Una comedia romántica con una niña fantasma - 06
CAPÍTULO 6- Primer día de clases.
Si alguien me preguntara: ¿Qué planeas hacer en el futuro? ¿Ya sabes qué estudiar? ¿ A qué universidad irás? Yo no podría contestar.
Nunca he pensado en el futuro. Intenté hacerlo, pero estaba tan enfocado en mi presente, que nunca pensé en mi futuro. Digo, después de todo, todavía soy muy joven como para preocuparme por eso, pero desde las muertes de mis padres, un flechazo de realidad atravesó mi corazón. El futuro es incierto, y si no me preocupo lo suficiente, no sabré enfrentarlo cuando ese futuro, se convierta en mi presente.
Tal vez logre enamorarme de una chica y convertirme en amo de casa. Creo que haría un buen trabajo, solo es limpiar, cuidar a mis hijos y satisfacer sexualmente a mi esposa. No es nada del otro mundo… O eso creo. No tengo experiencia con eso, pues mis padres trabajaban, las sirvientas eran las que cocinaban casi siempre y limpiaban la casa.
Pero esa es la única opción, porque no he pensado tanto en mi futuro.
Solo disfruto del presente… Pero, tal vez, cuando termine la preparatoria, podré descubrir lo que quiero ser.
Y la opción de convertirme en amo de casa es algo improbable. No creo que logre enamorarme de alguien. Para mí, los humanos son seres que nunca podré comprender, y si no me siento cómodo estando con humanos, mucho menos sentiré amor por una chica humana.
Pero la vida es un misterio, todo puede cambiar. Tal vez el viejo cliché del amor a primera vista ataque mi corazón… Pero no lo creo.
Ni siquiera me interesa tener amigos… Bueno, mejor ya no pienso en eso.
Dejaré que el tiempo decida por mí.
—Uniforme azul, con cierto tono gris. Una camisa blanca por debajo. Una elegante corbata con un negro intenso. Oh, y un pantalón negro. Mmm… ¡Te queda perfecto, Saik!
—Supongo que sí, pero es algo incómodo. Ah, bueno, ni modo. En marcha.
—¡Vamos!
Tomé mi mochila y salí de casa, junto con Yuki, en camino a mi primer día de clases.
Libretas, libros, dulces, ropa de emergencia (por si se me ensucia o rompe), nuestros almuerzos y una novela por si me aburro mucho.
Sí, tengo todo para sobrevivir a la escuela.
—Una escuela de ricos. Me pregunto si habrá caviar en el menú del comedor de la escuela.
No lo creo, Yuki, el caviar no vale la pena, no llena el estómago, es muy pequeño.
—¡Ya quiero conocer a tus compañeros de clases! Me pregunto si serán igual de raros que tú. Fufu.
La mayoría son normales, así que será aburrido.
—Oye, Saik, ¿ya pensaste en lo que te dije? ¿En serio no quieres conseguir amigos?
—No.- Susurré lo más bajo posible.
—Oye, ¿me escuchas?
—Sí.- Susurré de nuevo.
—Oye, Saik… ¡¡Saik!!
—Cámaras activas.- Dije, susurrando un poco más alto.
—Oh, es cierto. Lo siento.
Esta ciudad está dividida en 4 sectores principales: La zona de ricos, clase media, pobres y la zona roja.
Oficialmente no están divididos, pero los ciudadanos saben perfectamente que sí hay una división invisible, pero presente.
Yuki y yo vivimos en la zona de ricos, un lugar en donde ningún criminal se atrevería a intentar asaltar, pues sí o sí sería atrapado en cuestión de minutos.
La seguridad es de las mejores, es por eso que los millonarios tienen a sus familias viviendo aquí, e incluso recorren el sector de la ciudad sin miedo alguno. Por lo que investigué, ha habido muy pocos intentos de secuestro y asesinato, pero gracias a las cámaras de seguridad y la policía vigilando las 24 horas del día, se han evitado tragedias.
