Una comedia romántica con una niña fantasma - 073.5

(Nota del autor: A partir de ahora, algunos secundarios tendrán más relevancia, en especial en los «.5». Vayan consiguiendo a su favorito xd. El mío es Ether, y de las mujeres mis favoritas son las gemelas, personajes que aparecieron en el capítulo anterior y tendrán más relevancia.)

CAPÍTULO 73.5- Soy un inútil.

(Pov- Kaeyko.)

Ether juntó sus manos, en una posición seria, como si lo que estuviera a punto de decir fuera algo muy importante.

Tomó aire y suspiró, para después sacar de su boca sus palabras.

Palabras llenas de…

—Creo que… odio a los otakus.- Dijo seriamente.

Llenas de mierda.

—…

—…

Tanto Evelyn como yo nos quedamos en silencio, pues sabíamos que, si le hablamos, solo perderíamos tiempo en algo que claramente no valía la pena, como lo es hablar con Ether.

No tengo tiempo para escuchar tus estupideces, idiota. Déjame disfrutar de mi tiempo con Evelyn, mi casi novia, que parece mi novia oficial por estar sentada en mis piernas, abrazándome y acariciando mi mejilla con la suya.

—Di «ah». Vamos, lindo, no seas tímido.

—¿No es demasiado cursi? Pero bueno, con tal de satisfacerte.

Abrí la boca y me metió un pedazo de brócoli en la boca.

Mmm…

Mientras mastico, puedo darme cuenta de que, efectivamente, creo que las hormonas de adolescente me comenzaron a afectar de repente, de un día para otro.

Antes veía a las parejas empalagosas, las que siempre estaban juntas y diciéndose cosas bonitas, como una molestia. No solo me daban pena ajena, me llenaba de cierta furia. Incluso alguien que ha sufrido de acoso escolar como yo y que odia que otros se aprovechen de los más vulnerables, quería agarrarlos a patadas, por ridículos.

Les pido disculpas desde el fondo de mi sensible corazón, parejas de calenturientos randoms. Ahora que tengo a Evelyn en mi vida, puedo comprender el por qué hacían esas estupideces en público.

Sí, ser alimentado por Evelyn me da algo de vergüenza, pero también me llena de satisfacción y felicidad, pues esa sonrisa de Evelyn llena mi corazón con… ¿Amor o felicidad? Algo así.

Solo hay algo que me incomoda un poco, y es Kaey, que se metió entre los pechos de Evelyn y se durmió. Sé que es un animal espiritual o algo así, dudo que sea un antiguo maestro legendario y que resultó ser un viejo pervertido de mierda, pero de todas maneras es incómodo de ver. ¿Cuenta como acoso sexual? Evelyn no lo siente, pero… Mejor no pienso en eso por ahora.

—¿Y bien? ¿Estoy mejorando?- Pregunta, con duda en su tono de voz.

Pues el brócoli no define el platillo, además es difícil cambiarle el sabor, me sabe igual a los miles de brócolis que he comido en mi vida (porque es mi alimento favorito), pero hay cierto elemento extra que hace que disfrute mucho más este brócoli a comparación de los anteriores, y eso sería que Evelyn me preparó este almuerzo con sus propias manos. El arte de la comida casera de parte de una persona especial, algo que hace años que no recibía de nadie… De nadie…

Vaya vida de mierda la mía.

—Bastante a mi parecer. Es difícil explicar lo que siento, así que quiero que lo experimentes.

Tomé de las salchichas fritas que hay en el almuerzo que le hice a Evelyn.

Yo le hice su almuerzo y ella me hizo el mío.

—Di «ah».

Evelyn cerró los ojos y abrió la boca.

Oh, cerrar los ojos. Me faltó esa parte. Lo haré después.

Le metí la mitad de la salchicha en la boca.

—No te vayas a ahogar. Mastica con cuida… ¿Eh?

… ¿Está… chupando la salchicha?

Está lamiendo y chupando la salchicha como si fuera un… Con esa expresión pervertida en su rostro… Y los estudiantes se nos quedan viendo. No me importa realmente lo que ellos piensen sobre mí, pero me preocupa que eso le afecte a Evelyn… Pero…

… ¿Qué?

