Yatareni -Volumen 2 - 03
Ese día hubo poco trabajo en la oficina del arqui.
Se rindió. Intentó muchas cosas para no perder la obra de la residencia, pero al final la dueña lo despidió y contrató a otro arquitecto. Estuvo feo porque supe que la mismísima mandamás de la empresa lo mandó llamar desde la Ciudad de México, seguramente era extranjera porque se llamaba Kahterine. Lo sermoneó por irresponsable y el papá de Mayra regresó como un niño recién regañado.
No me imagino cómo estará ella al saberlo.
Teníamos otros trabajos pero eran menores, como por ejemplo, una remodelación de un muro en una casa en Yatareni. Trabajos pequeños que no dejaban mucho dinero comparado con el enorme proyecto que acababa de perder. Así que el trabajo nunca me faltó aunque ya no era tanto como antes y por eso salía más temprano de su oficina.
Justo cuando iba saliendo de ahí, recibí un mensaje de Mayra Páez pidiéndome que fuera a verla a la base de Nipponkenkyo. Y en su mensaje me especificó que ya no hablaba de la Sociedad sino de la empresa de animación que acababa de fundar. No había necesidad de ello.
Cuando me dirigí hacia allá, pude ver a lo lejos una columna de humo negro delgada que se asomaba por detrás de uno de los cerros, pero no le tomé mucha importancia. A veces los campesinos, para despejar la tierra que será cultivada queman la hierba que les estorba.
Ya después, descubriría que no era eso.
Llegué a la hacienda donde aún estaba la base de lo que alguna vez fue la Sociedad. Mayra me recibió y me invitó a pasar a donde todo su equipo estaba trabajando.
─Te tengo noticias ─me dijo más emocionada que yo al parecer─. Ya tenemos diseñados algunos de tus personajes de la novela.
─¿De verdad? ─ahora yo también ya estaba emocionado.
─Y mira esto ─Mayra se acercó a la estación de trabajo de Gloria, la chica tímida de lentes. Esta se hizo a un lado evitando el contacto físico con ella.
─Pon la animación que acabamos esta mañana ─le ordenó Mayra.
Ella puso un pequeño video de animación de unos 17 segundos en el que el personaje principal de mi novela estaba caminando. Era apenas una cinemática, y el dibujo no estaba terminado, un boceto avanzado sin color, pero aun así quedé impresionado.
Para ser un estudio de animación, de cierto modo, rudimentario, y que apenas estaba comenzando por decirlo así, era un buen trabajo. Aunque claro, no se pueden comparar con los grandes estudios de animación.
Me sentí extraño y a la vez agradecido, porque creo que estaba viendo al personaje tal y como yo lo imaginé en mi cabeza cuando escribí la novela y que no pude plasmar muy bien en dibujo. A mí no se me da muy bien dibujar. Hice bocetos para que ellos se guiaran al diseñar a los personajes pero eran prácticamente dibujos hechos por un niño de primaria. Por eso me sorprende que de esos dibujos hayan sacado unos diseños muy buenos.
Y el ver caminar al personaje, el verlo que ya estaba cobrando vida fue algo impresionante.
También les di diseños no muy entendibles supongo, de la ropa que llevarían, porque, como se trata de una historia de fantasía, creo que diseñar la vestimenta de otro mundo es complicado. El traje que mi personaje y otros más usaban fueron diseñados por Alice, su último trabajo antes de dejar el equipo.
─Planeamos por ahora hacer un conjunto de animaciones de un minuto ─me explicó Mayra─. Será como una especie de opening, nos tomará unas tres semanas aproximadamente realizarlo. Pero todo será experimental.
─Gracias muchachos ─les respondí muy alegre y sí, muy emocionado─. De verdad es algo impresionante lo que hacen por mí.
─Somos nosotros los que deberíamos agradecerte ─respondió la chica─. Esta será la primera animación que realizaremos, por eso le ponemos mucho empeño, sobretodo porque nos encantó tu historia.
