Una comedia romántica con una niña fantasma - 056
- Inicio
- Una comedia romántica con una niña fantasma
- 056 - CAPÍTULO 56- Prueba especial. Parte 1.
(Por favor, dejen comentarios, eso me ayuda a tener inspiracion para seguir escribiendo.)
(Pov- Kevs.)
Estoy acostumbrado a que las personas me critiquen y hablen mal de mí. Estoy acostumbrado a ser odiado y aislado porque las personas inventan rumores sobre mí.
He sido acusado de robo, acoso sexual, maltrato animal y una vez me acusaron de golpear a una pequeña niña. Todas esas acusaciones eran falsas, pero no importaba lo mucho que me esforzaba, nunca logré que dejaran de hablar mal de mí y seguir difamando mi nombre.
Odio las acusaciones falsas… Odio las traciones… Odio a las personas en general… No… No es odio, solo exagero, simplemente es falta de confianza… Pero, ¿acaso algún día conoceré a alguien que merezca mi confianza? No… Nunca.
Mis únicas amigas dejaron de serlo simplemente porque se enamoraron de un hombre, cuando yo ni siquiera intentaba acercarme a ellas con intenciones románticas.
Las novias que he tenido me han engañado.
Ya no sé qué hacer con mi vida. Lo único que es seguro, es que simplemente siga con mis estudios y consiga un trabajo. Viviré solo y adoptaré un perro como mascota. No quiero volver a enamorarme… No quiero tener más amigos.
Viviré una vida solitaria, la que debí haber tenido desde el principio.
En primaria, fui acusado de robo porque simplemente me encontré una cartera en el suelo y la recogí para devolverla, como consecuencia de mi buena acción, fui suspendido por dos semanas y me obligaron a disculparme con el profesor. ¿Por qué no me creyeron? Porque mis compañeros de clases me acusaron, dijeron que ellos me vieron robando la cartera, y les creyeron a ellos.
En segundaria, fui acusado de acoso sexual por parte de varias de mis compañeras de clases, simplemente porque disfrutaban viéndome sufrir.
Cuando tenía 14 años, encontré a un perro agonizando, alguien lo había golpeado brutalmente y yo quería ayudarlo, pero era una trampa de unos estudiantes de otra clase y me tomaron fotografías y vídeos, acusándome de haberlo golpeado. Ellos lo hicieron por simple venganza, simplemente porque pensaron que los acusaría por verlos drogándose en la escuela. Yo no tenía planeado acusarlos, pero considerando que mataron a un perro simplemente por eso, no los acusé con la escuela, los acusé con la policía, pero la cámara de seguridad que estaba en ese lugar, casualmente no estaba funcionando, así que no logré comprobar que ellos fueron, y eso solo aumentó las golpizas. Fui llamado «mata perros», aunque yo no había sido, y aunque intentaba desmentir eso, nunca me creyeron… No… No es eso. Posiblemente ellos sí sabían que yo no me atrevería a hacer algo como eso, pero seguían llamándome así simplemente porque disfrutaban viéndome sufrir.
Mis únicas amigas que pude tener en secundaria fueron: Janeth, Lizzie, Jean y Vanessa. Todas ellas fueron víctimas de acoso escolar, por eso ellas no creían en los rumores sobre mí, pues sabían que yo era una víctima más.
Mis encuentros con ellas fueron en situaciones parecidas. Todas estaban siendo golpeadas por otras chicas, y yo las defendí, sin llegar a la violencia y las grababa con mi teléfono, para asustarlas.
Eso funcionó, pero, como venganza, ellas me acusaron de haberlas golpeado y eso aumentó las golpizas que recibía, pues los changos sin cerebro de los hombres de la escuela les creían y me golpeaban para quedar bien con ellas.
Bueno, al menos eso liberó a mis antiguas amigas de sus maltratos y nos volvimos buenos amigos… Es por eso que me duele tanto que me hayan dejado de hablar simplemente porque se enamoraron de un hombre.
Yo nunca busqué una relación romántica con alguna de ellas. Nunca. Pero ellas, para tener más posibilidades con él y evitar que él malentienda nuestra relación, dejaron de ser mis amigas… Me abandonaron, a mí, el amigo que sacrificó su propio cuerpo para ayudarlas, simplemente para estar con un chico que apenas conocieron.
Ah… Sinceramente, no soy resentido ni nada. Si ellas ya no quieren ser mis amigas, debo aceptar su decisión y alejarme de ellas. Yo las ayudé simplemente porque odio el acoso escolar, nunca pasó por mi mente ayudarlas para que estén en deuda conmigo. Es su vida, es su decisión lo que hagan con ella.
Pero, lo que más me dolió, fue el engaño de Vanessa.
