The Lost Crystallus - 9-16

Cuando cae la noche, la ciudad muestra su otra cara. Las luces se encienden, danzan y cambian de color, como un ritual para llamar a todos aquellos que ansían despejar sus mentes, olvidar sus rutinas diarias y solo divertirse.

Sin embargo, como regla inevitable, donde hay luz, hay sombra. Donde hay diversión también existe otra diversión.

La juventud se divierte, danza, ríe, bebe y trata de amar. Pero al mismo tiempo, algunos objetos intrusos, se cuelan en las fiestas…

Distintas sombras reparten semillas del mal que infectan poco a poco la juventud…

Pero existen guardianes de la noche que persiguen aquellas sombras, en busca de la justicia, en busca de la verdad…

Una de las tantas sombras, se cuela por un callejón, sin embargo recibe la visita inesperada de un muchacho de cabello blanco, quien se acerca por detrás y le rodea el cuello con su brazo, como si fuese un gesto de amistad.

-¡Hola señorito encapuchado! ¿Qué juguetes llevas ahí?-

-¡¡¡…!!!-

-Oye, oye… esas bolsitas son algo que los niños no deben ver. Muy mal amigo-

-¡¡¡…!!!-

 

La sombra tiembla, desea huir, pero no puede, su cuerpo está paralizado por el miedo…

-Oye… ¿Por qué no me llevas a tu cueva? Me interesa mucho conocer a las otras ratas. Hazlo y prometo solo romperte los huesos de la parte superior de tu cuerpo-

-¡¡¡…!!!-

 

En un sitio oscuro y poco higiénico, unas cuantas sombras están reunidas, sonriendo al ver tanto papel verde en sus manos. Sin embargo, todo cambia cuando la puerta principal cae, provocando un estruendo tan fuerte como si la peor tormenta hubiese azotado la ciudad.

Los guardianes de la noche irrumpen para acorralar a las sombras…

-¡Atrápenlos a todos! ¡No dejen escapar ni a uno! ¡Rómpanles las piernas primero, de esa forma ya no podrán escapar!-

 

Todos le obedecen, las sombras son reducidas y la justicia goza de una pequeña sonrisa de victoria en esta noche…

El joven de cabello blanco, sonríe satisfecho por el éxito de su trabajo. Mientras se llevan a todas las sombras, una joven de cabello rojo se le acerca.

-Esa sonrisa tuya, me hace pensar que eres un villano mas. Sin mencionar tu actitud…-

-Jeh, puedes cuestionar mis métodos pero no mis resultados, Reina-

-Trata de no convertir al resto en violentos salvajes…-

-No podemos ser blandos con este tipo de ratas, lo sabes bien. Y a estos agentes les hace falta más coraje, más dureza-

-*Suspiro* Si tu lo dices…-

-En fin, la operación fue exitosa. ¿Qué te parece ir a tomar algo para celebrar?-

-No. Me voy a dormir-

-Jeje, siempre tan fría-

 

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[Presente]

[Zero]

En este punto de su historia, estábamos aproximadamente a dos años de volver a vernos. Me sorprende saber que ella se encontraba tan cerca de mí…

-Ancardia había detectado un incremento bastante llamativo de delincuencia en la ciudad. No solo eso, algunas bandas mafiosas comenzaban a coordinar, repartiendo su trabajo de manera pacífica.

Cuando la situación parecía no poder empeorar, de pronto varios agentes comenzaron desaparecer o ser asesinados. Es por eso que me enviaron junto con Zack…-

-…-

-Los agentes que quedaban, comenzaban a sentir miedo y la investigación estaba quedándose en un punto muerto. Necesitaban que se les suba la moral y al parecer, yo era capaz de causar eso…-

-Bueno, tienes tu fama…-

-Lo sé, pero no iba a bastar con solo estar allí. Ósea… tenía que guiarlos, decirles algo que los inspirase, pero no me creía capaz…-

