The Lost Crystallus - 9-20
Reina Alcott se levanto temprano, salto de su cama con emoción, se dio una ducha caliente y luego preparo un desayuno simple, siempre tarareando feliz.
Una vez satisfecha, cambiada y arreglada, sale de su apartamento para ir directamente hacia la casa de su amigo y darle una agradable sorpresa.
Su plan acaba siendo exitoso y ambos van juntos a la escuela. Debido a que fingen ser una pareja, al llegar al salón, las chicas rodean a la pelirroja para atacarla con miles de preguntas.
Al principio, esto le parecía divertido, pero su alegría cambia en cuanto escucha… “¿Qué le ves a ese tonto? ¿Te gustan los raritos?”
Reina deja salir una mirada aterradora que congela el alma de sus compañeras. Y para acabar, deja salir sus más sinceros pensamientos.
-Vine aquí para estar con Zero, porque lo quiero. No me interesa hacer amistades, ustedes no me importan en lo más mínimo. Aborreceré a todo aquel que lo desprecie. Ódienme si quieren, me da igual su opinión…-
Sus palabras provocaron un enorme silencio, nadie sabía cómo reaccionar. Entonces la mayoría pasó a despreciarla, mientras que otros sentían admiración y más atracción debido a ese lado frio que acaba de demostrar.
Durante el descanso, Zero les presentó a sus dos amigos. Y aunque ella había dejado en claro que no le interesaba nadie más, esto no aplicó con los hermanos Nathan, debido a que ellos si apreciaban a su amigo.
Al finalizar el día, ambos prometieron tener una cita al día siguiente. Reina se marchó feliz a dar su reporte a Verónica. Y aunque ella no esperaba que la joven pudiera avanzar algo en su investigación, ya que daba por hecho que se concentraría solo en su amigo. La realidad es que nunca descuidó su trabajo.
Andrés Nathan siempre ha sido alguien que trata con respeto a los demás y con un enorme sentido de caballerosidad. Ya que Reina estaba haciendo más feliz la vida de su mejor amigo, consideró darle una advertencia sobre la escuela. En un momento donde pudieron estar a solas…
-Esto… lamento molestarte, pero hay algo que me gustaría decirte…-
-¿Oh? ¿De qué trata?-
-No quiero sonar raro o que te molestes, pero…-
-¿Mm?-
-Eres una chica muy atractiva y eso llama bastante la atención. Lo que quiero decir, es que evites causar muchos problemas que llamen mucho la atención, en especial con los estudiantes de los grados superiores-
-¿Por qué?-
-No todos, pero hay algunos de cuarto y quinto año, que son peligrosos. Están metidos en… grupos no muy buenos y… a veces traen cosas…-
-Entiendo…-
-Si no te les acercas, no te harán nada. No creo que vayan por ti, mientras no hagas nada que los provoque. Te digo esto por tu seguridad y porque eres nueva. Por ahora no son un problema en la escuela, pero es mejor prevenir que lamentar jeje-
-Entiendo, te agradezco mucho la información. Tendré mucho cuidado, lo que menos quiero es preocupar a Zero-
Reina compartió esa información con Verónica. Esto le generó tranquilidad, sabiendo que la muchacha podrá hacer un buen trabajo.
No es la única agente infiltrada en la escuela. Así como ella, hay más agentes tanto en la misma escuela como en otras. La tienda de flores es la base central en donde se recopila toda la información obtenida para construir un mapa que lleve a los responsables.
Al comenzar el día sábado, Reina y Zero tuvieron su primera cita. Ambos estaban muy emocionados y nerviosos, pero trataban de no aparentarlo ante el otro.
Recorrieron varios lugares, se entretuvieron con muchas actividades, disfrutaron de buena comida. Gran parte de lo que siempre había soñado hacer con Zero, lo estaba cumpliendo. Por primera vez desde que se mudo a Ancardia, que se siente nuevamente como una chica normal.
-Por cierto Zero- Dice Reina mientras camina junto a su amigo por un gran parque con enormes lagos.