Ella era molestada por todos en su clase, por sudar mucho, estar gorda, usar lentes y ser considerada fea. Hasta la golpeaban.
La conocí cuando un chico la pateó cuando ella tenía su almuerzo en sus manos, provocando que ella cayera al suelo y tirara su comida, provocando que todos se rieran de ella.
Verla llorar realmente me hizo enojar mucho. Sentía bastante empatía por ella, pues ambos éramos víctimas de acoso escolar, por eso hice lo que hice: golpear a ese chico.
Bueno, no lo golpeé, simplemente le hice lo mismo, lo pateé para que cayera al suelo junto con su comida y derramé mi leche sobre él.
—No se siente bien que te lo hagan a ti, ¿verdad? Perdón por derramar mi leche sobre ti, estás acostumbrado a tragarte la leche y no recibirla en la cara, ¿verdad? Se nota por tu expresión de asco. No te preocupes, la próxima vez te la daré en la boca, como te gusta.
Mi chiste sexual hizo reír a todos, pero como siempre, terminé con la cara rota, pero valió la pena sinceramente. Los chistes sexuales siguieron, pues cuando él se burlaba de mí o me golpeaba, yo decía un chiste sexual referente a que le gustaba la «leche de los hombres», y poco a poco los demás me siguieron la corriente y él se convirtió en una víctima más. Y los golpes se detuvieron, pues cuando me golpeaba en público, yo decía: «me golpeas para tener la excusa de estar cerca de mí y tocarme. Qué adorable». Entre otras cosas.
Bueno, como sea. Vanessa y yo nos convertimos en mejores amigos, incluso me pidió que fuera su novio en nuestro primer día de clases en esta preparatoria. Ella había adelgazado un poco, pues ambos comenzamos a ejercitarnos juntos después de la escuela, pero supongo que esos días terminaron. Ella me engañó.
Realmente estoy condenado a sufrir… Y ahora, incluso cuando volví a hacer una buena acción, me siguen acusando de algo que no hice.
—¡Asqueroso pervertido!
—Pero… yo simplemente me estoy presentando. ¿Por qué me dices pervertido?
—¡Aléjate de mí! ¡Me das asco!
Incluso en esta situación, teniendo a dos mujeres con orejas puntiagudas frente a mí, mujeres que no deberían de existir en este mundo, estoy siendo acusado falsamente como siempre.
Odio mi vida.
CAPÍTULO 56- Prueba especial. Parte 1.
(Pov- Saik.)
Bueno, salió tal y como esperaba que saliera. La actuación de Hanako me gustó bastante, hasta parecía que le estaba gustando… Aunque, considerando su forma de actuar, sospecho que no estaba actuando.
Dejando eso de lado, todo salió bien. La evidencia ya fue tomada, solo falta que «ella» dé el siguiente paso. Sospecho que ahora está con la presidenta, enseñándole el vídeo. ¿Se dará cuenta de que es una actuación? Sí, es lo más probable, pero dudo bastante que cambie de planes.
Espera… ¿La presidenta sigue en el barco? No investigué… Bueno, me arriesgué.
El brazalete grabará nuestras voces, para asegurarse de que los estudiantes no hagan nada inapropiado. Eso será usado en mi contra, pero ya sé cómo contrarrestar eso.
Me ganaré un castigo, pero no creo que me expulsen.
El uso del teléfono en la isla será solamente para buscar información de las tareas y está prohibido usarlo para otras cosas. Esa información fue bastante útil para mi plan.
—¡Gracias por invitarme a desayunar, Saik!
—Es mi manera de agradecerte. En la escuela te pagaré el resto.
El contrato con Hanako me obliga a ayudarla con las tareas y limpiar su habitación por una semana. Bueno, le acaricié los pechos, así que no puedo quejarme, pero considerando su personalidad pervertida, creo que es un ganar/ganar para ella.
Estamos desayunando en mi camarote, pues no podemos hablar tranquilamente en público, ella debe actuar sumisa y asustada cuando habla conmigo en público.
—Entonces, ¿crees que todo nos saldrá bien? Si fallamos, ambos nos meteremos en problemas.
—Nos comunicamos sin ser descubiertos, todo saldrá bien. Confía en mí.
A ella le tocó la misma isla que a mí, junto a mi zona. Obviamente, que ella y yo hayamos hecho «eso», es demasiado sospechoso. La presidenta sabrá lo que planeo, pero si seguimos actuando, incluso cuando nadie nos está viendo, aunque la presidenta sospeche, «ella» no sospechará y creerá que realmente soy un pervertido acosador.
Está prohibido hablar con otras personas que no sean nuestra pareja, pero eso no impide que nos veamos y usemos nuestras manos para transmitir lo que queremos decir.
