Una comedia romántica con una niña fantasma - 04
CAPÍTULO 4- Preparativos.
(Pov- Saik.)
Las personas se amontonan para ver la tabla de resultados, afuera de la escuela. Vaya, vaya. ¿Cuántas personas habrá en este lugar? Calculo que son aproximadamente unas 400 personas, tal vez más. ¿Y todos ellos pagaron el examen de ingreso? Espero que realmente no se roben el dinero y lo usen para mejorar las escuelas públicas.
Odio cuando los ricos roban dinero para ser más ricos.
Veamos… Hay una lista, del 1 al 100. Si 400 personas tomaron el examen de ingreso, eso significa que solo 1/4 logró entrar.
—Padre, lo logré.- Dijo una chica, a mi lado, que también está viendo la tabla.
La miré de reojo, porque escuché un sollozo salir de ella.
Está llorando… Vaya, vaya. ¿Tenía miedo de fallar y que su padre se enoje? No, esas lágrimas son de orgullo y felicidad, no de alivio. Posiblemente quiere hacer sentir a su padre orgulloso.
Sí, te comprendo, chica random. Si yo hubiera hecho este examen por cuenta propia y sin hacer trampa, también lloraría de felicidad, pero hice trampa, todavía no soy capaz de decir que lo logré. Hasta que sea capaz de ser el mejor sin necesidad de hacer trampa, ese día podré decir que logré cumplir mi promesa.
Ah, vaya, ese hombre, que está detrás de ella, llorando… Ya veo.
Oye, chica random, no te preocupes, hiciste sentir orgulloso a tu difunto padre… Ojalá yo pudiera decir lo mismo.
—Vaya, vaya. Esa chica tiene pechos grandes. Fufu. ¿No te gusta, Saik?
Ignorando que Yuki finge que le acaricia los pechos a esa chica, busqué mi nombre en la lista. Debería de ser el primero o el segundo.
Ram se equivocó en dos preguntas, así que debo de ser el primero, porque número 2 me ayudó, corrigiendo el examen.
Veamos… Sí, soy el primero.
Saik Norsai- 27282937dhd7282- 1- Clase 1-B.
Mi nombre, matrícula, posición y la clase a la que me asignaron.
Me gustaría que hubiesen puesto mi calificación, ya sabes, para presumir un logro que obtuve haciendo trampa, pero un logro es un logro. Además, eso lograría que el apellido de mi familia gane un poco de la reputación que perdió por mi culpa. Golpear a los chicos ricos que se burlaban de mí me ganó muy mala fama.
Pero bueno, soy el primer lugar, y Ram, la chica a la que le copiamos la mayoría de respuestas, es la segunda y está en mi clase.
¿Por qué nos habrán puesto en la clase B? ¿La A no es la mejor? Supongo que no importa.
Me alejé de la multitud.
Algunos están llorando por haber fallado. ¿Por qué lloran? Tienen muchas opciones. En serio, no entiendo lo que hace especial esta escuela, además de enseñar humildad a los estudiantes.
Debí investigarla mejor, pero me da flojera. Ya logré entrar, ya no hay vuelta atrás. Ahora iré a recoger mis papeles y pagar los tres años.
Yuki se quedó atrás, mirando a las personas, o más bien, mirando a las mujeres. ¿En serio seguirá con su plan de conseguirme novia o amigos? Que innecesario. No necesito una novia, mucho menos amigos. No me servirán de nada, solo serán una distracción.
—¡¡Saik!!
¿Otra vez este random?
El gordo que vi en el examen de ingreso, me tomó del cuello de mi playera, mirándome con rabia.
—¿Qué pasa?
—¡¡¿Qué clase de trampa usaste?!! ¡¡Es imposible que un idiota como tú consiguiera el primer lugar!!
Ah, ahora todos están mirándome, y las críticas hacia mi persona comenzaron.
