Eh? ¿Acaso siento miedo de ella?”. Es lo que piensa al notar sus brazos y piernas.
Todo su ser lo presiente y le advierte del peligro, a pesar de contar con la maldición para poder defenderse.
“Voy a matarte”
No fueron simples palabras vacías…
Están cargadas con una voluntad y firmeza inquebrantable…
Como si fuese una bala de cañón, Reina se impulsa hacia adelante, gritando a todo pulmón y con una mirada de odio que la hace ver como un demonio.
Diana se protege con su aura oscura, pero a pesar de incrementar su fuerza, es embestida y arrastrada hacia atrás.
Se estrellan contra el silo, agrietándolo. Reina ignora ese asunto y ataca a Diana con su espada. El filo choca contra las partes metálicas de la armadura, que poco a poco se van agrietando.
La joven dragón barre a la pelirroja, utilizando su lanza para golpearla en el estómago. Pero poca es la calma que logra, pues Reina utiliza accel para volver a acercarse.
Diana se protege con su arma, pero la potencia de los ataques de su enemiga, resulta ser más potente de lo que imaginaba. Por lo que su cuerpo tiembla con cada impacto y retrocede contra su voluntad.
“¿Cómo es posible…? ¡¿Cómo puede hacerme retroceder?! ¡¡¡Se supone que mi aura es superior!!!”
“¡¡¡ESTOY CANSADA DE USTEDES!!! ¡¡¡MUERETE MALDITA DRAGONA DE PORQUERIA!!!”. Grita Reina mientras no deja de atacar.
Diana intenta repeler sus ataques, pero su lanza apenas puede contra aquella espada de color verde, imbuida de un aura de ira.
Finalmente es superada, perdiendo su lanza, que salió despedida tras un potente golpe. Se cubre con sus brazos y potencia su aura oscura, pero de nada sirve, pues Reina ataca sin piedad, destrozando su armadura y provocándole un corte serio.
Diana sale despedida hacia atrás, rodando violentamente por el suelo.
Mai grita el nombre de su compañera, asustada por lo que acaba de presenciar.
“Oh… parece que tendré que intervenir”. Dice Suzuka con una sonrisa, pero en cuanto se prepara para unirse a la batalla, Reina voltea a verla con una mirada de odio.
Tal fue aquella mirada, que Suzuka se queda inmóvil…
“Je… jeje… ¿Qué es esto? Por primera vez en mi vida… siento mucho miedo de alguien, ¡No puedo pelear! Jajaja”. Dice Suzuka, riéndose de sí misma.
Gabriel y Andrés, observan preocupados. Saben perfectamente que no pueden hacer absolutamente nada por su amiga.
Diana se levanta con dificultad, observa su herida en el torso. De no ser por su aura, podría haber muerto.
Tal humillación le provoca ira. Aprieta fuerte los dientes y su puño manchado con su sangre. Sus ojos rojos brillan con intensidad, a la vez que incrementa su aura oscura.
“¡¡¡VAS A PAGAR POR ESTO MALDITA PELIRROJA!!!”
“¡¡¡VEN A POR MI ALBINA DE MIERDA!!!”
Reina se lanza al ataque, pero Diana se adelanta y la embiste con su hombro. Luego va a por su lanza y se dirige hacia aquel silo para darle un gran golpe y destruirlo.
La gran torre cae y alza una enorme polvareda que cubre todo el campo de batalla. Reina sale del humo, entonces ve como un enorme trozo de silo, amenaza con aplastarla, por lo que se aparta rodando.
Diana utiliza su fuerza descomunal para arrojarle escombros. Reina los esquiva e intenta acercarse, pero la joven de cabello blanco, crea una grieta al clavar su lanza en el suelo.
La joven Alcott recibe daño al perder el equilibrio y ser golpeada por tumultos de tierra. Diana da un gran salto para atravesarla y estamparla contra el suelo.
Reina logra esquivarla, pero es afectada por el terremoto que provoco su enemiga, sufriendo daños.
Ambas se reincorporan, se miran fijo y vuelven a atacarse.
Se producen estruendos con cada colisión de sus armas. Comienzan a forcejear mientras se miran con odio.
Ambas pierden sus armas, por lo que proceden a atacarse a puño limpio.
“¡¡¡MALDITA SEAS, PELIRROJA!!! ¡¡¡YA ES DIFICIL BUSCAR A LOS DEMÁS DRAGONES!!! ¡¿POR QUÉ ESE IDIOTA TUVO QUE ENAMORARSE DE UNA SALVAJE COMO TU?! ¡¡¡DESAPARECE!!!”. Grita Diana, mientras golpea a su enemiga en el rostro.
