The Lost Crystallus - 9-19
Reina Alcott llega a la ciudad capital, el vehículo que la transportaba la deja en lo que será su apartamento temporal. Allí le esperaba una mujer adulta de cabello rubio y corto. Su mirada es bastante seria y su traje azul oscuro la hace ver como si fuese toda una jefa de alguna empresa.
-Bienvenida señorita Alcott. Me presento, me llamo Verónica, soy quien comanda toda esta parte de la ciudad-
-Buenos días, soy Reina Alcott, disculpe las molestias. Estoy aquí para ofrecer mis servicios como agente de nivel 10, prometo dar lo mejor de mí para ayudarles en todo lo que pueda-
-Mmm… eres bastante educada y no te ves tan tenebrosa como se cuenta por ahí. Es un alivio, lo que menos necesito es una persona difícil de tratar-
-No se preocupe señorita verónica, no ocasionaré problemas-
-Me agrada oír eso. Ven, acompáñame, te llevaré hacia lo que será “tu base de operaciones”. Es una simple tienda de flores y artículos de jardinería, mejor que te presentes con los demás-
-Entendido-
Verónica lleva a Reina hasta su vehículo para transportarla al distrito comercial.
Ella mira por la ventana, ansiosa al volver a ver paisajes que no visitaba desde que era niña. Pero lo que más invade su mente en este momento, es su preciado amigo.
-¿Estas al tanto de la situación o debo explicarte?- Pregunta Verónica mientras conduce.
-Bandas mafiosas causando problemas de nuevo-
-Exacto. Tu contribución de hace dos años, le brindo paz a la ciudad, pero sabíamos que sería algo temporal. Lamentablemente, no pudimos encontrar señales de quien o quienes estuvieron detrás, dándole poder a esa tal Sadokawa. Y en poco tiempo, comenzaron a surgir nuevas bandas y una droga aun peor que la anterior-
-Supongo que no será fácil limpiar la oscuridad de esta ciudad…-
-Tenemos información de que las mafias se están infiltrando en las escuelas. Si no hacemos algo, no quiero imaginar el futuro que nos espera…- Dice Verónica con mala cara.
-Me infiltraré en una de esas escuelas para buscar a aquellos que están colaborando con las mafias. Haré que me lleven hasta los responsables…-
-Es una suerte contar con una agente experimentada y que sea adolescente. De esta manera, la infiltración será más directa-
-Jeh, será divertido fingir ser una estudiante común y corriente-
-Por cierto, Fredor me dijo algo curioso sobre ti…-
-¿Eh?-
-Me dijo que también estas aquí para ver a un viejo amigo o algo así-
-*Rubor* Si…-
-¿Es un agente?-
-No-
-¿Es… alguien común y corriente?-
-Si-
-¿Sabe de Ancardia?-
-No…-
-¿Te autorizaron a que te veas con alguien del mundo exterior? ¿En que están pensando?-
-Es… una larga historia…-
-Aunque… algo de esto me suena… pero no sé de dónde…-
-¿Oh?-
-Como sea, solo trata de no distraerte. Y lo más importante, no lo pongas en peligro, si te importa tanto-
-¡No lo haré! Yo… solo quiero volver a verlo…-
-Oh… así que resultaste ser la típica adolescente enamoradiza…-
-*Rubor* ¡¿Eh?! ¡¿Yo?!-
Reina Alcott se presentó ante los empleados de la tienda, quienes en realidad son agentes y operadores de Ancardia. Demostraron ser buenas personas, recibiéndola con actitud positiva. Aquel lugar será su base de operaciones hasta que finalice su misión.
Más tarde, Verónica la llevo hasta la escuela para finalizar los últimos papeleos de transferencia.
Tras esto, Reina quedo libre de responsabilidades por el resto del día. Antes de regresar a su apartamento, quiso dar una caminata a solas por el vecindario.
