The Lost Crystallus - 11-01

“¡Bienvenidos al Bunny Ears!”
“Se alza el telón de una nueva aventura”
“Nuevamente el escenario es la gran ciudad”
“Las sombras abundan por todas partes, esta vez más peligrosas que nunca”
“Sin embargo, el joven debe lidiar con su propia sombra”
“Los hermanos del corazón se reencuentran”
“Los hermanos se divierten”
“Los hermanos comparten su dolor”
“Los hermanos disfrutan en la luz”
“Los hermanos cooperan en la noche”
“La sangre no importa, pero la maldición es una barrera difícil de romper”
“En esta ciudad, la serpiente observa, la serpiente devora, la serpiente no teme envenenar…”
“¡Disfruten de la obra, con sonrisas y orejas de conejo!”
Se nos presenta una gran habitación blanca, con enormes ventanales decorados con cortinas del mismo color, pero que también presentan cintas de un tono dorado brillante.
La luz del día ingresa iluminándolo todo. Hay calidez, hay paz…
Allí se encuentra una cama de gran tamaño, con colchones suaves como las nubes, perfumados como un buen campo de flores primaverales y tan capaces de calentar como el abrazo de una madre.
Una hermosa joven de larga cabellera naranja, se encuentra durmiendo plácidamente. Entonces, lentamente despierta en el momento en que unos leves rayos solares, acarician su rostro.
Ella abre sus ojos, que son de un color avellana con brillo esperanzador. Se frota el rostro, da un tierno bostezo y luego se levanta de la cama.

Ella viste un largo vestido blanco de un tono similar al de su propia habitación, camina descalza hacia una habitación más pequeña donde se encuentra lo que parece ser una fuente. Allí se limpia el rostro con agua fresca, libre de cualquier rastro de impureza.
Al regresar a la habitación anterior, recibe unas palabras que la sorprenden y que le quitan el poco sueño que aun continuaba abrumándola.
-¡Buenos días sacerdotisa de los sueños!- Dice una mujer de aparente edad adolescente, de estatura alta, con una larga cabellera roja, ojos violetas y una figura notable y elegante, al igual que la dama de vestido blanco.
La joven de cabello naranja, se avergüenza un poco. -Siempre te cuelas en mi habitación, ¿Tanto deseas verme en mis momentos más vergonzosos?-
La joven pelirroja, que viste un atuendo muy similar a la de una bruja de cuento de hadas, llevando incluso el sombrero de punta tan característico, comienza a reír y luego se disculpa.
-¡Lo siento! Pero pocas personas tienen el privilegio de verte con ese rostro lleno de sueño. En fin, hoy es el gran día, ¿Cierto?-
La joven de cabello naranja, se lleva una mano al pecho, pues esas palabras le hacen recordar algo muy importante, que es capaz de hacer que su corazón comience a latir fuerte.
-Así es. Aunque sienta nervios, estoy lista para realizar la gran prueba y demostrarle a mi madre que soy capaz- Pronuncia la dama de cabello naranja, con gran determinación.
Tras cambiarse el atuendo, sale de la enorme habitación junto a su compañera, caminan por unos pasillos blancos con algunas decoraciones doradas y otras azules. Ambas se detienen al ver a dos mujeres que estaban esperándolas. Dos hermosas gemelas de cabello blanco como las nubes y de estatura mediana. Llevan hermosos vestidos que dejan en claro que pertenecen a la servidumbre del lugar.
Aunque ambas posean el mismo rostro, sus miradas son diferentes. Una presenta una expresión de calma y seguridad, mientras que la otra presenta una más imponente y estricta.
La hermana serena posee ojos verdes, mientras que la hermana más ruda, presenta ojos azules.
-Buenos días, joven ama, su madre le espera en el gran salón-
La joven de vestido de blanco, continúa su camino en compañía de la bruja pelirroja y las sirvientas albinas.
Antes de llegar al gran salón, dos mujeres aguardaban a un lado de la gran puerta. Una joven monje de cabello largo y rubio, con ojos tan azules como el mismo cielo. Su sonrisa deja en claro la confianza que se tiene y la honestidad de su corazón.
La otra chica es una hechicera y bibliotecaria, encargada tanto de custodiar los archivos del palacio, así como liderar las los campos en la medicina y alquimia. Se trata de una joven de estatura un poco más de la mediana, con larga cabellera negra y ojos purpuras oscuros.
-¡Hola princesita! ¿Lista para la gran prueba?- Dice joven rubia, con una actitud amistosa.
-¿Cuántas veces debo decírtelo? Ella va a prepararse para ser la siguiente sacerdotisa, no es princesa…- Explica la hechicera, ajustándose los lentes y picando a su amiga con su cetro.
-¡Perdón! ¡Pero da igual! ¡Ella tendrá un cargo importante!- Protesta la joven monje.
– Más respeto hacia ella- Dice la hechicera.
-¡Pero es mi amiga!-
-No importa-
-Ya… no hay problema, ustedes son mis amigas, pueden tratarme sin formalidades. Incluso ustedes dos- Dice la joven candidata a sacerdotisa, dirigiéndose a las sirvientas, quienes responden de manera inmediata. -No podemos eliminar la formalidad en nuestro trato, es parte del protocolo sagrado-
-Entiendo… lo siento…- Dice la joven de cabello naranja, con un poco de tristeza.
Antes de ingresar al gran salón, ella observa a su alrededor, como esperando algo. O más bien a alguien.
-Estas esperándolo a “él”, ¿Cierto?- Menciona su amiga, la bella brujita. Entonces la muchacha de cabello naranja, se enrojece levemente y luego con una leve sonrisa, asiente.
