The Lost Crystallus - 9-04
El día más esperado había llegado. Era un 24 de diciembre por la tarde, el joven Zero se encontraba en casa de su amiga. Los padres de ambas familias preparaban todo para festejar en la noche. Y para que los pequeños no se aburrieran, decidieron que estuviesen juntos desde temprano.
No hicieron demasiado, simplemente mirar la televisión o jugar un poco. Por lo general, eran niños obedientes que rara vez ocasionaban problemas con alguna travesura.
En un determinado momento, Lynette se llevó a su hija para que ambas se probasen atuendos navideños. Mientras tanto, Ilhan y Zero esperaban fuera. Ambos estaban en silencio, por lo que se generaba un clima algo incomodo.
-Debo agradecerte, por lo de la otra vez…- Suelta Ilhan de mala gana.
-¿Eh?-
-Salvaste y cuidaste a mi hija-
-Oh…-
-Mi familia es mi tesoro más preciado. Así será para ti también en el futuro, cuando formes la tuya-
-…- El muchacho lo observa atento.
-Algo me dice que Reina se ha vuelto tu tesoro. La quieres mucho, ¿Cierto?-
-*Rubor* ¡Sí! –
-Y contestas con mucha seguridad frente a mí, que coraje… ¡Ejem! Mira… como su padre, me asquea la idea de que alguien quiera reclamarla. ¡En verdad me enfada pensar en eso! Pero es inevitable que eso suceda tarde o temprano-
-…-
-Mi hija es súper adorable y bonita, no serás el único en querer estar con ella. ¡Y ya que van a haber miles de malditos diablos que buscaran reclamarla! En ese caso… pues… ¡Mas te vale que seas tú que se quede a su lado y la cuide!-
-¿Eh?-
-¡Ella te ha elegido, tienes una responsabilidad! ¡Cuídala siempre! ¡Protege su sonrisa! ¡Si la abandonas o la haces llorar, te perseguiré hasta el fin del mundo! –
-Yo… no soy fuerte… pero… por Reina… quiero serlo… ¡Por Reina quiero ser fuerte y valiente!-
-Nadie nace siendo fuerte, ¿Crees que yo lo era a tu edad? Al igual que tú, tenía miedo-
-¿Usted…?-
-Así es, pero a medida que avanzas en la vida, aprendes y te vuelves más fuerte. Lo que te da miedo, al día siguiente ya no. Ese temor quedara en el pasado, porque sabrás enfrentar lo que ya conociste. Si te mantienes firme, será inevitable que te vuelvas más fuerte-
-¡¡¡…!!!-
-*Suspiro* No puedo creer que este alentando a este niño para que se quede con mi hija en el futuro… ¿Qué sucede conmigo…?-
-Señor… usted es asombroso-
-¿Mm? ¿E-Eso piensas de mí?-
-¡Sí! Se caso con una chica muy bonita y formo una linda familia. Además, también sabe muchas cosas-
-*Rubor* B-Bueno… como dije antes, he aprendido muchas cosas durante mi vida. Y me esforcé mucho para estar con mi esposa. El romance no es sencillo, es una dura batalla en la que nadie te dará la victoria por lastima. Pelea siempre hasta el final y aprende durante el camino-
-¡Sí! ¡Peleare por Reina!-
-Más te vale. ¡Ah! Y ni una palabra de esto a los demás, ¿Entendido?-
-¿Mm? ¿Por qué?-
-¡Las charlas entre hombres se quedan entre hombres!-
-¡Oh! ¡Entendido!
En realidad, era mentira, porque a Ilhan le daba vergüenza que su esposa se enterase de lo que hablaron.
-¡Disculpen la demora, ya estamos listas!-
En ese instante, dos hermosas damas, aparecieron llevando hermosos vestidos navideños, que junto a la belleza natural que presentaban ambas, creaban la escena más maravillosa del mundo. Al menos así lo era para aquellos dos muchachos.
-*Rubor* ¡Zero! ¡Zero! ¿Qué opinas?- Pregunta la pequeña, dando giros con su lindo vestido.
Tanto Ilhan como el pequeño Zero, se quedaron sin palabras.