─Y por cierto ─agregó─. Mi madre acaba de leer tu novela. Salvo por algunos errores argumentales, lagunas y faltas de ortografía, considera que es buena. Habrá que darle una buena pulida para sacar a relucir todo su potencial.
─Dile a tu mamá que gracias ─respondí sin ocultar mi emoción─. Me da gusto que le haya gustado. Y también gracias a ti por todo esto.
─No, gracias a ti ─me respondió Mayra tomándome de las manos inconscientemente, hasta que se dio cuenta y las soltó apenada─ …P-por tu historia, fue lo que nos dio el impulso para comenzar con todo esto.
─Habías mencionado que ya lo tenían todo menos la historia ─comenté─. ¿Ninguno de ustedes es escritor?
─Exacto ─intervino Diego al tiempo que se levantaba, tomaba unas hojas cerca de él y me las entregaba─. Yo intenté escribir esto y este fue el resultado.
Lo que Diego me entregó fue el borrador de una novela que, según él, le tomó una semana planear.
No es que menosprecie el “talento” de Diego, habremos algunos que parece que tenemos algo de talento natural y otros que no lo tendrán jamás, ni a sangre y fuego. Pero lo que escribió Diego, era una obra cien por ciento basada en el típico anime romántico, lleno de clichés. Su historia no era mala, pero me imagino que fue por eso que no la eligieron. Me sorprende que se haya tardado una semana en planear esto.
Su historia era acerca de una chica japonesa llamada Yuuki, se había levantado tarde para ir al primer día de clases de la preparatoria y como no tuvo tiempo de desayunar, salió corriendo con una tostada en la boca. En el camino, y por las prisas, terminó chocando con un chico y le terminó manchando su uniforme. Ella se disculpó un poco molesta y se alejó apenada porque aquel chico la miró de una manera romántica (o como lo escribió Diego “La fulminó con la mirada”)
Finalmente Yuuki llegó a la escuela y se sentó en una de las bancas de la fila junto a la ventana. Entonces el profesor anunció que acaba de integrarse un nuevo estudiante de intercambio quien resultó ser el tipo con el que Yuuki había chocado minutos antes. Este se presentó como John porque era extranjero. Desde el primero momento hubo fricción entre los dos.
Más tarde, cuando Yuuki llegó a casa, su madre le comentó que le presentaría a su nuevo novio con el cual planeaba casarse, Yuuki convenientemente menciona que su madre era madre soltera y tenía un novio pero que ella no lo conocía.
Pues en ese momento ella conoció a su novio, el cual tenía también un hijo, y ese hijo resultó ser John. Ahora se convertiría en el hermanastro de Yuuki. Su madre le pidió a Yuuki que, como John era extranjero, no conocía muy bien las costumbres japonesas y confiaba en ella para que le mostrara a John sobre la cultura japonesa.
Después de eso, Diego interrumpió la narración porque se quedó sin ideas pero había ahí abajo unas anotaciones como “Yuuki y John se casan aunque son hermanastros” y “La madre de Yuuki se muere”, supongo que eran sus ideas para continuar con la historia.
─Esto estaría bien para un niño de primaria o secundaria ─opiné después de leer aquello tratando de no sonar tan hiriente─. Pero tiene demasiados clichés para una historia anime, y no es que te desanime, pero me imagino que ustedes buscan algo más original.
─Exacto ─respondió Mayra─. Pero no somos muy creativos en cuanto a narrativa se refiere. Por eso creo que tú nos salvaste, y no lo digo porque tu historia sea original, es porque creo que de verdad es buena.
─Y bien ─pregunté─. Después de que hagan la animación que dices, ¿qué sigue?
─Lo que haremos después ─me explicó─. Colgaremos esa animación en la página web de Nipponkenkyo para atraer potenciales espectadores o algún inversionista por medio de donaciones. Si todo sale bien y conseguimos recursos, podríamos comenzar un anime en toda regla.
