Yatareni -Volumen 2 - 51

Viajero, hemos llegado juntos al final del volumen dos. Me sorprende porque, aunque ya tengo toda la historia planeada, esta se ha alargado mucho más de lo que yo esperaba, y aun así, he sabido contar correctamente, por decirlo así, todo lo que quiero decir.

He aprendido mucho también al tiempo que escribo esta novela, y creo que he mejorado yo mismo en cuanto a mi narrativa aunque, seguramente por ahí debe de haber algunos errores de escritores novatos que espero que no entorpezcan la lectura.

Ha sido particularmente bonito escribir esta parte de la historia, refiriéndome a la festividad patronal de Yatareni, pero también fue complicada porque quería mostrar en ella todo lo que caracteriza a los pueblos, sus costumbres, sus tradiciones y su idiosincrasia. Al final Yatareni está basado en muchos aspectos en el pueblo donde nacieron mis padres, y esta novela es un homenaje no sólo a ese pueblo y a toda esa gente, sino a la cultura de mi país en general.

Por otro lado, aquí la pequeña Martina adquiere un papel más protagónico, y no muchas veces de buen modo. Supongo que muchos creerán que me sobrepasé un poco con lo que le pasa en este volumen, pero lamento eso porque fue un poco involuntario. Martina (no el personaje, su trasfondo) está basada en la infancia de mi propia madre así que fue un poco emotivo escribir los capítulos donde ella aparece, además del hecho de que, como quizá ya comprobaron, no se me dan muy bien las escenas de funerales.

Pero les prometo que Martina volverá, y mientras tanto, quiero agradecerles  todos los lectores que han llegado hasta acá, ha sido un viaje casi de 100 capítulos y seis meses pero creo que ha valido la pena hasta ahora, al menos para mí, espero que ustedes piensen lo mismo.

Mientras tanto solo tengo que decir que lo mejor de la saga y su clímax se vienen en el siguiente volumen, así que estén pendientes.

Desde un solitario escritorio de una solitaria casa. Enero de 2019