-Mañana iniciaré las clases. Mañana será el gran día…
Aaah… estoy muy nerviosa…-
La joven camina hasta detenerse frente a un terreno baldío. Se queda de pie, mirando fijo…
-Aquí… era donde estaba mi casa. Ya no queda nada…-
Reina se queda bastante triste. Comprende que debieron demoler su casa para no dejar alguna evidencia que pudiese comprometer a Ancardia, pero aun así le duele saber que su pasado fue borrado.
-Si no me equivoco, por aquí cerca estaba…-
Reina se deja guiar por las memorias de su corazón y avanza por el vecindario hasta llegar a un pequeño parque. Un lugar que le saca una sonrisa.
-Aquí fue… donde todo comenzó…
Era en una tarde como esta…-
Reina observa los juegos, posa sus manos en aquel columpio donde ella se sentó y luego Zero le ofreció jugar.
De pronto, logra captar una silueta que se aproxima, instintivamente abandona el lugar a paso rápido.
-¡¡¡Hiii!!! ¡Un chico apareció del otro lado del parque!!! ¡¿E-Era Zero?! No pude verlo bien…
¡Aun no estoy preparada! ¡Mejor vuelvo al apartamento!-
Al llegar, comenzó a ordenar sus cosas. Luego se probó el uniforme escolar, quedando bastante fascinada por cómo le quedaba. Se dio un baño de agua caliente, pues el clima comenzaba a notarse bastante frio, debido al otoño.
Ceno algo ligero y se preparo para dormir, pero debido a la ansiedad, no podía cerrar los ojos. En plena oscuridad, tomo su teléfono y…
-¡¡¡Chicas!!! ¡¡¡No puedo dormir!!! ¡¡¡Estoy muy nerviosa!!!-
-Era de esperarse- Dice Luna.
-Intenta beber una taza de té- Dice Lisa.
-¿Ah? ¿Qué clase de consejo de abuela es ese? Mejor que piense en ese chico y jugué un poco hasta que se agote jeje- Comenta Luna.
-*Rubor* ¡¡¡Luna!!! ¡¡¡No seas puerca!!!-
-Jiji, yo nomas brindo opciones- Responde Luna con un sticker felino.
-Intenta jugar a algo en tu teléfono…- Propone Lisa.
-Mmm… ¿Cómo qué?-
-Un juego de citas, así aprendes jeje- Dice Luna.
-¡¡¡Basta!!!- Protesta Reina.
-Luna… no la molestes…- Dice Lisa.
-Espera… de hecho no es mala idea…-
-¿Eh? ¿Quién eres y que hiciste con nuestra pelirroja de corazón helado?- Comenta Luna.
-Idiota…-
Un sonido constante hace despertar a la hermosa pelirroja. Ella observa la hora en su teléfono, da un fuerte bostezo, estira sus brazos y se queda pensativa…
-*Rubor* ¡Ah! Llego… el momento…-
Se levanta de la cama, prepara un desayuno simple, luego comienza a prepararse para salir, asegurándose de arreglar su cabello y de estar presentable. No deja de preguntarse si su amigo pensará que es linda.
-*Rubor* ¡¿Pero qué cosas estoy pensando?! Yo no soy así…-
Una vez arreglada, toma sus cosas y abandona su apartamento. A medida que avanza por las calles hacia la escuela, su corazón no deja de latir fuerte. Mantiene la mirada baja, apenas lo suficientemente elevada para saber por dónde va.
A medida que se va acercando, nota como los demás estudiantes, voltean a verla, quedando embobados con su belleza, tanto hombres y mujeres.
-¡¿Aquí también?!
Santo cielo… ya estoy demasiado nerviosa como para que me generen mas incomodidad… ¡Dejen de mirarme!-
Reina finge estar tranquila, manteniendo una sonrisa dulce y serena…
-¡Finalmente estoy llegando a la entrada! El camino se me está haciendo eterno… ¿Eh?-
Antes de poder pasar por la entrada principal, Reina alzo la mirada un momento, conectando su vista con la de un estudiante que la estaba mirando. En ese instante, ella lo reconoce, se trata de su preciado amigo.
Debido a lo nerviosa que esta, instintivamente desvía la mirada y acelera su paso, dejándole la falsa idea al muchacho de que la espantó con su rostro.
