Yatareni -Volumen 2 - 10
Tengo una hermana menor llamada Renata. Tiene 15 años de edad y estudia la preparatoria en la misma ciudad donde yo vivía antes de venir a Yatareni. De cabello corto color castaño, y piel morena, corre como una verdadera atleta porque su constitución física es muy buena, ya que hace mucho ejercicio. O mejor dicho, juega mucho futbol.
De hecho creo que a ella le gusta más el futbol de lo que a mí me gusta escribir o el manga y el anime. Y no le gusta en vano, lo domina muy bien a tal grado que se ha ganado el respeto hasta de los que se burlarían de ver a una mujer jugando futbol, incluso de jugadores semiprofesionales vencidos por ella.
Es también la capitana del equipo femenino de futbol de su escuela, equipo que ella misma fundó. Se les conoce como “Las Valquirias” y a ella le han colocado el mote de “Vanadis”. Gracias a Renata han ganado algunos torneos regionales, superando incluso al equipo varonil.
Aunque siempre habla de futbol o busca siempre la oportunidad para jugar un partido, no significa que su vida gire en torno al futbol. Tampoco esta tan obsesionada con ello. Creo.
En una ocasión, solo para que dejara por ratos el futbol, intenté compartirle un poco de mi afición por el anime pero no funcionó. Solo le interesó uno, y eso porque la temática principal era el futbol.
De cierto modo me siento orgulloso que destaque en algo en lo que por lo general, destacan hombres.
Pues mi hermanita y mi madre llegaron el viernes por la tarde a Yatareni. Mi tía recibió a Renata así como me recibió a mí la primera vez que vine, diciéndole que ella también había crecido mucho, lo cual se me hizo raro porque la última vez que supuestamente ellos me vieron yo era muy chico y ella aun no nacía. Hasta que me enteré que mi madre a veces les enviaba fotos de nosotros cuando éramos niños.
Mi tía les sirvió de comer mientras platicaban otra vez de experiencias que tuvieron cuando niñas. Básicamente mi hermana estaba viviendo lo mismo que me sucedió a mí la primera vez que vine. Creo que hasta les sirvió la misma comida que a mí ese día. Dijeron las mismas cosas que aquella ocasión pero también dijeron otras de las cuales me vine enterando apenas. Yo también me senté a comer con ellas pero no intervine en la plática.
Después de que las dos se acomodaron en otra habitación libre que tenía mi tía, ella sugirió que llevara a Renata a dar un paseo por el pueblo para que lo conociera. Y mi madre secundó esa idea.
Cuando salimos a la calle, tratando de no pisar el tapete de aserrín por cierto, caí en la cuenta de la vestimenta que usaba mi hermana. Un jersey de su equipo de futbol favorito, un equipo español y un short corto que le llegaba hasta un poco más de la rodilla.
Creo que inconscientemente, siempre se viste como si fuera a jugar un partido.
Aquí en Yatareni no hay mucha gente que use jerseys de equipos de futbol como ropa normal y los muy pocos que he visto son de equipos nacionales.
─¿Nunca te cansas de usar esas playeras? ─le pregunté.
─Tú sabes que no ─dijo y continuó mientras me tomaba del brazo─: Y bien, llévame a un lugar divertido aquí en este pueblo.
─Lo dices como si no quisieras haber venido.
─De cierto modo así es ─contestó haciendo una mueca─. Solo te quería ver hermanito, te extrañaba, pero fuera de eso hubiera preferido quedarme a entrenar.
─Eso mismo pensaba yo cuando llegué a Yatareni ─contesté sonriendo─. Pero cambié de opinión después de unas semanas. La realidad es que este lugar me encanta. Ya lo verás tú misma.
─¿A pesar del frío y la lluvia? ─replicó Renata─. Mamá me dijo que aquí el clima siempre es muy húmedo.
─Te acostumbrarás.
─Yo no pretendo quedarme aquí varias semanas ¿sabes?
Caminamos por unas cuadras más mientras nos acercábamos al centro del pueblo, cuando, al parecer se acordó de algo, ya que reaccionó de una manera drástica, y me preguntó de golpe:
─Ahora que lo recuerdo, preséntame a tu novia.