-¿Si?-
-¿Tú te drogas…?-
-Sí, son los videojuegos y anime-
-…-
-Lo sé, no es lo mas cool del planeta, pero asi vivo y no voy a cambiar ahora-
-Jeje… entonces me quedo más tranquila-
-¿Por qué esa pregunta?-
-Porque jamás toleraría tener un amigo que anda con esas cosas tan feas. ¡Te molería a golpes!-
-No gastare mi dinero en esas cosas, si voy a matarme pues… será con comida chatarra al menos-
-Jiji, me alegra comprobar que mi amigo es sano. Bueno… no se que tan sano si comes pura basura…-
-No puedes criticarme, te he visto devorar como hipopótamo…-
-¡Pero yo hago mucho ejercicio! Mi figura tiene que cuidarse jiji-
-Aja…-
-¿No me crees?-
-Mmm… 50-50-
-¡Soy tan ágil como leopardo! ¡Y ligera como un cobayo! A pesar de tener estas dos cosas que pesan bastan…-
-…-
-¡Deja de mirarme ahí!- Reina lo abofetea levemente.
-¡Ugh! ¡Pero tu comenzaste a hablar de…!-
-¡Pervertido! ¡Hmph!-
-*Suspiro* Sigues siendo tan alocada que cuesta seguirte el ritmo-
-Jiji-
En los momentos finales de la cita, ambos se sentaron en una banca para charlar. Allí, Zero le pregunto sobre el motivo de que haya desaparecido cuando eran niños.
La joven tuvo que mentirle, diciéndole que sus padres murieron en un accidente de auto. Esto le dolió mucho, pues tal cosa le recuerda lo diferentes que son ahora y que los separa una enorme brecha. Ella desea contarle toda la verdad, pero se resiste, aunque provoque dolor en su corazón.
Al escuchar como fue la vida de su amigo en todos estos años, se sorprendió al descubrir que estuvo solo la mayor parte del tiempo. Y que al final, acabo por perder a su padre y alejarse de su madre.
Esto le afectó bastante, más de lo que cree. Le sorprende que a pesar de haber sufrido tanta soledad y perdida, siga siendo capaz de sonreír y tener brillo en sus ojos.
Entonces, dejándose llevar por sus sentimientos, le jura que ahora que ha regresado, se esforzará en hacerlo feliz y que siempre estará a su lado.
Una promesa sincera, pero que no puede cumplir ella sola…
Aquella noche, Reina volvió a llamar a sus amigas para contarles con mucha emoción, la cita que tuvieron. Sin darse cuenta, retuvo a sus amigas por tres horas, impidiendo que pudiesen dormir.
-¡Y entonces Zero se sorprendió de que yo comiera bastante! ¡Debieron ver su cara! Jajaja-
-Reinita…-
-¿Si? Jeje-
-Me encanta escucharte ultra feliz y enserio me alegro muchísimo, pero… creo que perdimos a Lisa hace rato, ya está golpeando el sueñito…-
-…………….- Lisa quedo rendida por el sueño.
-Ah… ¿Cuánto tiempo llevo hablando…?-
-Como… unas tres horas…- Responde Luna, con pocas energías.
-*Rubor* L-Lo siento…-
-Descuida… ¿Hace cuanto que no nos quedábamos charlando hasta tarde?-
-Si jeje…-
-¡Ah! ¡Lo siento! ¡¿Qué me perdí?!- Dice Lisa, quien despertó de un tirón.
-Lo siento chicas, solo… quisiera comentarles una última cosa-
-¿Qué sucede?- Pregunta Luna.
-Esto… Zero me dijo que…-
-…-
-¿Reina?- Lisa se preocupa al notar el cambio de tono en su amiga.
-Luego de que nos separamos, pudo hacer dos amigos. De hecho aun los tiene, los he conocido y son súper agradables-
-¡Eso es genial! ¿Cierto…?- Comenta Luna.
-Si… pero… la cosa es que debido a ciertos problemas, sus dos amigos tuvieron que mudarse. Zero estuvo totalmente solo durante muchos años…-
-…-
-No solo eso, resulta que por algún motivo, no es muy apreciado. Y luego… perdió a su padre… y se separó de su madre…-
-Oh…-
-Qué triste…- Comenta Lisa.