Todo saldrá bien… O al menos eso espero.
Probablemente esto provoque que mi clase me odie y que Ram se vuelva más molesta, pero es un precio que debo pagar para obtener lo que quiero.
—Por cierto, Saik, hay algo que me gustaría preguntarte. Tú y Sylphie… ¿son pareja?
—No, solo somos amigos.
—Pero… ¿te gusta?
—¿Te refieres a un sentido romántico? Si es así, no, no me gusta de esa manera. No me gusta nadie y dudo bastante que alguien me llegue a gustar. No tengo tiempo para esas cosas.
—Y-ya veo… ¡Saik, actúa!
—¿Eh?
Ella me tomó de la camisa y me jaló hacia ella.
Se acostó sobre la cama y puse mis brazos a sus costados. Como estoy arriba de ella, mi cabello cae por la gravedad, dejando en descubierto mis ojos, algo que quería evitar, pero ya es demasiado tarde, Hanako ya me vió. Tendré que modificar de nuevo lo que tenía planeado.
Ambos intercambiamos miradas y siento que su temperatura aumenta. ¿Se está excitando? Definitivamente es una pervertida. Ese fantasma la está corrompiendo más de lo que pensé.
Ah, bueno, a seguir con la actuación.
—N-no, déjame.
La actuación de chica indefensa siendo intimidada lo hace bastante bien.
—¿Por qué? Lo divertido acaba de comenzar.
Siento una mirada sobre mí. Una mirada que conozco perfectamente.
Acerqué mi rostro al de Hanako y puse mi mano izquierda sobre su boca, para después besar mi mano.
Mi cabello largo ocultó el movimiento de mi mano, así que ella piensa que besé a Hanako y no mi mano.
Hanako comenzó a mover sus piernas e intenta alejarme con sus manos, pero no ejerce mucha fuerza, por lo que no me mueve mucho.
… La mirada se volvió una de asco y se fue. Ahora debo esperar la señal de Hanako.
…
…
…
Oye, Hanako, llevamos dos minutos así. Estar en esta posición es incómoda, aunque admito que Hanako huele bastante bien.
—Hanako, ¿ya se fue?- Dije susurrando.
—No, todavía no.
… Mentirosa. La antigua Hanako no era así. Estás siendo corrompida, Hanako, y dudo que lo sepas.
—Cambia de posición.
… Hanako, realmente has cambiado.
Me levanté de la cama y me quité la camisa.
—¿H-hoy también? P-por favor, dame un descanso. Me duele la entrepierna.
Ah, lo que tengo que hacer para conseguir tu amor, Naima. Espero que valga la pena.
—No quiero.
Estuve a punto de quitarme los pantalones, y como Hanako no tenía pensado decir que «ella» se había ido, decidí mirar por mi cuenta. No le mostraré mi ropa interior a una chica con la que no salgo. Es indebido, mi madre estaría decepcionada si lo hago
Hanako se dio cuenta e inmediatamente fingió timidez.
—¡Y-ya se fue, no te los quites!- Dijo en voz baja, pero bastante alterada.
Fingiendo inocencia, cuando claramente querías verme sin pantalones. Ah, me caía mejor la pequeña Hanako.
—Ah, gracias por avisarme. Es más agotador de lo que pensé.
—Aunque… ¿P-por qué no me besas de verdad? La actuación podría ser mejor.
—¿Ya has besado antes?
—No, pero…
—Yo tampoco, pero eso no significa que quiero darle mi primer beso a una chica por una simple actuación. Tengo entendido que el primer beso es muy importante, así que no lo desperdicies conmigo. Dale tu primer beso a tu primer novio.
Además, mi primer beso humano le pertenece a Naima.
—Sí… Lo entiendo. Eres más inocente de lo que imaginé, Saik. Pensé que eras más atrevido, pero me doy cuenta de que eres muy inocente y considerado. Me agradas más que antes.
—¿Inocente…? No lo creo.
Estoy muy lejos de ser un inocente.
… Ella no deja de observarme. Ah, es cierto, me quité la camisa.
Me la volví a poner y suspiré.
—Esto será largo.
•
•
(Pov- Kaeyko.)
—Bienvenido. ¿Puedo tomar su orden?
—Oye, oye, chico lindo, ¿y la sonrisa? Debes darme la bienvenida con una sonrisa, guapo.
… ¿No se da cuenta esta mujer que soy menor de edad? Tengo mis propios gustos, señora, así que no intente coquetear conmigo. Me gustan las chicas estilo hermanas menores, pero de las hermanas menores adorables, no fastidiosas como mi hermana menor.