———————————————-
[Presente]
[Zero]
-Aah… en verdad me hiciste creer que te parecí horrendo y por eso escapaste…-
-¡Estaba ultra nerviosa! No contaba con que toparme contigo de frente… ¡No podía soportarlo! ¡Aun no estaba preparada-
-Me alegra saber que no fue por feo jeje. Ya me hacia la idea de que eras la típica estudiante hermosa que saldría con galanes y despreciaría al plebeyo-
-¡¿Eso pensabas de mi?!-
-Antes de saber que eras tú-
-Jeje… ambos éramos unos tontitos aquel día-
Llegamos al momento donde volvimos a vernos. Donde todo comenzó…
Podré saber que pensaba ella en ese entonces, que le preocupaba, en que andaba metida exactamente…
No es que dude de ella, pero tengo curiosidad. Yo la amo y eso no va a cambiar.
———————–
Fredor se había encargado de organizar todo para que Reina pudiese estar en la misma clase que su amigo. El momento de ingresar al salón y presentarse ante todos, había llegado. La joven Alcott elevó su voluntad al máximo para poder fingir tranquilidad.
Logró dar una buena presentación, forzándose a sí misma a no mirar directamente a su viejo amigo. Al menos intento que no fuese algo obvio.
Le entristeció no poder sentarse junto a él, pero también agradecía no estar tan lejos.
Durante la primera hora de clase, Reina volteaba cada tanto a mirarlo, sin saber que el propio Zero hacia lo mismo cuando ella no lo miraba.
Y por cosas del destino, ambos acabaron conectando miradas, siendo incapaces de voltear a otro lado por los nervios.
-¡¡¡Hiii!!! ¡¡¡Me está mirando!!! ¡¡¡Me está mirando!!!
¡¿M-Me ha reconocido?! ¡¿Qué hago?!
¡No podemos dejar de mirarnos! ¡¿Acaso se congelo el tiempo?!
¡D-Debo hacer algo!
Reina le sonríe y luego lo saluda con la mano. Acto seguido, su amigo responde de la misma manera.
-¡M-Me está saludando! ¡Me reconoció! ¡Kyaaaaaaaaaaaaaaah!
¡Ah! ¡Ahí viene el profesor!-
Reina logró evitar que el profesor notase que no prestaba atención, pero su amigo lamentablemente fue reprendido. Y aunque el castigo fue pasar al frente a resolver una ecuación, supo hacerla bien. Reina no solo respondió con una sonrisa, sino también con un pequeño aplauso.
Cuando llegó la hora del descanso, Reina fue rodeada por sus compañeros de clase. Llenos de curiosidad, la atacaron con miles de preguntas. En un instante, nota como Zero abandona el salón, siendo que por un instante, sus miradas conectaron de nuevo.
-¡Es mi oportunidad de poder hablar con él! ¡Pero estos idiotas no me dejan en paz! ¡¿Qué puedo hacer?!-
Al final, simplemente utilizo la excusa de ir al baño. Manteniendo una dulce sonrisa, abandono el salón y se alejo a toda prisa.
-¡Al fin libre! Ahora debo buscar a Zero, pero… ¿A dónde habrá ido?-
Reina no tenía idea de dónde buscar. Y el hecho de que captase las miradas de todos, le incomodaba.
-¿A dónde puedo ir para pensar en paz? Mmm… ¡Claro! ¡En los animes suelen ir a la azotea! No pierdo nada con intentarlo-
La joven fue afortunada al encontrarse la azotea totalmente despejada. Se acerca a la baranda y observa el patio desde las alturas.
-Bueno… no tiene que ser si o si hoy, podría hablarle mañana… ¿Verdad?-
Reina comenzaba a decepcionarse, pero un fuerte estruendo la asusta…
-¡¡¡Hiii!!!-
Al voltear, observa que su preciado amigo de la infancia, acaba de llegar a la escena.
Su corazón late fuerte, pero lejos de estar nerviosa, siente que este es el momento indicado para que finalmente vuelvan a conectarse.