—¿Evelyn?

Entrecerró un poco los ojos y me acarició los labios.

—Lo siento, lindo, es que me encanta tanto tu salchicha que no me atrevo a morderla.- Dijo algo raro, pues tiene todavía la salchicha en la boca.

… Creo que debería bajar a Evelyn de mis piernas antes de que se dé cuenta de mi erección. Se supone que nuestra relación será pura al principio, para que nuestra relación no se base en el sexo o cosas así. Evelyn, no hagas más difícil el tener que aguantar mis ganas de hacerlo.

¿Y en serio tengo ganas de hacerlo? Ah, esto del amor me está cambiando bastante.

—Fufu. Gané.- Dijo, con una expresión pícara y moviendo un poco el trasero.

Ya se dio cuenta.

—Es una reacción natural al estímulo. Es algo tramposo de tu parte, pero también inteligente. Tienes 9.9.

—¡¿Y por qué no 10?!

—Porque lo único perfecto en esta vida, al menos para mí…

Le acaricié la mejilla y le sonreí, mientras con mi mano derecha acaricio su muslo con suavidad.

No es acoso sexual si ella me hace lo mismo, además tengo su permiso.

—Eres tú, princesa.

—¡¿P-princesa?! ¡Ay, que cosas dices, Kaeyko!

Puso su cara en mi pecho, intentando ocultar lo rojo que se puso su rostro.

Las palabras son como un arma mortal si se saben usar.

—¡Ahhhhhhhh! ¡Dejen de coquetear frente a mí! ¡Y también dejen de ignorarme!

—¿Quién es ese random, Kaeyko? Arruina nuestra cita.

—Sí, claro, ahora no me conoces porque tienes a Kaeyko, ¿eh, perr…? ¡Hmmmmmh!

Le aventé un brócoli a la boca y logré atinarle.

Mastica con cuidado, y mientras lo haces, reflexiona mejor lo que ibas a decir.

Te arrojé mi comida favorita, así de enojado estoy.

—Escucha, Ether, solo te lo advertiré una vez. El pasado de Evelyn no me importa en lo absoluto, me da igual si tuviste sexo con ella, no me importa, porque ni me importaba ella porque no la conocía. Sin ofender, Evelyn.

—No te preocupes.

—Lo que trato decir, es que ahora Evelyn sí me importa, y mucho. Su pasado antes de conocerme, no me importa, pero eso no significa que permitiré que la insulten por culpa de su pasado. Vuelves a intentar insultarla y terminarás dos metros bajo tierra si suerte tienes.

Ether, lleno de miedo, terminó de masticar y tragar el brócoli, pero ese miedo se transformó en asco.

—Puaj, brócoli.

No tienes buen gusto para la comida, idiota.

Le dio un trago a su refresco y suspiró aliviado.

—Ah, mucho mejor. ¿En qué estábamos? Ah, sí.

Se aclaró la garganta y su miedo regresó, supongo.

Me pregunto si es idiota o está fingiendo solo para irritarme. Cualquiera de las dos es una mierda.

—V-viniendo de ti, suena bastante real esa amenaza. Y como dice mi mami, callado me veo más bonito. Captado.

—¡Oh, mi héroe de melena dorada con disfraz de cabello blanco!- Dijo Evelyn, dándome besos en la mejilla.

Melena dorada, ¿eh?

¿Debería teñirme el cabello de rubio? Así podría combinar con Evelyn. Después de todo, Evelyn se tiñe el cabello. Por las raíces que puedo ver en su cabeza, su color de cabello original es castaño.

¿Me vería bien de rubio?

No, mejor no. Podríamos parecer hermanos, y considerando nuestra futura relación, eso sí sería bastante raro y algo incómodo. Prefiero mantenerme con mi cabello blanco natural.

Además, no debería cambiar mi cabello. Podré odiar a mi familia, pero no a mi padre. Mi cabello blanco es herencia de mi familia paterna.

… Espera… ¿Blanco?

—Cambiando de tema, ¡ayúdame a estudiar, Kaeyko! ¡No quiero ser el esclavo de Tanya!