-¿Oh? Mami… algo le pasa a Zero y papi…-
-Juju, parece que los dejamos muy sorprendidos-
-*Rubor* Linda…-
-¿Eh? ¿Dijiste algo, Zero?-
-*Rubor* ¡E-Estas muy linda! ¡Reina es súper linda!-
-*Rubor* ¡Viva! Jeje- La pequeña se alegra y le da un fuerte abrazo.
-Y su madre es la más linda- Comenta Ilhan.
-Juju, gracias querido-
-¡Ven Zero! ¡Vamos a ver más especiales de navidad en la tele!- Grita la pequeña mientras se lleva a su amigo de la mano, corriendo a gran velocidad.
-¡Hi-Hija! ¡No seas tan brusca! Santo cielo… ¿De dónde saca tanta energía…?- Se pregunta su madre, con una mano en su mejilla.
————————
[Presente]
[Zero]
Es verdad… había tenido una charla algo seria con su padre. Bueno… lo más seria que se podía, siendo que yo era un niño…
Jeh… vaya padre más celoso, ya plasmaba todo un futuro para su hija…
Aunque no se equivocó, pues Reina se volvió muy hermosa al crecer. Muchos se interesaron por su belleza. Bueno, también por su linaje, pero también su belleza.
Honestamente fui afortunado de que ella no se enamorase de algún ricachón de por ahí…
Le prometí que la cuidaría, que la haría feliz…
Lo siento señor Ilhan, me esforcé mucho, pero… al final solo logro preocuparla o hacerla llorar, porque sigo siendo bastante débil…
Ancardia es un mundo bastante complicado…
-Jeje, mientras relato, me doy cuenta de un detalle- Comenta Reina con una linda sonrisa.
-¿Qué cosa?-
-*Rubor* Que este año podremos volver a festejar la navidad juntitos jiji-
-Oh… ¡Oh! ¡Es cierto! ¡Podre volver a verte con vestido navideño!-
-*Rubor* Jeje, ¿Eso es lo primero que piensas?-
-Sí, definitivamente tienes que usar un vestido navideño, yo lo pago-
-Jiji, está bien, no tendría problemas, pero no me vayas a comprar algo muy revelador…-
-Planeaba una bikini navideña para ti, ya que hará calor, pero ni modo, será mi plan B de un vestido bonito-
-Jeje, tontito-
Bueno… al menos soy capaz de hacerla sonreír como antes. Señor Ilhan, seguiré esforzándome por ella, se lo prometo. Mi pelea no ha terminado solo porque volvimos a estar juntos. Aun hay mucho que debo hacer…
Jeh… Reina… en verdad fuiste mi ángel, mi flor de la esperanza y luz que guía mi camino. Soy afortunado de haberte conocido…
[Zero cierra los ojos un momento, disfrutando sus preciados recuerdos de la infancia, junto a aquella adorable niña, que hoy día es la mujer más hermosa.
Sin embargo, algo inesperado sucede, pues imágenes distorsionadas llegan a su mente.
¿Un recuerdo perdido?
¿Memorias bloqueadas por algún motivo?
La imagen no es muy clara, pero es un hecho de que tal escena ocurrió en el pequeño parque, pero la niña que aparece allí no es Reina…
Una niña diferente, de cabello largo… de color… *Sonido distorsionado* y ojos… *Sonido distorsionado* como el cielo…]
¿Eh?
¿Qué es esto? ¿Acaso… es algo que olvide…?
Creo… que ya había sucedido antes…
En ese parque… ¿Conocí a alguien más?
Mierda… me cuesta recordarla… pero… siento que no es un recuerdo feliz…
Esa niña… me recuerda a…
¿Pero cómo…?
No, espera… de hecho… si hubiese podido ser posible…
-¿Zero? ¿Pasa algo? De pronto estas muy serio…- Me pregunta mi compañera, con su rostro cerca del mío.
-*Rubor* ¿Eh? ¡Ah! N-No es nada…-
-Mmm… mentiroso…- Dice ella, acercando aún más su rostro.
-*Rubor* E-Esta bien… solo recordé algo…-
Al acercarse tanto, no puedo evitar mirar sus labios…
¡Carajo! ¡Quiero besarla!