-No desperdiciaré este momento que el destino me ha regalado-
Un gran silencio se crea, ninguno de los dos reacciona. Ignoran que el otro está igual de nervioso.
Y quien finalmente rompe el silencio, es el joven Zero.
-H-Hola…-
-Hola- Responde la joven, usando todo su energía vital para aparentar tranquilidad.
-N-No esperaba encontrar a alguien aquí… y menos a ti…-
-Oh…-Reina piensa que el muchacho no deseaba verla.
-¡N-No es que no quiera verte! Es que… vi que estabas rodeada por nuestros compañeros… ¿Cómo te escapaste?-
-¡Ah! Les dije que tenía que ir al baño y me escape jeje- Dice la muchacha, sacando su lengua para mostrase simpática.
-Bastante ingenioso… ¿Te sentías abrumada…?-
-Sí, me incomoda mucho ser el centro de atención…-“Y no tienes idea de la cantidad de babosos que me han molestado a lo largo de mi vida”, es lo que piensa la muchacha.
-Así que tu nombre es Reina… es… bonito…-
-¿Eh?- “¿Entonces no sabe quien soy…?”, piensa mientras siente una ligera decepción.
-¡Ah! ¡P-Perdón!-
-Creí que me habías reconocido cuando nos saludamos…-
-¡E-Es que me tomó por sorpresa y simplemente devolví el saludo! Jeje…-
-Ya veo…-
-¿Eh? Espera… ¿Podrías repetir eso que dijiste?-
“Ni modo, tendré que ser yo quien le dé un pequeño empujón para que despierte sus recuerdos dormidos…”
-Creí que me habías reconocido. Yo si lo hice, incluso me sorprendió que te sigan llamando “Zero”-
-¿Qué me sigan… llamando…Zero…?-
-…-Reina baja la mirada con tristeza.
-Espera… ¿Quién eres tú?-
-Oh… claro… era de esperarse…-
“No puedo culparlo, pasaron muchos años…”. Es lo que se dice a sí misma para no sentirse tan triste.
Pero antes de que pudiera rendirse, algo inesperado sucede. La cerradura en el corazón del muchacho, ha sido abierta.
Y con ella… los recuerdos salen a la luz…
-Tú… eres la chica de mis sueños…-
-¿Oh?-
“¡¿Eh?! ¡¿Qué dijo?! ¡¿Soy la chica de sus sueños?! ¡¿Qué se supone que significa eso?! ¡¿C-Cómo debo tomármelo?!”. Piensa la muchacha mientras una enorme felicidad comienza a invadir su corazón.
Mientras tanto, el joven se agarra la frente y…
-¿Qué esto? ¿Qué son estos recuerdos que surgen ahora…? ¿Por qué…?-
-¿Zero?-
-Reina… ¡La pequeña Reina! ¡Eres aquella niña con la que jugaba en el parque!-
Una enorme sensación invade todo el cuerpo de la joven. Una alegría tan inmensa que nunca antes había sentido…
Un gran calor impregna su rostro…
-*Rubor* Aaah… ¡Me recordaste!-
-Reina Alcott… mi primera… amistad…-
La emoción termina por vencerla y pierde el control de su cuerpo. Acto seguido, Reina abraza fuerte su viejo amigo, pues finalmente ha logrado volver a su lado…
Las lágrimas no tardan en salir. Toda su tristeza y felicidad, se mezclan…
-*Snif* Que bueno… no me has olvidado…-
-*Rubor* Reina…-
-*Snif* He vuelto… *Snif* finalmente estoy de regreso… *Snif* aquí… por ti…-
No es solo la joven, quien siente tanta felicidad. El muchacho atraviesa por el mismo remolino de sentimientos. Su corazón experimenta una agitación como nunca antes había sentido, provocando que comience a llorar también.
-¿Eh? ¿Qué es esto? ¿Por qué salen lágrimas de mis ojos…? ¿Por qué de repente estoy llorando…?-
-*Snif*…- Ella continua abrazándolo fuerte mientras llora.