Lo típico que siempre he escuchado: «¿Ese greñudo es el primer lugar?» Principalmente están criticando mi apariencia, por tapar mis ojos con mi cabello.
Ah, que fastidio.
—Mira, solo te lo advertiré una vez, y solo una. Aléjate de mí, cerdo, o te quedarás sin hijos. Me das asco.
—¡¡Siempre he sido mejor que tú!! ¡¡¿Por qué yo fallé y tú no?!! ¡¡Definitivamente hiciste trampa, infeliz!!
… Me gritó tan cerca de la cara, que su saliva me cayó en la cara. Que asco.
Ah, bueno, no quiero testigos, posiblemente pondría en riesgo mi entrada a la escuela.
Mmm. Veamos… Bueno, se me ocurrió algo.
Reconocí al guardaespaldas de este idiota y me acerqué a él, jalando conmigo de la oreja a este idiota.
Intenta empujarme y me golpea, intentando que lo suelte, pero sus golpes son simplemente débiles, no me hacen daño alguno. Patético.
—Me gustaría que nos lleven a un lugar discreto, me gustaría hablar con él, en privado.
—Está bien.
—¡¿Cómo que «está bien»?! ¡No lo obedezcan, idiotas!
—Su padre dijo que, si se metía en problemas con Saik, que usted mismo lo resolviera. Ya no eres más un niño, señor, no te comportes como uno.
Vaya, vaya. Que buen padre tiene este idiota. Mis respetos, señor.
Entre rabietas y pataleos, lo obligué a entrar a la limusina y nos llevaron a una vieja fábrica abandonada. En el camino, este idiota me rasguñó el brazo que lo sostenía de la oreja y hasta me sacó sangre, pero pronto se arrepentirá de hacerme esto.
Lo saqué de la limusina y estiré los brazos.
—¿Hay cámaras de seguridad?
—No.
—Perfecto. Le dicen a su jefe que su hijo se lo ganó.
—Tsk. ¡Callate, tú no eres nadie para…!- Dijo el gordo, pero no le presté más atención.
Bla, bla, bla. Que fastidio.
Preparé mi puño y lo golpeé tan fuerte en la entrepierna, que un gran grito salió de él.
Nah, no es suficiente.
Le di un rodillazo en su enorme barriga, sacándole el aire y vomitó. Afortunadamente, alcancé a alejarme, pero cuando dejó de vomitar, le di una patada en la cara, que lo dejó en el suelo, sufriendo. No se desmayó, pero hubiera sido mejor, pues se ahorraría el sufrimiento que siente.
Sentir sus testículos como si hubieran explotado, el dolor en el estómago y su nariz rota.
Sí, esto será suficiente.
—Bueno, me voy caminando. Se los dejo.
Comencé a correr, hacia la escuela de nuevo.
Ah, este idiota me hizo perder el tiempo. Espero no preocupar a Yuki, ella se quedó mirando a las mujeres.
Después de correr por 15 minutos, llegué de nuevo a la escuela, y vi a Yuki, todavía observando a detalle a las mujeres, como si las estuviera analizando, buscando las mejores opciones.
Ah, Yuki, eso es innecesario, pero como veo que te entretiene tanto como para no darte cuenta de que me fui con ese gordo para golpearlo en privado, no diré nada al respecto, al menos no hoy.
Entré a la escuela y miré el mapa que está en la entrada para buscar mi salón de clases.
La escuela consiste en 6 lugares principales. El edificio administrativo, los edificios de primer, segundo y tercer año, la cafetería, y los salones de los clubs. También cuentan con una piscina, áreas de deportes, una cancha de fútbol, baloncesto, tenis y carreras corriendo. ¿Así se le llama a eso último? Ni idea.
Es bastante extenso el lugar, pero sigue sin parecerme una escuela de millonarios.
Pero bueno, como sea.
Llegué a mi nuevo salón de clases, en donde recibiremos nuestros papeles y para conocer a nuestros compañeros de clases. Eso último es opcional, yo me iré después de recibirlos.