Las cámaras también graban el audio, es por eso que siempre que hablo con Yuki, lo hago en voz baja, pero esta vez estoy susurrando porque las cámaras me están siguiendo, enfoncándose en mí. Esto pasa principalmente cuando algo importante está sucediendo y evitan a cualquier costa que eso importante se arruine.
Cuando las cámaras están en una posición normal, puedo hablar en voz baja sin miedo alguno.
La zona de la clase media también tiene seguridad, pero no es tan segura como la de los ricos, al menos tienen la suficiente.
Los pobres tienen peor seguridad, pues ellos tienen que conformarse con la seguridad pública del gobierno, que algunas veces falla. Como las cámaras de seguridad que son desactivadas por los delincuentes, o incluso sobornan a empleados de gobierno para que desactiven esas cámaras. También las destruyen, y tarda algo de tiempo para que las reemplacen, pero todo el tiempo las están destruyendo, por lo que una buena parte del sector no tienen cámaras de seguridad.
Algunas veces pasa lo mismo en la zona de los ricos y clase media, pero son casos más aislados. Principalmente lo hacen personas de alto poder, cuando se van a reunir con ciertas personas. Y también se pueden contratar personas para que destruyan las cámaras de seguridad, pero a un alto precio y solo te darían 30 minutos libres.
La zona roja es la zona sin ley, en donde gobierna el crimen. ¿Por qué el gobierno no hace nada? Porque se esconden muy bien, fingiendo ser una zona pobre más, pero es una zona en donde la prostitución abunda, así como los puntos de venta de sustancias ilegales y armas. También hay personas del gobierno involucradas, por eso es difícil destruir la zona. Las personas que han intentado desafiar a la zona roja, terminan silenciadas y en bolsas negras, por eso cada vez más, menos personas intentan hacer algo al respecto.
—¿Quieres comprar algo, Yuki?- Dije, en voz baja, pues ya pasamos el peligro.
Hay una tienda de conveniencia. Mmm. ¿Qué podría comprar? Tengo sed, pero no quiero agua. ¿Alguna soda?
—Cómprame una bebida de chocolate, por favor.
Chocolate, ¿eh? También se me antoja eso. Compraré unas 6.
—¡Quítate, mocoso!
Estaba a punto de entrar, pero alguien me empujó y me hice para atrás, para que la mujer que me empujó, pudiera salir de la tienda. Prefiero evitar problemas innecesarios, y más con alguien en su condición.
—Puaj. Una borracha. Y apesta.- Dijo Yuki, tapándose la nariz.
Vi a la mujer alejándose, tambaleándose. Está ebria y tiene un six de cervezas. Desperdiciar dinero de esa manera. Ah, nunca entenderé a las personas como ella.
—Oye, ¿estás bien, chico?- Dijo un empleado, que vio lo que pasó.
—Sí, no se preocupe.
Entré a la tienda y Yuki suspiró.
—No parecía una vagabunda, pero olía como una.
—Todos tenemos un pasado, y cada quien tiene su manera de enfrentarlo. No debemos criticar sin conocer a las personas.
Esa mujer era hermosa. ¿Cómo alguien así llegó tan bajo? Dudo bastante que tenga baja autoestima. Sí, debió tomar decisiones equivocadas en la vida.
Como sea, no me importa. No la conozco, así que no me importa que se arruine la salud por culpa del alcohol.
Bien, bebidas de chocolate y una sopa instantánea. Se me antojó.
Pagué las cosas y salí de la tienda.
—¡Dame, dame!- Dijo Yuki, abriendo la boca.
—Está muy caliente, espera a que se enfríe.
Le soplé a la sopa.
Ah… Mi primer día de clases. Espero que todo salga bien y que nadie me esté jodiendo.
No quiero otra Rossy en mi vida, por favor, Dios Dog. Por fin me libré de ella, no me envíes una parecida.
•
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—Ah… Que nostalgia. Extrañaba la escuela.- Dijo Yuki.