-Yo… quede devastada cuando perdí a mis padres y a él. La verdad es que de no ser por ustedes dos, yo… no hubiese llegado lejos…-
-Reina…-
-Cuando estuve triste, cuando necesitaba llorar, ustedes estuvieron ahí para mí. Pero… nadie estuvo para Zero…-
-…-
-No dejo de preguntarme… ¿Qué hiciste cuando quisiste llorar? ¿Qué hiciste cuando necesitabas un consejo? ¿Qué hiciste cuando… necesitabas un abrazo…?-
-…-
-No… ¡No es justo! No es justo…-
-Reina… supongo que la vida no es fácil para nadie…- Dice Luna.
-Aun así… Zero es capaz de sonreír. Me mira con ojos llenos de luz. No hay rencor hacia mí, solo cariño…-
-…-
-Zero… es mucho más fuerte que yo… y por eso lo admiro mucho…-
-Jeh… tienes un corazón lleno de amor, Reinita- Dice Luna.
-*Rubor* ¡¿Eh?! ¡¿A-Amor?!-
-Jeje, ¿Por qué te alteras? Sientes un enorme aprecio por él, eso es un tipo de amor- Dice Luna.
-*Rubor* Ah… ¡T-Tienes razón!-
-Continúa alegrando su vida, Reinita-
-¡S-Si! ¡E-En fin, las dejo dormir! ¡Adiós!-
Tras colgar la llamada, Reina se queda pensativa…
Está claro que siente amor por Zero, pero…
-¿Qué tipo de amor es el que siento por él…?-
Reina piensa también en lo que le dijo a su amigo y que no se atrevió a contarles a sus amigas…
-No tuve el valor de decirles… que le prometí a Zero… que siempre estaré con el…
Sé que Luna me regañaría…
Cometí un error… me deje llevar…-
Reina observa el techo mientras esta acostada en su cama. Luego mira hacia la ventana, para centrarse en las estrellas.
-No…
No fue un error…
Lo que dije… no es una mentira… porque en verdad deseo… estar siempre a su lado y hacerlo feliz…-
Reina no pasaba todo su tiempo con Zero en la escuela, pues a veces se dedicaba a investigar en la escuela, siempre procurando que no la descubran. Incluso, algunas noches se la pasaba siguiendo a quienes consideraba sospechosos.
A pesar de que ya se había extendido la noticia de que tenia novio, los chicos se acercaban a ella para confesarle su amor, sea directo o con cartas.
Ella se alegró mucho cuando Zero fue sincero y le dijo que sentía celos, pues si ella se enamora de otra persona, se alejara de él. La ternura fue tan fuerte, que salto a abrazarlo muy fuerte.
Tal muestra de amor, llenaba de envidia a los demás estudiantes del salón de clases. Incluso algunos sospechaban o más bien, se negaban a aceptar que Zero estuviese con una chica tan linda.
Reina se dejo llevar con sus bromas y acabó dejando que Zero le toque los pechos, para demostrar que eran pareja de verdad y que su relación era bastante elevada. Ambos sintieron mucha vergüenza, en especial ella.
Un nuevo fin de semana se acercaba y la joven le expreso a su amigo, su gran deseo de ir a su casa el viernes y quedarse hasta el domingo. Gracias a su arduo trabajo y excelentes contribuciones, fue que Verónica le permitió tal capricho.
—————————————–
Reina se aseguro de arreglarse bien, de cepillar su cabello, preparar un bolso con cambios de ropa, cepillo de dientes, crema y otras cosas.
A pesar de ya haber pasado varios días con su amigo, se sentía nerviosa. Aun así, respiro hondo y se animo a tocar el timbre.
Su amigo abre la puerta y…
-¡Hi! ¡Hi! ¡Ahora si estoy lista!- Dice Reina con una actitud adorable.
-Ah… me gusta mucho…-
-¿Eh?-
“¡¿Eh?! ¡¿Qué dijo?! ¡¿Q-Q-Qué le gusto?! ¡N-No puede ser! ¿C-Cierto?
¿Y-Y si es así? ¡¿Qué debo decir?!”
El muchacho se da cuenta de lo que dijo y trata de corregirse.