Ella no lo oculta, aunque si le da algo de vergüenza. Posee sentimientos fuertes hacia “esa” persona. No es algo prohibido, ella tiene permitido el amor como a cualquier otro. No es algo impuro, no es algo que enfurezca a alguna deidad.
-El tonto de mi hermano no se presentará. Será un guerrero valiente, pero le teme a tu madre, es por eso que te esperará más adelante en tu camino- Dice una voz suave y muy joven.
Quien aparece, es una jovencita adolescente, de estatura baja, cabello largo de color aguamarina y ojos verdes como las esmeraldas más brillantes. Su talento radica en ser una exploradora con grandes dotes de cazadora, cerrajería y astronomía. Siempre lleva su arco encima, aunque su arma principal son dos dagas.
-Entiendo…- Pronuncia la joven que aspira a ser sacerdotisa, con algo de tristeza, pues ansiaba ver a aquella persona.
-No te preocupes, no va a perderse una aventura contigo. Es tonto, pero jamás descorazonado. Siempre piensa en ti- Dice la pequeña exploradora, sonriendo levemente. Sus ojos siempre se ven calmados, como si estuviese con sueño todo el tiempo.
Tales palabras de la pequeña, provocan alegría en la dama de vestido blanco.
Sin perder más tiempo, ingresan al gran salón. Allí, sentada en un gran trono de cristal, pero con superficies perfectamente acojinadas, para brindar comodidad. Se encuentra la madre de la joven y actual sacerdotisa de la sagrada tierra que habita en los cielos, “Celestesia”. Un reino que se compone de islas flotantes.
Madre e hija presentan apariencias similares, mismo color de cabello, misma altura, diferenciándose levemente en algunos atributos del cuerpo y presentando una diferencia total en el color de ojos, siendo los de su madre, de un tono amarillo.
La mirada de la gran sacerdotisa, es serena y amable. A la hora de hablar presenta calma, dejando percibir sabiduría, madures y disciplina.
-Buenos días madre. Me encuentro aquí a la hora indicada para cumplir con mi deber. Escucharé mi tarea y la aceptaré sin queja alguna-
La hija se arrodilla, al igual que sus amistades. La gran sacerdotisa sonríe, pues siente felicidad al ver como su hija es responsable y suficientemente madura.
-Ha llegado el momento de que lleves a cabo la gran prueba. Tu deber es demostrar que eres merecedora de ser mi sucesora y así guiar, aconsejar y proteger el mundo.
Lumínica Crisselia, hija mía, debes partir hacia el valle del inicio y cumplir la petición del gran Dragón-
-Entendido madre, partiremos de inmediato-
-Que esta travesía permita que encuentres un objetivo, un deseo para el futuro y fortaleza para tu corazón-
-Gracias madre-
La joven cuyo nombre responde al de Lumínica, partió de inmediato, siendo acompañada por la bruja, la joven monje y la pequeña exploradora.
Lumínica se equipó con un arma con la cual tiene buen dominio, unos guantes que pueden reproducir sonidos musicales con el movimiento y chasquido de los dedos. Este artefacto trabaja en conjunto con otro, uno de aspecto rectangular de color negro, que puede estirarse según la voluntad del portador, para presentar teclas que reproducen mas sonidos. En nuestro presente, podría comprenderse a este artefacto como un teclado musical.
Las chicas abandonan el castillo en una barca pequeña, preparada para moverse en el océano de nubes y descender hacia la superficie. El destino al cual deben llegar, es un camino peligroso, pues presenta bestias feroces de la naturaleza. No pueden avanzar por aire, parte de la prueba es hacerlo a pie.
Las chicas avanzan por una selva, deben hacerlo por un buen tiempo hasta alcanzar campo abierto y luego adentrarse en un valle montañoso, donde poco a poco el verde de la naturaleza, se irá perdiendo.
Al caer el atardecer, se ven rodeadas por bestias felinas de gran tamaño y de una agilidad impresionante.
La joven monje libera un aura azul leve y propicia golpes potentes en una de las bestias. Sus puños y patadas, causan estruendos como si un enorme tronco golpease una roca de frente. Y cada herida en la bestia, sufre de una cristalización que impide que el daño sea reparado.
La exploradora esquiva sin problemas los tremendos zarpazos. Recubre su cuerpo con un aura verde, da un salto bien alto con una voltereta en el aire. Al descender, impacta con sus pies sobre la tierra y los cristaliza todo a su alrededor en un radio pequeño, suficiente para atrapar a una de las bestias. Al dejarla inmóvil, procede a acabar con ella, utilizando sus filosas dagas, potenciadas aun mas con el poder de su aura.
La adorable brujita, alza su báculo e invoca un torbellino de fuego. -¡¡¡Faris Corneria!!!- Es lo que grita para realizar aquel ataque. Luego da un giro y grita -¡¡¡Faris baral!!!- Provocando que, de la punta del báculo, se dispare una bola de fuego. Y finalmente pronuncia solamente -¡¡¡Faris!!!- para quemar a una tercera bestia.
Las ultimas bestias son acabadas por las “artes” que emplea Lumínica. Con cada chasquido y movimiento de sus manos, explosiones cristalinas se crean en diferentes partes del cuerpo de las bestias. Cada estallido es como si una ventana se quebrase por el impacto de una piedra.
Luego invoca su teclado, el cual puede mantenerse a flote. Y comienza a emplea una melodía veloz, digna de ser una ideal música de batalla de fantasía con ritmo acelerado.
Enormes explosiones de cristal, hacen volar de un lado a otro a las bestias hasta dejarlas totalmente acabadas. Y de esta manera, la batalla termina con una impecable victoria.