Entré al salón y miré solo de reojo a los que están dentro.
La chica que lloró por su padre y otros random que no me interesan. El padre fantasma de esa chica también está aquí, detrás de ella. Parece un hombre intelectual, y ese sello en su traje es el mismo que tiene la profesora en su traje. ¿Habrá sido un profesor en esta escuela? Es lo más probable.
Vaya, vaya. Esa chica rubia con escote parece una perra, sin ofender, pero lo parece. Puedo ver sus grandes pechos y su sostén rojo, además de usar una falda demasiado corta. Vaya, vaya. Es cierto eso de que no se debe juzgar a un libro por su portada. Ella pasó el examen de ingreso, debe de ser inteligente.
Me acerqué a la profesora.
—¿Ya está entregando los papeles?
—Sí. ¿Nombre?
—Saik Norsai.
—Oh, el primer lugar. Muchas felicidades.
Me entregó un sobre, con la insignia de la escuela, que consiste en dos manos blancas, dándose un apretón de manos, con la letra negra «R» cursiva de fondo.
—¿Puedo retirarme?
—Habrá una pequeña fiesta de celebración para los que lograron pasar el examen de admisión. ¿No quieres quedarte? El autobús llegará en 20 minutos. Será en el restaurante…
La interrumpí, pues ya perdí mucho tiempo valioso.
—No, pero gracias. Adiós.
Sin perder más tiempo, salí del salón de clases, con el sobre en mano.
Ah, que flojera quedarme en una fiesta con personas que no conozco.
—¡Oye, espera!
Ah, que fastidio. ¿Ahora qué? Quiero llegar a casa y celebrar con Yuki.
Me detuve y me di la vuelta, para ver al chico que me gritó.
Un chico se detuvo frente a mí.
Lentes con muchísimo aumento, muy gordo, cabello castaño… No, no lo conozco. ¿Qué querrá de mí? ¿Alguna dieta? ¿Me pedirá que lo entrene para bajar de peso? Que flojera, pero me da lástima. Y, bueno, la razón principal por la que lo ayudaré, es para que me deba un favor. Él es rico, seguramente algún día necesitaré su ayuda. Le recomendaré algunos ejercicios fáciles de realizar y que acuda a un especialista en nutrición, pues él requiere de una dieta personalizada.
—¿Qué quieres? Tengo prisa.
—Toma, la profesora me pidió que te diera esto.
¿Una caja de chocolates?
—¿A mí?
—Creo que a todos nos dará.
—Ya veo.
Tomé la caja.
—Le das las gracias por mí.
—Sí, está bien.
Seguí con mi camino.
Veamos…
Un gordo, una posible chica fácil, chicas y chicos con apariencias normales, una chica sensible, Ram (aunque no estaba en el salón de clases).
Mmm… Ah, bueno, creo que sí podré tener una vida escolar normal. Todos parecen tan normales, a excepción de esa chica que parece ser una chica fácil y Ram, que seguramente es una chica que se siente superior a los demás.
Ah… Bueno, no las juzgaré hasta conocerlas. Mi madre seguramente se enojaría conmigo si pienso de esa manera de personas que no conozco. Tal vez a esa chica le gusta usar ropa cómoda y por eso viste así.
Las chicas me consideran feo y les doy asco, así que siempre se mantienen alejadas de mí, por ser un raro y violento chico.
Y si alguien intenta meterse conmigo, lo golpearé y humillaré, y con eso, los demás se mantendrán alejados de mí.
Sí, definitivamente podré tener una vida escolar tranquila y normal… Normal, ¿eh?
Ser una persona normal… ¿Y qué hacen las personas normales? Debo investigar al respecto.
Si seré una persona normal, lo haré bien.
•
•
Llegué a casa y abrí el sobre en la mesa, y como si la estuviera invocando, Yuki bajó al comedor, atravesando el techo.