-*Snif* Reina… en verdad volviste…-
-*Snif* Si…-
Ambos se quedan abrazados por un buen rato, hasta que finalmente la vergüenza provoca que se separen.
Reina se toma unos segundos para recobrar la compostura. Ella observa a su amigo y le brinda sonrisas sinceras.
“Ahora que lo pienso, antes dijo algo muy curioso y necesito entender…”
-*Rubor* Esto… ¿Por qué dijiste… la chica de mis sueños?-
-¡Ah! ¡N-No me refería a que eres mi chica ideal o algo así! E-Es solo que… últimamente… estuve soñando bastante seguido con una niña que juega conmigo en un parque…-
-*Rubor* ¡Oh!-
-Perdón… yo… me había olvidado de ti… y por alguna razón… esos sueños comenzaron, pero no supe entenderlo hasta este momento…-
“Ah… entonces era eso…
¿Eh? ¿Estoy decepcionada?
¡Ah! Pero estuvo soñando conmigo… ¡Eso es algo maravilloso! ¿Acaso nuestros corazones estaban resonando al saber que volveríamos a vernos? Jiji”
-No me olvidaste, solo guardaste tus preciados recuerdos sobre mí, en lo profundo de tu corazón. Parece que yo fui tu llave jiji-
-Es increíble… comienzo a recordar mucho de aquella época en que éramos niños. No puedo creer que en verdad estés aquí de nuevo-
-*Rubor*Para mí el tenerte frente a mí, es como un hermoso sueño, no quiero despertar jeje-
El muchacho observa bien a su amiga, quedando fascinado con lo hermosa que se ha vuelto.
–Sí que has cambiado… ¡E-Es decir! Creciste mucho, lo cual es lógico, pero… ¿Cómo decirlo?-
-¿Mm?-
-*Rubor* Estas… mucho más linda…-
Aquellas palabras toman por sorpresa a Reina. Siente como si una flecha se clavase en su corazón, otorgándole un golpe violento de felicidad.
-*Rubor* ¡Oh! ¿Eso crees? Jeje… ¡Gracias!-
De la emoción y ternura que siente, no puede dejar de sonreír y comienza a jugar con su cabello.
-*Rubor* N-No es nada…-
-Tú también estas muy cambiado, ¡Mira cuanto has crecido! Aunque seguimos siendo del mismo tamaño jeje-
El joven aun no puede creer lo que está viviendo. Pero entonces recuerda cual es su presente real. En qué clase de persona se ha convertido.
Zero no quiere ocasionarle problemas a su vieja amiga, por lo que decide ser sincero, lo que considera que es un acto justo para salvarla.
-Reina… escúchame bien…-
-¿Si?-
-Me alegra mucho verte de nuevo, enserio. Pero no quiero hacerte perder el tiempo…-
-¿Eh?-
-No soy nada especial, no tengo nada interesante y… tampoco soy muy apreciado. Soy solo un chico patético que apenas fue capaz de hacer dos amigos. Muy pronto te darás cuenta como son las cosas, así que es mejor que no te acerques a mí, de esa manera evitarás que te molesten. ¡Relaciónate con otros! ¡Forma muchas amistades! Yo estaré bien-
Reina se le queda viendo con un rostro pacifico, sin sonrisa, ni muestra de enojo, ni ninguna otra emoción…
“¿Eh? ¿Por qué me está diciendo esto?
¿Se quiere deshacer de mí?
No, no es eso. Lo ha dejado bien en claro…
¿No eres apreciado…? ¿Nadie te quiere…?
¿Acaso te molestan…?
Eso no está bien…
¡¡¡Eso no está para nada bien!!! ¡¡¡No acepto esto!!!
¡¡¡Tú eres maravilloso!!! ¡¡¡Lo eras de niño y lo eres ahora!!! ¡¡¡Me doy cuenta con tan solo platicar contigo!!!
¿Qué no me acerque a ti? ¡Eso no va a suceder! ¡¡¡A la mierda con todo el resto del mundo!!!”