-¿Qué recordaste?-
-*Rubor* Ejem… creo que pude conocer a otra niña en ese parque…-
-¿Otra niña? ¿Después de que me fui?-
-No… lo sé…-
-Mmm…-
-Tengo una imagen algo borrosa en mi cabeza, pero me provoca tristeza. Da igual cuando sucedió, pues debe haber sido solo aquella vez, pues si la hubiese visto más veces, la recordaría mejor…-
-Pero quedo grabado en tu corazón, quiere decir que algo importante sucedió con ella…-
-Eso… parece…-
-Bueno, lo importante es que yo soy tu recuerdo especial juju. Seguiré relatando, ¿Dónde nos quedamos? ¡Ah sí! ¡Nuestra primera navidad juntos! Y la única hasta ahora…-
-Jeh, adelante-
Reina no dejo de ser esa chica tan animada y llena de energía. Cuando la tristeza se aleja en ti, entonces queda la verdadera tu. Una chica hermosa y demasiado adorable, que avanza sin detenerse y que cuando algo se le mete a la cabeza, no descansara hasta cumplirlo.
———————–
Los pequeños disfrutaron de una hermosa y cálida navidad, en compañía de ambas familias. Cenaron hasta casi reventar, jugaron y rieron hasta el hartazgo. Y al cumplirse la medianoche, recibieron sus regalos, quedando maravillados por la magia navideña.
Con permiso de Lynette, ambos subieron al techo para disfrutar del cielo nocturno, la ciudad iluminada por colores navideños y fuegos artificiales en el horizonte, productos de la alegría de los ciudadanos.
-Jiji, me gustan los fuegos artificiales, tienen colores muy bonitos- Comenta la pequeña, con brillo en sus ojitos, por la alegría y emoción. -No son como los rayos o truenos cuando llueve, ¡Esos me dan mucho miedo!-
-Tampoco me gustan, hacen que mi mamá me obligue a apagar la tele, dice que un rayo podría quemarla…– Comenta el pequeño, observando a su linda compañera.
-¡¡¡Hiii!!! ¡Qué miedo!- Expresa la jovencita.
Ambos continúan sentados, observando el cielo, disfrutando de la paz. La pequeña Reina mira de reojo a su amigo y lentamente se va arrimando cada vez más, hasta estar casi pegados. En cuanto Zero nota el hombro de su amiga, voltea a verla, solo para notar lo cerca que están sus lindos ojitos violetas.
“Que linda es”, son los pensamientos del muchacho al verla. Para el, no existe otra cosa más linda y adorable en el mundo. Y aunque poco conoce realmente del mundo, está seguro de que no existe algo que supere la lindura de Reina.
-Zero, ¿Sabes una cosa? El otro día descubrí algo viendo la tele-
-¿Qué cosa?-
-Hay una flor rara de navidad, que parece tener un hechizo mágico-
-¿Eh?-
-Se llama mu… mur… mmm… se me olvido…-
-¿Ah? ¿Y cómo es esa flor?-
-No sé donde crece… ¡Pero dibuje una y la recorte!-
La pequeña muestra su dibujo.
-¿Una flor con frutitas rojas?- Comenta el joven, observando el dibujo atentamente.
-No sé, pero esa era la forma de esa flor-
-¿Y qué hace?-
-Primero hay que hacer esto…-
La pequeña Reina se pone de pie y alza su brazo para colocar el dibujo en una posición que este sobre la cabeza de ambos. Luego vuelve a sentarse junto a su amigo.
-¿Qué fue lo que hiciste…? No entiendo…-
-¡Ahora estamos bajo el hechizo de la flor de navidad! Jiji-
-Esto… ¿Y qué va a pasar?-
-Escuche que si dos personas que se quieren mucho, están bajo esa flor en navidad…-
-¿Qué sucede?-
-¡Se tienen que dar un besito! Jiji-
-*Rubor* ¿Eh? ¿Enserio?-
-¡Sí! Así que debemos hacer eso o tendremos mala suerte-
-*Rubor* Mmm…-
-¿No quieres…?- Pregunta la pequeña con ojitos tristes.
-*Rubor* ¡Ah! ¡No es eso!-
-¿Entonces…?-
-*Rubor* ¿Está bien que hagamos eso?-
-Creo que sí. Mami y Papi se quieren mucho, los he visto dándose besitos. ¿Tu papá y tu mamá no hacen eso?-
-Si-
-Nosotros nos queremos mucho, ¿Cierto?-
-Si-
-¡Entonces está bien! Jiji, además, debemos cumplir el hechizo de la flor o tendremos mala suerte…-
-*Rubor* Esta bien… Reina… yo… quiero besarte…-
-*Rubor* Yo también jiji-
Los pequeños se miran fijo. Reina se encuentra felizmente ansiosa, evidenciándolo con una dulce sonrisa, mientras que el pequeño se muestra bastante nervioso.