─¿Mi novia? ─exclamé sorprendido─. Yo no tengo novia ¿Quién te dijo eso?
─No te hagas el tonto ─contestó. Tía mencionó que tienes una amiga que siempre esta vestida como esos personajes de los animes que ves, que siempre están juntos y que quizá ya son novios.
─Pero no es mi novia ─respondí─. Además ¿Cuándo te dijo eso? No recuerdo haberlo escuchado hace rato.
─Tía a veces habla por teléfono con mamá ─respondió mi hermana─. Y nos cuenta todo.
Quién sabe qué otras cosas ya le habrá dicho a mi madre. Conque no le haya dicho nada de los documentos de la mina todo está bien.
─Además ─le expliqué─. No es muy sociable, es bastante tímida.
Para ese momento ya habíamos llegado a la plaza central del pueblo. Aun había gente que estaba adornando el parque. Estaban colocando series de distintos colores por todos los árboles que centelleaban muy bonito todos juntos.
Había otros que podaban el césped del parque o barrían la basura.
Y ahí los vi, tres miembros de SPEED estaban ayudando con las faenas. Eran Gibrán y las dos Mayras. Todavía estaban pegando algunos carteles. Inconscientemente empecé a caminar más lento y mi hermana se dio cuenta. No sé si fue porque no quería que me vieran con ella para evitar malentendidos o si fue porque cuando vi a la chica de la capa roja pensé en lo que dijo Renata y me puse rojo de la pena.
─Debe ser ella ─dijo mi hermana señalándola─. Tu novia.
─¡Que no es mi novia!
Claro que la identificó, siempre viene vestida de ese modo.
Con un poco de resistencia de mi parte, nos acercamos y antes de que llegáramos a ellos, Mayra Palacios fue la primera en voltear a vernos.
Solo nos miró por una fracción de segundo porque después volteo rápidamente como si quisiera evadirnos. Quizá pensó otra cosa, y es que Renata aun me sujetaba el brazo.
La reacción de Mayra hizo que sus acompañantes también voltearan a verme.
─Hola chicos ─saludé tímidamente─. ¿Aún siguen adornando?
─Esos ya son los últimos carteles ─dijo Gibrán después de colocar bien el suyo en el muro─. Y ¿Quién es la chica que te acompaña?
─Ah, ella es mi hermana ─contesté─. Vino con mi madre hoy para la fiesta patronal.
─Me llamo Renata, mucho gusto ─mi hermana se presentó y saludó a cada uno de los chicos.
─¿Es tu hermana? ─preguntó Mayra Palacios.
─Acaba de decirnos que es su hermana ─contestó su gemela─. ¿Y todavía preguntas?
─Lo siento.
─Siendo hermana de Eliseo ─comentó Gibrán mientras se acomodaba los lentes─. Seguramente también eres fanática del manga y anime.
─De hecho no ─contestó─. El único rarito de mi familia es él.
─A ella le gusta más el futbol… ¡oye!
Pero Renata olvidó rápidamente aquello.
Me percaté de que mi hermana se había quedado largo rato viendo a las dos Mayras, e hizo la pregunta obligada para quien las conoce por primera vez:
─¿Ustedes son hermanas gemelas?
─No ─contestaron ambas al mismo tiempo.
─¿Entonces por qué se parecen tanto?
─No sabemos ─respondieron otra vez al mismo tiempo.
Todavía me sorprende esa sincronía suya que tienen.
─Entonces ─preguntó otra vez Gibrán─. ¿Te gusta el futbol?
─Así es ─contestó─. Y no es en vano.
─¿En vano?
─¿Les gustaría comprobarlo? ─sugirió haciendo una mueca maliciosa.
De verdad que Renata no pierde el tiempo.
─Los reto a todos a un partido de futbol ─dijo señalándolo, haciendo curiosamente una pose como las que hace Gibrán.
─Pero somos muy pocos aun ─espetó Mayra Páez─. Espera a que los demás miembros de SPEED lleguen.
─¿SPEED?
─Sociedad Para el Estudio de… ¿cómo era?