Yuki decidió acompañarme a mi primer día de clases, pues no quería quedarse sola en casa todo el día.
Bueno, mientras no me moleste, no me importa. Se va a aburrir, de eso estoy seguro, pero al menos espero que aproveche esta oportunidad para aprender. Siempre es bueno tener conocimiento, aunque creas que no lo necesites.
—Oye, oye, ¿ya te preparaste para el discurso?
—¿Qué discurso?
—¡¿Eh?! ¡¿Lo olvidaste?! ¡Se supone que el mejor estudiante debe dar el discurso de bienvenida! ¡Tú eres el mejor…! Bueno, se supone que tienes el título del mejor estudiante.
—Ah, es cierto. Ya lo resolví, no te preocupes.
—Con razón nunca te vi ensayando. Ay, Saik, otra vez desaprovechando la oportunidad de ser popular. ¡No te entiendo!
—Ni trates de entenderme.
—Sí, sí, lo sé, nunca podré entender tu manera de pensar, chico frío.
Miré a los estudiantes a mi alrededor.
Pocos, muy pocos estudiantes usan cosas de marcas lujosas, como relojes o bolsos, y esos pocos estudiantes resaltan por estar en grupo.
Ya veo… Sí, definitivamente esta escuela es rara.
Algunos también me están juzgando, y no solo con la mirada, se burlan de mí en voz alta.
Yuki parece estar preocupada por mí, pero no le tomaré importancia a esos insultos, no vale la pena preocuparse por eso.
Mejor me voy directo a la ceremonia de bienvenida.
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—Oye, mira a ese chico.
—¿Por qué no se peina?
—Se ve raro.
—Fufu. Creí que los emos se habían extinguido.
Oye, chica random, no soy emo… ¿Qué es emo? No sé lo que sea, pero no soy eso… Eso creo. ¿Qué será emo?
Las voces de las personas a mi alrededor no me importan. Dejó de importarme la opinión de las personas hace mucho tiempo. Pero, ¿qué mierda es emo?
—Ahora, la representante de los estudiantes de nuevo ingreso.
La ceremonia se está alargando. Tengo sueño. Ah, había olvidado que la escuela puede ser tan aburrida.
Ah, bueno, una pequeña siesta no me vendría nada mal.
—¡Oye, no te duermas!
Yuki se sentó en mi regazo.
—Debes mantenerte despierto.
Ah, estoy muy aburrido.
—Gracias.- Dijo la representante, al pasar al frente.
Ram, ¿eh? Debe de ser ella, pues Yuki dijo que ella era la más inteligente.
… ¿Una niña pequeña? Ah, no, solamente es plana.
Vaya. Es una chica muy adorable, pero su expresión seria la hace ver bastante madura. Su cabello blanco y ojos azules son lindos. Tiene el cabello largo, como Yuki. Mmm… Creo que se vería más adorable con el cabello corto.
Ella me recuerda a Yuki, por su cabello y color de ojos, pero son muy diferentes en cuanto a personalidad. Yuki es bastante extrovertida y llena de energía, pero Ram parece muy seria y aburrida.
El discurso comenzó y cerré los ojos. Nadie puede verme los ojos, así que no me importa.
Ah, que sueño.
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—¡Saik, despierta!
Yuki me dio un golpe en la cabeza y abrí los ojos.
Ah, en un abrir y cerrar de ojos, mi sueño terminó. Al menos descansé.
—Debes levantarte.
Ah, me quedé dormido. Todos ya se están levantando de sus asientos.
Me levanté y bostecé. Bueno, por fin, a ir al salón de clases.
—Tengo sueño.
—Oye, espera.
¿Alguien me habló a mí? No, lo dudo, no conozco a nadie.
Comencé a caminar, pero…
—¿Eh?
Alguien puso su mano en mi hombro.
—Dije que esperes.
Esa es la voz de la representante. Ah, que flojera.
Volteé a ver a la representante.
