The Lost Crystallus - 9-10
En una tarde soleada, con un clima perfectamente balanceado, Reina disfruta de un día libre junto a sus amigas.
Las tres se encuentran junto al lago, lugar que se convirtió en su refugio favorito, pues allí nadie puede molestarlas.
La joven pelirroja se acuesta en el regazo de su amiga Luna.
-Aaah… que tranquilidad… y que cómodo… quiero morir aquí…-
-No pienso dejarte toda la vida así, baboseando mis piernas…-
-Pero son tan suaves jeje. Uno pensaría que serían como roca, tras tanto entrenamiento, pero sigues manteniéndote bonita-
-¿Gracias…?-
-¡Y sigues conservando tu ternura felina!-
-¿Miau…?-
Reina comienza a acariciar el mentón de Luna con su dedo. Esto provoca que ella sonría como si realmente fuese una gatita.
-*Rubor*¡Ya! ¡Deja de hacer eso! O te sacaré de mi regazo con una patada…-
-Jeje-
-Juju, Reina no ha perdido su ternura a pesar de todo- Comenta Lisa.
-Cierto, es inevitable notar que te volviste más fría y antipática con los años. Aun así, la mayoría de los chicos, sigue deseando conquistarte-Comenta Luna.
-¡Porque son todos unos babosos insoportables!-
-Escuche que ya comenzaste a recibir propuestas de matrimonio. Eres toda una celebridad jeje- Dice Luna en tono de burla.
-¡¿Qué les pasa?! ¡Soy una niña y ya quieren casarse conmigo!-
-Al menos fueron propuestas de otros niños. Si fuesen adultos, estarían tras las rejas jeje-
-Además de ser de familia noble, Reina es muy bonita, por eso atrae a muchas personas…- Comenta Lisa.
Reina se lanza a abrazar a Lisa.
-¡No quiero ser bonita! ¡Tendría más paz si fuese fea! Es un fastidio que me molesten con esas propuestas asquerosas… ¡Ustedes son más lindas que yo! ¡¿Por qué nadie las molesta a ustedes?!-
-E-Esto… no creo que quieran casarse conmigo. Mis papás no aprobaran a cualquiera- Comenta Lisa mientras acaricia la cabeza de su amiga.
-Y yo no soy linda para nadie, así que, por suerte, ¡Estoy en paz! Jajajaja- Dice Luna, burlándose mientras suelta sus orejas de gatita.
-Mmm… Luna sabe cocinar y Lisa es súper inteligente… ¡Ya se! ¡Mejor me caso con ustedes dos!-
-¡¿Solo por eso?! Aaah… sí que se te ocurren ideas locas…- Dice Luna para luego suspirar.
-¿No se puede?-
-Tengo entendido que puedes casarte con quien quieras o cuantos quieras, una vez que eres mayor de edad. Aun así… no gracias, no pienso alimentar a una floja- Dice Luna, cruzada de brazos.
-Y yo no creo que mi mamá lo apruebe…- Dice Lisa.
-Buuuh… entonces mejor no me caso y ya. Morir sola me hace más feliz-Dice Reina, recostándose en el césped con los brazos y piernas extendidas, mientras hace pucheros.
-Ya te picara el bicho del amor cuando seas mayor- Dice Luna.
Reina piensa en su amigo y de como decían que querían casarse cuando fuesen adultos. Ella cree que, con él, no tendría problemas, pero no comprende si es amor lo que siente en verdad u otra cosa.
-Ojalá solo fuesen babosos los que me molestan…-
-Claro… Zack…- Dice Luna con asco.
-¿Sigue molestándote?- Pregunta Lisa.
-La otra vez…-
Regresamos unos tres días antes. Reina se encontraba rechazando otra propuesta de matrimonio de un estudiante de la escuela.
-¡Dame la oportunidad de poder ser tu esposo!-
-No. Ahora vete-
-¡P-Pero…!-
-Ya dije que no. Ya vete, no me interesas ni nunca me interesarás-
El joven que se había atrevido a proponerle matrimonio, huye humillado. No era el primero, ni tampoco sería el último.
-Jeh, esos idiotas no conocen su lugar- Dice Zack, apoyado sobre un árbol cercano.
-Tampoco te aceptaré a ti-
-Jeh, tan fría como siempre. Me gusta cómo eres ahora, antes parecías un gatito abandonado en la lluvia-
-…-
-Entiendo que me rechaces, aun soy joven para demostrarte lo que valgo. Aun así, ya doy señales de mi nivel jeje-
-…-
-Ingresé después que tú en la academia de espadachines, pero ya he avanzado más jeje-
-Bien por ti-
Zack se acerca y con un movimiento veloz, la abraza por detrás.
