Yatareni - Volumen 1 - 37
Ya desde antes de llegar a la plaza nos dimos cuenta de que algo andaba mal porque, mucha gente, aunque alejada, miraba hacia el mismo lugar.
Quizá fue un presentimiento de Mayra, pero ella se adelantó corriendo.
No sé por qué no se me ocurrió detenerla en ese momento aunque sea para preguntarle lo que sucedía. Muchas veces lo he hecho pero esta vez, cuando más lo debí haber hecho…
Todavía me arrepiento. Debí haber sido yo el que debió haber echado a correr. Me sigo sintiendo culpable.
Resumiendo lo que sucedió. Mayra Páez había descubierto un engaño entre su exnovio y una de las miembros de Nipponkenkyo. Aunque técnicamente no fue un engaño ya que en ese momento no eran pareja, pero él sí dijo algunas cosas desagradables sobre ella.
Mayra Páez los confrontó aprovechando que estaba vestida de Mayra Palacios y no la reconocían. Pero las cosas se salieron de control y el tipo quiso atacarla, Mayra Palacios se interpuso y recibió un navajazo en el abdomen. Afortunadamente la herida no fue profunda, no toco ningún órgano vital, solo cortó la piel.
Viendo lo que había hecho, el tipo quiso escapar, pero la misma gente que ya se había reunido ahí en la plaza se lo impidió. Llamaron a una patrulla y se lo llevaron.
Mayra Páez, yo, y algunos vecinos que nos ayudaron, llevamos inmediatamente a Mayra al centro de Salud de Yatareni. No perdió mucha sangre porque desde el primer momento estuvimos tapando la herida.
Fueron suficientes unos vendajes para que se recuperara. Como dije, la herida no fue de gravedad. Para el día siguiente Mayra Palacios estaba como si nada, aunque seguía usando los vendajes.
Avisamos también al papá de Mayra Palacios lo que había sucedido y fue enseguida al centro de salud. Era la primera vez que lo veía realmente preocupado por su hija. Pero Mayra Palacios no pensaba lo mismo. Ya después, ella me diría que su papá se presentó únicamente porque ella estaba en peligro, pero en otras circunstancias en las que ella lo necesita, jamás ha estado. Al parecer sigue molesta con él.
Pero es su papá. Es normal, muy normal que si se entera que su hija fue navajeada, de inmediato vaya a verla. Sería el colmo que no lo hiciera. Incluso estando borracho, sé que lo haría.
Alice, la chica con la que estaba el tipo se disculpó con Mayra por todo lo que sucedió, por hablar a sus espaldas y también se disculpó con Mayra Palacios por la herida que recibió y por prejuzgarla porque no sabía lo de su madre.
Aunque Mayra Páez aceptó su disculpa, la expulsó de su Sociedad. Ella lo aceptó, al parecer agradecida y se fue. No se volvió a presentar a su club.
Después de todo lo sucedido solo me pude preguntar una cosa:
¿Por qué Mayra Palacios reaccionó así? ¿Por qué de la nada decidió ir a salvar a su tocaya?
La Mayra que yo conocí en la iglesia ese día lluvioso nunca se le habría pasado por la cabeza salvar a nadie, quizá ni a su padre. Estaba demasiado aislada de las demás personas.
Era evidente que ya estaba cambiando, ya se preocupaba más por las personas. Quizá demasiado. O quizá yo la contagié de esa costumbre que tengo de hacer las cosas sin pensar.
Dos días después del incidente, Mayra Páez nos reunió a todos, refiriéndome a los miembros de ambas Sociedades en el kiosco del pueblo. Obviamente la cosplayer pelirroja ya no estaba.
Mayra decidió contarnos todo lo sucedido referente a su exnovio.
Aquel tipo se llamaba Gustavo. Fue su novio durante el tiempo en el que ella vivía en Sayula. Todavía me pregunto porque ella no lo dejó muy en claro, porqué salió con un tipo que, según ella, tenía tendencias violentas, era machista y celoso.
Siempre me sucedía que veía, cómo las chicas que me gustaban se interesaban por tipos así y a los que las trataban bien, los veían como amigos, pero nunca entendía por qué lo hacían.
La cosa es que, Mayra, un día se dio cuenta de que aquello era una relación toxica y decidió dejarlo, sobretodo porque ya tenía en mente su idea de la Sociedad, así que terminó con él, pero Gustavo no se quedó conforme. Así que comenzó a acosarla y perseguirla y se volvió tan molesto que fue entonces que ella decidió mudarse con su Sociedad a Yatareni, pero obviamente no se lo dijo a él.
Y Gustavo, eventualmente la terminó encontrando y vino a buscarla para seguir acosándola, pero después de eso conoció a Alice. Parece ser que Gustavo comenzó a hablarle para obtener información de Mayra porque sabía que pertenencia a su Sociedad, pero se empezó a interesar más en la pelirroja. Lo demás creo que ya es historia conocida.