-¡Me encanta la manera de pelea de Luminica! ¡Me anima a seguir luchando! Jeje- Dice la bruja con una adorable sonrisa.
-Pocos logran dominar la “Melodía de batalla”. Apuesto a que ella es la mejor- Dice la joven monje, estirando sus brazos.
-La magia es asombrosa…- Dice la joven exploradora, con ojos brillosos y levemente temblorosos.
-Lo que hacemos no es magia, son “artes” que todo mundo puede emplear si se entrena como es debido- Explica Lumínica.
-¡Ah! Cierto, mi hermano me lo explico muchas veces, pero… ¿Cómo es que ella puede lanzar fuego? ¿Sus palabras no tienen magia?- Pregunta la exploradora.
-¡Ah! ¿Eso? Solo lo grito para motivarme jajaja. En verdad no es necesario utilizar palabras para atacar- Explica la brujita, sacando la lengua.
-¿Y cómo es que logras invocar fuego?- Pregunta la inocente exploradora.
-Fuego, electricidad, viento y agua, todo eso puedo invocar- Explica la brujita.
-Impresionante- Dice la exploradora, dando aplausos leves.
-Verás pequeña, es una realidad que nosotros los “Pensantes”, somos incapaces de crear elementos de la naturaleza de la nada. Solo existe una única habilidad natural dentro de todos nosotros. El aura de cristal…- Explica la bruja.
-Aura de cristal…- Dice la exploradora, observando su mano derecha.
-¡Y por eso debemos agradecer al gran y poderoso “Zenoc”!- Dice La bruja con felicidad y admiración en sus palabras.
-Conozco ese nombre…- Dice la exploradora.
-El gran aventurero, héroe y guerrero de las leyendas. Es quien logró crear gran parte de los artefactos que utilizamos hoy día. Gracias a sus investigaciones, es que podemos fusionar la tecnología con nuestra habilidad del aura de cristal, siendo capaces de lograr cosas que, de otra forma, no podríamos- Explica Luminica.
-Mi báculo es capaz de emplear ataques con diferentes elementos de la naturaleza, siendo su combustible y “chispazo” necesario para actuar, mi propia energía natural- Explica la bruja.
-Lo mismo sucede con mis artefactos, los cuales provocan que mi energía pueda viajar a través del sonido de mi música. Ataques silenciosos, ocultos en el mismo sonido jeje- Explica Lumínica.
-¡Ya entiendo! ¡Los artefactos de Zenoc, permiten que podamos hacer más cosas con nuestra energía de cristal! ¡Cómo hacer cosas que no sean de cristal!- Dice la pequeña exploradora con emoción.
-¡Exacto! ¿Verdad que es emocionante?- Dice La bruja con brillo en sus ojos.
-Oigan, pero Zenoc no fue simplemente un gran aventurero o héroe. Fue un sirviente de Dios que descendió de los cielos para enfrentar a los Ángeles caídos. Se dice que tras las guerras que se libraron, de sus escombros y cenizas, se formaron las naciones que hoy conocemos- Explica la joven monje.
-Sí, pero… ¿Qué tan reales son esas historias? Sé que Zenoc vivió muchísimo pero aun así…- Se pregunta la brujita.
-Son reales- Dice Lumínica.
-¿Eh?- La brujita se sorprende.
-Zenoc existió y todo lo que han comentado sobre él, sus leyendas, fueron ciertas. Mi madre me dijo que el cristal de la sabiduría, es quien lo confirmó- Explica Luminica.
-¡Ah! El enorme cristal que custodian, ¿Posee información sobre Zenoc?- Pregunta la brujita con asombro.
-El cristal posee conocimiento. Es una fuente natural que registra las memorias del planeta- Explica la joven monje.
-De hecho, posee las memorias del mar de estrellas. El problema no es acceder a esas memorias, sino más bien poder pagar el precio adecuado y ser capaz de soportar el conocimiento obtenido– Explica Lumínica.
-Por eso las sacerdotisas son quienes se encargan proteger el gran cristal. Son quienes se entrenan para ser capaces de poder soportar el conocimiento entregado. Eso es lo que me explico mi hermano- Dice la jovencita exploradora.
-Así es. Mi madre pudo ver las memorias sobre Zenoc y de esa manera saber cuál fue la verdad. Al menos una gran parte. Según ella, dijo que su origen fue triste y su viaje aún más triste. De hecho, tú y tu hermano, descienden de él- Explica Lumínica.
-¡Oh!- La pequeña Exploradora se sorprende.
Continúan su camino durante varios días. Al llegar al valle montañoso, son atacadas por bestias enormes, reptiles que se paran en dos patas, poseen garras y dientes filosos.
Las chicas atacan, pero las bestias poseen una piel dura que resiste al fuego y a los daños de elemento cristal. La exploradora es quien mejor logra dañar a las bestias, debido a que emplea armas con filo. Sin embargo, las bestias presentan una gran ventaja numérica, por lo que la pequeña no puede encargarse de todas.
La bruja utiliza electricidad, siendo el único elemento capaz de dañar bastante a los reptiles del valle. Por otro lado, la valiente monje, utiliza sus puños y patadas, potenciadas por su aura, pero, aun así, poco es el daño que logra provocar.
-Tengo que aumentar la potencia de mis notas…- Dice Lumínica, haciendo crecer su aura blanca mientras ataca.
De pronto, dos bestias saltan para intentar caer sobre ella y devorarla. Ella alza la mirada e intenta realizar un potente ataque con sus manos, pero se da cuenta de que no podrá evitar ser dañada.
Entonces una silueta aparece y en un instante, rebana las cabezas de ambos reptiles con un corte limpio y resplandeciente.