—¿Qué pasa?
—Tengo una duda. ¿Por qué rechazaste dar el discurso?
—Me dio flojera.
—…
—…
Un silencio inundó el lugar, mientras ella solo frunce el seño, en señal de duda y confusión. ¿Qué? ¿No me cree?
—¿Flojera, dices?
—Sí. ¿Por qué?
—¿Estás hablando en serio?
—Sí.
—… Nada, olvida lo que dije.
—Es justo lo que haré.
Me alejé de ella y estiré los brazos.
Debo acostumbrarme a despertarme temprano. Ah, que fastidio. Odio los turnos de tiempo completo. Estar en la escuela a las 7 de la mañana e irnos hasta las 4 de la tarde. Ah, es un infierno en vida.
—Fufu. Mira a Ram, Saik. No puede creer que tú seas mejor que ella. Seguramente se estará preguntando si realmente eres inteligente.
—Y eso significa que me investigará.
—¡Exacto! Debemos tener cuidado con ella o descubrirán que eres un idiota.
—Oye, eso dolió, pero sí, tienes razón.
Espero que no me provoques problemas, Ram.
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Bien, llegué. Clase 1-B.
Entré a mi salón de clases y aproveché que nadie ha tomado la mesa que se encuentra al lado de la ventana en la última mesa de la última fila.
Un asiento tranquilo y alejado de todos. Perfecto para dormir.
Mientras camino, puedo notar la existencia de los grupos sociales que se están formando.
Chicas alrededor del chico guapo. Chicas que claramente parecen chicas molestas, aquellas que molestarían a un gordo llamándolo cerdo. Algunos estudiantes hablando entre ellos sobre videojuegos y anime. Y una chica y un chico solitarios. Bueno, dos chicos si me cuento a mí mismo… Bueno, creo que tres chicos, hay otro sentado, leyendo un manga.
Ah, sí, este salón de clases parece bastante normal.
Me senté y Yuki se sentó sobre mi mesa.
—¡Bien, es momento del plan de Yuki! ¡Te ayudaré a conseguir amigos!
—No quiero.
Puse mi cabeza sobre mis brazos y cerré los ojos. Lo que quiero es dormir. Todavía tengo unos minutos libres.
—¡Oye, oye, no me ignores…! ¡¿Por qué no puedo tocarte?!
—Quiero dormir.
—¡Todos están socializando!
—No me importa.
Que socialicen entre ellos, tengo que mantener mi rol como el chico sin amigos que siempre está solo. Así me siento más cómodo.
•
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(Pov- Yuki.)
¡Ahhhhhhhh! ¡Me desesperas, Saik!
¡¿Por qué no me dejas tocarte…?! Ay, eso sonó pervertido. ¡Ahhhhhhhh! ¡No me importa! ¡Saik, Saik, déjame tocarte, quiero golpearte! ¡Todos están socializando! ¡Mueve tu trasero y ve a conseguirte nuevos amigos!
Tsk. Mis manos lo atraviesan todavía. ¡¿En serio te comportarás tan infantil?!
—¡Saik, vamos, debes socializar!
E-espera…
N-no me digas que… ¡Uwaaaah! ¡Ya se quedó dormido! ¡Eres un idiota, perderás una oportunidad única! ¡El primer día de clases definen tu rol en la clase!
¿En serio quieres ser siempre el chico raro y sin amigos? ¡Realmente nunca te entenderé, Saik!
—Oye, ¿me darías tu número?
—Debes ser muy inteligente. Yo ni siquiera le entendí a la mitad de las preguntas del examen.
—¿Cuál es tu promedio?
La representante es popular entre los estudiantes… ¡Saik, ese serías tú! ¡¿Por qué no aceptaste dar el discurso?!
Dios Dog, dame la fuerza para soportar su estupidez.
Sé que es grosero de mi parte pensar eso, ¡pero es inevitable!