-Yo soy el único que sabe apreciarte bien. Me gusta tu talento, tu forma de ser y tu belleza. Tú necesitas a alguien fuerte-
-Suéltame… ¡AHORA!-
-¿Y si no lo hago?-
Reina libera su aura en un estallido de furia y golpea a Zack, sin darle tiempo a defenderse. Su actitud fue bastante brutal, siendo un milagro que no le rompiese ningún hueso.
-Más te vale que recuerdes bien mis palabras. Puedes convertirte en el héroe de todo el universo o volverte un dios supremo, que yo nunca me interesaré en ti. No me importas, nunca lo harás. Me desagradas y eso no va a cambiar. Déjame en paz o te mataré…-
-¡¡¡No pienso rendirme!!! ¡¡¡Haré que te enamores de mí!!! ¡¡¡Ya lo veras!!!-
Regresamos nuevamente al presente de la pequeña Reina, quien se encuentra junto a sus amigas.
-Reina, recuerda lo que dijo nuestro maestro. No debemos utilizar el soul energy para atacar de manera irresponsable. Apenas estamos aprendiendo a potenciar nuestra fuerza. Pudiste haberlo matado. Aunque… entiendo tu enojo…- Comenta Luna.
-Si se muere, mejor para todos. Mi abuelo evitará que me encierren jeje-
-Pensar así es peligroso, mejor solo sigue golpeándolo sin tu aura- Dice Luna.
-¿De verdad va a ser siempre así…?– Se pregunta Reina.
El tiempo avanza un gran tramo, hasta llegar al mes de Enero. Un nuevo año comienza con un verano bastante caluroso. Para este momento, Reina y Luna, ya tienen 10 años de edad.
Ambas comenzaron la academia de agentes. Y gracias a su abuelo, contaron con más ventajas que el resto. Se le asignaron a cada una, un tutor. Siendo Seelie para Reina y Logan para Luna. Ambos acompañándolas, entrenándolas y guiándolas en su camino a convertirse en agentes.
El cielo se tiñe de color naranja, la joven Reina en compañía de Seelie, se dirige a dar su reporte, pues ha realizado con éxito su primera misión. Algo simple como llevar unos documentos a diferentes localizaciones. En aquella época, quien se encargaba de administrar la zona Este, era el padre de Fredor.
-Finalmente se terminó, me llevó más tiempo del que pensaba- Dice Reina, estirando sus brazos mientras sale del edificio, tras dar su reporte.
-Felicidades por cumplir tu primera misión. ¿Qué te ha parecido?-
-Pues… no fue súper divertido, pero no estuvo mal, supongo…-
-Juju, pronto te pondrán a hacer más tareas. Irás aprendiendo mucho-
-Ugh… no queda de otra. Por cierto Seelie, no dejo de preguntarme… ¿Por qué practicas espada si usas otra arma?-
-En la academia de espadachines, también tienen cursos de otras armas, como lanzas. Me gusta la idea de dominar más armas, nunca se sabe cuándo puede serte útil. Por ejemplo, si pierdes tu espada, pero obtienes otra herramienta para defenderte, estarás en desventaja si no sabes utilizarla- Explica Seelie.
-En verdad eres grandiosa, yo sigo luchando con el maldito látigo…-
-Pero ya lo haces mejor, ya no te golpeas tanto a ti misma-
-Eso no me alegra…-
-¿Oh? Mira, quienes vienen ahí- Dice Seelie con una sonrisa.
Reina observa a su amiga Luna, quien regresa junto a Logan, tras finalizar su primera misión.
-¡Luna! ¿Cómo te fue?-
-Sin problemas jeje-
-¡Hmph! Hasta esta idiota es capaz de llevar unos cuantos paquetes- Comenta Logan.
-¡No insultes a Luna! ¡Logan feo!-
-Preocúpate por ti, pelirroja rabiosa- Contesta Logan.
-¡Sigue así y Seelie nunca te va a querer!- Grita Reina.
-¡Podrás ser la nieta del viejo, pero eso a mí no me asusta! ¡Te haré polvo sigues diciendo tonterías!- Dice Logan, pellizcando las mejillas de Reina.
-Ya, no seas rudo con una señorita- Dice Seelie.
-¡Hmph!-
-¡Avísame si se porta muy mal contigo! ¡Le diré a mi abuelo que lo encierre!-
-Jeje, ay Reinita, no te preocupes y por favor no abuses de tu poder. Además, si se propasa conmigo, le diré a mi maestro- Comenta Luna.
-Ugh…- Logan se preocupa.
-A Lucian no creo que puedas vencer- Dice Seelie en tono de burla.
Todos comienzan a reír. Entonces Luna vuelve a mirar a Reina y nota algo diferente.