Un joven espadachín entra en escena, se para frente a la joven aspirante a sacerdotisa, acerca su rostro con una sonrisa y le brinda un beso veloz, luego voltea y para ir a enfrentar al resto de las bestias.
-¡Vamos hermanita! ¡Disfrutemos de una buena carne asada esta noche!-
-¡Sí! ¡Se ven deliciosos!- Dice la exploradora, con una sonrisa que demuestra la emoción de poder luchar junto a su preciado hermano.
De esta manera, ambos van acabando sin problemas con todas las bestias. La manada restante acaba huyendo al entender que los guerreros son una amenaza mayor de lo que creían.
La calma regresa y la muchacha de cabello naranja, observa al espadachín. Su corazón late fuerte y un enorme hormigueo recorre su cuerpo.
-Eres… bastante atrevido… te apareces de la nada y me besas…- Dice Lumínica, haciendo pucheros.
-¡No puedo evitarlo! ¡Tienes una cara muy bonita! ¡Lo primero que pienso al verte, es en querer darte un beso!- Expresa el espadachín.
-Tan valiente como para besarla sin preguntarle y para acabar con bestias feroces, pero cobarde para enfrentar a tu futura suegra…- Dice la hermana exploradora.
-¡No es fácil tratar con algo así! Hablamos de una figura importante y yo…- Explica el espadachín.
-Te la pasas desflorando a su hija– Dice su hermanita sin drama.
-¡¡¡Hiiii!!!- Lumínica se cubre el rostro por la vergüenza.
-¡Hermanita! ¡Ten más tacto! Y no me la paso…-
-Puedes mentirme todo lo que quieras. A tus amigas y a ella, pero no a su madre. Con el gran cristal ella puede saber cuándo, dónde y cuantas veces…-
-¡¡¡Waaaah!!! ¡Ya entendimos! ¡No sigas por favor! Lo siento, es que… creo que no le agrado mucho…- Dice el espadachín.
-Mi madre te aprecia mucho. De hecho, está ansiosa por el día en que formemos una alianza familiar- Dice Lumínica.
-¿Enserio? ¿No le desagrado ni un poquito?-
-No-
-¿Ya ves hermanito? Vete estudiando el ritual de unión y ofrécele un anillo de una vez, ¡Quiero que Lumínica sea mi hermana!- Dice la exploradora.
Durante la noche, acamparon dentro de una cueva segura y cocinaron la carne de reptil que obtuvieron, la cual les resultaba deliciosa. La brujita contaba con especias y condimentos para mejorar aún más el sabor de la carne.
Gracias al conocimiento del espadachín, tardaron 2 días en atravesar las cavernas hasta llegar al gran valle donde se encuentra reposando, un enorme dragón.
-Finalmente llegamos al Valle del inicio. Fue un viaje bastante agotador…- Dice Lumínica, frotándose la frente.
-Las cavernas estaban repletas de bichos feos… gaste mucha energía, demasiadas batallas…- Dice La bruja, respirando agitada por el cansancio.
-Hermano, ¿Por qué se llama Valle del inicio?- Pregunta la exploradora, jalando levemente los ropajes del espadachín.
-Es porque según cuenta la leyenda, aquí aparecieron los primeros seres llamados “Dragones”. Fueron los primeros en comenzar a reclamar la superficie y luego los cielos. Evolucionaron hasta adquirir pensamiento abstracto, luego razonamiento completo. Podríamos decir que son los dueños originales del planeta- Explica el espadachín.
-Son una raza que alcanzó la más alta sabiduría. Hoy día quedan pocos, pero todos ellos son seres pacíficos. Las naciones suelen recurrir a ellos para pedirles consejo. Incluso se dice que debido al estado avanzado de iluminación que alcanzaron, albergan en su interior una parte de todos los seres de la naturaleza- Explica Lumínica.
-¿Ósea que son parte de un todo?- Pregunta la exploradora.
-Son… los representantes de nuestro mundo. Imagina cuanto lleva viviendo su especie como para haber alcanzado semejante evolución. Nuestra raza, los “pensantes”, nos queda mucho aun por recorrer. ¿Lograremos llegar al mismo nivel que los dragones? No dejo de preguntármelo…- Explica Lumínica, con una voz suave que conlleva tristeza e inseguridad.
Avanzan hasta el centro del gran valle y luego suben por enorme roca, la cual sirve para que puedan interactuar con la enorme criatura a una altura más cómoda.
El enorme dragón se levanta y alza la cabeza para poder observar de cerca a los invitados. La bestia posee un tamaño descomunal. Podría devorarlos a todos de un bocado si quisiera, pues los jóvenes son como simples uvas para la criatura.
El dragón posee una apariencia similar al estilo occidental que se pueden apreciar en los cuentos de nuestro presente.
Criaturas de gran cuerpo, con cuellos largos como jirafas, cabezas enormes, decoradas con cuernos y ojos con pupilas como tienen las serpientes. Posee también dos enormes alas y una cola tan grande, tan larga, que un tren podría instalarse allí sin problemas.
Pese a su apariencia tan amenazante e imponente, la criatura no es hostil. De hecho, manifiesta un aura pacifica en todo el valle, provocando que aquellos animales que carecen de hostilidad, puedan transitar sin problemas por toda la zona. Y las bestias con sed de sangre, se mantengan alejadas, sintiendo un terror descomunal.
Debido a esto, el valle es un lugar lleno de vida y repleto de colores verdes por la naturaleza.
El dragón no habla, el diseño de su boca no está preparado para poder moldearse y pronunciar palabras como lo hacen los jóvenes allí presentes.
¿Entonces cómo se comunican estas criaturas?