Reina se pone seria y decide dejar las cosas bien claras…
-No me interesa hacer amistades con otras personas. Yo vine a verte a ti, es simple. ¿Qué no eres especial? ¿Qué no eres interesante? ¿Y quién lo decidió? ¿Tanto te importa lo que digan los idiotas?-
-¿Eh?-
-Estaría decepcionada si te juntaras con todas esas personas tan patéticas. Escucha bien… ¡Tú eres especial para mí! ¡Eres muy interesante para mí! ¡Y sé que no necesito mas charla para saber que te sigo apreciando!-
-*Rubor* ¿Ah?-
El joven no se esperaba semejante respuesta por parte de su amiga. Estaba resignado a que alguien que no fuesen Gabriel y Andrés, jamás dijera semejantes cosas por él.
-No soy estúpida, se como me miran tus compañeros, se la clase de pensamientos que tienen, se a donde apuntan sus miradas-
-…-
-Y las chicas tampoco me parecieron muy agradables que digamos. La cosa es simple para mí, todo aquel que te desprecie, es basura para mí-
Zero se queda totalmente sorprendido ante la actitud que demuestra Reina, pues en sus recuerdos, ella no solía ser tan agresiva.
-Vaya… no recordaba que fueses tan… aterradora…-
-¡¿Aterradora?! Uuuh… ¿Por qué esa palabra…? ¿Ya no te sigo pareciendo linda…?-
-¿Eh? Si, una cosa no quita la otra. No es malo que seas algo aterradora, demuestra carácter fuerte-
-¡Entonces está bien! Jeje-
“En verdad me enoje mucho. Creo que exprese correctamente mis sentimientos.
Se lo nota pensativo y desconfiado…
¿Acaso… tan mal te han tratado como para que un gesto de cariño te resulte tan extraño…?
Está bien, estoy aquí para que volvamos a divertirnos como antes”
-Zero…-
-¿Eh? ¿Sí?-
-Aun queda bastante rato libre, ¡Hablemos! ¡Quiero saber mucho sobre ti!-
-De acuerdo…-
Ambos platicaron de todo un poco, la mayoría quizás tonterías, pero para Reina, tal experiencia era un gran tesoro. Con cada segundo que pasaba junto a su amigo, su felicidad no dejaba de incrementar.
Acabaron sucediendo eventos que ella no se esperaba. No solo eso, sino que su actitud acabo por tornarse de una manera que resultaría irreconocible para sus amigas.
Debido a que el resto de la clase los vio volver juntos, se creó un gran malentendido. Todos sintieron envidia por Zero. Y para hacer todo más divertido, Reina acabó fingiendo ser su novia.
Se dejo llevar por la emoción y no pensó bien las cosas. Aun así, no sintió arrepentimiento alguno.
Con Zero, todo es diferente, por eso no le molesta hacer cosas que, en otros casos, le provocaría ira. Eso es lo que siente su corazón. Sin darse cuenta, su actitud hacia él se volvió igual a cuando eran niños, dándole abrazos a cada rato y besos en la mejilla.
Lamentablemente, Reina tenía que reportarse con Verónica, por lo que al finalizar el día de clases, tenía que despedirse de su amigo. Ella deseaba seguir pasando tiempo a su lado, pero no podía rebelarse, tenía una responsabilidad que cumplir.
Al despedirse de su amigo, fue hasta la tienda dando saltitos como niña, su felicidad era tanta que ignoraba al resto del mundo.
-¡Ya llegue! Jiji-
-Bienvenida Alcott, ¿Cómo te…? ¡¡¡Hiii!!!-
Reina toma a Verónica del brazo y se la lleva para hacerla girar en una especie de bailecito feliz. Ambas recorren toda la tienda mientras el resto del personal se divierte observándolas.