—Pffffff. Consíguete a otro, idiota. No planeo compartir a mi casi novio contigo. ¡Es mío!

—¡Banderas rojas, banderas rojas! ¡Kaeyko, ni siquiera son novios y ya está de tóxica! ¡Todavía estás a tiempo de pensar mejor las cosas!

—¡¿A quién llamas tóxica, tarado?!

—¡A la única tóxica aquí, tóxica!

Cabello blanco…

La mayoría de mis parientes por parte de mi familia paterna, tienen el cabello blanco.

Todas las personas con el cabello blanco que he conocido, terminan siendo mis parientes de alguna manera.

¿Ram será mi pariente? Debo investigar. Si es así, puedo pedirle de favor que no expulse a Evelyn en algún examen especial. Le deberé un favor, y mis posibilidades de que acepte ayudarme aumentarán si resultamos ser primos lejanos o algo así.

Debo buscar cualquier camino para lograr que Evelyn no sea expulsada.

Sé que es una estupidez pensar que todas las personas con el cabello blanco son mis parientes, pero vale la pena investigar.

—¡Estás muerto!

—¡Vamos, vamos, quiero ver que lo intentes, tetas caídas…! ¡Hmmmmmh!

Le lancé otro brócoli a la boca a ese idiota y le tapé la boca a Evelyn.

—Evelyn, Ether es un idiota. Ether, eres un idiota. En conclusión, no vale la pena pelear con un idiota, Evelyn. Mejor sigamos comiendo.

—¡¿Y por qué no la insultas a ella también?!

—Porque ella sí me importa.

—¡Por eso me encantas, lindo!- Dijo Evelyn, acariciando mi mejilla con la suya.

—¡Ouch, mi corazón! ¡Y yo que te ofrecí mi más sincera amistad! ¡Me has roto el corazón, Kaeyko! ¡Monstruo sin alma!

—¿Y lo dice el que tenía sexo mientras yo intentaba dormir?

—Pero como el buen amigo que soy, te ofrecía tener tríos y no quisiste.

—Eran tus mujeres las que me ofrecían eso.

—¡Pero yo no me negaba a la idea, malagradecido!

Se levantó de la mesa.

—¡Me voy, y no intentes alcanzarme, nuestra amistad terminó!

—Está bien.- Dije, recibiendo la comida de Evelyn en la boca.

—Me voy, para nunca volver.

—Está bien.- Dije, masticando y dándole de comer a Evelyn en la boca.

—Tal vez me viole algún vagabundo o termine muerto en algún callejón de esta ciudad.

—Ni modo.- Dije, acariciando la mejilla de Evelyn.

—Algún día te arrepentirás de no valorar mi amistad, que era la más pura y sincera que has tenido.

—Lo tendré en cuenta.- Dije, mientras Evelyn toca mi nariz con su dedo.

—Y gracias a mí, conociste a Evelyn.

—Lo único bueno que has hecho.- Dije, mientras seguía comiendo.

—Pero algún día te…

—Esto ya se alargó. ¿Te vas a ir o no?

—Ya, ya, deja de llorar por mí. Está bien, acepto tus disculpas.- Dijo, volviéndose a sentar.

—¿Cuál disculpa?

—Me alegra saber que me quieres tanto que incluso suplicas por mi perdón.

—Realmente eres un idiota, ¿eh?

—Definitivamente.- Dijo Evelyn.

—Ya, ya, deja de humillarte por mí. Te perdono. Y está bien, acepto tu oferta de ayudarme a estudiar. Oh, eres tan buen amigo, Kaeyko. Creo que me enamoré de ti. ¿Te puedo dar un beso apasionado en esos sexys labios carnosos que tienes?

—Inténtalo y te mato. Sus labios son míos.- Dijo Evelyn, apretando mis labios con sus dedos.

—Ah, está bien, los ayudaré a estudiar a los dos.

—¡Yei! ¡Gracias, guapo! En otra realidad, mi versión femenina te la está chupando como agradecimiento. De nada.- Dijo ese idiota, guiñando un ojo.

Puaj. ¿Por qué me lo imaginé?

—¡Pero, Kaeyko, ese idiota arruinará nuestra cita de estudio!