Lo hacen por medio de telepatía conceptual. Transmiten sus ideas y el resto las reciben en sus mentes. El individuo interpreta las palabras, puede que hasta escuche una voz, pero es su mente la que traduce de una manera que el usuario le sea más cómodo entender.
No solo palabras o sonidos, también pueden visualizar imágenes, según lo que la gran criatura este tratando de transmitir.
“Bienvenida, hija pensante de la actual sacerdotisa. Siempre es emocionante conocer una nueva candidata”. Es lo que dice la enorme criatura y que interpretan todos los presentes en el escenario.
-También es emocionante para nosotros, poder visitar a un ser de absoluta sabiduría. Primero que nada, quiero agradecerle por la amistad que siempre ha tenido con mi familia- Dice Lumínica, inclinándose con elegancia.
“He conocido a la primera de tu sangre. He guiado e instruido a la primera en portar el nombre de sacerdotisa, concediéndole el rol de guardiana del gran cristal. Han sido tantos rostros, tantos corazones valientes e inmaduros, los que he visto pasar por aquí. A pesar de los errores, de los desvíos y tropiezos, siempre se mantuvieron firmes en su rol de custodiar el cristal y de proteger su conocimiento.
¿Te crees que lista para heredar ese cargo? Eres libre de rechazarlo, pues todo ser encarnado es libre en su propio destino. Si aceptas, conllevará a aceptar las responsabilidades”
Lumínica mantiene una mirada firme. Su corazón late de emoción al poder interactuar con la enorme criatura. No desea decepcionarla, ni decepcionarse a sí misma.
-Es lo que deseo hacer. Estoy lista para demostrar que puedo convertirme en la siguiente sacerdotisa. Protegeré el cristal y los secretos del mundo- Pronuncia la joven, con una voz fuerte y firme.
El dragón transmite un aura positiva al escuchar esas palabras. Los jóvenes interpretan esto como si estuviera sonriendo.
“Aprecio y respeto tu decisión. Ahora te encomendaré tu misión. De hecho, es más un favor que yo les solicito”
-¿Un favor?- Pregunta Lumínica.
“Recientemente, he detectado un cuerpo flotando en el cielo. No se encuentra demasiado lejos de aquí, pero eso es lo más llamativo. ¿Por qué no lo he detectado antes?
No tengo la respuesta definitiva, pero puedo suponer que se trata de una isla que fue sellada desde la era antigua. Es posible que la barrera que la mantenía oculta, se quedase sin energía.”
-¿Una isla de la era antigua?-
“Si realmente se trata de algo así, entonces quiere decir que fue sellada con un propósito en especial. De ser así, altas son las probabilidades de que se trate de algo negativo.
Mi solicitud consiste en que investiguen ese cuerpo celestial, ¿Puedo contar con ustedes?”
-Por supuesto. Partiremos de inmediato- Dice Lumínica con una sonrisa.
Ninguno de sus compañeros está en contra. Todos comparten la misma alegría, la misma emoción.
“Joven Lumínica, lo que sea que encuentre en ese lugar, está en sus manos decidir qué hacer con ello. Es libre de elegir si ocultar o revelar la verdad. Todo conlleva una consecuencia, todo puede causar un efecto en el mundo. No lo olvide”
-¡Entendido! ¡Prometo estar atenta! ¡Prometo utilizar mi sabiduría! ¡Prometo crecer con esta experiencia!- Exclama la joven con gran ánimo.
El gran dragón les transmite la ubicación exacta de la isla. Los jóvenes viajan de regreso a donde dejaron la barcaza, vuelan hasta un pueblo cercano para descansar y reponer recursos. Al día siguiente, vuelvan hacia su destino.
Tal como dijo la enorme criatura de gran sabiduría, una isla flotante se encontraba en el punto exacto de sus indicaciones. Un cuerpo pequeño, pero con suficiente espacio como para contar con un bosque, un lago y lo más llamativo de todo el lugar, un castillo.
Descienden cerca del borde, debido a que ciertas estructuras llamo la atención del grupo. Se trata de unas torres que presentan mecanismos antiguos.
Sin perder tiempo, la joven exploradora comienza a investigar…
-¡Hermanito, ven a ver esto!-
-¿Notas algo raro en estas estructuras?- Pregunta el espadachín, acercando su rostro y tocando con sus manos.
-Definitivamente no son simple decoración. Parece tener un mecanismo, pero necesito la ayuda de una mente más indicada para averiguarlo…- Explica la pequeña exploradora.
-¡Ah! ¿Y si llamamos a nuestra amiga que todo lo sabe?- Pregunta la brujita.
-¡Buena idea!- Dice Lumínica, juntando sus manos y sonriendo.
La brujita saca un cristal del tamaño de una manzana y activa una función de llamada. La imagen de la hechicera, quien se quedó en el palacio, aparece encima del cristal. De esta manera logran explicarle la situación y enseñarle las estructuras que encontraron.
El cristal emite una luz que cubre todo lo que desean investigar. De esta manera es como realizan lo que sería en el presente, un “escaneo” de datos.
Tras una hora de análisis e investigación, la hechicera finalmente les comunica los resultados.
-Estas estructuras son parte de un mecanismo que crea una barrera especial que evita ser detectada sea por seres vivos o artefactos. Deberían haber otras en la isla, colocadas en puntos exactos- Explica la Hechicera.
-¡Entonces aquí se guardan tesoros valiosos!- Dice la pequeña exploradora.
-Tesoros valiosos y peligrosos, hermanita- Dice el espadachín, acariciando la cabeza de su hermana.
-Aunque se trate de tecnología antigua, el material con el que está hecho es muy resistente y los mecanismos empleados, están refinados a la perfección. El hecho de que la barrera se apagase, se debe a que los cristales de energía, quedaron agotados. Digamos que cumplieron su ciclo- Explica la Hechicera.