-¡Ay Verónica, todo salió de maravilla! ¡Mi amigo me reconoció y pasamos un gran momento! ¿Y sabes qué? ¡Me dijo que estoy mucho más linda! ¡¿Puedes creerlo?! Jiji-
-*Rubor* ¡E-Esta bien! ¡Me alegro mucho por ti pero ya suéltame! ¡Oye!-
-¡Qué felicidad! ¡No esperaba divertirme tanto! Jiji-
-Señorita Alcott, escuchamos un poco su historia. ¿Asi que volvió a ver a un amigo de la infancia? ¡Suena muy romántico!- Dice una de las empleadas.
-¡Ay! ¡¿Eso piensas?! Jiji que cosas- Reina responde frotando sus mejillas.
-¡Jamás pensé en ver a Verónica bailar así!- Dice otro empleado.
-*Rubor* No estaba bailando… estaba siendo arrastrada a su torbellino de locura adolescente…- Dice Verónica avergonzada.
-Jiji, lo siento-
-Imagino que no has investigado nada…-
-¡Nada de nada! Jiji-
-Ya que estas tan animada, tengo un par de documentos que quiero que revises y…-
-¡Sí! ¡Enseguida!-
-*Suspiro* Esta bien… hoy es tu día, se feliz…-
-Jiji-
Reina hizo su trabajo de manera rápida e impecable, debido a que su estado de ánimo desbordaba felicidad.
Al caer la noche, llego a su apartamento y se dio un buen baño caliente. En la tina, se puso a reflexionar en todo lo que había pasado. Entonces, al darse cuenta de la actitud bromista y extremadamente cariñosa que tuvo hacia Zero…
-*Rubor* ¡¡¡Hiii!!! ¡¡¡No puedo creer que haya hecho todo eso!!! ¡¿Fingir ser su novia?! ¡¿Qué sucede conmigo?! ¡Yo no soy así!-
Reina se cubre la cara de la vergüenza, luego se hunde bajo el agua por unos segundos.
-*Rubor* Aunque… la verdad es que me resulta divertido fingir eso jiji.
Acaba aceptando sus sentimientos y que no se arrepiente de nada. Luego observa hacia el techo y continúa reflexionando sus actitudes.
-*Rubor* Me deje llevar y termine abrazándolo muchas veces, así como también le di muchos besitos…
Yo nunca me imagine haciendo eso. Tales cosas siempre me desagradaron, pero… ¿Por qué es diferente ahora?
Simplemente sentí… que quería hacer eso… y que podía…
Es como si… volviese a continuar todo desde donde lo dejamos. Como si todos estos años que estuvimos separados, hubiesen sido un simple sueño…
Ahora se… que mi cariño por el… nunca se debilitó… todo lo contrario…-
Reina se queda perdida en sus pensamientos. Sintiendo un enorme calor en su pecho.
-*Rubor* Se ha vuelto… muy lindo…-
Luego de cenar comida china y de disfrutar de un pequeño postre, se acostó en su cama, pero antes de intentar dormir, llamó a sus dos mejores amigas, pues estaba ansiosa de contarles todo lo que experimentó durante el día.
-¡Hola Reinita! Esperábamos tu llamado jeje- Dice Luna.
-¿Cómo te fue?- Pregunta Lisa.
-¡Ay chicas! ¡No van a poder creerlo! ¡Todo salió de maravilla!-
-¡Oh!- Luna se impresiona.
-¡Qué bien!- Dice Lisa.
-¿Te reconoció?- Pregunta Luna.
-Lamentablemente no, pero no dejaba de mirarme jiji-
-Ya lo creo jeje- Dice Luna.
-Juju, es que Reina es muy linda- Dice Lisa.
-Tuve que darle un pequeño empujoncito, ¡Entonces me recordó! ¡Me dijo que últimamente soñaba conmigo! ¿Pueden creerlo? ¡Es el destino! Jiji-
-¿Soñó contigo? Vaya…- Luna se muestra muy sorprendida.
-*Rubor* Y también me dijo… jeje… que me he vuelto más linda… jejejejeje-
-Se ve que es un chico muy atento- Dice Lisa.
-Espera… ¿Te dijo linda y eso te puso feliz?- Pregunta Luna.