-¡M-Me gusta tu skin del otro día!-
-¿Mi qué? ¿Skin? ¡¿Te refieres a mi apariencia?! ¡No soy un NPC! ¿Sabes?-
“Ah… se refería a eso…
¿Mm? ¿Estoy decepcionada…? ¿Qué sucede conmigo?”
-Está bien… ¡Me gusta mucho ese look! Es muy original, una blusa verde con falda blanca, un cinturón grueso de tela color celeste y esa rosquilla en el centro superior de tus pechos-
-¡No es una rosquilla! ¡Es un anillo! O algo así… ¡En fin! Me quedo claro que te gustó mucho la ropa que llevo, ¡Gracias! ¿Entonces me veo linda?-
-*Rubor* M-Mu-Muchísimo…-
-¡Ay Gracias! jeje-
“¡Me encanta que a pesar de la vergüenza, tenga el coraje de decirme que soy linda! ¡Me provoca mucha alegría! Jeje”
-B-Bueno… adelante, pasa por favor-
-¡Con permiso!-
-…-
Reina ingresa y observa todo a su alrededor con mucho entusiasmo. Se siente muy emocionada por volver a pisar la casa de su amigo. Aun recuerda bien donde estaba ubicado todo, como si el tiempo se hubiese congelado.
Aunque también nota el enorme silencio que abunda, lo cual deja un aura de tristeza.
-¡Cuanta nostalgia! Tu casa no ha cambiado mucho, sigue tan bonita como la recordaba-
-No se han hecho muchas refacciones, no vi la necesidad de hacerlo…-
Reina revisa cada lugar, como si estuviese buscando pistas o monedas perdidas. Corre de un lado a otro como una niña.
-¡Listo! Todo explorado… ¡Ahora sigue tu cuarto!-
-D-De acuerdo…-
Reina estalla de emoción al ver nuevamente la habitación de su amigo. Sin pensarlo, corre hacia la cama y se acuesta de un salto. Entonces abraza una almohada y hunde su rostro en ella.
-*Rubor* Aaaah… tiene tu aroma jiji-
-*Rubor* ¡Conste que me he bañado y he lavado las frazadas!-
-Lo sé jeje, no creo que seas una persona sucia-
-Más te vale…-
“Aaah… en verdad tiene su aroma… y por algún motivo me encanta…”
-¡Cuantos recuerdos! ¡Hubo días en los que dormimos juntitos aquí! ¿Te acuerdas?-
-Ah… es verdad…-
-La oscuridad me daba miedo, pero tú me abrazabas y me decías que ibas a protegerme, ¡Entonces dormía muy bien! Jiji-
-*Rubor* Su-Supongo que mis deseos de verme cool frente a ti… me daban valor…-
-jeje ¡Eras mi lindo caballerito!-
-*Rubor* mmm…-
“Y ahora… puedo ser yo quien te proteja.
Quiero protegerte siempre…”
Reina continua acostada en la cama de su amigo, de pronto sus ojos captan un objeto colgado en la pared. Zero se percata de esto.
-Ah, ¿Te llama la atención esa katana?-
-Si…-
-¿Recuerdas aquel festival?-
-*Rubor* Si jeje… entonces tú también…-
“¡Zero tiene presente nuestro pasado! ¡Finalmente tenemos recuerdos que compartimos! Jeje”
-Si no me equivoco, fuimos al festival que celebra el vecindario en época de carnaval, que es en febrero. Allí… alguien me compró esa katana…-
“¡Ah! Es cierto, ahora recuerdo que había un sujeto al cual quería mucho y lo consideraba como mi tío…
-¡Sí! Era un amigo de mis padres-
-No, era amigo de mis padres-Dice Zero.
-Estoy bastante segura que era amigo de papá y mamá…-
-Mmm… ¿Un amigo en común entre nuestros padres?-
-Imposible ya que…-
“¿Eh? Pero si mis padres eran agentes… y el tío Roland era agente…
Espera… ¿Los padres de Zero tenían como amigo a un agente?
No puede ser… ¿O sí?