─Trataremos de no hacer los capítulos demasiado largos ─me dijo Arturo, el gordito del equipo─. Para así poder sacar por lo menos un capitulo por semana.
─Analizamos tu historia de principio a fin ─Me dijo el chico de los lentes deportivos que ya no recuerdo cómo se llamaba─. Y nos da para unos 50 capítulos aproximadamente.
─Será como el anime donde sale la chica de la capa roja, del que Mayra siempre se disfraza ─comentó Mayra Páez─. Justo con ese estilo de animación.
─Ah, cierto ─musité─. Creo que ese anime comenzó así, con capítulos cortos en su página web.
─Por cierto ─pregunté, quizá adelantándome demasiado─ Y si se da la producción de ese anime ¿Quién hará las voces de los personajes?
─Todavía aún estamos viendo eso en caso de que se haga ─me respondió─. Nos preguntábamos si podíamos ponerles voces a los personajes o solo limitarnos a que cuando hablen ponerle subtítulos como hemos visto en otras animaciones. Ya sabes, para ahorrarnos algo de dinero.
─Yo preferiría las voces ─contesté─. Pero no conocemos a actores de voz.
─Podemos hacerlas nosotros ─me dijo─. No es tan difícil.
Y me imaginé a mí mismo dándole la voz a mi personaje principal. Eso me haría sentir realmente parte de mi propia historia.
─¿Sabes? No estaría nada mal eso.
─Y si necesitamos más personal ─dijo Mayra─. Podemos pedirles a los miembros de SPEED que nos apoyen, o hasta a gente del pueblo ¿Por qué no?
La verdad es que todo lo que habíamos platicado me dejo pensando en muchas cosas.
Me despedí muy agradecido con todos y regresé a la casa de mi tía. Bueno, eso es lo que pretendía, pero no llegué ahí.
Regresé por el mismo camino por donde había llegado y vi que la columna de humo que había visto antes ahora era mucho más grande. No era el único que la estaba viendo, muchos otros pobladores también se estaban preguntando de dónde salía ese humo.
Quizá se trataba de un incendio. Pero esa idea quedó descartada en cuanto, a medida que me acercaba, se oía el ruido de muchas máquinas.
Me acerqué y lo que vi me sorprendió, y de algún modo, me desagradó.
Había varias máquinas de construcción derribando árboles y despejando una gran área de terreno. Los árboles derribados eran hechos pedazos por muchos hombres armados con motosierras. En el terreno ya despejado, había muchas otras máquinas retroexcavadoras cavando un agujero enorme y sacando toneladas de tierra que eran llevadas lejos por varios camiones de volteo que entraban y salían del área. Área que por cierto estaba delimitada por una malla de acero.
Vi que los que, al parecer, dirigían toda esa obra, eran unos ingenieros con casco y chaleco, así como los que usa el arqui, pero de mejor calidad, y casi todos eran bastante güeros como para ser de por aquí, e incluso me pareció oírlos hablar en inglés.
Estaban todos apostados junto a casetas temporales de las que usan en la construcción.
Por el hecho de que apenas hoy comenzó todo el ruido de las máquinas y el humo es probable que apenas hoy comenzaran las obras de lo que sea que estuvieran haciendo. Naturalmente ya desde días antes es posible que se estuvieran instalando.
Pero avanzaban demasiado rápido, porque ya llevaban varias hectáreas de terreno limpio.
Esto no se veía nada bien. Literalmente, estaba matando el ecosistema. Para empezar ¿quién les había dado permiso de hacer todo esto?
─¿Quiénes son esos? ─me pregunté y acto seguido corrí a dar aviso, aunque no supiera a quién acudir, pero la gente tenía que saber esto.
Aunque seguramente, con aquella columna de humo que se podía ver desde cualquier lado, y ese ensordecedor ruido, ya todo el pueblo estaba enterado de lo que estaba sucediendo.
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