—Hasta que llegas. ¿En dónde estabas, jovencito?
—Lo siento, mamá. Llegué a la tienda a comprar algunas cosas. Toma.
Le entregué la caja de chocolates.
—¡Oh, ¿para mí?! ¡Gracias!
Inmediatamente abrió la caja, dándose cuenta de que solo quedaban la mitad de los chocolates.
—¡Oye, no me ilusiones de esa manera!
—Mitad y mitad. Tenemos que ser justos
Saqué todas las cosas que contenía el sobre.
Una credencial estudiantil con mis datos, papeles de documentación e información que podría necesitar en el futuro, y un certificado de honor por haber sido el primer lugar. Lo colgaría en la pared, pero me sentiría asqueroso. Lo haré cuando crea que me lo haya ganado de verdad.
Ah, también hay una carta, dándome las felicitaciones por haberlo logrado.
Bueno… Lo logré.
—Fui aceptado. Resultados perfectos.
—¿Felicidades? Aunque hiciste trampa.
Dejé la carta de aceptación en la mesa.
—Bueno, debo prepararme. Vamos a salir de compras.
—¡Sí! ¡Vamos!
Necesitaré muchísimos útiles escolares y cosas extra que posiblemente necesite.
•
•
Después de un largo día de compras, tengo todos los materiales que necesitaré para la escuela.
Y, por supuesto, también compré algunos videojuegos.
¿Cómo conseguí tanto dinero? La escuela no es barata, lo sé. Lo que hice, fue vender mi antigua casa. Y también tengo dinero que me dio el seguro de vida de mis padres… O algo así… Bueno, legalmente, soy un adulto. Me emancipé.
Puedo cuidarme solo, no necesito que nadie me cuide.
Tengo el dinero suficiente para sobrevivir un par de años más.
—Supongo que es todo.
—Que lindo.
Me detuve y volteé a ver a Yuki. Está mirando un vestido.
Ah, lamentablemente, no puede cambiarse de ropa. Bueno, sí puede, pero la ropa con la que murió, es la única que puede usar sin que nadie lo vea. La ropa con la que las personas mueren, se vuelven parte de ellas, lo que les permite a los fantasmas usar ropa y no estar desnudos todo el tiempo. Yuki puede quitarse la ropa y usar otra, pero las personas verían esa ropa como si estuviera flotando. La ropa actual de Yuki es la única que otras personas no pueden ver.
Y tampoco puedo comprarle el vestido, sería raro. Digo, soy un chico con el cabello tapando su cara. Definitivamente sería tachado como un pedófilo o un pervertido.
Saqué mi teléfono celular y me paré al lado de ella.
Fingí que le estaba hablando a alguien por teléfono, para evitar que las personas me vean mal por estar hablando «solo».
—Es una lástima que no puedas ponerte otra ropa.
—Es cierto… Puedo quitarme esta ropa y ponermela de nuevo. Esta ropa nadie la puede ver, pero si me pongo ese vestido, las personas podrían verme.
Sí, sí, sé lo que tratas de hacer, pero no puedo permitir que le reveles la existencia de los fantasmas a las personas, porque eso solo nos traería problemas con cierta organización de caza fantasmas molestos.
Si fuera tan fácil que las personas y fantasmas pudieran convivir en paz, ya lo habrían hecho hace mucho tiempo, pero lamentablemente es imposible, las consecuencias serían más negativas que positivas.
—Y me secuestrarían y me llevarían a un laboratorio secreto del gobierno, en donde experimentarán conmigo para averiguar cómo puedo ver fantasmas.
—E-eso es demasiado aterrador.
—Pero posible. Decidí ocultar que puedo ver fantasmas… Vamos, no puedo comprarte el vestido, pero te compraré una rebanada de pastel. Bueno, el pastel completo. Hoy estoy de buen humor.
—¡Yupi! ¡A Yuki le encanta el pastel! ¡Vamos, vamos!