Entonces, durante unos pocos segundos, los labios de ambos se conectan. Y tras separarse…
-Eso estuvo lindo jiji- Comenta la pequeña y adorable Reina.
-Sí, se sintió bien…-
-*Rubor* Me gusto… ¡Me gusto mucho jiji!-
-*Rubor* Que bueno… jeje…-
-¡Otro!- Exclama la pequeña.
-¿Eh?-
-¡Vamos a darnos otro besito!-
-Pero ya cumplimos el hechizo de…-
-¡¿A quién le importa?! ¡Esto es divertido! Jiji-
La pequeña abraza a su amigo y conecta sus labios, pero entonces un fuerte sonido los separa. Se trata de su madre, quien había llegado con una bandeja de galletas, pero la soltó al ver como los niños se estaban besando.
———————-
[Presente]
[Zero]
-¡¡¡Kyaaah!!!-
-¡¿Por qué gritas, Reina?!-
-¡Porque recordamos nuestro primer besito! Jiji-
-Claro, debe ser algo traumático para ti…-
-¿De qué hablas? ¡No seas idiota! ¡Es un recuerdo muy bonito! Además fue en noche de navidad, ¿Se te ocurre algo más romántico? Jiji-
En verdad está feliz de recordar eso. Bueno, supongo que mi autoestima no se verá dañada.
-Ay Reinita… de verdad… eras una niña bastante atrevida…-
-Jeje, puede ser-
-Tu mamá sí que se enojo mucho. Nunca la había visto tan nerviosa. Supongo que es normal, éramos unos renacuajos dándose besos-
-Aunque eso no me detuvo, yo quería seguir besándote jeje. Aunque… luego se enojó mucho más y ahí si le tuve miedo. ¡Pero nos dábamos besitos a escondidas! Jiji-
-Vaya pervertida que estabas hecha desde temprano…-
-¡No digas eso! ¡Era adorable y apasionada!-
-Si quieres llamarlo así…-
-¡Hmph!- Reina me pellizca la mejilla.
-No creía que ya nos habíamos besado, pensaba que el primer beso fue en… bueno… no importa-
-Recordar nuestro primer beso me provoca alegría. ¿Qué mejor forma que haciéndolo con aquella persona que más aprecias? Y también, recuerdo con mucho cariño nuestro primer beso ya de adolescentes. Ya sabes, el de aquel festival de tu antigua escuela-
-*Rubor* Solo podemos tener un primer beso, tonta-
-¡Nosotros tenemos dos primeros besos! ¡Es así y punto!-
-*Suspiro* De acuerdo, cuando algo se te mete en la cabeza, nada te hará cambiar de opinión, siempre has sado así-
-Que bien que me conoces jiji. En fin, comenzaba un nuevo año y con ello, mas aventuras. Hicimos muchas cosas durante el verano. Pero si hay que remarcar el momento más importante…-
-Es cuando fuimos a una piscina y tu mamá llevaba un traje de baño y…-
-…-
-Solo bromeaba… ¡No me mires así!-
-Como iba diciendo… seria durante el festival del vecindario, en Febrero…- Comenta mi adorable compañera.
-Mmm… ¿Te refieres a…?-
————-
El mes de febrero es conocido como la época de carnaval, por lo que algunos distritos de la ciudad, suelen decorarse y celebrar festivales.
En la zona comercial, cerca de donde vivían los pequeños, se llenaba de puestos callejeros, tanto de comida, como de juegos, entre otras cosas.
Reina y Zero estaban emocionados por disfrutar del festival. Ambos se encontraban en compañía de Lynette.
Antes de interesarse por la comida, fueron a los puestos con juegos para intentar ganar algunos premios. El pequeño Zero tuvo buena fortuna en uno de tiro al blanco, ganando un diminuto peluche de conejito. No dudo en regalárselo a su preciada amiga, pues sabía que eso la haría feliz y le dedicaría una sonrisa angelical.