—Se pondrá más molesto si lo ignoramos o excluimos. Al menos no será tan molesto si lo ayudamos un poco.

—Oh, me conoces tan bien, Kaeyko. Creo que me mojé.- Dijo Ether… lamiendo su dedo…

—Haz eso de nuevo y te mato.

—Ay… Bueno, al menos conseguí tu ayuda.- Dijo, sonriendo.

Solo te ayudaré porque, indirectamente gracias a ti, conocí a Evelyn y mi vida conoció el amor. Solo por eso te soportaré un poco más de lo que comúnmente puedo soportarte.

—Entonces… ¿sexo anal o…?

—Un chiste sexual más y te mato.

—Solo intento animar el ambiente. Que aguafiestas.

—¿Aguafiestas? ¿Y lo dice el mal tercio? Sí, claro.- Dijo Evelyn.

Ah, como sea, Evelyn. Mejor sigamos comiendo. No quiero desperdiciar más tiempo discutiendo… ¿Eh? Vaya, vaya.

¿Ese… Saoto? Sí, creo que se llama Saoto, el líder de la clase B. Y se ve bastante… deprimido. Comúnmente lo veo rodeado de mujeres y con una gran sonrisa en su rostro, pero hoy se ve bastante triste y sin energía.

Incluso algunas chicas intentan levantarle el animo, pero no lo logran, solo logran lo contrario, hacerlo sentir más miserable.

El apoyo emocional es bueno, pero también es bueno estar solo para reflexionar tranquilo. Estar rodeado de mujeres que le están hablando al mismo tiempo, solo lo están empeorando, pues sus voces lo están estresando.

Es un chico tan amable, que incluso cuando esas voces lo están estresando, no les pide que lo dejen en paz.

Ser demasiado bueno es malo, pues si piensas más en el bien de otras personas en lugar de tu propio bienestar, solo te terminarás jodiendo la vida, pues vas a descuidar tu propia salud por el bien de personas que tal vez no merezcan tu consideración.

Ah, créeme, no vale la pena ser un chico tan bueno.

Incluso siendo un pequeño niño bueno con todos, lleno de bondad y amabilidad, eso no me ayudó a volver a ser feliz. Nadie se puso de mi lado. A pesar de ser tan bueno, nadie me creyó o intentó al menos escucharme. Prefirieron creerle a una pequeña niña adorable, solo porque parecía inocente, en lugar de a mí, alguien que nunca había mostrado malicia.

La víctima siempre tendrá la ayuda, mientras que el supuesto victimario, siempre será visto como el malo a la primera, sin darle la oportunidad de mostrar su inocencia, pues es más fácil sentir empatía por alguien que sufrió, en lugar de alguien que supuestamente le hizo mal a alguien.

Saoto pidió su comida y se fue, y todavía lo siguen las mujeres.

Ah… Saoto, me pregunto si eres una buena persona porque eso te hace feliz, o porque te sientes obligado a serlo.

Porque, juzgando por tu expresión, dudo bastante que disfrutes de tu vida.

—Y al despertar, me di cuenta de que terminé desnudo en la orilla del mar. Uffffff. Tuve mucha suerte de no dormirme más a la orilla o el mar me iba a matar. Pero, eso sí, no negaré que valió la pena.

No sé de qué está hablando ese idiota, pero considerando que me puse a pensar en Saoto en lugar de escucharlo, no debió de ser importante… Como siempre.

—¿Y bien? ¿Qué les pareció mi pequeña anécdota de superación personal, llena de drama, sexo y comedia?

—Una mierda.- Dijimos Evelyn y yo al mismo tiempo, mientras seguíamos comiendo.

—¡Ustedes no saben valorar una buena historia!

•

•

(Pov- Saoto.)

Estoy cansado… Tan cansado.

Último lugar, ¿eh?

Saik gastando los mil puntos de clase para su propio beneficio. ¿Quién lo hubiera imaginado?

La clase E resultó ser la mejor en esta ocasión.

Saik derrotó a la presidenta del consejo estudiantil, ganándose más enemigos.

… Estoy harto.

Apenas estamos a octubre, y ya estoy harto de todo esto.