-Por cierto, Reina…-
-¿Si?-
-¿Y esa ropa? ¡Te queda muy bien!-
-Jeje, estaba esperando a comenzar como agente para usarla. Es… el mismo estilo que usaba mamá. Al menos eso me han dicho…-
-Ahora que lo dices, recuerdo haber visto fotos de tu madre en su adolescencia. Ciertamente usaba ese mismo conjunto. Claro que cuando la conocimos, ya era adulta y usaba otro tipo de ropa- Comenta Seelie.
-¡Hmph! No te queda mal, agradece haber salido muy similar a tu madre- Dice Logan.
-Supongo que, a su manera, me dijo linda…-
Los días avanzan y Reina se mantiene ocupada, realizando misiones, asistiendo a clases, realizando entrenamientos. Poco a poco va avanzando con misiones sencillas.
Cierto día, se reúne con Lisa para ir a visitar a Luna, pues se sorprendieron al enterarse de que había enfermado.
-Enserio, no tenían que molestarse, estoy bien- Dice Luna, quien esta recostada en su cama.
-Pero no es normal que te enfermes, siempre estas súper sana- Dice Reina.
–Es verdad, ni siquiera te resfriaste en invierno. Por eso estamos preocupadas- Comenta Lisa con preocupación.
-Jeje… algún día tenía que pasar. Estoy bien… enserio-
Lucian se había encargado de atender a su preciada discípula y darles los cuidados necesarios. Le agradaba ver como sus amigas la visitaban y se preocupaban por ella, pero lamentablemente no estaba preparado para lo siguiente…
-¡Kyaaaaaaah!-
-¡¡¡…!!!-
Lucian se pone en alerta al escuchar el grito de las chicas. Entonces Reina y Lisa aparecen…
-¡Lucian! ¡Lucian! ¡Luna ha empeorado!-
-¡¿Qué le sucede?!-
-*Snif* Ella… ¡Comenzó a sangrar!- Grita Reina.
-¡¿Esta escupiendo sangre?!-
-*Snif* No… está sangrando en otra parte…- Dice Lisa.
-*Rubor* En… su… ¡Su parte privada!- Grita Reina.
En ese instante, como si un trueno de desesperación hubiese caído, Lucian se queda congelado, pues sabe perfectamente lo que está sucediendo. Sin embargo, sabe que sin importar que tan consciente se esté sobre el asunto, nunca podría estar lo suficientemente preparado para enfrentar ese percance.
-Ah… ya veo…-
-¡¡¡Lucian, debemos llevarla al hospital!!! ¡¡¡No te quedes ahí todo embobado!!!- Protesta Reina.
-Esto… yo… espérenme un momento…-
-¿Eh? ¿A dónde vas?-
Lucian sale al patio y llama a Agnes.
-¿Qué pasa, Lucian? Es raro que me llames…-
-Necesito a Sarah, urgentemente…-
-¿Eh? ¿Para qué?-
-Tú también puedes servir…-
-¿Ah? ¿En qué andas metido?-
-Se trata de Luna…-
-¿Qué le pasa?-
-Creo que… le llego… su… tú sabes… “La regla”-
-Mmm… ¡Ah! Ya veo, claro… tu eres inútil en este caso. De acuerdo, enviaré a Sarah para que les de la “Charla”-
-¡¡¡Lucian!!! ¡¡¡Deja de perder el tiempo!!!- Grita Reina.
-¿Esa es Reina?-
-Si… Lisa y Reina… están aquí…-
-Juju, está bien, esas dos también deben aprender sobre eso-
-Gracias…-
Como si fuese una flecha de luz, lanzada por la misma diosa, Sarah se hace presente de manera inmediata.
-Muchas gracias por venir- Dice Lucian, todo aliviado.
-¡No te preocupes, yo me encargo de todo! Ahora vete a dar una vuelta por unas horas-
-¿Eh?-
-¡Tendré una charla muy importante de chicas! ¡¿De verdad pretendes que las niñas se sientan cómodas contigo dando vueltas por la casa?! ¡Vete!-
-¡S-Si! ¡Tienes razón! Las dejo a tu cuidado-
-Jeje, no te preocupes-
Lucian se marcha de su hogar, aliviado de no tener que encargarse de un tema tan delicado y del que nunca podría estar preparado para tratar, dada la naturaleza de su personalidad.
Las chicas se sorprenden de ver a Sarah.
-¿Hermana? ¿Qué haces aquí?-
-¿Eh? ¿A dónde se fue Lucian? ¡¿Acaso escapó?!- Grita Reina.
-Claro que no, me dejó a cargo-
-¿Vas a cuidar a Luna?- Pregunta Lisa.
-Además de eso, tengo que hablar de un tema muy serio con ustedes tres-
Reina y Lisa se miraron, pues estaban confundidas. Entonces la tarde fue avanzando, a medida que Sarah les explicaba todo lo que debían saber sobre los cambios que se producen en el cuerpo. Algo que dejo bastante espantadas a las niñas.