-*Rubor* Toma…-
-*Rubor* ¿Eh? ¿Me lo regalas?-
-*Rubor* Si, quería ganarlo para ti-
-*Rubor* ¡Gracias! ¡Lo voy a cuidar mucho! Jiji-
La pequeña le da un fuerte abrazo. Su amigo ya se ha acostumbrado a la fuerza que la pequeña ejerce con sus muestras de cariño, aunque eso nunca le ha molestado.
-¡Excelente! ¡Así es como debe actuar un caballero!-
Los pequeños voltean al escuchar aquella misteriosa voz, solo para encontrar un rostro conocido.
-¡Tío Roland!- Gritan ambos al mismo tiempo.
-¡Me alegro de verlos tan unidos!¿Cómo va su amistad?-
-¡Muy bien! ¡Zero y yo, jugamos mucho todos los días!- Responde la pequeña con orgullo.
-La sonrisa de Reina sigue tan radiante como siempre, haz hecho un gran trabajo haciéndola feliz, ¡Sigue así muchacho!-
-¡Sí!- Responde el pequeño Zero con determinación.
-Mmm… ¿Sigue siendo tu amiguita o ya es tu novia?-
-¿Eh? Es mi amiga-
-¿Oh? ¿Puedo ser su novia?- Pregunta la pequeña con una curiosidad feliz.
-¡Roland! ¡Deja de bromear de esa manera! ¡Mi hija va a tener ideas raras!- Protesta Lynette, dándole golpecitos en el hombro a Roland.
-Jajaja, ¿Qué tiene de malo? Los niños de ahora avanzan más rápido-
De pronto, dos pequeños adolescentes aparecen en escena, unos jóvenes Seelie y Logan.
-Roland, por favor no corrompas los corazones puros de estos pequeños…- Comenta Seelie.
-¡Vamos! ¿Acaso no quieren que florezca el amor en estos dos?- Comenta Roland con una sonrisa.
-Claro que sí, pero es muy pronto para eso, no hay que forzar las cosas- Comenta Lynette con mirada seria y mejillas medianamente infladas.
-¡Hmph! Que pérdida de tiempo…- Comenta Logan, sin esconder su poco interés en el tema. Pero esto logra que el pequeño Zero se concentre en él.
Ambos se miran fijo, naciendo un natural choque y rechazo. El pequeño Zero toma la mano de Reina y se aleja.
-¿Oh? Parece que ha nacido una rivalidad, bien por ti Logan, ya tienes un amigo- Comenta Roland con tono de burla.
-¡¿Ah?! ¿Qué amistad? ¿Por qué me interesaría en ese niño tonto?-
–Sigue así y nunca tendrás esposa…-
-¡No me importa!-
-*Suspiro* Te alteras por un pequeño niño, aun te falta mucho por madurar…- Comenta Seelie con resignación.
-¡Cállate!- Protesta Logan.
La pequeña Reina suelta la mano de su amigo un momento, se acerca a su madre y le hace señas para que se agache. Le dice algo al oído.
-¿Eh? Bueno, está bien, puedes hacerlo-
-¡Gracias mami!-
La pequeña vuelve con su amigo y le da un besito en la mejilla. -Gracias por regalarme el conejito, jiji-. Tras dedicarle una sonrisa, vuelve a tomar su mano para continuar visitando puestos de entretenimiento.
Roland se une a ellos y los lleva a los mejores puestos para que se diviertan, incluso los invita a comer.
En cierto momento, Reina se acerca y le hace señas para que se agache pues quiere decirle algo en privado.
-¿Qué sucede pequeña?-
-¿Puedo ser novia de Zero sin dejar de ser su amiga?-
-¡Oh! ¿Entonces Zero te gusta mucho?-
-Creo que sí. Yo lo quiero mucho, ¿Es lo mismo? ¿Mami se enojara si soy su novia?-
-Muy bien pequeña, primero debes entender que el noviazgo es una evolución de la amistad-
-¿Evolución?-
-¡Claro! Cuando dos personas se quieren muchísimo, su amistad puede evolucionar a noviazgo. Eso significa que le dejas en claro a todo el mundo que tu eres la mas especial para la otra persona y quien más lo quiere-
-¡Oh! ¡Me gusta eso! ¡Yo soy quien más lo quiere! ¡Y Zero me dijo que me quiere muchísimo! Ah… pero mami se enojará…-
-No hay nada de malo, pero hay cosas que no deben hacer porque son niños aún. Disfruten como corresponde-
-¿Y que cosas puedo hacer? ¿Puedo darle besitos?-
-Mmm… solo en ocasiones especiales. Y procura que tu madre no esté mirando jeje-
-Jiji, ¡Esta bien!-
-Vaya pequeña tan llena de energía, sí que avanzas más rápido que tus padres- Comenta Roland, acariciando la cabeza de la niña.