Mmm… Zero no parece saber nada de Ancardia…”
-¿Mm?-
-No es nada. Es posible que yo este equivocada, pero… da igual… ¿Verdad?-
-Supongo que sí, pero… ¿Por qué me regalaría una espada? ¡Era un niño!-
-Creo que mi mamá le regañó por eso. Aunque se trata de un objeto de colección, no es como que eso vaya a cortar de verdad-
-Pues…-
-¿Uh?-
-Esta katana… es autentica…-
-¿Eh?-
-No tiene filo, pero es autentica. Te la mostraré-
Zero le da la espada a su amiga para que verifique. Debido a que ella posee su propia espada, sabe reconocer una real.
-Es… ¡Es cierto! Pero… ¿Por qué? ¿Cómo es que vendían algo así? ¿Y por qué te la dio?-
-“Úsala para protegerla de la oscuridad”-
-*Rubor* ¿Eh?-
“Esas palabras… ¿También las recuerdas? Ay jeje… que dulce es…”
-El otro día tuve un sueño sobre el pasado, justamente cuando recibí la espada. Esas palabras aún resuenan en mi mente-
-Jeje…-
-Sea como sea… ¡Es genial tener una katana totalmente negra! Si le diéramos filo, obtendríamos un arma poderosa-
-Jeje ¡Y te cortarías los dedos! No seas tontito-
-Seria genial poder luchar como en los animes jeje-
-Ay tontito… mejor quédate en la realidad-
“No hay nada bueno en eso. Al principio emociona, pero luego ya no…”
-Bueno, iré a traer unas bebidas y bocadillos-
-¡Oh! ¡Qué caballeroso! ¡Quiero comida! ¡Quiero comida!-
-Jeje, enseguida vuelvo. ¡Trata de no profanar mi cama!-
-Dudo que te moleste mucho que tu cama quede impregnada con mi aroma, ósea, el de una chica linda-
-Qué ego…-
-Pero no niegas que soy linda, ¿Cierto?-
-*Rubor* Bastante… ¡Agradécele a los dioses que naciste así!-
Zero se marcha y la joven se queda sola. Entonces observa a su alrededor y sonríe feliz.
-Aun no me creo que este de nuevo en esta habitación. Recuerdo que jugábamos mucho aquí y también mirábamos anime en la tele-
Reina camina por toda la habitación, explorando y curioseando.
-Supongo que este siempre ha sido tu refugio. Me duele que hayas tenido que experimentar tanta soledad…
Quisiera… poder haber estado a tu lado. Nunca te hubiese abandonado…
No es justo… nada de lo que nos ha pasado… es justo…-
Reina sacude su cabeza, se abofetea levemente y se concentra en el presente.
-¡Basta! Ahora estoy de nuevo a su lado, ¡Hay que disfrutar la vida!-
Reina observa la cama de su amigo, se acuesta nuevamente y se acurruca abrazando la almohada…
-Aaah… es tan cómodo… y su almohada es suavecita… y huele bien…
*Rubor* Es como… como si… lo abrazara a él…-
Quisiera… durmiéramos juntitos así…-
De pronto, se da cuenta de lo que está haciendo y salta de la cama por la vergüenza, se tropieza y cae de cabeza al suelo.
-¡Duele! Eso me pasa por andar haciendo cosas raras… ¿Qué sucede conmigo? Yo no soy así…-
Zero regresa con muchos bocadillos, algo que alegra mucho a la joven, quien comienza a comer con emoción. Ambos se sientan en la cama y platican.
-¡Ah! Quería mostrarte algo- Dice ella.
-¿Qué cosa?-
Reina saca algo de su bolso, una piedra transparente del tamaño de una manzana…
-¿Un pedazo de hielo…?-
-¡No, tonto! ¡Es un cristal!-
-¡Oh! Se ve bonito-
-Mi abuelo me lo regaló cuando era niña. Me dijo que era un amuleto que me cumpliría mis más preciados deseos si depositaba mi fe en el-
-¿Realmente hace eso…?-
-Pues me encuentro frente a ti, ¿Cierto?-
“Jeje, ahora que recuerdo, le pedí al cristal con todas mis fuerzas, poder verlo de nuevo. Y al final si se cumplió mi deseo, ¡Gracias pequeño cristal!”
-*Rubor* Ah…-El rostro del muchacho se torna rojo.