-¿E-Entonces vamos a sangrar sin parar, a partir de ahora? ¡¿Y siempre por ahí?!- Pregunta Reina con terror.
-No vas a morir desangrada. Sucederá una vez por mes. Es inevitable, todas pasamos por lo mismo- Explica Sarah.
-¿Hasta cuándo dura eso…?- Pregunta Luna.
-Mm… aproximadamente… a los 45 o 50, por ahí. Aunque ya que ustedes usan S.E, la juventud de su cuerpo durará más, por lo que podría extenderse el ciclo, pero no estoy segura-
-¡¿Tanto?! ¡¡¡Qué tortura!!!- Grita Reina.
-Hermana… ¿No hay forma de evitarlo?- Pregunta Lisa con ojitos tristes.
-Temo que no, es algo con lo que deberemos lidiar, así que deberán utilizar eso que les dije. ¡Pero véanlo de esta manera! Cada vez que les llegue, significará que no están embarazadas jeje-
-¡¿Quiere decir que en cualquier momento esta cosa puede fallar y quedaremos embarazadas?! ¡¡¡No quiero ser mamá!!! ¡¡¡Soy muy joven!!!- Grita Reina.
-Sangrar o ser madre… que destino terrible…- Dice Luna.
-¡Mamá se va enojar mucho si tengo un hijo! ¡¡¡Hiiii!!!- Dice Lisa.
Las chicas se asustan y se abrazan, para luego temblar como gatitos en clima helado.
-Ah… veo que me falto una parte importante del rompecabezas. Ni modo… tendré que explicarles cómo funciona todo realmente…-
Sarah les explica sobre el milagro de la vida. Demostrando que no es tan milagroso y es más un proceso físico con su lógica. Y al igual que con el tema anterior, las pequeñas vuelven a quedar aterradas.
-S-Sarah… quiero… saber si… lo he entendido bien…- Dice Reina con un rostro amargo.
-¿Mm?-
-Entonces… para ser mamá… debemos dejar que un chico meta su… en nuestra… y liberar algo que no es orina…-
-Ya te dije que se llama…-
-¡¡¡NO QUIERO!!! ¡¡¡DEFINITIVAMENTE NO QUIERO HACER ALGO TAN HORRENDO!!!-
-¡¡¡Hiii!!! ¡Hermanita, Luna se desmayó!-
-Ay… estas niñas…-
-¡Tiene que haber un método más lindo! ¿Qué hay de contratar una cigüeña?- Dice Reina.
-Eso no existe…-
-¡Tiene que existir!-
-Chicas… todas nacimos con el mismo método, es algo natural…-
-¡No! ¡Mis padres no hicieron ese tipo de cosas! Yo… ¡Yo nací de un repollo que ellos mismos plantaron!- Grita Reina.
-*Suspiro* Las tonterías que se le ocurren a esta chica. Miren, se que nadie quiere pensar en sus padres haciendo tales cosas, pero es un hecho que así sucedió para que estemos hoy día aquí. Por otro lado, es normal que sientan miedo y rechazo a ese tema, son niñas-
-No creo que algo así me guste alguna vez…- Dice Reina.
-A medida que vayan creciendo, comenzaran a sentir curiosidad y deseo por actos sexuales. ¡Pero eso sí! ¡Les prohíbo que hagan tales cosas antes de los 18 años! ¡¿Esta claro?! O enfrentaran mi enojo y el de Agnes-
-Descuida, no lo haremos- Dicen las tres con expresión de repulsión.
-Jeje, estas niñas son tan tiernas e inocentes- Dice Sarah, sonriendo.
-Hermana… ¿Tu ya hiciste… eso?- Pregunta Lisa, toda nerviosa.
-¿Eh? No, aun no. Pero no siento tanto rechazo a la idea como ustedes jeje. Aunque sigo siendo joven para eso y no quiero enfurecer a Agnes. ¡Hay que ser responsables! ¿Entendieron, hermanitas?-
La pobre Reina quedo bastante espantada. No fue capaz de dejar de pensar en todo ese asunto durante el resto del día. Al llegar a su casa y encerrarse en su cuarto, se acostó en su cama, debido a que tenía el cerebro frito.
-Entonces… si quería tener hijos con Zero… ¿Íbamos a tener que…?-
Reina se cubre el rostro y comienza a zapatear fuerte.
-No quiero hacer eso, pero… ¿Con Zero podría? Mmm… quizás… no habría problema… ¡No! ¡No! ¡Es demasiado vergonzoso!-
Reina vuelve a zapatear y luego da giros como un tronco.
-Mmm… aunque… tendría que verle su…-
Reina vuelve a sacudirse por toda la cama.
-¡¿Qué estoy pensando?! ¡No puedo tener curiosidad por algo así!-
Reina abraza fuerte su almohada y mira al techo.