… Abuela… realmente lo estoy intentando. Si me estás viendo desde el paraíso, sabes perfectamente que lo estoy intentando. Si me comparo con mi yo de hace un año, soy completamente diferente. Ya no soy la misma basura.

Pero, a pesar de todo mi esfuerzo por ser una mejor persona y ayudar a mis compañeros de clases… no estoy logrando nada.

Posiblemente seamos la clase E después de los exámenes.

Escuché rumores sobre que el examen especial del mes de noviembre sí o sí habrá expulsiones en casi todas las clases.

La expulsión al final del semestre, antes de las vacaciones de invierno.

Dos expulsados.

Naima, Sylphie, Saik y Ludius tienen puntos de protección, pero dudo que Saik y Sylphie usen esos puntos de protección con otros. Saik porque solo piensa en él mismo y Sylphie porque siempre obedece a Saik.

Naima es… algo violenta, y no he hablado tanto con ella, no sé si ella está dispuesta a usar su punto de protección con un compañero de clases.

Y Ludius es amigo de Saik, no sé si podré contar con su ayuda.

Aunque nuestra clase cuente con 4 puntos de protección, no sé si eso evitará que nuestra clase pierda a uno de los suyos.

No lo sé… No sé nada…

Nada de nada… Ram es inteligente y todo eso, pero también siento que es como Saik, solo preocupándose por ella misma, aunque al menos sabe que los demás también somos útiles y que es imposible subir de la clase solo pensando en ella misma.

Ram es la clase de persona que quiere ser la mejor en todo, y eso es bastante molesto, pues siempre se la pasa comparándose con Saik. Saik esto, Saik lo otro. ¿Qué haría Saik?

Es bastante molesto, sinceramente.

No sé qué hacer para subir de clase.

No sé, no sé, no sé… ¡No lo sé!

Quiero cumplir con mi promesa, abuela. Quiero pagar los errores que cometí en el pasado, pero simplemente no puedo… No puedo…

No quiero rendirme, no todavía, pero… no sé qué hacer.

Para subir de clase, necesitamos estar unidos, ser un equipo, apoyarnos mutuamente. Pero Saik hace eso imposible, solo piensa en él mismo. Incluso obligó a Naima a apostar en contra de su voluntad, pensando que ganarían, pero eso les terminó costando muy caro.

… «Nadie es tu enemigo. Tú no tienes enemigos. Si vives tu vida siempre de conflicto en conflicto, nunca estarás en paz, y la paz es lo más bonito del mundo, Saoti».

Lo sé, abuela, lo sé. Nadie es mi enemigo, ni siquiera Saik. No tengo que odiar a nadie. Vivir con odio en mi corazón solo me hará sufrir. Ser optimista y amable con las personas, aunque ellas me odien, no me hace débil ni un idiota, me hacen ser simplemente alguien que vive en paz.

Toda vida es valiosa en esta vida, sin importar nada… Nada…

Nunca estuve de acuerdo con eso último, abuela. Pienso que sí, casi todas las vidas son igual de valiosas, pero ¿y qué pasa con las personas malas? ¿También merecen vivir?

No, Saoto, no… No… No vale la pena pensar en personas así, ni para bien ni para mal. Ignorarlas es mejor que desearles el mal, porque cualquier vida es valiosa en este mundo.

Vivir mi vida sin odio ni rencor en mi corazón, es vivir una vida llena de paz, y la paz es lo más bonito del mundo… Pero…

No sé si llegué a comprender tu manera de ver la vida, abuela.

Intentar ser feliz, no pensando en los problemas ni estando enojado… es difícil.

Mi padre es un hombre débil, que no puede hacerle frente a mi madre ni a mi hermana, por miedo de ser odiado. Un hombre que no contrata sirvientas o cocineras, y prefiere hacer todo eso por cuenta propia, por miedo de ser considerado un inútil.

Mi madre es una alcohólica, que solo se la vive bebiendo. Un hábito que se convirtió en adicción, y mi padre nunca se atrevió a detenerla, y cuando lo intentó, ya era demasiado tarde.