-Entiendo…-

-Zack los entrenaba como soldados. Los motivaba con su rudeza y siempre iba al frente en las misiones, para ser un ejemplo. Aunque a veces su salvajismo se pasaba de la raya…-

-Oye Reina… lo que sucedía en la ciudad…-

-Sí, era el comienzo de todo aquello que tú luego enfrentaste. La chica de la máscara…-

-Era la mayor de esos que se hacían llamar Mosqueteros-

-Drogas muy peligrosas estaban circulando por todas partes. Causaban una adicción potente y causaba una muerte bastante inmediata. Pero tengo entendido que cuando tú los enfrentaste, la droga que había, era diferentes. Al menos no mataba tan rápido…-

-Estaban experimentando con las personas, hasta que lograron mejorar la formula. Nobu continuó con el negocio de su hermana…-

-Sí que eran una familia horrenda… ¿Cómo puede haber tanta maldad en un corazón?- Se cuestiona Reina.

-Mmm… en tu relato, mencionaste que la chica enmascarada, daba a entender que provenía de un lugar bastante horrendo-

-Si…-

-¿Sabes cuál es?-

-Pues… no realmente… nunca me enfoque en averiguar eso…-

-…-

-*Rubor* ¡L-Lo sé! ¡Es poco profesional de mi parte! Lo siento…-

-¿Eh? No te estoy acusando de nada. Relájate Reinita- Le digo mientras acaricio su cabeza.

-*Rubor* ¿Entonces en que pensabas?-

-Cuando comenzamos a investigar sobre los Mosqueteros, Iván menciono que provenían de “Euranasia”-

-¿Eura que…?-

-Lo único que se, es que es un lugar muy peligroso. Aunque lo más curioso, es que Luna se alteró bastante al escuchar ese nombre…-

-¿Luna?-

-Fue raro… quizás… ¿Tenga que ver con su lugar de origen?-

-Ni idea… la realidad es que ni Lisa ni yo, sabemos mucho sobre su vida antes de Ancardia. Sentimos que… si ella no lo cuenta, no la presionaremos…-

-Lo entiendo. Yo tampoco insistiré en ello, lo que menos quiero es hacerla sentir triste…-

-Jeje, eres tan bueno con ella, me gusta eso-

-*Rubor* ¿Eh?-

-Continuaré relatando-

 

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La llegada de Reina y Zack, trajo esperanza, elevó la moral y tras tantos operativos exitosos, la mirada de los agentes había cambiado.

Reina camina por los pasillos del hotel, allí todo el mundo voltea a verla con una sonrisa y a saludarla con respeto. Sin embargo, esto le resulta extraño y algo incomodo, pues no siente que haya hecho mucho para ser tratada así.

-Antes todos me miraban con admiración, pero era solo interés. Esta vez es diferente, reconocen mis habilidades, sin embargo no deja de ser incomodo. Simplemente hice lo básico que había que hacer… ¿Por qué me tratan tan bien, si me mantengo distante?-

 

Reina le encontraba más sentido que admirasen a Zack, ya que el si se acercaba a todos, los instruía y entrenaba para volverlos más fuertes.

-¡Señorita Alcott! ¿Le gustaría almorzar con nosotros?-

 

De pronto un grupo de agentes, de más edad que ella, le invitan a comer en el comedor del hotel. Este gesto le toma por sorpresa, sin embargo, opta por aceptar, por más incomodo que le resulte, pues quiere intentar una postura diferente.

-¡Es usted muy grandiosa! Sorprende que sea más joven que nosotros, sin ofender jeje- Dice uno de los agentes.

-No hay problema…-

-¡Es tan linda y tan valiente! ¡Me encanta esa espada que lleva! Tiene un color muy bonito- Dice una agente.

-¿Por qué el filo es verde? ¿Le gusta ese color?-

-*Rubor* Si, me agrada el verde. Y sobre que mi espada sea así, es porque mi madre usaba una igual… no lo sé, me pareció bonita…-

-¡Oh! ¡Es cierto! ¡Leí que la agente Lynette, utilizaba una hermosa espada con filo verde! Creo que llamaban la “Rosa Esmeralda”-

-…- Reina se queda pensativa, pues aquellas personas saben más de su madre lo que ella sabe.