—¡Hola, mi nombre es Danna! ¡Es un placer conocerlos! ¿Por qué no nos presentamos? Es lo mejor para conocernos mejor. ¡Mi nombre es Danna, tengo 16 años y mi meta es ser amiga de todos! ¡Es un placer!
Oh, vaya, creo que ella iba en mi escuela. Siempre estaba rodeada de sus amigos. Una chica que nació para ser popular. Hace años que no la veía. Sigue igual de alegre como siempre. Se volvió más hermosa. ¡Y sus pechos crecieron bastante…! Ay…
Me acaricié mi pecho, tan plano como una tabla. ¡¿Por qué morí tan joven?! Mi madre tiene pechos grandes. ¡La genética estaba a mi favor! ¡No es justo!
—Mi nombre es Saoto, tengo 16 años y mi meta es ser un buen estudiante… Algo aburrido, ¿no? Lo sé, pero…
No lo dejaron terminar de hablar y sus nuevas amigas le hicieron saber que tenía su apoyo.
—¡Eso es admirable!
—¡Te apoyaremos!
Puaj. ¿Habrá dicho eso para parecer un chico bueno y ganarse el corazón de las chicas? Aunque también podría ser que esté diciendo la verdad.
… Un chico guapo… Mmm… Creo que prefiero a Saik. Sí, creo que Saik es más atractivo que él… ¡Si tan solo se peinara!
La representante de los estudiantes se levantó.
—Mi nombre es Ram y tengo 15 años. Supongo que es todo.
Una presentación rápida. Definitivamente es una chica seria.
Uno por uno, los estudiantes se presentaron. Ya me di cuenta de sus personalidades y sus pasatiempos. Incluso ya descubrí a la chica tímida y sin amigos. ¡Saik, no te preocupes, lograré que esa chica sea tu novia…! O al menos tu amiga.
… Es cierto, ¿qué tipo de chicas son atractivas para Saik? ¿Le gustarán las chicas tímidas o prefiere a las chicas con pechos grandes?
—Oye, es tu… ¿Eh?
—¿Está dormido?
¡Kya! ¡Este idiota no despierta!
—¡¡Saik, ya llegó el videojuego que ordenaste!!
Saik levantó la cabeza. ¡¿Funcionó?! ¡Funcionó! Fufu. Soy genial, lo sé.
—¿En serio…? Ah… Me engañaste.- Dijo, susurrando.
—¡Debes presentarte!
—¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Por qué me están viendo?- Dijo con su voz normal.
—Nos estamos presentando. Es tu turno.- Dijo Saoto.
—Ya veo.
Saik, todos te están viendo. ¡No lo arruines!
—Mi nombre es Saik… Es todo.
Se volvió a dormir… ¡Este idiota!
—¡Al menos debes decir tu edad, idiota!
Todos se le quedaron viendo raro… ¡Diste una mala primera impresión!
—Saik… ¡¿Eres el que sacó la mejor puntuación en el examen de ingreso?! ¡Increíble!
Saoto se está acercando. E-espera, no me digas que intentará…
—Oye, oye, Saik, ¿podría hacerte algunas preguntas? Por supuesto, solo si tú me lo permites.
E-este chico es demasiado amable. ¡No lo hagas! ¡Saik odia que lo despierten!
T-todavía no olvido cuando se quedó dormido en la banca de un parque, mientras yo fingía que jugaba con algunos niños… Fingir que juego con ellos. Ay, que deprimente se escucha eso.
Como sea. Unos hombres (idiotas sin nada mejor que hacer), lo patearon en el estómago para despertarlo y obligarlo a que se fuera de la banca que, según ellos, les pertenecía.
Querían intimidarlo, para amenazarlo o algo así, pero cuando Saik despertó, no se enojó por el golpe, se enojó porque «lo despertaron».
Y paso seguido, los golpeó a todos hasta que un policía vino y se llevaron a Saik por violento.
Fue la primera vez que vi a Saik pelear, ¡y estuvo horrible! Y no me refiero por la sangre, ¡me refiero a que también golpearon a Saik! ¡Ese idiota tiene golpes fuertes, pero no sabe pelear!
