Un Mundo Sin Esperanza - 01
2 de marzo de 1962. En alguna parte de la Tierra. 12:00 AM
La noche era fría y la lluvia no la favorecía, todo estaba en un profundo silencio, sólo se podían escuchar la gotas de agua cayendo contra el frío asfalto y el motor de un auto apagándose.
Era un auto muy lujoso, muy moderno para la época, tenía un tono negro que lo hacía ver aún más lujoso, era raro ver este tipo de vehículos, en especial esta parte de la ciudad y aún más raro era el hecho de que estuviera al frente de un bar de poca monta a estas horas.
la puerta del coche lentamente se abrió, solo para mostrar a un hombre de mediana edad prendiendo un cigarrillo aun dentro del vehículo.
Tenía un abrigo café oscuro que tapaba su cuerpo casi por completo, debajo de dicho abrigo había un traje bastante elegante, su chaleco y corbata roja resaltaba de entre la oscuridad de la noche, su barba y cabello negro lo hacían ver bastante masculino. Lentamente este sacó un reloj de oro de uno de sus bolsillos, solo para echarle un pequeño vistazo.
-Hm, a tiempo… (???)
Unas palabras se le escaparon antes de guardar el reloj nuevamente en su bolsillo, después de esa acción el hombre en cuestión, le dirigió una mirada llena de nostalgia a una boina de un color negro que estaba en el asiento del copiloto.
el sujeto la tomó sin muchas prisas, solo para ponérsela lentamente en su cabeza, luego solo salió del auto no sin antes revisar de no dejar nada importante a dentro, al ver que todo estaba correcto no tardó en salir del auto.
Al salir, el hombre no pudo evitar soltar todo el humo que tenía acumulado en su boca. Un suave suspiro se pudo escuchar mientras el humo salía.
El enserio que parecía muy agotado, tal vez era por las ojeras que tenía encima, aparentemente no había dormido mucho…
(El crimen organizado es bastante duro, si, en especial cuando eres la mano derecha del jefe, pensar que me llamarían a estas horas para organizar una «reunión»… Haah… Da igual. Trabajo es trabajo, pero estoy seguro de que pudieron elegir un mejor lugar… No me gustan los bares.)
El hombre con esos pensamientos en su cabeza, cerró la puerta del auto solo para empezar a caminar tranquilamente hacia la entrada del local, no sin antes revisar de que su revólver estuviera dónde debería estar.
Y efectivamente ahí estaba, luego el hombre trasladó su mano en uno de los bolsillos de su abrigo solo para verificar si los pequeños trozos de metal llenos de pólvora seguían en su lugar.
(6 balas en el arma 36 de recarga, según lo que me dijeron, son un grupo no muy grande, con las balas que traje creo que será suficiente .)
Después de repasar en su mente el número de balas que traía, lentamente se dispuso a subir un par de escaleras, solo para tocar 6 veces la gran puerta de roble oscuro que hacía de entrada.
Normalmente este local estaría abierto al público por el día, pero por la noche era otra historia…. Después de los pequeños golpes hechos en la puerta. Rápidamente se pudieron escuchar como múltiples cerraduras eran abiertas una por una, hasta que simplemente se escuchó el crujir del pedazo de madera abriéndose.
cuando finalmente la puerta se abrió, se pudo ver a un hombre bien fornido y bien vestido que estaba al otro lado esta.
El hombre que acaba de abrir, por algún motivo se quedó apretando con fuerza el picaporte de la puerta, parecía un poco nervioso al ver a la persona que estaba al frente suyo y ¿por qué no estarlo? después de todo, estaba al frente de uno de los matones más peligrosos de toda la mafia, Vincent Hagen, rumores sobre él se han esparcido por toda la ciudad, rumores muy desagradables… Los de la mafia lo apodan como el «Ángel de la muerte», pero por algún motivo a él le desagrada ese apodo, prefiere que solo lo llamen Vincent.
-S-señor Vincent, ¿q-que lo trae aquí hoy? (???)
Dijo el hombre con un tono de voz totalmente tembloroso, Vincent escupió el humo de su cigarrillo solo para responder la pregunta.
-Quítate del medio de una buena vez, Fred. Tengo que hablar con tu jefa… De unos asuntos. (Vincent)
El fornido hombre se puso aun mas nervioso cuando escuchó eso, el sabia que no debía molestar a su jefa y menos en estos momentos, cuando estaba haciendo negocios… Con unos… contactos, Vincent estaba totalmente consciente de ello, después de todo, ellos son los principales objetivos.