-¡Linda manera de rendirle homenaje! ¿Tu espada lleva nombre?-

-*Rubor* J-Jardín Esmeralda…-

-¡Cool! ¡Ya quiero poder tener armas personalizadas! Jeje-

 

Reina no estaba acostumbrada a socializar demasiado con otros que no fuesen Luna, Lisa y Sarah. Sin embargo, esta experiencia no le resulto desagradable, aunque aún se sentía un poco incomoda.

No les desagradaban los agentes de la ciudad, se esforzaban mucho y ella respetaba eso. No tenía demasiado interés en vincularse mucho con ellos. En cambio, se esforzaría para protegerlos y encontrar la raíz oscura que tantos problemas le está causando a Ancardia.

 

La joven Alcott se quedaba hasta tarde, analizando informes y otros documentos. Al igual que Zack, iba al frente en cada ataque para desmantelar bandas criminales. Organizaba reuniones con los demás jefes de zona para planear estrategias e ir estableciendo un mapa con conexiones para llegar a quién está detrás de tantas bandas y mafias. Un trabajo que poco a poco comenzaba a mostrar resultados favorables.

Durante la noche, Reina y Zack observan nuevamente la ciudad desde lo alto del hotel. Ambos pensando sobre todo lo que han hecho hasta ahora.

-Tras tanta investigación y operaciones de desmantelar bandas criminales, finalmente siento que estamos acercándonos al origen de todo- Comenta la pelirroja.

-Todo apunta a una persona en la cima, pero yo sigo preguntándome, ¿Quién esta más arriba? Porque dudo que alguien pueda crear un imperio tan asqueroso de la nada y sostenerlo. No, algo no cuadra aquí…- Comenta Zack.

-Tienes razón en lo que dices, aun se nos escapan detalles, ¿De dónde sacaron los materiales para sintetizar esa droga? ¿Cómo lograron unificar tantas mafias? ¿Cómo le convencieron para que exista un orden en el bajo mundo?- Se cuestiona la joven.

-Supongo que obtendremos eso de la propia lengua del villano principal, me asegurare de no cortársela a la primera-

-Siempre tan tierno… ¿Nadie te dijo que ese salvajismo es preocupante?-

-Jeje, ¿Qué dices? Tú no eres mucho más santa-

-¿Eh?-

-Tú también te crees superior al resto. Lo cual está bien, porque lo eres-

-¿A qué te refieres…?-

-Cuando peleas, presentas una mirada filosa y siniestra. Lo demuestras perfectamente cuando peleas. Te mantienes alejada del resto de agentes, mirándolos desde lejos, dejando en claro que son inferiores-

-¡Yo no…!-

-No te alteres, está bien lo que haces. Eres una agente de nivel 10, sin mencionar tu origen. Todo lo que tú eres, te pone por encima de todos estos agentes comunes-

-…-

-Solo míralos, estaban cagados de miedo, pero con nuestra presencia y guía, supieron encontrar valor y utilidad. Nosotros pusimos orden-

-¿De verdad no sentiste nada al interactuar tanto con ellos? ¿Esa admiración que te ganaste, no significa nada?-

-Hice lo que tenía que hacer, demostrarles mi verdadera fuerza e instruirlos para que dejen de ser inútiles. Su admiración hacia mí es lo mínimo que podía esperar-

-*Suspiro* Nunca vas a cambiar…-

-¿Y tú que sientes sobre ellos? No te he visto hablar demasiado con alguno, salvo de modo profesional. En vez de atacarme, piensa en si realmente no te crees superior al resto-

-Yo… no soy como tu…-

-Jeh, ¿Será realmente así…?- Dice Zack, acercándose a ella para hablarle al oído.