Chicas que se preocupan mucho por su novio y lo llaman «cariño» o «amor». Chicas amigables, amables, divertidas, muy femeninas y que siempre sean alegres y cariñosas. De ese tipo de chicas podría enamorarme. Lamentablemente, solo he conocido chicas acosadoras, presumidas, molestas y estúpidas.
Dejando de lado el tema de mis gustos por las mujeres alegres, odio este trabajo.
Llegamos tarde para conseguir el trabajo de lavaplatos y tuvimos que conformarnos con este empleo. Conseguimos un trabajo en una hamburguesería de una franquicia muy famosa llamada «Dog-Divino». Si no conociera la religión Dog, me daría asco ese nombre.
Una franquicia de hamburguesas, cuyos principales dueños son los altos mandos de la religión Dog.
Odio este trabajo. No solo debo soportar el acoso sexual de los clientes, también debo usar este estúpido gorro con orejas de perro.
No tengo nada en contra de la religión Dog, al contrario, mi familia es muy creyente en el Dios Dog, pero ahora estoy empezando a odiar esa iglesia, por obligarme a usar estas estúpidas orejas de perro.
Y hablando de perros, Kaey no es un perro divino ni ningún salvador enviado por Dog. Cuando le pregunté si él tenía algo que ver con la iglesia Dog, movió la cabeza diciendo no.
Ah, bueno, mejor dejo de quejarme de mi vida y sigo atendiendo a los clientes. Debo ganarme el pan.
Trabajaré de 2 hasta las 10 de la noche. 8 largas horas, pero al menos me pagarán bien. Podré ahorrar bastante dinero para pagar el alquiler de mi pequeño departamento.
Estar en clase desde las 7 de la mañana hasta las 12, será bastante fácil, más considerando que será en línea, pero si eso se combina con mis 8 horas de trabajo, solo me quedarían 11 horas libres para mí, excepto los fines de semana, que son los días que… Ah, no, mi descanso escolar son los fines de semana, pero mi día libre en el trabajo es el domingo. Puta escuela. Hace esto a propósito para estresarnos y obligarnos a renunciar. Debo dormir mis 8 horas diarias, por lo que solo me quedarían 3 horas libres, y también debo considerar el tiempo que usaré para bañarme, lavar la ropa y hacer la comida. Solo me quedaría una hora de disfrute, que no será suficiente.
Además, debo soportar a un idiota hiperactivo, aumentando mi estrés.
Se supone que la prueba de la Capital era el más fácil, pero prefiero mil veces estar en el campamento. Al menos sería más interesante que trabajar.
Bueno, al menos no trabajaré grátis, afortunadamente.
La prueba de la isla me interesó, pero según la información que escuché, será infernal para la mayoría, excepto para Saik, que gastó una enorme cantidad de puntos para convertir esa infernal prueba en sus vacaciones. Su pareja tuvo mucha suerte de estar en su mismo equipo.
Los demás deberán hacer del baño al aire libre, conseguir su propio alimento, construir un refugio, dormir con frío, bla, bla, bla. Sinceramente, sí, es muy complicado estar en ese entorno por tres semanas, en especial para las mujeres, que son más sensibles en cuanto al tema de la higiene personal. Me refiero a su menstruación.
No dudo que la mayoría de los que renuncien, sean mujeres.
Tanya estará en la isla. A ella no la veo como una mujer, por lo que creo que no le importará hacer del baño al aire libre. Además, estará con una de sus lame botas… Digo, amigas. Y esa amiga es igual de molesta que ella, por lo que dudo bastante que alguna de las dos se rinda.
Bueno, mejor dejo de pensar en otras personas y sigo atendiendo… ¿Eh? ¿Por qué comencé a sentir miedo?
No solo soy yo, incluso los clientes lo sintieron, puedo verlo en sus caras
Mi cuerpo está temblando… Este sentimiento… Oh… Con razón.
¿Qué hace ella aquí?
—B-b-buenas t-t-tardes, K-Kaeyko. N-no sabía que e-estabas a-aquí.
Sylvie, sigues dando tanto miedo como siempre, aunque sé perfectamente que eres una persona buena. ¡No debemos juzgar a las personas por su apariencia!
—Buenas tardes, Sylvie, me sorprende verte aquí. Lo siento, me gustaría hablar más contigo, pero no puedo hablar con los clientes, me lo tienen prohibido. Bienvenida. ¿Puedo tomar su orden?
Por su expresión, puedo darme cuenta de que no puede ver mi marca. Me obligaron a quitarme el tapabocas, pero tengo la esperanza de que nadie se dé cuenta de la marca.
—Q-quiero un n-número 7.
—¿Algo más?
—S-sería todo.
—Cinco dólares, por favor.
—T-toma.