-E-ella está bastante ocupada en estos momentos, sería mejor si más tarde… (Fred)
El hombre no pudo terminar de hablar, ya que el cañón de un revólver se posicionará debajo de su quijada (El revólver que se estaba usando en ese momento era «S&W Modelo 19»), Vincent aspiró nuevamente el humo de su cigarro solo para escupirlo en la cara del hombre que en estos momentos ya estaba sudando frio.
-No estoy preguntando… (Vincent)
Una voz fría carente de sentimientos salió de los gélidos labios de Vincent, el hombre conocido como Fred solo podía ver los oscuros ojos de la mismísima muerte en ese punto.
-P-por favor N-no dispare, C-con g-gusto lo dejo pasar. (Fred)
(Me caes bien Fred, así que…)
Vincent bajó lentamente su arma al escuchar eso, el hombre de inmediato se quitó del medio o mejor dicho salto hacia un lado, dejándolo pasar sin ningún inconveniente, bueno… Cuando digo sin «ningún inconveniente» en realidad estoy mintiendo, cuando Fred vio a Vincent de espaldas, no dudo ni dos segundos antes de en sacar su arma o mejor dicho una pequeña navaja lo suficientemente afilada como para cortar una garganta, este se intentó acercar al desprevenido Vincent para así intentar apuñalarlo por la espalda, una jugada sucia en todo sentido, pero eso era de esperarse de un sucio guardia o ¿cantinero? bueno, después de todo un guardia como mínimo tendría un arma de fuego ¿Verdad?.
(Predecible… Y eso que le perdone la vida, la gente solo se lo busca.)
-Muer… (???)
Eso fue lo único que pudo alcanzar a decir Fred antes de que el ensordecedor sonido de un arma siendo disparada lo silenciara ¿o simplemente fue por bala que atravesó su cabeza de ceja a ceja? ¿Quién sabe?
El caso, Vincent no se molestó siquiera en ver al hombre al que acababa de disparar, solo suspiro un poco mientras aspiraba nuevamente la nicotina del cigarrillo, para luego soltar el humo que casi se podría confundir con el que generaba el arma, que recién había sido disparada.
Sin más Vincent empezó a caminar sin ver atrás, no sin antes escuchar el sonido algo cayendo al frio suelo de madera.
-Estúpido. (Vincent)
Esa fue la única palabra que se le vino a la cabeza y encima de eso, el en ningún momento sintió el más mínimo remordimiento de lo que acababa de hacer…
Dejando eso de lado, el interior del bar era bastante elegante, las mesas estaban muy bien hechas y los vinos que estaban detrás de la barra eran de una excelente marca, sí bueno, muy pronto todo eso se iba ir bien a la mierda, ya que se podían escuchar como bastantes pisadas apuradas bajaban por las escaleras que conectaban con el segundo piso.
Vincent notando eso, voto su cigarrillo al suelo solo para pisarlo con un poco de fastidio.
(2, 3, 4… 8 en total, 5 balas en el barril, 36 sin usar, reto… No fallar ni un tiro.)
Vincent sin malgastar tiempo, caminó rápidamente detrás de la barra, no sin antes apretar el interruptor de las luces que casualmente estaba bastante cerca de él, obviamente para dejar parte del lugar a oscuras (En realidad daño el interruptor con un cuchillo que tenía bien escondido en sus prendas)
Ya detrás de la barra, Vincent solo se sentó con mucho cansancio donde nadie llegaría verlo… aun.
En total 8 hombres bajaron por las escaleras, 4 de ellos estaban muy bien armados, todos bien vestidos, Vincent al sentir la presencia de los 8 seres no hizo el más mínimo ruido, al fin de cuentas eso podría costarle la vida.
-… Las luces están apagadas… ¡Fred! ¿Estás bien? (???)
Preguntó uno de los numerosos seres que invadieron el lugar, obviamente nadie respondió.
(Si, está bien… Muerto.)
Los hombres sin escuchar respuesta siguieron de largo, ignorando por completo al ser que se estaba ocultando detrás de la barra.
-La puerta está abierta… Y ese auto… espera un minuto, eso en el piso es…(???)
Uno de los hombres siguió caminando ignorando lo que había dicho su compañero, hasta que… pisó algo que no debía.
-¿He? Esto es… ¡MIERDA ES FRED! (???)
El tipo que accidentalmente pisó la mano aun caliente del difunto Fred, entro en pánico al ver el cadáver en el suelo, hasta el punto de casi tirarse al suelo por el susto, claro que uno de sus compañeros evitó que se cayera, el que lo detuvo parecía ser el más experimentado.
-Cálmate, nuevo. (???)