-Más bien, vaya manera de ensuciar la mente de una niña inocente…- Comenta Logan, apoyado sobre un árbol y cruzado de brazos.
-¿No aprendiste nada de las películas? ¡El amor es algo hermoso! ¡Vale luchar por ello! ¡No seas un cubo de hielo!-
-Creo que viste demasiadas películas, Roland. Además, Lynette te dijo que no le enseñes cosas raras a su hija…-
-¡No hay problema! Mientras no se dé cuenta…-
-*Suspiro* No te salvare si ella se enoja contigo…-
La pequeña Reina se acerca a su amigo y le dice -¡Zero! ¡Zero! Esto… quiero ser tu novia-. Con las manos juntas detrás de su espalda y con una sonrisa tierna.
-*Rubor* ¿Eh? E-Esta bien…-
-¡Si! ¡Viva!- Festeja Reina, dando saltitos y luego abrazándolo fuerte.
De pronto, llegan Lynette y la madre de Zero, quienes sonríen al ver a sus hijos tan animados. Entonces Kat pregunta, -Ver a la pequeña Reina con esa sonrisa, alegra el corazón de cualquiera. ¿Sucedió algo bueno?-
-¡Hola señorita Kat! ¿Sabe una cosa? ¡Ahora soy la novia de Zero! Jiji-
-¡Oh! ¿Enserio? ¡Qué gran noticia! Entonces eso significa que debes cuidarlo mucho a partir de ahora, ¿Estas preparada para esa tarea?-
-¡Sí!-
-Y tu hijo, debes cuidar siempre de ella-
-Si mamá-
La madre de Zero se tomo a bien la noticia y les dio un consejo puro e importante. Por otro lado, Lynette ya se había dado cuenta de donde pudo su hija, sacar tal idea.
-Roland… me separo unos minutos de mi hija… y ya sale con cosas así…-
-¿Qué? ¿No te alegras por los pequeños?-
-Claro que sí, pero ese no es el punto…-
-¿Y cuál es?-
-¡Que son niños! ¡Solo deben jugar y divertirse, no tocar temas adultos!- Grita Lynette mientras le da golpecitos en el hombro a su amigo.
-Jajaja ¡El amor puro e inocente se encuentra en distintas edades! Se me hace que tú piensas en un amor más cochino-
-¡Mi hija está creciendo demasiado rápido, deja que conserve su inocencia! Además… mi esposo no le va a gustar esto…-
-Vamos Lynette, no creo que pase nada malo. Pocas veces estos niños han cometido travesuras que merecieron un castigo. Saben comportarse, además de que les gusta expresar su cariño por el otro- Comenta Kat.
-Mi esposo también va a querer matar al tuyo, es ultra celoso…- Advierte Lynette con una sonrisa de resignación.
Roland se queda pensativo, algo que no genera buen presentimiento en sus dos acompañantes, Seelie y Logan. -Mmm… esto hay que celebrarlo, debo darle un regalo especial al muchacho por conseguirse una novia tan linda y adorable-
-Por favor Roland… no vayas a comprar nada raro…- Suplica Seelie.
-Olvídalo Seelie, ya se le metió alguna idea loca en la cabeza, nada le hará cambiar de opinión…- Comenta Logan.
-¡Ya se!-
Roland corre hacia un puesto cercano, el cual no vende comida, tampoco juguetes, mucho menos presenta juegos para ganar premios. Es un puesto con artículos de cocina, entre otras cosas metálicas.
En cuanto termina de negociar allí, regresa con un objeto alargado de color negro. Entonces se lo entrega al pequeño Zero.
-Toma, un pequeño regalo de mi parte, para festejar que tienes una linda novia ahora-
-¿Oh? Esto es como en los videojuegos…-
-¿Mm? ¿No es una…?- Comenta Reina con mirada curiosa.
-Úsala para protegerla de la oscuridad-
-¿Mm? ¿Qué le diste…? ¡¡¡KYAAAAAAAAAAH!!! ¡¿Por qué le compraste una espada?!- Grita Lynette con enojo, mientras que Seelie y Logan solo se agarran la frente.