-Bueno, quizás Zero sea la excepción… lo pensaré más adelante, ¡Pero es un hecho que no pienso hacer eso con otros! ¡No dejaré que me toquen esos babosos asquerosos! ¡Todos apestan menos Zero! ¡Hmph!-
Al comenzar a anochecer, Lucian regreso a casa. Tras agradecerle a Sarah por todo, se dedico a cuidar a Luna.
-Maestro, ya me encuentro mucho mejor-
-Aun así, no te levantes de la cama…-
-Admito que la cabeza aun me da vueltas por haber aprendido tanto jeje-
-…-
-Reina me dijo que puso una cara chistosa en cuanto supo lo que me pasaba, ¿Es cierto?-
-Admito que me tomó por sorpresa. Honestamente… me hubiese gustado que Sonia se encargase de ese tema…-
-Jeje… no está hecho para asuntos femeninos-
-…-
-¿Qué sucede? Lo noto algo triste-
Lucian, quien se encuentra sentado en una silla, junto a la cama donde esta recostada su preciada discípula, estira su brazo para acariciarle la cabeza.
-Todo este asunto… me hizo recordar que estas creciendo. Estas iniciando el camino para convertirte en una mujer-
-*Rubor* Maestro-
-El tiempo avanza aunque no lo notemos. Se siente lejana la época en que nos conocimos-
-Jeje, ¿Le da miedo que crezca y tenga novio?-
-¡¡¡…!!!-
-Parece que sí, jiji-
-*Suspiro* No estoy en contra… de eso…-
-¿Seguro? Jeje-
-Aunque… deberá ser capaz de derrotarme para que yo lo acepte…-
-¡Pff! En verdad es celoso, maestro. ¿Entonces debo enamorarme de un súper guerrero? Porque no me deja muchas opciones jajaja-
-Mmm…-
-Descuide, no me consideran bonita y como no tengo origen noble, nadie se interesa en mi jeje-
-¡Hmph! El mundo no está compuesto solamente por idiotas de familias nobles. Encontrarás a alguien que sepa valorarte por quien eres y no por tu origen. Sin duda te volverás mucho más linda y llamarás la atención-
-Jeje, ¿Eso cree?-
-Si-
-Juju, Maestro, es una pena que no muestre más seguido su lado tierno. De esa manera no causaría tanto miedo-
-…-
-¡No se preocupe! Por ahora no me interesa el romance jeje-
-Solo… solo quiero que seas feliz-
-Gracias maestro, pero no se olvide de usted mismo-
-Mientras estés bien, yo estaré bien-
Una hermosa escena, que no solo refleja el aprecio y respeto entre un maestro y su discípula. Sino también el amor de un padre hacia su hija.
Los días avanzan y con ello, nuevas misiones aguardan para Reina Alcott.
-¡Qué bueno verte recuperada, Luna!- Dice Reina con felicidad.
-Finalmente vuelvo a estar en plena forma-
-Ugh… tengo miedo de que en cualquier momento me agarre eso…-
-Jeje, no te mentiré, te sentirás bastante mal, pero no es el fin del mundo-
-No estás ayudando a que tenga menos miedo…-
-Juju, es inevitable, es parte de crecer, Reinita- Comenta Seelie.
-*Suspiro* ¿Acaso la vida se puede poner peor…?-
Como si el destino quisiera jugarle una broma, Reina y Luna participarían juntas en una misión, pero no serian las únicas, pues tres jovencitas se les unieron.
-¡Volvemos a vernos Reina Alcott! ¡Esta vez trabajaremos juntas! Jojojo- Dice Trisha.
-¡Hola Reinita! ¡Sigamos llevándonos bien! Juju- Dice Satella
-¡¿Qué hacen ellas aquí?!-
-Pues todas ustedes son novatas bastante prometedoras, así que decidieron que trabajen juntas- Explica Seelie.
-¡¡¡Tienes que ser una broma!!!- Protesta Reina.
-Ellas son las chicas de la academia de espadachines, ¿Cierto?- Pregunta Luna.
-Si… y ten cuidado con la verdecita de ahí… ¡Esta loca!-
-Puede ser juju- Afirma Satella.
-¡¿Lo ves?!-
-Te está siguiendo el juego. Yo juzgare si está loca o no- Dice Luna.
-¡Tienes que creerme!-
-¡Mucho gusto! Me llamo Luna Araciel, soy la mejor amiga de Reina. Por cierto, ella me habló mucho de ustedes, dice que son sus preciadas compañeras de espadas!- Dice Luna, liberando su aura felina para molestar a Reina.
-¡¿Cuándo dije eso?!-
-¡Jojojo! ¡No me sorprende! ¡Los rivales se deben apreciar!- Dice Trisha con alegría.
-Juju, yo también te quiero mucho, Reinita- Dice Satella.
-¡Nunca dije que las apreciara! ¡Hmph!-
-¿Cuál será nuestro trabajo?- Pregunta Tiara.