-Aléjate de mi… ¡Me voy a dormir! ¡Hablar contigo me agota demasiado!-

 

Reina se sintió furiosa, se repetía una y otra vez que ella no era como Zack. Y tales pensamientos le atormentaron por muchos días.

Si intentaba interactuar mas con los demás, ¿Era solo para demostrar que Zack se equivoca o porque realmente le interesan los demás?

¿Qué opina realmente del resto de agentes? ¿Se siente superior por ser de nivel 10?

-Yo no me siento superior a nadie… simplemente quiero… cumplir mis propios objetivos en paz…-

 

A la hora de trabajar profesionalmente, Reina y Zack colaboraban sin problemas. Su manera de trabajar en equipo era impecable, como si hubiesen nacido para estar juntos. Pero cuando interactuaban en su tiempo libre, siempre chocaban. Reina lo odiaba…

Odiaba su forma de hablar…

Odiaba su sonrisa…

Odiaba su actitud…

Odiaba verlo…

 

Zack nunca dejo de mirarla de una forma que dejaba en claro que deseaba poseerla. Y a medida que pasaron los años, esto no hizo más que aumentar.

Para Zack, ella era el premio más valioso y atractivo que existía…

Y no iba a renunciar tan fácil a poseerla…

 

Tras dos meses de investigación y de limpiar a la ciudad de una gran cantidad de bandas criminales, finalmente habían dado con la ubicación del origen de toda la oscuridad de la Ciudad Capital.

La información apuntaba a que la guarida se encontraba en un complejo de edificios en construcción, que en realidad estaban abandonados desde hace años. Un sitio no muy alejado de una zona comercial, llena de restaurantes, cines, etc. Lugar ideal para distribuir sus mercancías diabólicas.

Afortunadamente para Reina, aquel complejo era una zona despejada de personas, en especial de noche, pues nadie quería acercarse o pasar por allí, pues ya se rumoreaba que allí sucedían cosas turbias. Esto facilitaba organizar un ataque sin involucrare inocentes.

La operación consistiría en un asalto directo durante la noche. Reina y Zack, comandarían a un grupo bastante numerado de agentes, pues el sitio se encontraba bastante poblado y bien armado.

-¡Atención todos! ¡Esta noche se acaba todo! ¡Aquel mal que tanto terror les causó y que a tantos compañeros se llevó, por fin caerá!

¡No es momento de dudar! ¡Les prohíbo sentir miedo! ¡Se esforzaron tantos días para este momento! ¡Muestren su valor como agentes, enorgullezcan a sus familias, demuestren lo que vale su sangre!-

 

Zack da su discurso, logrando subir la motivación de todos los agentes hasta lo más alto, gritando como guerreros espartanos.

En un rincón, Reina observa, apoyada sobre la pared y cruzada de brazos. Admite que le impresiona como Zack puede dar semejante discurso frente a todos, ella se ve incapaz de hacer algo así, aunque tampoco es que quiera hacerlo.

-Discurso bonito, pero solamente los ve como saco de carne que pueden sacrificarse. No me gusta eso…

Ni modo, me encargaré de proteger a todos, lo más que pueda. Considero que esa es mi responsabilidad…-

 

El gran momento llego. Reina y Zack se adentraron en la zona, procurando no ser vistos. Escalaron por unos tubos y plataformas, hasta alcanzar el tercer piso, metiéndose por una ventana. Afortunadamente ninguna estaba terminada, por lo que no había vidrios que romper.

Juntos, despejaron todo el camino hasta la entrada principal, permitiendo a sus compañeros ingresar por el frente sin problemas.

Una vez, todos reunidos, un grupo se dispersó para bloquear todas las salidas y el resto comenzaron el asedio.

Reina y Zack, lideraban en el frente, acabando con todo enemigo que se interpusiera.

-¡Observen bien a su alrededor, no dejen que el enemigo los sorprenda! ¡Equipo Alfa, enemigos en el exterior por el oeste! ¡Equipo Beta, vienen mas por detrás!- Ordenaba Reina mientras avanzaba y luchaba.