“¡¡¡TODO EL MUNDO NOS QUIERE SEPARAR!!! ¡¡¡ESTOY CANSADA DE ESO!!! ¡¡¡ESTOY DECIDIDA A PROTEGERLO Y DESTRUIR A TODO AQUEL QUE QUIERA SEPARARNOS!!!”. Grita Reina mientras hunde su puño en el rostro de Diana.
Reina da un puñetazo, luego una patada, luego otro puñetazo.
Diana es quien ataca ahora, daño un puñetazo, luego un codazoy luego un cabezazo.
Reina embiste con una patada, haciendo retroceder a su oponente, entonces saca su látigo y comienza a dañar a Diana, quien no puede acercarse.
“Quiero que lo dejen en paz… ¿Escuchaste? ¡¡¡DRAGONES DE MIERDA, ALEJENSE DE EL!!!”
“¡Eres tan molesta! ¡¡¡SOLO ERES UNA MALDITA ENFERMA QUE ESTA OBSESIONADA CON ESE IDIOTA!!!”. Contesta Diana mientras recibe latigazos por todas partes.
“Me da igual lo que pienses… no tengo que demostrarte nada a ti… solo eres una amenaza que se debe eliminar…”
Diana avanza soportando el dolor de los latigazos, logra acercarse y arrebatarle el arma a su enemiga.
Reina le lanza una patada, pero Diana resiste el dolor del impacto y logra darle un potente puñetazo en el estomago, elevándola y mandándola a volar unos cuantos metros.
“Tu romance de porquería no me interesa, pero tu presencia es una molestia. Da igual que tan enamorada puedas estar, ese idiota se va a olvidar de ti. Lo más probable es que se enamore de mi hermana”
Reina escucha a su enemiga mientras respira con dificultad e intenta levantarse.
“Jeh… ¿Quieres liberarlo de la maldición? Entonces mátalo, aprovecha que ahora es débil”
“¡¡¡…!!!”. Aquellas palabras golpean fuerte a Reina.
“Da igual cuanto protestes, da igual cuanto supuesto amor quieras darle. Acuéstate con él, queda embarazada, nada de eso funcionará. El tiene un único propósito, no podrá negarse. Se unirá a nosotros, obedecerá a María y buscará matarte”
“Basta…”
“Los sentimientos, sus amistades, su amor por ti, ¡Todo eso desaparecerá! Los ojos de dragón le arrebatarán todo lo que no sirva. Es cuestión de tiempo, pelirroja”. Comenta Diana mientras va por su lanza.
“Detente… deja de hablar…”
“Ya debe haber entrado en contacto con mi hermana. Sus ojos reconocieron a su ama, se acabó el juego para ti. Tu supuesto novio ya no te pertenece mas jeje”
“¡¡¡CIERRA LA BOCA!!!”
Reina aprieta sus dientes mientras incrementa su aura. Derrama lagrimas por la frustración…
“¡¡¡YA NO QUIERO ESCUCHARTE MAS!!!”
Reina utiliza accel en fase 3, por lo que su cuerpo adquiere una velocidad tal, que desaparece del campo de visión de Diana.
Un destello verde aparece por un instante en donde se encontraba una katana.
Acto seguido, el cuerpo de Diana reacciona instintivamente, entonces el lado izquierdo de su torso es atravesado por un filo verde.
“¡¿Qué fue eso?! ¡¿De dónde salió?!”. Piensa Diana con gran confusión y sorpresa.
Reina apuntó a su corazón, pero falló en el último instante, debido a que su enemiga reaccionó a último instante.
Diana retrocede y sujeta su herida, afortunadamente ningún órgano resulto herido. Por otro lado, Reina escupe sangre y sufre un gran dolor muscular por haber utilizado aquella técnica.
Ignorando las consecuencias, Reina vuelve a utilizar accel pero en fase dos, acercándose a Diana y atacándola a gran velocidad con su espada.
Poco a poco va provocándole cortes por todas partes, producto de ataques fallidos a puntos vitales. Diana apenas logra defenderse.
“¿Qué es esto? ¡De nuevo vuelvo a sentirlo! ¡¿Cómo es que esta chica me provoca miedo?! ¡¿Cómo es que se vuelve cada vez más fuerte?!