Lo que también dijo, y no recuerdo si comentó alguna vez es que, ella era la única de Nipponkenkyo que no tenía una carrera. Había estudiado la universidad y ahí mismo conoció a los futuros miembros de su club. Sin embargo, dejó la escuela porque quería dedicarse de lleno a su Sociedad y a buscar una oportunidad en el canto. Si, otra de tantas coincidencias entre las dos Mayras. Y a diferencia de ella, los demás miembros de su club sí terminaron sus respectivas carreras.
Es verdad que viene de familia rica pero ella no quería depender del dinero de su madre, quería hacer algo por sí misma, por eso fundó la Sociedad, porque en un futuro pretendía convertirla en un estudio de animación. Como a ella también le llaman la atención esas cosas del anime fue lo que creyó conveniente ya que podría, por ejemplo, tomar alguna historia de la editorial de su madre, que publica novelas más o menos del mismo tipo y adaptarla en anime.
A esto, debo de agregar que no todos en su Sociedad piensan lo mismo que pensaba Alice. La admiran porque a pesar de no tener carrera, ha logrado dirigirlos, y están felices con ella teniéndola como líder, y también porque tiene ese carisma que a veces es un poco molesto, pero lo digo en el buen sentido.
Y luego, Mayra y Gibrán contaron la parte de la historia que me pareció más interesante.
Mayra y Gibrán en realidad tienen ya mucho tiempo de conocerse. Era algo que ya intuíamos pero que, hasta ese momento confirmamos.
Gibrán hace algunos años vivía en Sayula. Conoció a Mayra y se hicieron amigos por sus gustos parecidos en cuanto al anime. Tiempo después, se les ocurrió la idea de fundar una Sociedad porque vieron algo así en un anime que les gustaba mucho a los dos. Supongo que hablan de aquel anime donde una chica tiene poderes divinos y también funda una brigada, pero no recuerdo el nombre.
Solo que Mayra y Gibrán tenían puntos de vista diferentes acerca del rumbo del club. Mayra quería darle un propósito a la Sociedad, que es, como ya me lo ha dicho antes, la fundación de un estudio de animación, y además, poder utilizar eso mismo como una oportunidad para su afición al canto y despegar.
Gibrán creía que en realidad una Sociedad como esa no debería de tener propósito, más que el de reunirse y hacer lo que más les gustaba, que era ver anime y leer manga.
Aunque esas diferencias no eran muy grandes, al final se separaron porque la familia de Gibrán se mudó a Yatareni cuando la antigua fonda de su madre establecida en Sayula creció y se movió a este pueblo donde no había ninguna fonda entonces. Una excelente oportunidad de negocio.
Mayra, al quedarse sola, y con aquella idea aun en mente, decidió ingresar a una universidad de diseño y artes y ahí conoce a todos los miembros del futuro Nipponkenkyo. Ella procuró buscar personas que también tuvieran los mismos gustos en cuanto al anime, y, de ese modo, compartieran su misma visión. Asimismo, Mayra se documentó muy bien sobre el proceso para hacer una animación y así formó a su equipo de trabajo.
Gibrán también hizo lo mismo. Fundó su propia sociedad en Yatareni: SPEED. Al inicio eran solo Gibrán y Claudio, un amigo que él conoció en la escuela a la que asisten en Sayula. Así, duraron cerca de un año, solo ellos dos. Supongo que no hace falta aclarar que, aunque Gibrán se movió de pueblo, sigue asistiendo a la misma escuela en Sayula ya que es la única preparatoria en todo el municipio.
Tiempo después, reclutaron a Angelina y a Guadalupe, las cuales vienen de los pueblos de Ihautzio y Calkini respectivamente. Y aun así, aunque eran de poblaciones distintas, eso no evitó que se reunieran.
Por la manera en la que lo estaba contando, creo que hicieron algo parecido a lo que hicieron en un cierto anime, en el que un grupo de chicas intenta formar un club de música. Creo que las dos chicas se enteraron de la existencia de la Sociedad del mismo modo y se unieron.
La ultima en unirse a SPEED antes de Mayra y yo, fue la pequeña Martina. En ese entonces ella era un poco más tímida que ahora, sobretodo porque sus abuelos eran un poco sobreprotectores. A ella también le gustan esas cosas del anime, pero no lo hacía notar tanto porque por su timidez, no tenía muchos amigos y, me imagino que sus abuelos también tienen un modo muy distinto de entender las aficiones de su nieta.
Cuando conoció SPEED, aceptó unirse a ellos aun cuando todos ahí eran mayores de edad y ella apenas tenía 13 años, ¿Qué opción tenia si eran los únicos otakus que ella conocía? Y que, además la aceptaron. A pesar de todo se llevaron bien. Los demás la respetan y la consienten mucho.
El punto es que, cada uno de los líderes construyó su Sociedad dándole la visión que tenían desde el inicio. Mayra para fundar su empresa de animación, Gibrán, solo para divertirse.
En el caso de Mayra, ella fundó esa Sociedad consiente de que algún día se convertirían en una verdadera empresa de animación, pero mientras tanto, verían anime y leerían manga para estudiar lo que pretendían crear.