—Sí, sí, vamos.
Me gustaría comprarle ropa, pero no podrá usarla… Espera… No podrá usarla afuera, pero adentro sí… Mmm.
Creo que le daré una sorpresa a Yuki, como el buen hermano mayor que soy.
•
•
(Pov- Yuki.)
—¡Yuki está aburrida!
Saik salió sin mí y me dejó sola… Fufu. ¿Estará en alguna cita con una linda chica? Le recomendé varias, pero creo que fingió que no me prestó atención y se fue a buscarlas.
—¡Hahahahahaha! ¡Eso es imposible!
Después de todo, estoy hablando de Saik, el chico raro y sin amigos. Es imposible que una chica se interese en él.
Sí, estoy intentando que él se interese en alguna chica, pero si sigue igual y no se peina, seguirá asustando a las mujeres y ninguna se interesará en él.
¡Saik, haz las cosas más fáciles para mí y peinate! Solo estás desperdiciando mis valiosos consejos.
—Ya llegué. Estoy en casa.
¡Por fin llegó!
Bajé inmediatamente las escaleras y lo recibí con una gran sonrisa, como la buena amiga que soy.
—¡Buenas noches, Saik!
—Toma.
¿Me trajo algo?
Me entregó una bolsa. No pesa tanto. ¿Qué tendrá dentro?
—¿Eh? ¿Son dulces?
—No.
Mmm… Huele a nuevo. ¿Un juguete?
Abrí la bolsa.
¡¿Eh?! ¡Es el lindo vestido rosa que estaba viendo! ¡Y hay otros dos vestidos!
¡¿Saik me compró lo que quería?! C-creí que no quería hacerlo.
—¡¿Es para mí?!
—No, es para mí. Me gusta usar ropa de niña pequeña.
—…
—Era una broma.
—Sí, lo sé. Me sorprendió que hicieras una broma. No es de tu estilo.
—¿Y cuál es mi estilo?
—Ser un chico solitario, silencioso y serio. Ese es tu rol. Y mi rol, ¡es ser la chica linda y divertida!
—Ya veo… Bueno, ¿y mis gracias? Fue muy difícil comprar esa ropa sin parecer un pervertido. Tuve que inventar que era un regalo de cumpleaños.
Con un gran abrazo lleno de amor, le di las gracias.
—¡G-gracias!
¡Estaba cansada de usar la misma ropa todos los días! ¡Quiero cambiar de look!
¡Muchas gracias, Saik! ¡Definitivamente te conseguiré una novia, aunque me cueste la vida! Aunque, bueno, ya estoy muerta. Fufu.
—Solo asegúrate de usar la ropa solo en casa y nunca salgas con esa ropa.
—¡Tendré mucho cuidado! ¡Muchas gracias!
—Iré a bañarme y luego prepararé la cena.
—Es al revés.
Comúnmente, Saik cena primero y después se baña.
—Lo sé, pero quiero bañarme primero.
… Saik es demasiado raro, pero incluso él tiene un lado muy amable y lindo.
Es todo un caballero cuando se lo propone… Es adorable… ¡¿Adorable?!
—¡Hey, se supone que la adorable soy yo!
—¿De qué hablas?
—Hmmh.
Hice un puchero y desvié la mirada. ¡Mira, yo soy la adorable de la casa! ¡No me robes mi trabajo!
—… ¿Tratas de verte adorable?
—¡No!
—Bueno…
¿Eh? M-me acarició la cabeza con su mano. ¡O-oye, al menos avísame primero!
—Porque lo lograste sin intentarlo. Eres tan adorable, que me dará diabetes con solo verte.
—¡¿Eh?!
—¿O me siento así por comer tantos dulces? Ah, como sea. Me iré a bañar.
Se alejó de mí y entró al baño.
… ¡No es justo!
¡Se supone que yo debo ser la que acelere tu corazón, no al revés!
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