-¡No hay problema! Es una espada sin filo-
-¡¡¡ESE NO ES EL PROBLEMA!!!- Gritan Lynette y Kat con enojo.
——————————————–
[Presente]
[Reina]
-Y así fue como obtuviste tu querida espada jeje- No recordaba el motivo exacto jiji.
-Espera… ¿Entonces fue un regalo porque te volviste mi novia?-
-Así parece, tú recuerdas lo mismo que yo jiji-
-¿Ósea que fuimos pareja? Vaya Reina… sí que te gustaba avanzar rápido, si seguíamos juntos, ibas a pedirme matrimonio a los 8 años…-
-No, el que quería casarse conmigo eras tú, siempre le decías eso a mi papá-
-*Rubor*Ugh… ¿Qué sucedía con nosotros a esa edad…?-
-Alégrate, tuviste una linda novia a temprana edad, ya no puedes pensar que fuiste un perdedor o algo así-
-Reina…-
-¿Qué?-
-Tienes potencial para ser una gran pervertida…-
-¡¿Eso tienes para decir luego de recordar nuestros momentos más adorables?!- Le grito mientras le lanzo un cojín.
-Sip, una gran pervertida…-
-¡Cállate! Tonto…-
-Jeje, ya no se enoje mi Reinita. Estoy muy agradecido por todo el cariño que me brindaste en aquella época. En verdad lo necesitaba. Fue por ti que pude seguir adelante-
-*Rubor* Tontito…-
-Sucedieron bastantes cosas en ese festival-
-Así es. Estaba feliz de ser tu novia, aunque no entendía bien de que iba realmente eso. Y por eso fue que se lo dije a mi papá cuando llego. De hecho, nuestros padres llegaron al mismo tiempo. Al escucharme decir que ahora era tu novia pues…-
-Ugh ya recuerdo, Roland se burlaba y mi papá trataba de calmarlo. Al final tu padre comenzó a perseguir a ambos con mucho enojo…-
-Jajajaja ¡Es cierto! Y luego tu mamá te quito la espada, diciendo que la usarían como decoración en la casa- ¡Que recuerdos tan divertidos!
-El primer día fue entretenido, creo que al día siguiente también fuimos al festival…-
-¡Así es! Y fue allí donde…- La conocimos a ella.
———-
Al día siguiente, los pequeños regresaron al festival, esta vez solo estaban acompañados de su madre. La pequeña no soltaba la mano de su amigo, tanto porque le gustaba como para evitar perderse de nuevo.
De pronto, Reina observa como una hermosa mujer se acerca a su madre y comienza a hablarle. Ella siente que ya la había visto antes, pero no la recuerda bien. La mujer no se encontraba sola, pues le acompañaba una joven adolescente, cuya belleza la dejo asombrada, al igual que su amigo.
-Reinita, ¿Recuerdas a Agnes?-
-¿Oh?-
Reina se esconde detrás de su amigo por la timidez e inclina su cabeza, en señal de que no sabe de quién se trata.
-Es normal, era muy pequeña aun- Comenta la doctora.
-Ella es Agnes, una gran amiga-
-*Rubor* Ho-Hola, me llamo Reina, mucho gusto…- Se presenta la pequeña, para luego ocultar su rostro detrás de su amigo.
-Es bastante tímida, me recuerda un poco a ti cuando éramos jovencitas- Comenta Agnes, con una sonrisa.
-Puede llegar a ser bastante traviesa, aunque no lo creas. Hay cosas en las que ni se parece a mí o su padre…-
-¿Influencia de Roland?-
-Un poquito. En fin, veo que viniste acompañada, ¡Me alegra verte de nuevo, Sarah!-
-Es un placer verla, Lynette-
-Reinita, ella es Sarah, es la discípula de mi amiga Agnes-
-¿Disi… que?-
-Mmm… bueno, sería más correcto decir que es como su hija. Sarah cuido de ti en una ocasión, fue tu niñera. Te agradaba estar con ella-
-Has crecido mucho, pequeña Reina- Comenta Sarah con una dulce sonrisa.