-Trabajaran en una lavandería y luego en un restaurante realizando tareas de limpieza- Explica Seelie.
-¿Y eso de que nos sirve para ser agente…?- Pregunta Reina, algo escéptica.
-Te servirá para ser mas disciplinada, ordenada, tener experiencia laboral y aprender adaptar el rol de una simple empleada. Los agentes debemos fingir diferentes roles para llevar a cabo misiones- Explica Seelie.
-Entiendo…-
Y así, las chicas iniciaron su misión. Reina no lo tuvo sencillo, tenía dificultades para dominar las tareas que le fueron asignadas. No solo sufría la presión por miedo a fracasar, sino también por soportar como Trisha la desafiaba a cada rato o Satella se le adelantaba, cosa que hería su orgullo.
Durante una semana, trabajaron en los mismos dos lugares, realizando las mismas tareas.
-¡Voy a volverme loca! ¡No quiero lavar mas prendas o platos!- Grita Reina.
-¡Jojojo! Admito que resultó ser un desafío más difícil de lo que esperaba…- Dice Trisha, igual de agotada que Reina.
-Si ya se sienten derrotadas por algo como esto, ¿Cómo esperan llegar a ser agentes de rango alto?- Comenta Tiara.
-Oye Satella… ¿Cómo es que estas tan fresca? ¿Cómo no te cansas?- Pregunta Trisha.
-Juju, es que verlas sufrir, me da energía-
-¡¡¡Maldito monstruo!!!- Grita Reina.
-Jiji- Satella solo sonríe.
-Por otro lado, no hay duda de que Luna es quien mejor lo lleva-
-Es cierto, su ritmo es impecable, he de admitir- Dice Trisha.
-¿Oh? Estoy acostumbrada a las tareas de limpieza. Mi maestro y yo, nos repartimos las tareas para asegurarnos de que la casa siempre este ordenada y limpia- Explica Luna.
-Sin duda va a ser una excelente esposa- Dice Trisha.
-Hasta tengo deseos de que sea la mía…- Dice Reina.
La semana finaliza y Seelie, quien las estuvo supervisando todo el tiempo, se encarga de dar su veredicto.
-Todas hicieron un buen trabajo, las felicito-
-¡Muchas gracias!- Dicen todas al mismo tiempo.
-Ahora quiero evaluar el desempeño de cada una. Luna y Tiara, ambas lo hicieron muy bien. El ritmo, concentración y presentación, todo lo hicieron de manera impecable.
Satella, si no te enfocaras tanto en Reina y Trisha, pienso que podrías haberlo hecho mejor. Sin embargo, tu desempeño no fue para nada malo.
Trisha y Reina, se nota que tienen dificultades para este tipo de tareas, pero aprenden de sus errores y de la repetición constante. Iniciaron más lentas que las demás, pero lograron alcanzar el ritmo y realizar un trabajo impecable. Son chicas muy responsables- Comenta Seelie.
Reina no sentía envidia por su preciada amiga, al demostrar ser más talentosa. De hecho, con cada logro y avance, ella la admiraba y respetaba cada vez más, convirtiéndose en un modelo a seguir. Pues Luna además de habilidad y fuerza, también demostraba tener más madurez.
A pesar del duro trabajo de las misiones, de los intentos de conquista de otros agentes novatos, de los acosos de Zack y los desafíos de Trisha. Reina había logra un equilibrio mental para poder sobrellevar toda esa rutina, al punto de ya no estresarse tanto.
Su corazón se fortalecía, aunque su alegría poco a poco disminuía, siendo la fuente de energía que restauraba su sonrisa, la compañía de sus amigas, su hermana Sarah y su maestra Seelie.
Sin embargo, pronto ocurriría una tragedia que afectaría aquel estatus quo que ya había asimilado.
Un evento que sacudiría los cimientos de su vida. Un cambio que dejaría una gran herida en todos, principalmente en…
El día iniciaba como cualquier otro, sin embargo, Reina se sentía extraña, como que algo andaba mal.
Por cosas del destino, aquel día no tenia misiones que realizar, tampoco entrenamientos o asistir a clases. Era un día libre, pero a pesar de ello, se sentía intranquila…
-Deberías ir a ver a tu amiga…-
Fueron las palabras que su abuelo le dijo, antes de marcharse de la mansión. Se lo veía serio y bastante tenso, como si algo malo hubiese pasado. Salió a toda prisa y se subió a un vehículo.
Era un hombre ocupado, debido a su cargo, pero en todos estos años, Reina jamás lo había visto con esa expresión tan alarmante.