Y una hermana menor delincuente que… es así por mi culpa… Yo la convertí en lo que es ahora, y cuando me di cuenta de mi error e intenté arreglarlo, ya era demasiado tarde, no pude. Y aunque lo sigo intentando, ella no me obedece y solo me roba y me insulta.

Cometí el mismo error de mi padre, aunque yo fui el culpable de llevar a mi hermanita por el camino equivocado.

Todas esas chicas que… Yo… Yo…

—¿En serio Saik hizo eso?

—¿Gastó los mil puntos de clase en algo? Que estupidez.

—¿Y qué compró?

—No lo sabemos. La profesora dijo que mañana recibirá el reporte final y nos lo dirá. Saik dijo que era una sorpresa, solo para burlarse de nosotros.

—Tsk. En serio no lo soporto. ¿Quién se cree que es?

… Estar en el césped, comiendo con estas chicas, me hace sentir tan… culpable… Muy… culpable…

Por mi culpa… Yo… soy un monstruo. ¿En serio merezco tener amigos?

Todos merecemos ser felices, pero… ¿alguien como yo merece ser feliz?

O, más bien, ¿alguien como yo puede juzgar las acciones de Saik? ¿Tengo derecho a criticarlo, considerando todo lo horrible que hice en el pasado?

No… No tengo derecho de hacer eso, pero lo hago… Soy un hipócrita de mierda.

Mi única meta en esta escuela es ser un buen estudiante, eso es todo. ¿Por qué me ofrecí para ser el presidente? ¿Por qué me preocupo tanto por mis compañeros de clases? Incluso llegué tan lejos como para besar a Saik y hasta estar dispuesto a tener sexo con él con tal de conseguir su ayuda.

¿Hice todo eso porque quiero ayudar genuinamente o porque pienso que con eso mis pecados del pasado serán perdonados?

… No soy una buena persona, abuela… No todavía. Me falta mucho por aprender.

Mucho…

—Lo siento, quiero ir al baño. Regreso pronto.

Me levanté del suelo y comencé a caminar, intentando que mis llorosos ojos no se salgan de control.

No llores, Saoto, no llores.

—Abuela, el pasado no puede cambiar, lo sé.

Aunque trate de ignorarlo y seguir adelante, eso será algo que siempre me perseguirá.

—Soy un monstruo tratando de ser una buena persona. No tengo enemigos. No odio a nadie… Pero no vivo en paz.

Ayudar a mis compañeros de clases es una manera de redimir mis errores, pero si ayudo a los demás solo para sentirme bien conmigo mismo, ¿mis acciones pueden ser consideradas como buenas acciones?

No lo sé… No entiendo nada… Nada…

—Abuela… desearía que estuvieras conmigo.

No supe apreciarte mientras estabas con vida, y lo último que te dije, fue un insulto… «¡Cállate, perra, es mi vida, no me puedes dar órdenes, anciana de mierda!»

… Lo último que te dije…

El guardia de la entrada me pidió mi credencial para permitirme la salida, se la di y me fui de la escuela.

Me quitarán puntos positivos por salir de la escuela, pero no me importa. Necesito estar solo.

Solo… Solo…

… Las personas se pelean con los vivos, y solo saben apreciar a las personas cuando están muertas. Se pelean con los vivos y les regalan flores a los muertos… Una frase que me representa perfectamente. Solo supe apreciarte cuando ya no estabas a mi lado, abuela.

—Soy una basura.

Llegué a un parque y estaba a punto de sentarme en una banca, pero vi algo que me terminó de destrozar.

Un grupo de chicos, fumando y bebiendo a plena luz del día. Chicos de mi edad, incluso menores. Estudiantes posiblemente… Y entre ellos, está mi hermana menor… besándose con uno de ellos… mientras él le acaricia… el trasero…

—Nadie es mi enemigo, ¿eh, abuela?

Es un pensamiento que respeto mucho, pero… Solo por esta vez…

—No lo respetaré.

Si no hago nada al respecto, mi hermanita menor podría perjudicar para siempre su vida. Apenas cumplió 15 años, todavía no es tarde para ella.

—Nadie es mi enemigo, pero si no hago nada, mi hermanita… ella… podría echar a perder su vida.