Odio admitirlo… ¡¡¡En verdad lo odio!!! Pero… ¡Provocarla fue un grave error! ¡Su obsesión por ese chico la convierte en una bestia peligrosa! ¡¡¡Maldita sea!!!
Busca matarme, apunta a mi cuello o al corazón. ¡Quiero decapitarme o atravesar mi cerebro! ¡¡¡Esta totalmente sacada!!!
Diana continúa protegiéndose con su lanza, viéndose acorralada, sin lugar a poder contraatacar.
Entonces… ocurre algo que deja a todos con la boca abierta…
Un fuerte estallido…
Algo se quiebra…
La lanza de Diana se parte, sucumbiendo ante la espada de filo esmeralda…
Reina no desaprovecha la oportunidad y ataca sin piedad…
“¡Muere!”
“¡Espe…!”
Reina realiza un corte ascendente que impacta de lleno en Diana, enviándola a volar lejos mientras una gran cantidad de sangre baña todo el escenario.
La joven Alcott sufre dolor en todo su cuerpo, quien exige que se detenga o las consecuencias serán irreversibles.
Ella respira agitada y se queda de pie, soportando el dolor. Observa de lejos a su oponente, quien yace desplomada en el suelo, agonizando.
Un gran silencio se produce, nadie se atreve a decir nada…
Diana comienza a toser mientras sufre un gran shock, pues no puede creer lo que acaba de sucederle…
“Sigues viva…”. Piensa Reina con decepción.
La joven Alcott camina lentamente hacia Diana con toda intensión de acabar con su vida.
Pero entonces alguien se interpone frente a ella, con los brazos extendidos. Se trata de Mai Attey.
“Apártate…”
“No quiero…”. Dice Mai, sintiendo mucho miedo.
“Apártate…”
“D-Diana es mi amiga, ¡E-Es importante para mí! ¡N-No puedo dejar que…!”
“¡¡¡APARTATE AHORA!!! ¡¡¡SI LA MATO, ZERO SERÁ LIBRE!!! ¡¡¡TU TAMBIEN LO SERÁS!!! ¡¿NO LO ENTIENDES?!”
“L-Lo sé… ¡Aprecio a Zero con todo mi corazón! ¡Pero también a Diana! ¡A-Ambos son importantes para mí! Así que… no puedo permitir que la mates…”
Reina observa con odio a Mai, provocándole un gran miedo. Sin embargo, la pequeña se mantiene firme y no se aparta.
“¡¡¡QUITATE DE MI CAMINO!!! ¡¡¡SERÁS COMO UNA HERMANA PARA ZERO, PERO ERES UN DRAGON MAS!!!”
“E-Entonces… mátame a mi… ¡De esa forma ambos se salvarán!”
Reina alza su espada y se prepara para apuñalar a la pequeña…
Sus manos tiemblan, aprieta los dientes…
Su corazón comienza a dudar, pues no ha olvidado lo que significa Mai para Zero. Y las consecuencias que habría si la asesina.
Zero se salvará, si, pero quedaría una grieta irreparable en el corazón de ambos…
¿Serian capaces de volver a sonreír con un resultado así?
Sin embargo, es un hecho que la oportunidad de salvarlo sigue ahí. Si su espada atraviesa el corazón de la joven, la maldición desaparecerá…
Puede que regrese a este mundo, pero jamás a su amado de nuevo. Sin embargo, ella nunca más podría estar a su lado. No con las manos manchadas de sangre…
Reina se muerde los labios hasta derramar algo de sangre, entonces…
“Vete…”
“Reina…”
“¡¡¡ALEJENSE DE MI VISTA!!! ¡¡¡VAYANSE!!! ¡¡¡ANTES DE QUE ME ARREPIENTA!!! ¡¡¡NO QUIERO VERLAS!!!”. Grita Reina, derramando lágrimas de frustración.
Suzuka cierra los ojos, suspira y…
“¡De acuerdo! ¡Esta vez perdimos! ¡Nos marchamos! ¡Me llevo a la albina! Jeje”. Dice Suzuka, cargando a Diana en sus hombros.
Mai se siente culpable, quiere decirle algo a Reina, pero Suzuka la detiene. Con un simple gesto, le da a entender que no puede decir ni hacer nada ahora.
Mai se retira, sintiéndose dolida por haberse ganado el desprecio de la chica que tanto ama su “hermano”.