Mientras tanto, ellos conseguirían lo que necesitaban para hacerlo realidad, y estudiaban, hacían ensayos de animación, ganaban experiencia. Ella se asoció con la editorial de su madre para buscar alguna historia que tuviera potencial para convertirse en anime, y, solo hasta que encontró mi novela, fue que finalmente tenía, como ella lo dijo “todas las piezas del rompecabezas”
Ahora bien, Mayra jamás supo que Gibrán había fundado su propia Sociedad en Yatareni, pero Gibrán sí que sabía que Mayra tenía su Sociedad en Sayula. Mayra ya se enteraría de eso cuando ella y su Sociedad vinieran a Yatareni para escapar del acoso de Gustavo.
Ya habían pasado algunos años y ellos dos no se habían visto en ese tiempo, así que Mayra no sabía cómo comenzar a hablarle. Quizá pensaba que él estaba molesto por sus puntos de vista tan distintos. Así que siempre iba a comer a la Fonda de su madre con la esperanza de verlo.
Pero como no lograba nada, se le ocurrió una divertida idea según ella: nos retó a un bunkasai, es decir a las competencias deportivas, y ahí, después de tantos años, se encontraron de nuevo.
Curiosamente, ninguno de los dos reaccionó como si conociera al otro. Pero ahora entiendo por qué aquel día del concurso de cosplay, cuando Gibrán vio a Mayra Palacios con su capa y su vestido negro, no la confundió con Mayra Páez. Ya la conocía muy bien, cosa que ahí mismo dijo.
Y por esa razón, Gibrán estaba muy confiado durante la competencia aunque la condición era que alguna de las dos Sociedades se disolvería. Porque al final, todo solo fue un rato de diversión entre los dos. Que creo que es lo que al final ella buscaba, aquello de la eliminación no iba enserio.
─Lo he pensado muy bien ─Mayra Páez dijo al final─. Vine aquí escapando de mi exnovio, pero al final, disfruté mucho estar en este lugar.
Se levantó y dijo con mucha firmeza:
─Planeaba al inicio irme de aquí para escapar de Gustavo, pero ya no hay necesidad. Creo que ahora ya puedo respirar tranquila.
Y finalmente dijo algo impactante dirigido especialmente a su tropa:
─Muchachos lo siento. Desde un inicio les mencioné que este día llegaría, pero a partir de este momento dejaré el liderazgo de Nipponkenkyo.
─¿Qué cosa? ─exclamamos todos sorprendidos, incluso los de su propia Sociedad, que se suponía que ya lo sabían de antemano.
Mayra les explicó de nuevo, que ahora que ya tenía todo lo necesario para arrancar con el proyecto de la empresa de animación, convertiría la Sociedad en una verdadera empresa de animación, que ella se encargaría de hacer todo el trámite legal y esas cosas pero Nipponkenkyo como Sociedad de anime dejaba de existir.
Eso significaba que ella, al dejar el liderazgo del grupo, automáticamente desaparecía la Sociedad, y en su lugar se fundaría el estudio de animación, que llevaría el mismo nombre, y que Mayra solo sería un miembro más de aquella nueva empresa.
─Fue un gusto darles ordenes, jeje ─bromeó─. Pero ahora que seremos una verdadera empresa, no habrá un líder como tal, porque todos tendremos el mismo trabajo y las mismas responsabilidades.
Y agregó dirigiéndose a mí:
─Y tú, también formarás parte de esa empresa, de esa manera no tendrás que salirte de SPEED, y estaré a tu lado viendo cómo tu historia cobra vida.
Yo solo me quedé apenado después de lo que me dijo y no le contesté nada. Pero un poco de mi sintió una emoción tremenda cuando dijo aquello de que mi historia cobraría vida.
Y si con eso que dijo ya estábamos sorprendidos, pues remató con lo que dijo después.
Ella se acercó a Gibrán, extendió su mano y le dijo:
─Quiero unirme a SPEED.
Gibrán, que no se inmutó, porque creo que ya lo veía venir, le correspondió el saludo a la chica y le dijo:
─Solicitud aceptada, bienvenida a SPEED.
Y se abrazaron. Los dos viejos colegas se reunieron finalmente después de tanto tiempo.
Quizá ambos querían hacer eso el día de la competencia deportiva.
Era una bonita estampa, y hubiera sido un buen final, de no ser porque, cuando se separaron, Mayra, manteniendo su sonrisa, le dijo algo que jamás nos esperábamos. De hecho, era algo que ni siquiera pensé que fuera posible.
─Y ahora que soy miembro de SPEED ─le dijo señalándolo con la mano─. Te reto por el liderazgo del grupo.
Quedamos impactados por aquello.
Gibrán, que al parecer es muy difícil de impresionar, me daba la sensación de que ya sabía que ella pretendía retarlo, así que sin miramientos, se acomodó los lentes oscuros y respondió:
─Acepto.
Comments for chapter "37"
QUE TE PARECIÓ?