Tierra de Nadie - 003

Debo detenerlo… Es lo que se decía Matsuo una y otra vez mientras corría por los pasillos de la escuela.

Esto ocurrió porque cuando el junto a Masao e Ichigo estaban hablando, este se percato de aquella cosa, una vez que Masao se fue con Rina. Matsuo le dijo a Ichigo:

– Matsuo: Algo no anda bien Ichigo. Creo que Masao no fue engañado por sus ojos, realmente hay algo raro abajo.

Matsuo apretó su puño y se puso serio.

– Matsuo: Vigilare un momento desde aquí, a ver si vuelvo a ver esa cosa.

– Ichigo: ¿Por qué? ¿Realmente puede ser alguien malo?

– Matsuo: Eso lo sabre si lo vuelvo a ver.

Dijo con un tono serio y decidido, con una expresión y pose de valentía que probablemente encantaría a cualquier chica que lo viera.

…

Mientras ocurría la conversación de Rina y Masao, Matsuo siguió vigilando. Paso un rato no muy largo hasta que vio algo que le llamo la atención. Era el profesor de atletismo que estaba en el patio dirigiéndose al edificio al otro lado de la escuela donde esta la losa deportiva, pelotas y diversos objetos que hay en los cursos de física. Y fue cuando la criatura volvió a aparecer.

Esta a primera vista se comportaba como una temible bestia, puesto que corría en cuatro patas yendo directo y sin piedad hacia su presa. Justo antes de que pudiera saltar hacia el profesor, este se dio cuenta en el ultimo instaste y se lanzó hacia un lado.

Esto solo sirvió para que su terrible final sea alargado un poco más, puesto que la criatura logro cortarle una pequeña parte del cuello, haciendo que la sangre caiga como un vaso desbordando agua o como el gas chorreando después de abrir una bebida gaseosa.

El profesor coloco sus manos en si cuello intentando detener la hemorragia mientras pataleaba para arrastrarse hacia atrás.

– Matsuo: …

Matsuo mas que asustado estaba sorprendido. El sabía que aquella cosa podría acabar con todos si no lo detenían antes. Pero… su única razón por la que había que detenerlo era porque su mejor amigo… Masao, quien lo conocía hace años estaba ahí.

Matsuo salió corriendo del aula.

– Matsuo: ¡Tutora!

Grito Matsuo cuando la vio al final del pasillo bajando las escaleras.

– Tutora: ¡Ma-Matsuo! No corras en los pasillos y menos justo cuando el suelo esta mojado.

Matsuo no se había percatado que en el pasillo frente a las escaleras que llevaban al piso de abajo estaban mojadas junto a un cartel que colocan los conserjes cuando suelen trapear.

– Matsuo: Lo siento, es una emergencia.

Dijo mientras tomaba aire para recuperar el aliento.

– Matsuo: Por favor, sígame. Sera mejor si somos más.

Matsuo tomo el cartel del conserje y lo llevo en una mano, pretendía usarla como arma si llegara a atacarlos.

– Tutora: ¿Que sucede Matsuo? ¿Porque te veo tan serio?

– Matsuo: No hay tiempo, hay que llegar al otro edificio, ahí hay varias cosas que podemos usar como arma.

La tutora abrió los ojos, muy asustada puesto que no entendía lo que estaba pasando.

Ocurrió un incómodo silencio.

– Matsuo: Lo… lo siento, no quise asustarla. Es solo… que es posible que alguien se halla metido a la escuela con intención de que nadie salga con vida.

La tutora seguía asustada, pero, decidió confiar en Matsuo puesto que creía conocerlo bastante bien.

– Tutora: En-entonces déjame llamar a la policía.

– Matsuo: Buena idea, aunque esperar hasta que lleguen probablemente ya hallan acabado con una gran parte de nosotros en la escuela.

Matsuo tomo la mano de la profesora y la llevo a la entrada del primer piso mientras esta intentaba contactar con la policía. Pero… Por alguna razón no había señal en su celular.

– Tutora: Mira Matsu…

Ella le mostro el celular.

– Matsuo: ¿No hay señal?

Matsuo estaba en la puerta de la escuela, en frente de el estaba el amplio patio donde se suponía que estaba la criatura acabando con el profesor. Pero en vez de eso solo encontramos un gran charco de sangre. Debíamos cruzar el patio para llegar a otro edificio.

– Tutora: …

La tutora se veía sorprendida puesto que ella nunca había visto tanta sangre. Ella agacho la cabeza y le dijo a Matsuo.

– Tutora: Creo que en el otro edificio esta una katana… Bueno eso fue lo que escuche hace unos días del club del kendo.

– Matsuo: ¿Una katana? Yo solo eh practicado kendo una vez… No se si con eso pueda hacer frente a eso.

Matsuo sabia que no era tiempo para dudar así que antes de salir fue a por un extintor. Mientras iba rápidamente a por él, un grupo de alumnos de menor grado se estaban retirando, la tutora les dijo que se detengan un momento.

– Matsuo: Ellos podrían servir de carnada.

La tutora sin poder explicar a los alumnos lo que sucedido volteo a Matsuo con una mirada de enojo. Matsuo solo mostro una extraña sonrisa.

– Matsuo: Estoy bromeando, no debería mostrarme esa cara tan amenazadora.

Para que después de termina de decir esta frase le dé el extintor.

– Tutora: ¿Eh?

– Matsuo: Cúbrame la espalda con esto, si me pasa algo intente lanzar el anhídrido carbónico del extintor a los ojos de la criatura, por favor.

La tutora quería explicarles a los alumnos que se vallan, pero no pudo puesto que tenia que ver que sucedida con Matsuo así que solo se limito a decir que esperen. Este grupo de alumnos conformados por cuatro estudiantes se quedó viendo a Matsuo.

Matsuo había salido del edificio principal.