─Sociedad Para El Estudio De… la cultura japonesa, a través de su animación y su literatura grafica ─anunció Gibrán con voz potente─. ¿Eres la líder y todavía no te lo aprendes?
─Pero eso no significa SPEED ─replicó Renata─. Es decir, la sigla solo se compone de las primeras cinco palabras, ¿y las demás?
─Eso es algo que todavía no resolvemos.
─Pero en fin ─contestó Renata─. Tía también dijo que te reunías con un montón de otakus.
─Si me disculpa la intromisión señorita Renata ─replicó Gibrán volviéndose a acomodar los anteojos aparentando superioridad─. Pero no nos consideramos otakus y si lo decimos, lo decimos por mera broma. Somos amantes del manga y el anime, pero no tenemos todos esos gustos y fetiches raros de los otakus… bueno, quizá Claudio un poco, pero eso es otra historia.
─¿Quién?
─Olvida eso ─contestó Mayra Páez y continuó─: En nombre de SPEED, aceptamos tu desafío… pero solo espera a que lleguen los demás miembros, fueron a guardar material a la presidencia. Pero cuando lleguen, y llegarán, este montón de otakus te darán una lección ─dijo esto último imitando la misma pose que mi hermana usó momentos antes.
Mayra Páez, aunque tiene su afición al anime, siempre me ha parecido bastante madura. Pero esta vez, era la primera vez que no tenía ni la menor idea de lo que decía. Acababan de iniciar una guerra que jamás ganarán, pero eso ya lo sabrán ellos en carne propia, y quizá también yo.
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Mi familia
Yo no vivo con mis padres, yo vivo con mis abuelos maternos, cuando yo nací, mi papá abandono a mi mamá, después mi mamá encontró a otro esposo y se juntaron, pero como él no me quería, me dejaron con mis abuelitos y he vivido con ellos desde entonces.
Nunca he visto a mi madre, solo la he visto en fotos.
Mi abuelito se llama Efrén y mi abuelita se llama Francisca. Ya están grandes.
Aunque son mis abuelitos y sé que no son mis papás, me quieren mucho y yo también los quiero porque me han criado y educado como su hija.
No tengo hermanos y no tengo muchos primos, porque todos viven lejos.
Mi abuelito trabaja en mi casa, vende pulque a la gente. Ahorita ya no hay mucha gente que venda pulque en Yatareni ni en los demás pueblos, creo que él es el único que queda porque él dice que la planta de la que sacan el pulque ya se está extinguiendo.
Mi abuelita no trabaja, como ya está grande, no hace trabajo pesado y solo hace tareas domésticas fáciles, mi abuelito es el que le ayuda con las cosas pesadas. También yo les ayudo mucho cuando no tengo tarea.
Mi casa
Mi casa no es muy grande. En mi casa hay una habitación de paredes de piedra donde está la cocina, el comedor, la sala con la televisión y la música. Al lado hay una habitación más chica hecha de adobe donde está el fogón y donde mi abue hace sus tortillas en un comal grandote.
Del otro lado, en una habitación más grande está la recamara de mis abuelitos, y al lado, en otra habitación hecha de adobe más chica esta mi habitación.
El resto de mi casa es solo un patio de tierra donde hay muchas plantas, donde está el corral de las gallinas y donde está el jacal donde mi abue vende el pulque.
Detrás de todo eso hay un gran sembradío de la planta que usa para sacar el pulque, pero no recuerdo cómo se llama.
Me gusta mucho mi casa porque no es muy grande, pero cuando llueve, porque siempre llueve, el suelo se llena de lodo y a veces me resbalo cuando camino por ahí, pero solo pasa cuando uso sandalias.
En mi habitación solo tengo mi cama, con muchas cobijas que tienen tigres y otros animales y que son muy calientitas, también tengo un ropero donde guardo mi ropa y abajo mis zapatos, y en las paredes pego carteles y dibujos de anime. También tengo mi propia televisión y un reproductor de DVD para ver anime.
Y también tengo un pequeño espacio donde guardo los pocos libros de manga que tengo.
Le he pedido a mi abue que me compre una computadora para hacer mi tarea, y para ver anime, pero creo que yo mejor ahorraré para comprármela, aunque creo que en mi habitación no habría donde ponerla.
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