Reina la observa fijo, luego se pone a hablar con su amigo. Entonces ambos voltean a verla y…
-Señorita Sarah… ¡Es usted súper linda! ¿Verdad Zero?-
-¡Sí! ¡Sí!-
-*Rubor* ¿Eh? Ah… ¡G-Gracias! Eso fue repentino…-
Sarah se avergüenza ante la inesperada reacción de los pequeños. Mientras que Lynette y Agnes solo sonríen ante tan adorable escena.
-Me sorprende que Reina elogie así a otra chica. Y más aun que lo haga con Zero- Comenta Lynette.
-¿Heredo los celos de su padre?- Pregunta Agnes.
-Eso me temo…-
-Juju, será una jovencita muy interesante en el futuro. Oye Sarah, parece que le caes bien a los pequeños, cuídalos un rato mientras yo paseo con mi amiga-
-¿Eh? E-Esta bien-
-Están bajo tu cuidado, si les pasa algo…- Dice Agnes con una leve aura que da miedo.
-¡Los protegeré con mi vida!-
-Vamos Agnes… no asustes así a Sarah… ¡Son buenos niños, no se meten en problemas, estarás bien!- Aclara Lynette.
Y así, Sarah Blair se queda al cuidado de los pequeños. Para esa época, ella ya había comenzado los infernales entrenamientos de la doctora. Por lo que poseía suficiente fuerza y habilidades para superar a varios adultos que quisiesen atacarla. Aun le quedaba mucho por recorrer hasta alcanzar el nivel que posee en el presente, pero tiene suficiente poder para proteger a los pequeños.
Reina había quedado maravillada con Sarah, pues la consideraba una chica muy linda. Se preguntaba si ella se volvería así al crecer, de esa manera, Zero siempre la miraría a ella.
Por primera vez, había encontrado a alguien a quien admirar, a quien aspirar a ser. Un modelo al cual seguir, pues además de la belleza exterior, ella podía notar la fortaleza que ya irradiaba Sarah. Algo que la hacía verse genial ante los pequeños.
————————-
[Presente]
-Es cierto, la primera vez que vi a Sarah, quede sorprendida, era alguien genial y hermosa. Deseaba convertirme en alguien así al crecer-
-Ponte feliz, porque lo lograste-
-*Rubor* Jeje, gracias, pero ella sigue siendo más linda. Así lo creo-
-No para mí, las pelirrojas de tu estilo, molan más-
Jeje, tontito. Supongo que si logré aquel objetivo de niña. Lo que quería, era volverme más linda para Zero me elogiara. Y no ha dejado de hacerlo desde que somos adolescentes. Eso me hace muy feliz.
-Zero…-
-¿Si?-
-Perdóname por haber comenzado con recuerdos que compartimos. Tú querías saber todo lo que viví cuando nos separamos…-
-No seas tonta, no necesitas disculparte. Me gusto volver a recordar ese fragmento de mi pasado. Gracias a eso, despertamos recuerdos dormidos-
-*Rubor* Zero…-
-Son nuestro mayor tesoro, algo totalmente nuestro y de nadie más-
-*Rubor* Tienes razón jeje-
-Reina, en verdad te agradezco mucho por haber aparecido en mi vida. Fuiste mi luz, lo que me permitió seguir adelante, pese a la soledad. Y al volver a verte, mi corazón recordó que hay algo por lo que vale la pena luchar-
-*Rubor* Jeje dices cosas muy bonitas…- ¡Mi corazón va a estallar!
-Le prometí a tu papá que siempre te protegería, sobre todo tu sonrisa. No sé si estoy haciendo un buen trabajo, pero… al menos ahora soy capaz de hacer mucho más por ti-
No logro resistir y le doy un fuerte abrazo.
-*Rubor* Tontito, deja de decir cosas tan bonitas, solo provocas que te quiera mas y mas-
-Jeje, sigues abrazando tan fuerte como cuando eras niña. Aunque nunca me desagrado eso-
-Zero… luego del festival, todo continuó de manera normal. Ese fue el recuerdo… notablemente feliz que tuvimos…-
-…-
-¿Lo recuerdas? Al llegar el mes de abril, mis padres me dejaron unos días en tu casa. Ellos… nunca más regresaron…-
-…-
-Mi abuelo vino a buscarme… y entonces… yo me aleje de ti…-
-Si… lo recuerdo…-
==FIN DEL CAPITULO==
Comments for chapter "9-04"
QUE TE PARECIÓ?