Pero ese día aprendí que a Saik no le gusta que lo despierten. Yo estoy a salvo por ser su hermanita, pero si un desconocido lo hace… Ay… ¡Saik, no te metas en problemas!
—Disculpa, Saik, solo será un segundo.
L-lo comenzó a sacudir con suavidad. N-no quiero ver.
—¿Eh?
Saik levantó la cabeza y miró a Saoto.
—¡No hagas ninguna tontería, Saik!
—¿Podemos hablar?- Dijo Saoto.
—Oye, idiota, eres fastidioso. No me hables.
¡Ahhhhhhhh! ¡Lo sabía! ¡No lo golpeó, pero esas palabras terminaron por destruir la reputación de Saik!
—Yo… Lo siento, no quise molestar.
Saoto se fue y las miradas de las chicas, juzgando a Saik, no se hicieron esperar.
Y-ya comenzaron a hablar mal de él. ¡Adiós, esperanza de que Saik consiguiera amigos!
•
•
(Pov- Saik.)
Ah, por fin, la hora de la comida. Las primeras clases siempre son las más aburridas, pero al menos no fueron tan complicadas.
—Por fin, tengo hambre.
—¡Hmmmh!
Ah, vaya. Que adorable puchero, pero siento enojo de verdad en ella. ¿Ahora qué hice?
—¿Qué pasa, Yuki?
—¡¿Qué me pasa?! ¡Arruinaste tu primer día de clases!
—Ah, ya veo. No me importa.
—¡Por eso mismo estoy enojada!
—Vamos, comer te va a relajar.
—Eso espero.
Saqué los dos almuerzos de la mochila. Se me hace agua la boca con tan solo imaginar el sabor. Definitivamente me muero de hambre. Aprender es realmente es agotador. Me merezco una buena comida después de todo ese esfuerzo inhumano.
—Espera.
Ah, que fastidio.
Me detuve y volteé a ver a la representante… ¿Cómo se llamaba? Lo olvidé.
¿En serio lo olvidé? Piensa, Saik, piensa… Ah, no lo recuerdo. El agotamiento mental no me permite recordar datos irrelevantes como su nombre.
—Hola, representante. ¿Qué pasa?
—¿No recuerdas mi nombre?
—… ¿Monica?
—Ram.
—Esa era mi segunda opción.
—Mientes.
—Bueno, tercera opción.
—Como sea, no importa. Iré directo al grano. ¿Hiciste trampa en el examen de ingreso?
—Sí.
—¡¿Hiciste trampa?!
—Sí. Un fantasma copió las respuestas de los estudiantes y me las dio.
—Haha. Que gracioso.
Ese tono sarcástico fue adorable.
Saqué una paleta de mi bolsillo y se la ofrecí.
—Toma.
—¿Eh? ¿Por qué?
—Te ves adorable cuando hablas con ese tono sarcástico.
—¡N-no me trates como una niña pequeña!
—¿Te trato como una anciana? También tengo bolsas de té.
Saqué una bolsa de té de mi bolsillo y se la ofrecí.
—¿Quieres?
—… No voy a preguntar el por qué tienes eso también.
—Bueno, si es todo, me retiro.
—Espera… La profesora te preguntó varias cosas sencillas y no supiste responder. Se supone que eres el mejor estudiante de primer año.
—Supongo que no soy tan inteligente.
—… Eres raro.
—Me lo dicen a menudo. Adiós, iré a comer con el fantasma que me pasó las respuestas.
—Déjate de bromas y vete.
Salí del salón de clases y suspiré.
No era broma.
—¡Hahahahahaha! ¡Es gracioso que digas la verdad tan fácilmente y que no te crean! Pero tiene razón, estás levantando sospechas.
—Debo estudiar más.
Pero primero, resolveré el problema con mi estómago. Necesito nutrientes para crecer sano y fuerte.
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