Las personas la están mirando demasiado y con miedo. Sí, esa sonrisa malvada y dientes puntiagudos no le ayudan a verse menos malvada, pero Sylvie es una persona buena… Bueno, al menos es amable conmigo, y lo mejor, ¡lo hace porque ella es así! No lo hace porque esté enamorada de mí o algo por el estilo, ella es así. ¿Ven? Es por eso que no se debe juzgar a una persona sin conocerla.
Me sentiría atraído hacia ella, pero me gustan las chicas menores que yo… Eso se escuchó mal… Me refiero a que no creo que me lleguen a gustar las mujeres mayores que yo.
Además, sospecho que Sylvie es lesbiana, no lo sé, es raro conocer a una chica que no intenta coquetear conmigo teniendo la oportunidad… Vaya… Eso se escuchó bastante arrogante y presumido de mi parte, pero solo hablo por experiencia.
Es un hecho innegable que las apariencias de las personas influyen mucho en cómo son tratadas. Soy atractivo, no lo negaré fingiendo que no lo soy, soy guapo por herencia sanguínea. Mi familia ha sido adinerada por muchas generaciones, lo que nos permite tener una vida sana sin muchas dificultades, mejorando nuestros cuerpos en el proceso de manera natural.
Yo soy tratado de buena manera por la mayoría de las personas, aunque solo lo hacen por mi apariencia. Antes me trataban mal simplemente por no conocerme, por eso desarrollé una falta de confianza hacia las personas, pero Sylvie es un caso distinto. Ella realmente es amable, siento que puedo confiar en ella, aunque mi cuerpo sigue teniéndole miedo.
•
•
(Pov- Saik.)
Ah… ¿Y si me suicido ya? Siento que mi corazón está hecho pedazos.
Iré a despedirme de Yuki y terminaré con mi vida en este momento.
—Ah, dejando las bromas a un lado, me duele que ella me vea con asco.
Ella sigue con su actuación, pero su mirada de odio se volvió una de asco y odio hacia mí. Son las consecuencias de mis acciones recientes, pero son necesarias.
Ah, yo solo quería una vida escolar normal, y ahora debo hacer esto para que no me expulsen. Extraño la secundaria.
—¡Aquí estás! ¡Ven conmigo!
La mirada de odio de la vicepresidenta… Esta chica realmente me odia solo porque sí. No entiendo a las mujeres.
Me acerqué a ella.
—Si me vas a… Ah, espera…
Es cierto, estoy diciendo mucho ese chiste de «lo siento, debo rechazar tus sentimientos»… ¿Por qué estoy diciendo tantos chistes últimamente? Esto no tiene sentido.
—No, no es nada. ¿Me necesitas para algo, señorita vicepresidenta del consejo estudiantil? Estoy ocupado haciendo absolutamente nada.
—Solo ven y no discutas.
—¿Acaso seré víctima de acoso escolar? Debo advertirle que me defiendo con violencia, y soy igualitario.
—Tsk. ¡Solo ven!
Se alejó caminando… Ah, presiento que solo me provocará dolores de cabeza acompañarla.
Dio la vuelta en una esquina y yo me regresé a mi camarote. No perderé el tiempo con ella.
Me acosté en la cama y número 31 salió de mí.
—Fufu. La ignoraste, cariño. ¡Hahahahahaha!
No hay cámaras de seguridad, así que es seguro hablar.
—No perderé el tiempo con algo que no me incumbe ni me importa.
—Por cierto, ¿ya te sientes bien?
—Mi cuerpo me sigue doliendo, pero es soportable.
—Tsk. Esos hijos de puta… ¡Saik, dame la orden y yo misma los mataré!
—No es necesario, pero gracias por la oferta. La tomaré en cuenta después de graduarme.
Número 31 se acostó sobre mí y me acarició el rostro con sus manos.
Mmm… Siento cierta hostilidad en ella. ¿Celos?
—¿Qué?
—Nada, simplemente estoy pensando en que te volviste a enamorar de Hanako.
—Solo es actuación. ¿Por qué? ¿Estás celosa?
—¡Por supuesto que sí! ¡¿Por qué no coqueteas conmigo?! ¡Yo estoy más que dispuesta a aceptar cualquier intento de cortejo de tu parte!
—Lo haría, pero tuviste sexo con número 74, así que debes casarte con ella. No debo cortejar a una mujer comprometida con otra persona.
—¡¿Eh?! ¡Yo no estoy comprometida con ella! ¡Además, tú me obligaste a tener sexo con ella! ¡No es engaño si es con otra mujer, eso fue lo que me dijiste y te creí!
—… Es… cierto… ¿Por qué tuviste sexo con ella? ¿Con qué propósito?
—… No… No lo recuerdo… Creo que son los residuos del borrado de memoria.
—Ah, ya veo. Mi cabeza me comenzó a doler… Espera… ¿De qué hablábamos?