Decidió seguir a su corazón e ir a visitar a Luna. Al llegar, noto la casa extraña, ya desde el exterior. Era como si se viese más gris, más vacía…
Su corazón comenzó a latir fuerte y decidió entrar sin permiso. Todo estaba silencioso…
-¡Luna! ¿Dónde estás?-
Solo silencio…
Reina comenzaba a preocuparse. No había signos de desorden o destrucción, todo estaba impecable como siempre. Pero algo malo ocurría, podía sentirlo…
Entonces escuchó un sonido que provenía del dojo. Dio la vuelta por el jardín y entonces vio a Luna, de rodillas en el suelo…
-¡Luna!-
-…-
-¿Luna…? ¿Qué pasa…?-
-*Snif* Reina…-
-¿Qué sucede…?-
Luna voltea lentamente a mirarla, mostrando un rostro lleno de lágrimas, tristeza y desesperación. Un rostro que nunca antes había visto en ella…
Un rostro… como el que ella tuvo cuando lo perdió todo…
-*Snif* Mi maestro… *Snif* Se fue…-
-¿Eh?-
Fue sin aviso…
Sin despedida…
Sin ninguna señal de lo que pretendía hacer…
El cariño de Lucian hacia Luna, nunca cambió. Nunca disminuyo…
Se despidieron con un “Hasta mañana”, como de costumbre…
Se hicieron promesas simples como de costumbre…
Sin embargo, Lucian lo abandonó todo… dejando un único y simple mensaje en un papel…
“Adiós para siempre. Vive tu vida y olvídate de mí”
Aquel día fue todo un revuelo. La base se puso en alerta, intentando encontrar al desertor, sin éxito…
Su huida había sido impecable. Tan impecable que hasta sospechaban que alguien pudo haberlo ayudado. ¿Pero quién?
Reina y Lisa, se quedaron con Luna, haciéndole compañía.
Aquella chica tan radiante, tan fuerte, tan talentosa…
Ahora se veía tan vulnerable, tan frágil, tan rota…
Luna Araciel se había quedado sola. De nuevo ya no contaba con su familia…
Reina tomó la decisión de vivir un tiempo con ella. Lisa deseaba hacer lo mismo, pero sus padres no se lo permitieron.
Era la segunda vez que Reina experimentaba ver como un ser querido se quebraba de esa manera. La primera vez fue con Zero, cuando lo vio llorar una vez, tras un malentendido con su padre, Ilhan.
De nuevo siente esa angustia, ese dolor que quema como una llamarada cruel. Ver a su amiga en ese estado, le resulta demasiado doloroso.
Luna había perdido el brillo en sus ojos. Su mirada estaba perdida y no estaba plenamente consciente, quedando atrapada en un bucle de dolor infinito…
-No quiero estar sola… por favor… Maestro… no me deje sola…-
-Luna…-
Reina se acerca y le da un abrazo por detrás. Le desespera no saber qué hacer para devolverle su luz. Le aterra llegar a la conclusión de que nada puede hacer por ella…
Nadie puede curar su dolor…
-No quiero estar sola… me da miedo…-
-…-
-No quiero volver a esas calles oscuras… a esas miradas feas…-
-…-
-No puedo… no puedo avanzar más… sola no… ya no…-
-…-
-Lucian… Sonia… no me dejen sola…-
-…-
-Mamá… no me dejes…-
Reina no se apartó de su amiga, abrazándola en todo momento, durmiendo junto a ella, alimentándola, ayudándola a bañarse, etc. No había mucho que hacer, simplemente estar ahí para que no se sintiera sola.
Reina se había percatado de que Luna mencionaba a su madre. No se trataba de Sonia, la pareja de Lucian, quien también cuido de ella. Era claro que se refería a su madre biológica, demostrando que aun la recuerda.
-No me había puesto a pensar… que hay mucho que desconozco de Luna. Sé que vino del mundo exterior, que la encontraron Lucian y Sonia, adoptándola. ¿Pero como era su vida antes de ello? ¿Realmente lo recuerda? Ella llegó aquí como un año antes de que yo conociera a Zero, lo cual, significa que era muy pequeña…-
Reina sentía dolor y vergüenza por no saber sobre su amiga. ¿Estaba bien decir que la aprecia mucho, cuando sabe tan poco?
-Luna es Luna, una persona con un gran corazón, con mucho talento y fuerza. No necesito saber su pasado para entender eso. Yo siempre la voy a querer-
Poco a poco, Luna iba dando señales de recuperarse. Su mirada dejo de estar tan perdida, comenzando a hablarle levemente a Reina, viéndola a la cara. Sus ojos aun no recuperaban su brillo, pero eran un enorme avance. Al menos, así quería creerlo.
Lisa y Sarah, estuvieron presentes, acompañándola, siempre que les fue posible. Incluso Seelie y Logan estaban preocupados.
-Logan… por favor entiende que Luna… estará un tiempo inactiva y…-
-Puede tomarse todo el tiempo del mundo, si con ello nos asegura que recuperará sus ánimos. Mientras tanto… yo buscaré a ese malnacido y lo traeré de vuelta, aunque deba hacer arrastrándolo…- Comenta Logan, con enojo.