-Entonces a nadie le importará si me llevo este cristal vacio para estudios o venderlo jeje- Dice La brujita.
-Haz lo que quieras. Por cierto, detecto una señal bastante grande en dirección al castillo. No hay signos de vida, pero es posible que haya algún mecanismo de defensa, quizás un guardián autómata. Tengan mucho cuidado- Dice La hechicera para luego despedirse.
-Un guardián autómata de la era antigua… ¡Qué miedo!- Dice La brujita, abrazando su báculo y temblando.
–Será todo un desafío si hay uno- Dice el espadachín.
-¡Quiero enfrentarlo!- Dice la exploradora con emoción.
-Tu amado y su hermana, son dos locos amantes de la aventura…- Dice La bruja a su amiga, Lumínica.
-Jeje… no puedo negar eso…-
Atraviesan el pequeño bosque hasta llegar a las puertas del castillo. Allí el espacio es grande como si fuese un campo de deportes. El suelo es de tierra, sin rastros de vegetación. Y parado frente a la puerta, se encuentra una estatua aparentemente metálica con apariencia de una armadura. Su tamaño es bastante grande con una espada de gran tamaño también.
De pronto, algunas partes de su cuerpo se iluminan de un color azul. Se encontraba de rodillas, pero al activarse, se levanta y empuña su arma.
-¡Si había un guardián!- Grita la bruja con miedo.
-¡Uno muy grande y bonito! ¿Se podrá derrotar?- Dice la exploradora con emoción en sus ojos.
-¡Mira ese diseño, hermanita! Los autómatas de ahora se ven bastantes pobres en comparación a este. Y ni hablar de que no los hacen con ese tamaño. ¡Será todo un reto!- Dice el espadachín, sonriendo.
-¡¿Enserio quieren enfrentarse a esa cosa?!- Pregunta la brujita con gran asombro.
-Mmm… tendré que emplear bastante energía para dañar esa cosa con mis puños…- Comenta la joven monje.
-¡¿Tu también?!- Comenta la brujita.
-Jeje, no tenemos otra opción. Si queremos saber los secretos que se ocultan en esta isla, debemos vencer a esa cosa- Dice Lumínica mientras prepara su equipo de combate.
La bruja lanza un rayo de color blanco, pero nada le provoca a gigante. Luego una bola de fuego, con mismo resultado. Entonces ella se desploma de rodillas y se deprime.
-Soy una inútil en este combate… continúen sin mi…-
-Ya… no te pongas mal…- Dice Lumínica, acariciando su espalda.
La joven de cabello rubio, ilumina su cuerpo con un aura considerable, entonces se lanza al ataque. Esquiva un espadazo del gigante autómata, contraataca con una patada y luego tres golpes con los puños.
La armadura ni se inmuta y ataca con su espalda. La muchacha retrocede y sacude sus manos.
-¡Qué dolor! ¡Es muy dura! A pesar de elevar mi poder, sentí dolor…-
Los hermanos atacan a la bestia al mismo tiempo, moviéndose alrededor con gran agilidad. El filo de sus armas rechina fuerte y generan enormes chispazos.
A pesar de potenciarlas con su propia aura, no logran provocar ni un mísero rasguño.
-Hermano, esta cosa es demasiado resistente. Es como si hiciera trampa…-
-Hermanita, no creo que podamos cortarlo. Y no veo un punto débil…-
-Hermano… ¿Qué podemos hacer entonces?-
-Jeje-
-¡Oh! ¡Se te ocurrió algo! ¿Cierto?-
-Así es, vamos a golpearlo fuerte hasta que comience a abollarse o agrietarse-
-¡Me gusta! ¿Pero cómo?- Pregunta la exploradora, inclinando la cabeza.
-¡Trabajando en equipo! ¡Oye brujita! ¿Quieres ser útil?- Grita el espadachín.
-¿Eh?- La bruja alza la mirada.
-¡invoca un súper tornado! ¡Eleva esa cosa bien alto!-
-¡¿Eh?! ¡¡¡Imposible!!!-
-¡Pon todo tu corazón en ello! ¡Creo en ti!-
-¡E-Esta bien!-
-¡Mientras tanto tu concentra toda tu aura! ¿Puedes hacer eso?- Pregunta el espadachín a la joven monje.
-¿Eh? ¿Te refieres a comprimirla? Puedo pero por unos instantes…-
-¡Hazlo! ¡Cuando te diga, salta y ataca!-
-¡Entendido!-
-¡Querida Lumínica! ¡Distráelo con tu hermoso sonido! ¡No debe notar a nuestra brujita hasta que logre invocar su ataque!-
-¡Si querido!-
La joven chasquea sus dedos mientras sus guantes emiten una melodía rítmica, perfecta para bailar y también incentivar al cuerpo a la batalla.
Los ataques impactan en diferentes direcciones. La armadura siente confusión, pero luego se enfoca en ella. Antes de poder avanzar, los dos hermanos atacan por la espalda, logrando que se tambalee un poco.
La bruja logra concentrar toda su energía y liberarla en un ataque de viento que forma un inmenso tornado. El gigante ancestral se eleva poco a poco.
La bruja grita mientras gasta su energía. El gigante sube cada vez más alto. Entonces la joven monje, quien también concentraba su energía para comprimir su aura, corre hacia el remolino y da un salto. En pleno vuelo carga su puño y golpea al gigante con todo su poder. Este se eleva más alto y luego cae, impactando contra el suelo, formando un enorme cráter.
Este se levanta de inmediato, presentando grietas y algunas abolladuras.
-¡Le hicimos bastante daño!- Dice la exploradora con brillo en sus ojos.