—No lo sé, pero considerando que estoy arriba de ti y tienes una erección, ¡significa que estábamos a punto de tener sexo!
—Lo dudo bastante. La erección es una reacción natural de mi cuerpo al contacto femenino solamente.
—¡Mentiras, quieres hacerlo también! ¡Respetaré tu decisión de no tener sexo, pero eso no significa que no podamos simplemente acariciar nuestros cuerpos desnudos!
Ella se apresuró a quitarse el sostén, pero afortunadamente, la vicepresidenta me salvó.
Ella abrió la puerta sin tocar y me vio sin camisa, pues número 31 me la había quitado. Dejé que lo hiciera simplemente porque quiero ver una reacción de la vicepresidenta, para confirmar una pequeña teoría que tengo.
—¡Oye, idiota, ¿por qué no me seguiste?!
—Nunca me dijiste que tenías una red social. ¿Cómo te busco?
—¡Deja de hacerte el idiota y ven conmigo, es una orden!
—Tsk. Esta mocosa arruinó el ambiente romántico.- Dijo número 31.
¿Cuál ambiente romántico? No le veo lo romántico.
Me levanté de la cama y me acerqué a ella.
—Ah, que sea rápido, tengo sueño.
—¡T-t-te denunciaré, pervertido!
¿Eh? ¿Ahora qué hice…? Ah, ya veo. Número 31 me alcanzó a desabrochar los pantalones y cuando me acerqué a ella, se me cayeron, dejándome en ropa interior y dejando a la vista mi clara erección.
Nunca debí subestimar la velocidad de número 31, y más considerando lo pervertida que es.
La vicepresidenta, aunque sigue furiosa, no aparta la mirada. Me siento acosado. El que debería denunciar soy yo.
—Ah… Oye, mis ojos están arriba.
—¡Pervertido!
Intentó golpearme y detuve sin ningún problema su puño con mi mano.
—Oye, estaba a punto de irme a dormir, por eso me iba a quitar los pantalones. Fue un accidente, ¿está bien?
—Tsk.
Ella se alejó de mí y yo me subí los pantalones.
—Eres tan raro, que das asco. ¿Por qué la presidenta te presta tanta atención?
… Odio, ¿eh? Celos… Sentimientos negativos saliendo de ella… Oh, ya veo.
—Estás enamorada de la presidenta, ¿verdad?
—¡¿Q-qué?!
Por su clara reacción de timidez y nerviosismo, confirmo mi teoría. Esta chica está enamorada de la presidenta.
—¡P-p-por supuesto que no! ¡Solo la respeto!
—Oh, ya veo.
Siento que dice la verdad… Qué raro.
¿El respeto y el amor se parecen? Sinceramente, en la escuela solamente respeto a la presidenta, a Naima y a Sylphie, pero no confundo el respeto que le tengo a Naima con amor, pues siento que todavía no desarrollo ese sentimiento por ella. Apenas desarrollé el sentimiento de «me gusta ella».
A la presidenta la respeto por ser capaz de tener el control de la escuela, pero estoy muy seguro de que ese sentimiento es solamente de respeto.
A Sylphie la respeto principalmente por sus avances escolares, mostrando sus grandes esfuerzos al estudiar, algo que envidio, además de su talento para el dibujo. Ella me inspiró a comenzar a dibujar. Aunque la respeto, estoy bastante seguro de que no me gusta ni estoy enamorado de ella.
Bueno, soy muy novato en cuanto a los temas de los sentimientos, así que es probable que simplemente me haya confundido.
—Respeto, ¿eh? Supongo que quieres ser igual a ella, ¿verdad?
—Yo… Pues… Sí… No puedo negar eso.
—Te daré un consejo. No trates de imitar, trata de ser tú misma, logra lo que quieres lograr con tus propios métodos. Imitando solo te hará sentir una inútil si no eres capaz de lograr los mismos resultados, pero si sigues tus propios métodos, lo harás con mayor comodidad y te permitirá adaptarte y modificar tus métodos cuando la situación lo requiera, algo que la imitación no te permitirá lograr de la misma manera, pues es imposible que las personas piensen lo mismo sobre las cosas, y dudo bastante que tú pienses igual que la presidenta. Crea tu propio método y podrás avanzar sin tantas dificultades.
—Lindas palabras, pero me es difícil escuchar el consejo de un chico tan raro como tú. Como sea, vamos, la presidenta quiere verte.
Y yo que me esforcé para decir eso y ella me diga que soy un genio, pero ni siquiera lo tomará en cuenta. Solo desperdicié mi energía.