Los embarazos no deseados son muy comunes, y por experiencia propia conozco perfectamente el dolor que eso le podría causar a la madre.

Ese chico parece mayor que ella, tal vez tenga 17, o incluso 18. No permitiré que le arruine la vida a mi hermana…

Pero… no quiero acercarme… No quiero romper la promesa que le hice a mi abuela.

La violencia no soluciona nada. La violencia solo genera más violencia.

Pero… ¿Cómo puedo evitar que mi hermana arruine su vida sin usar violencia?

No lo sé… No sé…

Soy… un inútil…

—Un completo inútil.

Las lágrimas… Estoy llorando… Soy tan patético.

No me atrevo a romper la promesa que le hice a mi abuela, pero tampoco sé cómo ayudar a mi hermanita sin usar la violencia.

Soy tan inútil, que no sé solucionar un conflicto sin usar la violencia.

Yo… ¿al menos soy útil para algo?

—Soy un inútil…

—¡¿Quién te crees que eres?!

¿Eh?

Me limpié las lágrimas y levanté la mirada. ¿Quién me habló?

No, no era a mí, pero ¿por qué lo escuché como si la persona estuviera frente a mí?

El chico que manoseaba a mi hermana, está tomando del cuello a un hombre.

¿En dónde está la policía cuando se necesita?

Las cámaras de seguridad están activas, ellos estarán aquí pronto. Tengo que sacar a mi hermana de aquí antes de que ellos vengan. No quiero que se meta en más problemas… ¿Eh?

¿Se fue corriendo? ¿Ese chico huyó asustado?

R-repasemos lo que pasó. Ese hombre creo que estaba hablando y algo que él dijo lo asustó. ¿Lo habrá amenazado con algo?

Ese hombre se acarició el cuello y se fue, sin más, como si nada de esto hubiera pasado, y los demás se quedaron perplejos, sin saber qué hacer.

Sí, yo estoy igual que ellos. ¿Qué le habrá dicho para asustarlo tanto? No lo sé, pero definitivamente es algo ilegal o peligroso.

Ese hombre ya se fue, así que me dirijo hacia mi hermana, para llevarla a la escuela.

Me vio y desvió los ojos, como si yo fuera una molestia para ella.

Sí, sí, hermanita, tu hermano mayor va a avergonzarte frente a tus supuestos amigos. ¿Y sabes qué? No me importa, porque es por tu propio bien.

—Hola, chicos. ¿Se llevan bien con mi hermanita?

—Tsk. ¿Qué haces aquí, chico bueno? ¿No deberías estar en la escuela, idiota?

—Oh, ¿te preocupas por tu hermano mayor? Que lindo, ¿no?

Sus amigos se rieron un poco y una de las chicas me está mirando de una manera bastante… curiosa. Sé perfectamente que mi apariencia física es atractiva para las mujeres (después de todo, me aprovechaba de eso en el pasado), pero me prometí nunca aprovecharme de mi apariencia nunca más.

—Tsk.

Ay… Me dio una cachetada.

Me dolió, pero si quiero arreglar este problema sin usar la violencia, debo hacerlo.

Los que usan la violencia, lo que buscan es hacer sentir inferiores a los demás, hacerlos sentir miserables. Los delincuentes como mi hermanita, buscan víctimas para aprovecharse de ellas. En otras palabras, si no le doy lo que busca de mí, no ganará ni yo ganaré. Seremos iguales, y eso es lo que busco.

—Vete de aquí, idiota.

—Oh, tan tsundere como siempre. Que lindo, ¿verdad, chicos?

V-vaya… Me tomó del cuello del uniforme. Eres más pequeña que yo, hermanita. No me das miedo, solo algo de lástima y… culpa. Pero no me das miedo, mucho menos me siento intimidado.

La única razón por la que te obedecía siempre y permitía tus abusos, era porque me sentía culpable por ser el responsable de lo que eres ahora, pero ya no más.

Verte siendo manoseada por ese hombre, me hizo dar cuenta de que hice mal en darte demasiada libertad. Creí que te darías cuenta de tus errores por tu propia cuenta, pues tenía miedo de arruinarlo otra vez, como siempre.