Reina se queda de pie, suelta su espada y permanece en silencio…
Sus compañeros se acercan a ella…
“Tuve… la oportunidad de salvarlo…”
“…”
“Pude derrotar a esa maldita… *Snif* solo tenía que…”
“…”
“Pero no pude… *Snif* porque soy una maldita egoísta…”
“No digas eso…”. Dice Andrés.
“*Snif* Si mataba a Mai, Zero seria libre, pero pasaría a odiarme… *Snif* se supone que lo que más importa… es que sea libre de la maldición… *Snif* Pero yo… quiero estar a su lado…*Snif* ¡Mi egoísmo lo condenó!”
Reina se quiebra y comienza a llorar con desesperación. Andrés la abraza y la consuela…
Ambos hermanos se miran, se sienten tristes y frustrados, pues no fueron de utilidad para su compañera. Sienten vergüenza de ver a su amigo nuevamente…
“Hiciste lo correcto. Sabes bien que Mai es importante para Zero. No eres egoísta, porque sabes bien que su vida sería un infierno, si ella tuviese que morir para que sea libre. Lo conocemos bien, el jamás querría ese camino”
“*Snif* Pero…”
“Encontraremos otra solución. Siempre hay una solución”. Dice Gabriel.
“*Snif* Necesito… saber que se encuentra bien… ¡¡¡Necesito verlo de nuevo!!!”
Reina grita y llora fuerte, se siente miserable y rota…
Tiene miedo…
Su hogar, sus amigos, su amado…
Todo se ve amenazado y no puede hacer nada para protegerlo…
Solo puede esperar a que la pesadilla termine…]
[Regresamos al presente.
Momento en el que la líder de los dragones, María Diatlov, ha hecho contacto con el joven Zero.
Ahora que la maldición ha despertado, el joven sufre las consecuencias de ver a María. Nuevos sentimientos nacen, provocándole un caos en su mente.
Lo que siente al ver a Reina, lo siente al ver a la joven Diatlov. Su mirada, su sonrisa, su mano acariciándole la mejilla. Todo eso le provoca felicidad y una fuerte atracción.]
[Zero]
-Aaah… en verdad eres hermosa…-
-Juju, muchas gracias-
-Ya lo pensaba cuando te vi en ese cruce o cuando bailamos en Francia. Así que la maldición no habla por mí en ese sentido-
-Me alegra tu cumplido-
-Aaah… sí que me lo pone jodido esta maldición jaja-
-…-
-María, enserio eres muy linda, ¡Y esos ojos multicolor son maravillosos!-
-¿Te gustan mis ojos?-
-¡Claro! Todo otaku estaría encantado de tener una novia con ojos así. Tanto tú y tu hermana, poseen un encanto increíble-
-No te tenía tan halagador, no me molesta juju-
-Pero aun así, las pelirrojas siguen siendo superiores-
-…-
-Lo siento María, pero mi corazón le pertenece a una pelirroja, así que rechazo tu oferta de irme contigo jeje-
-Vaya… así que me rechazas-
-Nunca creí que rechazaría a una albina de ojos multicolor, me duele hacerlo, pero así está la cosa-
-La maldición aun sigue muy verde en ti. Está bien, no me disgusta tu rechazo, lo encuentro fascinante-
-¿Eh?-
-Hace que te desee aun más juju-
-…- Mierda…
-Pero me temo que no estás en posición de negarte. Vendrás conmigo aunque no quieras. No te preocupes, con el pasar del tiempo, desearás estar conmigo-
-N-No gracias, quiero una novia dulce y tierna, además de pelirroja. Tú das aire a esas que adoran clavar su tacón en su pareja o usarlo de silla. Lo siento, no soy de esos-
-Juju, me haces reír, conservas tu humor, a pesar de estar aterrado-
-…-
-Suficiente charla, vamo…-
[Lucian se acerca y toma del brazo a Marie, para apartarla. Entonces unas barras largas de cristal blanco con forma hexagonal, impactan delante del joven Zero, justo donde se encontraba la líder de los dragones.
“Eso fue bastante rudo, ¿No crees?”. Dice María a su salvador.
“Lo siento pequeña dama dragón, pero puede que tu plan no pueda efectuarse”. Dice Lucian, mirando hacia el frente.
“¿Qué quieres decir?”
“Ella está aquí…”
“¿Quién?”
“La mujer más poderosa y temible de todo Ancardia”]
Escucho unos pasos que viene detrás de mí. Al voltear, encuentro un rostro conocido que alegra mi corazón.
-Doctora Agnes…-
==FIN DEL CAPITULO==
Comments for chapter "8-08"
QUE TE PARECIÓ?