-*Rubor* Se podría decir que mi más grande deseo se ha cumplido jiji-Dice la joven pelirroja, sonriendo con gran dulzura.
-*Rubor* Reina…-
-Yo sí creo que es un mineral mágico jiji-
-Fue un lindo regalo-
-Me lo dio poco después de que tú y yo nos separamos. Me encontraba muy triste, no dejaba de llorar todo el tiempo…-
-…-
-Supongo que este cristal me dio esperanzas. Todo comenzó a resultar más positivo después, pues conocí a mis preciadas amigas-
-Creo que vi a tu abuelo una vez cuando era niño. Podría ir a saludarlo uno de estos días-
-Mi abuelo falleció hace unos años…-
-Oh… lo siento…-
-Descuida jeje-
-¿Entonces como… vives…?-
-Unos parientes lejanos me ayudaron. Actualmente vivo sola en un apartamento, recibo dinero de ellos, aunque… erm… digamos que tengo un trabajo de medio tiempo-
-¡Oh! ¿Por eso a veces te marchas a toda prisa?-
-Si… perdón por no decirte…-
-Descuida-
-Trabajo en una tienda jardinería-
-Vaya… así que ambos tenemos vidas de mierda-
-Eso parece jeje. ¡Pero ahora te tengo a ti!- Dice ella con una hermosa sonrisa.
“Aah… lo hice de nuevo. Otra vez tuve que mentirle…
Detesto tener que hacerlo… pero es inevitable…
Lo siento…”
-Jeh… oye Reina…-
-¿Si?-
-Gracias por haber regresado a mi vida. Creo que… era lo que me hacía falta…-
-*Rubor* Zero…-
“¿Eh…? Esas palabras…
Esa sonrisa tan cálida…
Ay mi corazón… no deja de latir fuerte…
Me siento tan feliz de escuchar eso que quiero llorar…
Zero… tu… me…”
Reina se contiene, sonríe feliz y luego le da un empujoncito con su hombro.
-Bueno… esto… ¿Qué hacemos ahora?-Pregunta su amigo.
-¿Qué sugieres?-
-Pues…-
Ambos jugaron videojuegos hasta la noche. Luego se detuvieron para cenar pizza y un postre helado.
Luego se sentaron en el sofá de la sala para ver unas cuantas películas. Reina se aferro al brazo de su amigo y no se aparto de su lado. Su amigo cada tanto la miraba de reojo, maravillándose de la belleza que presenta.
El tiempo pasa y ambos acaban dormidos sin darse cuenta. La joven despierta en mitad de la noche, algo confundida. Entonces se da cuenta de que esta acostada en el sofá, abrazando con mucho cariño a su amigo.
-*Rubor* ¡¿Pero qué?! ¡Hiii! ¡¿Estábamos?! Estábamos…-
La muchacha comprende que ambos se quedaron dormidos y ella acabó por acomodarse inconscientemente.
Observa el rostro durmiente de su amigo y todos esos nervios que sintió, desaparecen. Comienza a sonreír y sentir mucha felicidad.
-Jeh… ¿Por qué será que hacer algo como acostarnos juntos y abrazaditos, no me molesta?
Yo odiaba tales cosas, nunca me veía capaz de experimentarlo con nadie. La sola idea de pensar en estar con un chico me daba asco…
Pero contigo… todo es diferente…
Cada cosa que hacemos juntos, cada charla que tenemos, cada mirada que me dedicas…
Todo eso me causa mucha felicidad. Mi corazón no deja de latir emocionado cuando estoy contigo…-
La muchacha acerca su rostro hacia el de su amigo y le brinda un tierno beso en la mejilla…
-Yo… creo que finalmente lo entiendo…
Zero… me gustas mucho-
Reina se siente feliz al decir eso, pero no tiene el coraje de decírselo a su amigo cuando este despierto, no por ahora al menos.
Se acuesta nuevamente junto a él, cierra sus ojos y vuelve a quedarse dormida, esta vez con una gran sonrisa.
-Si… aquí es donde quiero estar… por siempre…-
==FIN DEL CAPITULO==
Comments for chapter "9-20"
QUE TE PARECIÓ?