-No el suficiente, hermanita. Me temo que aun puede dar pelea, pero nosotros ya agotamos a la brujita- Dice el espadachín.
-No puedo más… lo siento…- Dice la bruja, desplomada en el suelo.
-¿Qué podemos hacer?- Pregunta Lumínica.
El gigante ataca con más violencia. El espadachín, la exploradora y la joven monje, llaman la atención del enemigo para evitar que ataque a su compañera la bruja, quien apenas puede moverse.
Apenas pueden evadir los potentes y veloces espadazos. Aunque lograron hacerle daño, no fue suficiente como para poder derrotarlo.
La armadura agita su espada, la exploradora hace piruetas para esquivar cada ataque. El gigante lanza su espada, la cual gira como si fuese un disco. El espadachín salta para proteger a su hermana, apartándola de la ruta de ataque.
-¡¿Estás bien hermanita?!-
-¡Ah! ¡Casi me mata! ¡Gracias hermanito!-
-Ese maldito arrojo su arma y ahora pelea con los puños…-
-Mmm… ¡Tengo una idea!- Dice la exploradora.
-¿Oh? Te escucho-
-Antes logramos romperlo porque lo hicimos estrellarse contra el suelo desde bien alto-
-Así es…-
-¿Y si lo lanzamos de la isla?-
-¡Oh!-
-Si no se rompe del todo, dudo que pueda volver a subir, ¿Qué dices?-
-¡Es una excelente idea! ¿Pero cómo podemos tirarlo?- Se pregunta el espadachín.
-¡Empujémoslo entre todos!- Dice la exploradora, alzando sus brazos.
-¡Yo lo mandaré a volar de un golpe! Puedo concentrar mi energía para realizar un ataque final- Dice la joven monje.
-¡Yo te compartiré mi energía!- Dice Lumínica.
-¡Mi hermano y yo, entretendremos a ese bicho ancestral para que puedas pegarle!- Dice la exploradora, alzando los brazos.
El espadachín y la exploradora, se lanzan al ataque para entretener a la criatura ancestral. Se dedican a esquivar todo lo que pueden, realizando piruetas en equipo, demostrando una coordinación impecable.

Mientras tanto, Lumínica saca su teclado y emplea una melodía veloz, a la vez rítmica para los buenos oídos. Sus acciones no son para atacar, sino transmitir parte de su energía a su compañera.
La joven monje comprime nuevamente su aura y concentra luz en su puño derecho.
-¡¡¡Estoy lista!!! ¡¡¡Apártense!!!- Grita la joven monje.
-¡¡¡Voy a ayudar!!!- Grita la Brujita.
La bruja invoca unas cadenas de cristal que retienen las extremidades el autómata. Entonces la joven monje se impulsa hacia como si hubiese sido disparada por un cañón. Su avance deja una estela sobre la tierra, como si fuese un cometa que lo quema todo.
Su puño impacta sobre el pecho del guardián autómata, provocando un estruendo tan fuerte que hace temblar los arboles de toda la isla. El gigante sufre un daño tremendo en su cuerpo y sale despedido hasta volverse pequeño en la lejanía y luego comenzar a caer hacia la superficie.
La joven monje queda desplomada en el suelo tras haber realizado semejante ataque. Apenas tiene fuerzas para moverse.
Todos se reúnen para descansar y acampar. Al día siguiente, una vez recuperados, se adentran en el castillo, manteniendo la guardia en alto por precaución.
Afortunadamente, ya no se encontraban mas amenazas en toda la isla. Al subir a lo más alto del castillo, llegan hasta una habitación llena de libros y otros dispositivos para almacenar datos.
Lumínica comienza a verificar de manera inmediata todo documento posible. Sus compañeros le echan una mano con esto, incluso vuelven a llamar a la hechicera para que también pueda leer y escanear documentos.
Tras pasar 5 horas leyendo documentos, encuentra algo que la deja totalmente sorprendida.
-¡Ah! Pero… todo esto fue escrito… ¡Entonces este sitio le pertenecía!-
-¿Qué sucede?- Pregunta el espadachín.
-El castillo y estos documentos… ¡Pertenecieron a Zenoc!-
-¡Oh! ¡¿Enserio?!- Pregunta la bruja con gran emoción.
-Sí, no hay duda-
-¿Y de que trata todo esto? ¿Hay algo interesante?- Pregunta la exploradora.
-Habla sobre un experimento que realizaron en su época. Uno que si se sale de control, podría provocar la extinción de toda nuestra especie…- Explica Lumínica.
-¡¿Eh?!- La exploradora se sorprende y alza los brazos.
-Oye… eso es demasiado terrorífico y mas viniendo de semejante personaje histórico…- Dice el espadachín.
-¿Y qué clase de experimento es?- Pregunta la bruja.
-Algo relacionado con el núcleo que une nuestra alma con el cuerpo físico, pero nada más. Parece que buscaban hacer algo con ello… pero no lo explica. Tal parece que borro todo lo relacionado a ello para evitar un desastre- Explica Lumínica.
-Entonces… tal parece que no había nada tan grandioso aquí…- Dice la joven monje.
-¿Pero qué dices? ¡Todo este lugar es un tesoro en sí!- Dice la bruja.
-¿Qué pasa Lumi? Te ves muy seria…- Dice la exploradora.
-Es que…-
-¡Cuéntanos!- Insiste la exploradora.
-Zenoc menciona que estaban en tiempos de guerra, entonces buscaron experimentar con el núcleo del alma para obtener más poder. Sin embargo, existe algo muy peligroso en este experimento que si se sale de control, puede significar el fin de todo…-
-¿De qué forma…?- Pregunta la bruja.