Fui un cobarde que no se atrevía a actuar por miedo al fracaso, pero ya no más. Le fallé a mis compañeros de clases como líder. Le fallé a mi abuela. Pero definitivamente no quiero fallarte a ti también… No otra vez.

Ya cometí un error, error que no quiero volver a cometer.

—¡Te dije que te fueras!

Levantó su puño, buscando asustarme.

Yo simplemente le sonreí.

—Si te hace sentir mejor, hazlo, hermanita. Siempre te amaré, aunque tú no lo hagas. Siempre querré lo mejor para ti.

—Tsk. Eres tan molesto.

Me dio un golpe en el estómago.

No me dolió tanto, pues no tiene tanta fuerza… O… ¿No me golpeó con toda su fuerza? Espero que sea eso último, pues significaría que mi adorable e inocente hermanita menor, sigue dentro de ella.

—Vámonos.

—Claro. ¿Vamos al cine?

—¡Tú no, idiota!

—¿Me estás excluyendo? Oh, pobre de mí.

Estoy actuando bastante ridículo y me está dando pena, pero actuar gracioso reflejará que no me está afectando lo que ella me está haciendo, por lo tanto, su violencia no tiene efecto sobre mí.

—Bueno, me voy.

Me alejé corriendo y le lancé un beso a mi hermana, para avergonzarla frente a sus amigos.

—¡Te quiero, hermanita! ¡Nos vemos en casa!

—¡¡Muérete!!

¿Muérete? Que insulto tan infantil. Definitivamente su yo puro e inocente sigue en ella. ¿Actúa grosero para encajar con sus amigos o para fingir ser más fuerte de lo que realmente es?

Créeme, hermanita, ya pasé por eso, y logré madurar. Maduré demasiado tarde, pero lo hice. Espero que no cometas el mismo error que yo. Espero que madures sin sentir arrepentimiento alguno, y con eso no me refiero solamente al arrepentimiento de tus errores del pasado y del daño que le hiciste no solo a tus seres queridos, también a otros, sino que me refiero a que no madures después de perder a alguien importante para ti.

Maduré después de perder a mi abuela, algo de lo que me arrepiento hasta el día de hoy. Espero que no necesites sufrir tanto para lograr madurar, como un embarazo no planeado, un aborto o… la muerte de un ser querido.

El alcoholismo de nuestra madre podría matarla en cualquier momento, al igual que el estrés con nuestro padre… O… incluso yo podría morir.

Muchas personas me guardan rencor, tanto que incluso podrían matarme.

Hermanita, espero que aprecies mi compañía, amor y ayuda…

—Porque pronto podría ya no estar a tu lado.

Trato de evitar pensar en eso…

—Pero es una realidad que ya acepté.- Dije, sonriendo.

•

•

—¿Y por qué hiciste eso? Solo perdimos tiempo.- Dijo Syln, que caminaba al lado de Sheik (el gemelo menor), por la calle con disfraces humanos, como si fueran peatones normales.

Él simplemente sonrió.

—Alguien que se preocupa por su hermana, merece mi ayuda.

—Tsk. Era un humano sin importancia. No pierdas tiempo en estupideces, idiota.

—Humano, Elfo, Hada, Demonio. Sea quien sea, mientras se preocupe por su hermana, en especial su hermana menor, merece mi ayuda.

—Con razón tu hermana es la líder y tú solo la obedeces. Eres un inútil sensible.

—Sí, lo soy, y soy feliz de ese modo.

Syln lo miró con asco y suspiró.

—Como sea. Regresando a lo importante, si Ángel resultó ser… Oye.

Él se detuvo de repente y se le quedó viendo a alguien. A una pequeña niña con síndrome de Down, jugando con su mamá.

Verla reírse y divertirse con su mamá, lo hizo sonreír. Sonrisa que solo duró dos segundos, para luego desaparecer.

—…

Se quedó en silencio, pero después de 5 segundos de observarla, se dio un pequeño golpe con su dedo índice en la frente y siguió caminando.

—¿Qué fue eso?

—Nada.

—¿Por qué tu hermana te envió? Deja de perder el tiempo.

—Sí, lo siento.