Si, ciertamente parecía el más experimentado, después de todo se podía ver como una cicatriz atravesaba todo su labio superior he inferior, heridas de guerra dirían algunos o tal vez ¿mala suerte? ¿Quién sabe? En fin no le debe ir bien con las mujeres.
-P-perdón Jefe. (???)
Respondió el joven que ya en este punto lo vamos a llamar «novato».
-Si, si, no importa chico, alguien prenda las luces. («Jefe»)
Uno de los hombres al escuchar la orden, se acercó a dónde debería estar el interruptor, claro que no lo podía ver, pero de las tantas veces que ha estado en este lugar, uno aprendería como mínimo de dónde se encienden las luces.
-¿Hm? (???)
Este se vio confundido al ver que el interruptor… Literalmente estaba perforado, sería difícil decir con que, podría ser por un destornillador o por cuchillo, es difícil decirlo ya que no había mucha luz, además de la que se reflejaba por las escaleras, pero algo era seguro las luces ya no iban a prender.
-Jefe, alguien daño interruptor. (???)
-¿He? … Esto podría ser malo… ¿Alguien tiene fósforos? («Jefe»)
-Yo. (???)
Uno de los hombres se acercó para darle la caja de fósforos a su jefe, este la tomo y saco uno para rápidamente prenderlo con el lado lateral de la caja, se notaba que tenía mucha habilidad con eso.
-¿E-está muerto?… (Novato)
El «novato» no pudo evitar decir esas palabras, el hombre con el fósforo puso una cara bastante ¿Complicada?… como decirlo, estaba entre enfado y decepción total.
-No lo sé, si tú ves un maldito hoyo en su cabeza, de seguro debe de estar vivo… («Jefe»)
-Ah, sí, tienes razón… Je.. je. (Novato)
Vincent no pudo evitar poner su mano contra su rostro con un poco de pesar al escuchar eso.
(Otro estúpido… Pobre hombre, ya me lo imagino teniendo que aguantar a ese inútil…)
El hombre aún con el cerillo, lentamente se agachó para ver mejor la herida de bala del difunto Fred.
-… El tiro fue muy limpio… («Jefe»)
Este desvío su mirada a una parte en concreto del piso, con la sutil luz del fósforo se podía ver algo… Un cigarrillo, aparentemente recientemente usado y pisado.
-Hu eso es ¿Lo que creo que es?… («Jefe»)
El hombre con el cerillo sin dificultades agarro el cigarro y lo analizó con cuidado.
-Fred no fuma, no le gustaba… Entonces el que haya provocado esto debe de est…(«Jefe»)
Antes de poder terminar sus palabras una bala ya había perforado el cráneo del desdichado hombre, dejándolo inmediatamente sin vida, este cayó boca abajo contra el suelo, desparramando su cerebro por todas partes… el fósforo aun seguía en su mano encendido, pero no duraría mucho…
(7)
El sonido del disparo se escuchó por todo el local, obviamente todos los presentes se dieron cuenta de dónde venía ese tiro.
pero tristemente los que le hacían compañía a su ex jefe, no se les dio el suficiente tiempo de reaccionar ya que inmediatamente se pudieron escuchar otros 3 disparos más y con ello también se escucho el hermosos sonido de tres seres cayendo sin vida al piso.
(4)
No lo había mencionado antes, pero algunos de estos hombres tenían ametralladoras ligeras, Vincent concentró el fuego en los desdichados que las tenían, el no era ningún estúpido, él sabía que ninguna protección en este bar podría salvarlo de una arma de un calibre mucho mayor de la que tenia (¿Y como vio los instrumentos de muerte, con esa oscuridad? Instinto, eso acortaría la explicación, pero la verdad es que Vincent a agudizado sus oídos, es natural ya qué a estado en incontables combates de este estilo o mejor dicho tiroteos, con solo escuchar los pasos de alguien es fácil saber quién tiene un arma y quién no, pero a veces es muy fácil confundirse.)
Los 4 sujetos que quedaban rápidamente se tiraron al suelo, y usaron las mesas del bar como cobertura, claro que no servían de mucho ¿el porqué? La respuesta es simple a diferencia de la barra, las mesas que estaban en el lugar estaban hechas de una madera fina y delgada, en resumen, no aguantarían ni un solo disparo.
Vincent aprovechó está situación y usando su última bala disparó a una de las mesas, dándole en la pierna a una desafortunada persona.