-*Rubor* Muy feliz jiji-
-A ver… ¿Reina Alcott se puso feliz al recibir un elogio? ¡Eso jamás había pasado!- Dice Luna con gran sombro.
-Juju, es que no se trata de cualquiera. Esta vez se lo está diciendo alguien muy especial para ella- Comenta Lisa.
-Chicas… estoy muy feliz… todo salió bien al final. Es como si… nunca nos hubiésemos separado…-
-Nos alegramos mucho por ti- Dice Lisa.
-Jeje ¡Gracias! ¡Las quiero mucho!-
-Ten cuidado y no te emociones mucho, recuerda que ya no eres una niña. Tienes más cosas ahora que el de seguro ya ha notado- Advierte Luna.
-*Rubor* ¡Luna! ¡¿Por qué sales con estas cosas?! ¡¿Desde cuándo eres tan cochina?!-
-Vamos Reinita, es un chico en plena adolescencia, va a sentir mucha atracción hacia una chica linda como tu- Dice Luna, sacando sus orejas.
-*Rubor* B-Bueno… no negaré que me miraba los pechos en algunas ocasiones, pero… no me molestó…-
-¡Chan! ¡Reina encontró a su príncipe elegido! ¿O su Rey?- Dice Luna en tono de broma.
-Tonta… jeje…-
Tras finalizar el llamado con sus amigas, Reina se dispone a intentar dormir, aunque debido a su emoción, esto se le dificulta.
-¿Y si mañana voy a su casa para sorprenderlo? ¡De esa manera podremos ir juntitos a la escuela! Jiji-
——————————————————
Luego de que Reina se desconectase de la llamada, Luna y Lisa mantuvieron una charla para pensar en todo lo que su preciada amiga les ha contado.
-Lisa… ¿Qué opinas de todo esto?-
-Siempre me ha encantado la sonrisa de Reina. Por supuesto que la tuya también. Es solo que, hacía tiempo que no se la veía tan emocionada, ¿No crees?-
-Creo que nunca la habíamos visto con una emoción como esta. Creo que estamos viendo a la Reina inicial, la de la época que vivía con sus padres en el mundo exterior-
-Creo que tienes razón. Bueno, ella nos contaba que era muy feliz con su amigo, así que supongo que es normal que ahora la veamos así-
-Todo resultó bien. Ambos volvieron a conectar…-
-Y piensas que eso es malo… ¿Cierto?-
-…-
-Luna…-
-No quiero que pienses que soy mala y que no le deseo felicidad a Reina…-
-No pienso eso. Te conozco-
-Quiero que todo le vaya bien a Reina. En verdad amaría ver un escenario donde ella es feliz con su amigo por siempre-
-Pero eso no es posible… ¿Verdad?-
-Es que… ya puedo imaginarme el escenario que va a desarrollarse…-
-…-
-Reina acabará enamorándose de ese chico. Y lo más seguro es que él también se enamore de ella. Entonces nuestra amiga querrá quedarse a su lado, pero no se lo permitirán. Le pesará el hecho de ocultarle su identidad…-
-…-
-Mientras más felicidad experimente, más doloroso será el final de su historia. Y… en verdad no quiero eso para ella…-
-…-
-Lisa… no se qué podemos hacer… y eso me frustra…-
-A mi también. Aunque… creo que te equivocas en algo…-
-¿Mm? ¿En qué?-
-Yo creo que Reina siempre estuvo enamorada. Y al verlo de nuevo, simplemente su corazón confirmo sus sentimientos. La Reina que escuchamos hace un momento, claramente está experimentando la emoción del romance-
-Jeh… tienes razón, es solo que aun sigo sorprendida. ¿Reina enamorada? Jeh… supongo que siempre estuvo ahí, solo que no supimos verlo-
-Luna… ¿De verdad no podemos hacer nada?-
-Solo… rezarle al cielo con nuestro corazón… y desearle un final feliz a nuestra amiga. Aunque sea difícil, yo… aun quiero creer en ello…-
==FIN DEL CAPITULO==
Comments for chapter "9-19"
QUE TE PARECIÓ?