-No lo sé, pero Zenoc supo verlo y borro todo sobre el experimento. Sin embargo…- Explica Lumínica.
-¿Por qué selló este sitio si todo ya fue borrado?- Dice la hechicera, proyectándose desde un cristal de llamada.
-¡Ah! ¡Buen punto!- Dice la joven monje.
-Zenoc menciona “Borrar la investigación, solo concederá paz temporal, pues algún día, otras personas se interesarán por esta idea”- Dice Lumínica.
-Interesante, entonces se refiere a que se trata de algo que todo ser vivo deseará investigar en algún momento. Como cuando quisimos saber sobre las estrellas, el fuego o el porqué del día y la noche- Dice la hechicera.
-“El sello no será eterno. Quien encuentre este lugar, a pesar de leer mis advertencias, sé que no lograré apagar las llamas de la curiosidad.
Puede que la solución no sea la censura, sino todo lo contrario. Tu, que lees esto, puedo mostrarte la verdad. Puedes continuar la investigación pero no para motivos egoístas, sino para encontrar la manera de corregir el error que nos condene a todos. Si realmente lo quieres, entonces dejaré unas pruebas que te llevaran a lo que buscas”- Lee Lumínica.
-¿Entonces…?- Pregunta la exploradora.
-Ya entiendo. Zenoc plantea que borrar toda mención de esta investigación, solo provocará un retraso temporal. En algún momento, alguien encontrará el camino hacia ese experimento, pues es un sendero inevitable de la ciencia y conocimiento- Comenta el espadachín.
-Conlleva un riesgo enorme, pero si se investiga en vez de evitarse, quizás se pueda encontrar una solución al problema…- Dice la bruja.
Lumínica recordó las palabras del sabio Dragón, de que era libre de elegir qué hacer con lo que sea que encontrase en este lugar.
Comprende que al elegir un camino, el destino del mundo será uno u otro. Es imposible predecir lo que ocurrirá en cada opción.
¿A dónde llevará esta investigación?
¿En qué puede beneficiar?
…
…
…
…
…
…
Al final, ella tomó una decisión…
La cual provoco un destino tanto para el mundo como para ella misma…
No fue algo inmediato…
No fue algo directo…
Nuevas ideas surgieron a raíz de esta pequeña aventura…
Aquella investigación secreta que encontraron, no fue la única advertencia sobre un posible peligro para el futuro…
Había algo más…
Algo que aterró a todos los allí presentes…
-¡Ah!- Grita la pequeña exploradora.
-¿Qué pasa hermanita? ¿Encontraste algo?-
-¡Encontré algo muy feo! ¡Tienen que leer esto!-
La pequeña encontró un fragmento muy importante…
Una gran advertencia…
Una predicción…
Algo que Zenoc vio hace muchos años atrás, confirmado por la gran roca de cristal…
“Todos usan la energía de luz por la paz. Luego lucharán por ella, ignorando las sombras que se ocultan tras este deseo…
Los 9 destellos se apagarán…
La sabiduría morirá…
Y el alma más pura se teñirá de rojo para nunca más volver a su color original…
El forastero sonreirá al final…
La oscuridad vencerá y la luz devorará la carne del pensante egoísta…”
————————————-
Un joven se despierta exaltado, se queda respirando de forma agitada por unos cuantos segundos…
Entonces se percata de la realidad a su alrededor…
Aquellos paisajes tan increíbles…
Aquellos personajes tan llamativos…
Y toda esa aventura tan fantástica y extraordinaria, no era más que un sueño…
Lo que ven sus ojos ahora, no es más que una simple habitación oscura. Junto a él duerme una hermosa mujer de cabello rojo…
El joven coloca una mano en su corazón, este late fuerte…
Se siente triste y también asustado. Puede notar otras emociones que no puede describir…
¿Realmente fue un simple sueño?
Se acuesta nuevamente y cierra los ojos. Al abrirlos de nuevo, se encuentra en un sitio diferente…
Allí no hay nada, solo oscuridad…
A su lado nota a una joven de cabello naranja, acostada y durmiendo plácidamente…
Extiende su brazo lentamente para acariciarle la frente…
De pronto nota a alguien que está de pie, una mujer de cabello naranja, atado con una coleta. Su mirada es algo siniestra y parece estar perdida en sus pensamientos.
El joven la observa y pronuncia…
“¿Lumínica…?”
La mujer vuelve en sí y voltea a mirar al muchacho…
Por unos segundos lo mira fijo y luego sonríe…
“Interesante mujer, ¿Cierto…?”
El joven comprende aquellas palabras…
El doloroso significado de que ella diga algo así…
“Eso que vi… esas personas…”
La mujer continúa sonriendo…
“Estamos conectados. Es normal que puedas ver fragmentos de lo que alguna vez pudo ser que sucedió…
Incluso aquellos que han sido olvidados por el mismo tiempo…
Al final… es igual a un sueño…
Ya no importa…
No te confundas…
Los fragmentos están rotos…
Tu mente reconstruye lo que falta con tus memorias…
Lo más probable es que esas personas no tuvieran ese aspecto…
O puede que si…
Da igual…
Quizás… todo eso ni siquiera sucedió…”
¿Hace cuanto fue que sucedió todo eso?
¿Cuánto se puede retener un recuerdo?
Si un humano común apenas recuerda algo de hace 50 años…
Entonces ella…
Si ella fue Lumínica…
Lo que es ahora, es diferente…
Muy diferente…
Lumínica dejo de existir hace mucho. El mundo ya no la recuerda…
La mujer de ahora percibe a Lumínica como algo ajeno que quizás existió alguna vez…
Lumínica… está muerta para la misma Lumínica…
Y solo queda…
==FIN DEL CAPITULO==
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