-Logan…-
Reina se sorprende, pues esperaba que se pusiera salvaje y ordenase que Luna volviera a seguir su entrenamiento para ser agente, ignorando su dolor. Pero no fue así, se mostró comprensivo.
-Puede que Logan no tenga el mejor comportamiento, a la hora de tratar con otras personas, pero eso no quiere decir que no se preocupe o no aprecie a los demás. De hecho, las aprecia mucho, por eso está muy enfadado con Lucian…- Explica Seelie.
-Jeh… supongo que no puedo criticarlo demasiado, yo no soy mucho mejor al tratar con el resto del mundo…-
Quizás era fría con quienes eran ajenos a su entorno, pero con sus seres queridos, demostraba ser alguien con un amor muy cálido. Y fue ese tipo de amor, lo que fue sanando el corazón de Luna.
Cierta noche, ella finalmente comenzó a hablar nuevamente, saliendo de ese bucle de repetir las mismas frases.
-Reina…-
-¿Si…?-
Sentada en la cama, abrazando sus piernas y mirando fijo hacia adelante…
-¿Qué debo hacer ahora…? ¿Cómo se supone… que debo vivir…?-
-…-
-Ya… no se qué debo hacer…-
-…-
-¿Te sentiste así… cuando…?-
-Si-
-¿Cómo pudiste… seguir adelante…?-
-Encontrando un objetivo-
-¿Un objetivo…? ¿Qué es lo que quieres…?-
-Yo… quiero ser fuerte, para poder pelear y evitar que me quiten lo que aprecio-
-…-
-Suena cursi, lo sé, pero eso es lo que quiero. Perdí cosas importantes sin poder hacer nada, porque era una niña débil e ignorante-
-Entiendo…-
-Luna…-
-…-
-Continua con tu formación para ser agente…-
-¿Por qué…?-
-Quieres respuestas, ¿Cierto?-
-¡…!-
-Busca a Lucian… averigua que motivos tuvo para irse-
-…-
-No aceptas el no saberlo, ¿Verdad?-
-No…-
-Entonces continúa fortaleciéndote. Sé que duele, pero es el único camino-
-…-
-¡Busca a Lucian! Por supuesto que Lisa y yo, te ayudaremos-
-Buscar… a mi maestro…-
Reina lo había notado. La mirada Luna, había recuperado un poco de brillo.
Tener un objetivo hace que vuelvas a ponerte de pie. Provoca que una nueva esperanza pueda nacer. Le da sentido a tu existencia. Eso fue lo que pensó Reina al ver a su amiga.
Se acerca a su amiga y le brinda un cálido abrazo.
-No importa cuánto se tarde, ya verás que lo encontraremos-
-Si…-
————————————————–
[Presente]
[Zero]
-Tras aquella noche, los siguientes días, Luna fue recuperándose de manera muy notoria. Una vez que recupero el brillo en sus ojos y la seguridad en su rostro, me dijo que no hacía falta que viviera con ella. Yo le dije que no tenía problemas, pero insistió en vivir sola, pues quería superar su miedo y dolor a la soledad-
-…-
-Aun así, era claro que una gran herida había quedado en su corazón, dejando una grieta imborrable…-
-…-
-Pero Luna es fuerte, por eso la admiro tanto-
-Jeh…-
-¿Mm? ¿En qué piensas?-
-Así como tu cuidaste de ella cuando se encontraba totalmente perdida. Fue como cuidó de mi cuando estaba destrozado por la muerte de Seraphine. Por eso entiendo bien la situación-
-Ya veo jeje-
-Yo también admiro a Luna. No solo eso, la aprecio con todo mi corazón. Por eso… quisiera poder ser más fuerte, para ayudarla con su asunto con Lucian. Bueno… digamos que quedé algo involucrado… al haberlo enfrentado…-
-Supongo que es verdad…-
Según lo que me ha contado Reina, se notaba que Lucian era alguien bastante serio y seco, pero también muy amable. No daba señales de ser alguien malvado, de lo contrario, Reina hubiese desconfiado de él. Ella se abrió y respetó a pocas personas…
Pero… la persona que yo vi… no era para nada a quien me describieron…
Su mirada era tan fría como el hielo más aterrador. No sentí ni una pizca de bondad al verlo…
Aunque… sí que note como un aura de sabiduría, por así decirlo. No sé, fue extraño…
Si se hubiese cruzado con Luna… ¿La habría atacado…?
Bueno… sea como sea, no pienso perdonarle el hecho de que la hizo sufrir, aunque tenga una buena excusa.
¡Nada justifica lastimar a Luna!
==FIN DEL CAPITULO==
Comments for chapter "9-10"
QUE TE PARECIÓ?