 

Avanzan hasta llegar al salón principal, tirando las puertas abajo y amenazando al villano principal de esta historia.

Una joven de cabello negro observa sorprendida y luego sonríe.

-¡Interesantes visitas tenemos esta noche! ¿Les ofrezco algo para beber?-

-¡No gracias, lo único que quiero esta noche es tu cabeza!- Grita Zack, apuntando con su espada.

-¡Oh! Tenemos un niño con bastantes energías jeje, ¿Mm? Esa pelirroja… ¡Oh! ¡Eres tú!-

-…-

-Reina, ¿Es ella?- Pregunta Zack.

-Si…-

-¡Parece que has crecido un poco! ¡Mira esa mirada de desgraciada que tienes! Jajajaja-

-…-

-¿Están aquí para detenernos? ¡Bien! ¡Entonces que comience el espectáculo! ¿Quieren pelea? ¡Qué así sea! ¡¡¡Ataquen!!! ¡Oh pero la pelirroja es mía!-

-¡¡¡…!!!!-

 

Sadokawa se muestra tranquila, sonriendo como si todo se tratase de un juego. Envía a todo su ejército a luchar contra los agentes. Todo el salón se vuelve un campo de batalla.

Todo el complejo se convierte en zona de guerra.

Zack comienza a luchar junto al escuadrón. En mitad del caos, Sadokawa camina con una sonrisa, acercándose lentamente hacia Reina.

La joven pelirroja alza su espada, mientras que Sadokawa solo porta un cuchillo bastante grande.

-Me alegra volver a verte, enserio. Posees una mirada más determinante ahora, aunque sigo detectando algo de temblor en tu cuerpo, ¿Me tienes miedo?-

-Seria una tonta, si no le temiese a alguien tan siniestro-

-¡Jajajaja! ¡Correcto! ¡Eres muy sabia!-

-Aun así, no escaparé, te voy a detener-

-¡Perfecto, perfecto! ¡Sería muy aburrido si te retirases ahora! Tu deber es detenerme, ya que estas del lado de la justicia. El mío es hacerte sufrir para luego continuar enriqueciéndome, pisando los corazones inocentes de esta ciudad-

 

Sadokawa se mueve veloz, colocándose detrás de Reina, pero esta reacciona rápido para bloquear lo que iba a ser una puñalada mortal.

Sadokawa se impulsa hacia adelante, logra darle un puñetazo a la pelirroja, luego una patada, pero dicho ataque es interrumpido, pues la joven agente atrapa con brazo la pierna de su enemiga.

Reina intenta atravesarla con una estocada, pero Sadokawa se libera. Sin embargo, no se esperaba que Reina atacase con su látigo, extendiéndolo lo suficiente para golpear a la villana en el rostro.

-¡Jajaja! ¡Eso estuvo genial!- Comenta Sadokawa, sonriendo.

-…-

 

Sadokawa demuestra ser demasiado veloz y muy ágil. Utiliza el entorno a su favor, demostrando que tiene más experiencia en el combate. También se le suma su astucia y su mente sucia, dando a entender que todo puede suceder en cualquier momento. Esto deja intranquila a Reina, quien se mantiene en alerta constante, esperando alguna trampa mientras ataca.

 

Sadokawa arremete una y otra vez con su cuchillo. Reina logra defenderse con su espada, pero a la hora de contraatacar, no logra que el filo esmeralda, devore a su presa.

-¡Tienes una bonita espada! ¡Es muy vistosa! ¿Te gustan mucho los videojuegos?- Conversa Sadokawa mientras pelea.

-¡Tal vez!-

-jeje, ¿Sabes? No eres la única que usa armas tan decorativas, ya me he topado con otros guerreros que les gusta verse bien-

-Me da igual-

-¡Uy! ¡Eres toda una reina de hielo! ¿Cómo te llamas?-

-No voy a decírtelo-

-¡Qué mala! Jeje-

 

La batalla se intensifica, Reina recibe algunos golpes y cortes leves. Y aunque su oponente es difícil de atrapar, pudo lograr provocarle un poco de daño. Sin embargo, la diferencia entre ambas es notable, pues Sadokawa presenta mucha más experiencia en combate.