El no imitar… Desde pequeño, todos esperaron que fuera un genio como lo eran mis padres, creían que yo sería un prodigio, un verdadero genio, pero no fue así. El estudio nunca me gustó y tenía calificaciones bajas.
Incluso cuando me esfuerzo en estudiar y ser inteligente, sigo siendo un idiota, el estudio no es para mí, solo trato de imitar a mi madre, pero no me funciona.
Yo no soy mi madre, y sé que nunca seré como ella, pero… sigo aferrado a ser como ella, incluso sabiendo que nunca lo seré.
Pero, a diferencia de ella, yo tengo una promesa que cumplir. Ser el genio que mi madre siempre quiso que fuera. Imitarla es la única manera que tengo de cumplir mi promesa.
No sirvo para el estudio, no puedo crear mi propio método…
Yo… Yo no sirvo para el estudio… No sirvo para socializar… No sirvo ni siquiera para ser capaz de proteger a mis padres, teniendo el poder suficiente incluso para ser un Rey Demonio.
… Yo no sirvo para nada, y esa es una realidad de la que me di cuenta demasiado tarde… Cuando mis padres murieron por mi culpa.
•
•
Llegamos al camarote de la presidenta, que estaba haciendo abdominales en el suelo. Considerando que su cuerpo está muy sudoroso y siento que su temperatura corporal es muy alta, ha estado haciendo eso incluso cuando su cuerpo comenzó a dolerle, advirtiéndole que superó sus límites. Vaya, vaya. Interesante. Tiene unos lindos abdominales, aunque prefiero la sonrisa de Naima, aunque es raro verla sonreír.
Oh, imaginar la sonrisa de Naima me hace sentir las famosas mariposas en el estómago. Definitivamente estoy enamorado.
—Hola, presidenta. Esta chica me obligó a venir, así que espero que sea importante. Estaba a punto de irme a dormir.
—Solo quiero firmar un contrato contigo.
—Lo siento, no planeo casarme hasta cumplir los 20 años… O cuando embarace a mi futura novia y mi suegro me obligue a casarme.
Es cierto, si llego a salir con Naima y la embarazo, ¿qué haré? ¿No me suicidaré? Si mi madre se entera en el paraíso que mi novia abortó, me odiará para siempre, y no quiero eso. No está en mis planes tener hijos, pero si por alguna razón los métodos anticonceptivos fallan y mi futura novia termina embarazada, deberé hacer a un lado la idea de suicidarme. Ah, debo pensar bien en mis futuras acciones, no quiero vivir más tiempo del que quiero.
—Fufu. Me agrada ese lado cómico que tienes, Saik.
—¿Cómico?
Pero no dije ningún chiste… Ah, ya recordé que esta escuela es rara y los contratos es algo común… Bueno, era algo común en las apuestas, pero creí que ya no se usaban porque las apuestas se prohibieron. ¿Por qué quiere firmar un contrato conmigo?
—Solo quiero asegurarme de que los dos compitamos entre los dos, sin ayuda. Tú contra mí.
—Oh, ya veo. Pensé que tú usarías a tus lamebotas para buscar los objetos, pero veo que eres una chica con orgullo. Si antes te respetaba, ahora te respeto más, pero sigo sin sentirme atraído por la idea de ser el presidente del consejo estudiantil. No me gusta la idea de trabajar gratis para la escuela.
—Sería aburrido derrotarte con ayuda, y también me parece injusto.
—Vaya… Mis padres en el pasado querían obligarme a casarme con una chica y rechacé ese matrimonio arreglado, pero si estuvieran vivos y me pidieran casarme contigo, posiblemente también lo hubiera rechazado, pero me tomaría más tiempo rechazarlo.
—¡Oye, no seas irrespetuoso!- Dijo la lamebotas, cuyo nombre no puedo recordar.
—Es una lástima que me hayas rechazado en una realidad alterna, posiblemente yo sí te hubiera aceptado. Es mejor casarme con alguien divertido e inteligente como tú, que con un aburrido y adinerado hombre.
—Le deseo suerte encontrando a alguien como yo. Le recomiendo a Kaeyko, parece ser un buen candidato.
—¿Kaeyko? Lo dudo bastante. Podrá ser guapo, pero es lo único en lo que resalta. Sus calificaciones son muy buenas, pero es simplemente aburrido, no me interesa.
—Es mejor que estar interesada por alguien como Akito.
Sentí un escalofrío en mi piel, y la causa de ese escalofrío, es la mirada con la que la presidenta me mira y esa sonrisa, sonrisa llena de… ¿maldad? No… No es maldad, es algo más… ¿Enojo? ¿Asco? Creo que es una combinación de enojo y maldad. Sabía que la presidenta tenía un lado aterrador, pero creo que subestimé demasiado ese lado suyo.