-¡ME DIÓ! ¡ME DIÓ! ¡ME VOY A MORIR! ¡ME VOY A MORIR! (Novato)
Los gritos del joven eran muy exagerados, tanto que Vincent no se dio ni cuenta de cuando uno de los hombres tomó una de las ametralladoras del suelo, hasta que ya era tarde…
Se pudo escuchar una ráfaga de disparos provenientes de una de las mesas, Vincent sintió como algo penetraba su hombro izquierdo al escuchar el estremecedor sonido.
(Mierda… Ese maldito ruidoso me distrajo…)
Vincent rápidamente se cubrió detrás de la barra al sentir el dolor tan intenso que se acababa de generar.
Usando la mano en la que sostenía el arma, se cubrió la herida recién hecha y tomo un poco de aire. (por cierto las ráfagas de tiros no pararon en ningún momento, solo era pura suerte que a Vincent no le hayan dado más.)
(Me descuide, pero creo que la bala salió por mi espalda y encima fue en mi hombro izquierdo, si hubiera sido en el derecho me sería imposible apuntar por el dolor… Así que no es tan malo como parece, exceptuando al loco que no deja de dispararme.)
El sonido de las botellas de vino siendo desechas gracias a las repetitivas balas que no dejaban de llegar en ningún momento hizo que Vincent no se atreviera ni alzar su cabeza por encima de la barra, demás está decir que bastante vino alcanzó a mojar al cansado hombre, pero este no le puso mucho cuidado a eso, estaba más preocupado en recargar su arma con todas sus fuerzas.
Rápidamente con el brazo en el que tenía arma, dejó salir el barril del revolver solo para dejar caer los casquillos de las balas al suelo, luego puso nuevas balas en el revólver aguantando todo el dolor que sentía en esos momentos.
(Va ser una larga noche…)
Finalmente… La ametralladora se quedó sin balas.
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Hora ??? Lugar ??? Año ???
(Me siento mal de hacer esto… Pero la verdad me parecía muy divertido la primera vez que lo vi, a los demás Dioses les gusta hacer esto muy de vez en cuando… y digo ya que ha ellos les gusta, ¿Por qué no participó? Después de todo mis creaciones… Son lo más salvaje y más malvado que jamás he creado… Criaturas que no vale la pena corregir, lo intente una vez y crucificaron a mi enviado… Malditos Romanos…)
Al menos eso es lo que pensaba una hermosa mujer de un cabello plateado y ojos azules como el mar, su belleza era abrumadora, lastima que su ropa no representaba eso, no era la más adecuada, es más podríamos decir que apenas contaba como ropa.
Está hermosa mujer estaba observando con un poco de tristeza su pequeña creación azul, le invirtió mucho tiempo a ese pequeño proyecto y accidentalmente eliminó un par de veces a casi todos los organismos vivos de su pequeño planeta… ¿unas 5 veces? lo de los dinosaurios no fue a propósito o eso era lo que pensaba.
(Eso del meteorito… Estoy seguro que alguien me lo envió con bastante odio … Dejando eso de lado, el panfleto que me dio Marte, sobre participar en este torneo me interesó mucho, los humanos son perfectos para este pequeño torneo.)
La Diosa al pensar eso, generó una pequeña sonrisa en su bella cara y lentamente se recostó en su elegante silla para luego ver con bastante gusto su pequeño planeta.
¿Ha que no te lo dije? En realidad los dioses ciertamente crean sus planetas, estrellas, sistemas solares, galaxias, etc, etc. En un espacio donde no hay nada, las reglas en ese espacio infinito son muy diferentes al mundo de los dioses.
En estos momentos la hermosa mujer simplemente estaba viendo su querido mundo… En una bola de cristal, si ¿Qué pensabas? ¿Qué un dios vivía en el espació? Aunque se puede, eso es extremadamente aburrido y solo…
Olvidando eso, al lado donde estaba la esfera había un pequeño formulario.
Este decía.
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6 razas, solo una puede sobrevivir.
Nombre del planeta: Tierra
Especie que va participar: Humanos
Nombre de la galaxia a la que pertenece el planeta: Vía láctea
Nombre del dios o diosa: Helen
Reglas.
Solo 5.000 seres por planeta pueden participar.
solo 1000 de ellos podrán tener la bendición de su dios designado.
Recuerda, solo puedes llevarte las almas que ya hayan fallecido.
No olvides, el dios designado solo puede dar 3 ventajas a los participantes, estás son:
Lugar inicial.
Habilidades pasivas a todos los participantes.
Materiales de supervivencia.
Las razas que de por sí ya tengan magia, no se podrá darles habilidades pasivas.
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(Y Eso es todo lo que dice… Si, parece muy divertido.)
-Creo que sí lo haré. (Helen)
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