-¿Por qué me miras con tanto desprecio? ¿En verdad tienes algo contra mí? ¿O es solo tu justicia por estar del bando de los buenos?-

-…-

-No, tú no eres así. Percibo que hay algo más…-

-…-

-Mis deseos ponen en peligro a alguien que te importa, ¿Cierto?-

-¡¡¡…!!!-

-Jajajaja, ¡Es eso! Me pregunto quién será… tengo curiosidad… ¡Quizás ya es una víctima de mis productos!-

-¡¡¡…!!!-

 

Reina se altera y ataca con mayor intensidad, haciendo retroceder a Sadokawa, habiendo logrado provocarle bastantes golpes.

-¡JAJAJAJAJA! ¡Eres demasiado transparente!-

-¡Y tu demasiado insoportable! Y mira que he conocido gente fastidiosa…-

 

Reina no pretende aplazar más la pelea, pues quiere acabar rápido para asegurar el bienestar de los demás agentes, por lo que planea utilizar su aura, lo que cambiaría la balanza.

Pero antes de poder hacerlo, la batalla recibe un acontecimiento inesperado. Durante un forcejeo entre sus armas, llega Zack para interponerse y atacar a Sadokawa, logrando herirla un poco en el brazo derecho.

-Zack…-

-Vi que estabas teniendo problemas con esta chica. No te culpo, se nota que es muy fuerte-

-Oye… interrumpiste nuestro juego… muy mal… eso no se hace…- Dice Sadokawa, sonriendo, pero dejando notar que está molesta.

-¿Te hice enojar? Qué lástima, pero te recomiendo que prestes atención a tu alrededor- Dice Zack con una sonrisa.

-¿Mm?-

 

Sadokawa observa todo su entorno, el cual muestra como casi todo su ejército presente, ha caído.

-¡Se acabó tu juego! ¡Hasta aquí llego tu imperio!- Grita Zack.

 

Sadokawa suelta su cuchillo, el cual cae al suelo, resonando fuerte. Alza las manos hacia arriba, dejando claro que se rinde y todo ha acabado para ella.

Zack siente algo en su cuerpo, algo que comienza a quemarle. Al observar bien, nota algo metálico que se ha clavado en su muslo izquierdo.

En ese momento, Reina y Zack son testigos de cómo uno de sus aliados, acaba de atacarlo a traición.

-¿Qué mierda…? ¡¿Qué mierda estás haciendo?!- Grita Zack con furia.

 

Es entonces que la joven pelirroja observa como la mayoría de los agentes, comienzan a atacar a sus propios compañeros y apuntar sus armas hacia ella.

-¿Pero qué…?-

-¡¡¡PFF!!! ¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJA!!! ¡¡¡Esto estuvo muy divertido!!!- Grita Sadokawa.

-¡¡¡…!!!-

 

Sadokawa comienza a aplaudir mientras ríe y luego alza su cuchillo.

-Los agentes secretos vienen a la ciudad, debido a tanta delincuencia en las calles. Los agentes luchan contra los malos. Los agentes avanzan hasta llegar al jefe final. Los agentes vencen al mal y un nuevo amanecer llega-

-…-

-¿Enserio creían que iba a ser tan fácil? ¿Acaso creen estar en un juego de aventuras de fantasía?-

-¡Gk! ¿Qué mierda hiciste…?- Pregunta Zack.

-Me decepciona que creyeran que todo iba a terminar tan cliché. La realidad es otra, mis queridos jovencitos. Parte de su ejército me pertenece ahora, el resto que les quedaban, han caído. Y ustedes dos… serán la atracción principal- Dice Sadokawa, relamiéndose.

-¡Tu…!-

 

Reina intenta decir algo, pero recibe un golpe por detrás que le hace perder el conocimiento…

 

==FIN DEL CAPITULO==