Si la presidenta hubiera tenido el poder de ver fantasmas y yo no, ¿ella sería capaz de apoderarse de los fantasmas legendarios en menos tiempo que yo? Ella tiene lo que se necesita para ser como yo. Ella tiene maldad en su alma.
Yo soy alguien malvado y asqueroso, que mata sin sentir remordimiento, y creo que la presidenta es igual de insensible que yo en ese tema.
Matar o morir. Los sensibles y «personas buenas», les costaría mucho elegir entre esas dos opciones, pues odian la idea de matar, pero tanto la presidenta como yo tenemos la maldad necesaria para elegir sin dudar matar que morir.
La presidenta y yo somos más parecidos de lo que pensé, con la única diferencia en que ella es más expresiva que yo.
—Akito es casi perfecto, pero su arrogancia lo arruinó. Si no tuviera ese lado presumido y arrogante, posiblemente me hubiera interesado en él.
—Ya veo…
Siento que las palabras de la presidenta son sinceras. ¿Tan increíble es Akito? Sabía que era uno de los mejores estudiantes de la clase A, pero que incluso él tuviera posibilidades de que la presidenta se interese en él, me sorprende mucho.
Akito me odió porque yo, un estudiante de primer año, lo humilló en su mejor área, el fútbol. Y después intentó manipularme y humillarme… Akito, teniendo tanto potencial, ¿por qué te dejas controlar por los sentimientos de superioridad? La superioridad es un sentimiento que arruina a las personas, incluso mi madre me advirtió que no me aproveche de mi posición social porque eso era estúpido.
Un día, me burlé de un pequeño niño que lloraba porque a su madre no le alcanzaba para comprarle un helado, y mi madre me regañó y le compró dos helados a ese niño. Me dijo que, aunque yo pertenezca a una familia con mucho dinero, debo ser una persona amable, honesta y humilde, pues siempre habrá alguien mucho mejor que yo, y que yo me sentiría triste si alguien con una mejor posición social se burlara de mí.
Burlarse de los demás solo deja en evidencia que no conocemos nuestras propias debilidades. Ese niño podrá ser pobre, pero posiblemente sea más inteligente que yo o más creativo. Siempre habrá personas que sean mejores que yo, y sentirme superior a todas las personas solo me haría parecer un estúpido que no quiere aceptar la cruel realidad.
El sentimiento de superioridad no nos permite reconocer nuestros defectos, y si no conocemos nuestros defectos, no podemos mejorar.
… Akito… Ahora que lo pienso mejor, si él ya se dio cuenta de la gran diferencia que hay entre nosotros, significa que su sentimiento de superioridad se vio gravemente afectado… Un Akito sin ese sentimiento, ¿qué tan lejos podría llegar?
Sospecho que tarde o temprano sabré la respuesta.
—Entonces, ¿estás listo para firmar el contrato?
—No es necesario un contrato, confío en ti, y dudo bastante que Naima, mi pareja en la isla, quiera ayudarme, así que estamos en condiciones iguales. Confío en que cumplirás con tu palabra.
Le extendí mi mano.
—Con un simple apretón debería ser suficiente.
—¿Estás seguro de querer tomar el riesgo?
—¿Quieres decir que no crees que puedas derrotarme sin ayuda? Vaya, vaya. Y yo que creía que tú eras increíble. Ahora, contesta. ¿Crees que puedes derrotarme sin recibir ayuda? Si es así, estrecha mi mano…
Me levanté el cabello para que mire mis ojos.
—Mírame a los ojos y jura por tu nombre y honor que me derrotarás sin ayuda. Eso sería más que suficiente.
—Oh, ahora que lo pienso mejor, tienes unos hermosos ojos. Creo que me puse celosa. Las pestañas largas en los hombres me gusta. Se ven más lindos. ¿Por qué no te cortas el cabello y dejas al descubierto esos ojos?
—No, gracias, no me gusta peinarme y me gusta tener el cabello largo. Y no cambies el tema. ¿Cerramos el trato con un apretón de manos?
—Por supuesto.
Ella me tomó la mano.
—Juro por mi nombre y honor que voy a derrotarte sin recibir ayuda.
—Digo lo mismo, aunque mi nombre no tiene mucho valor que digamos, solo mi apellido. Bueno…
Me despeiné.
—Adiós, señoritas. Que tengan un lindo día. Ah, y si ven a Akito, le recuerdan que todavía está en peligro. Adiós.
—Cuídate, Saik.
… Sentí algo más en esas palabras… Ah, aunque ya lo sabía.
Salí del camarote y suspiré.
—Ella me traicionará, pero no puedo odiarla. Yo haría lo mismo.
Presidenta, espero que cumpla con su palabra.
Comments for chapter "056"
QUE TE PARECIÓ?