Yatareni - Volumen 3 - 33
Mayra no dejó de mirarme. Yo estaba haciendo memoria intentando recordar qué podría haber hecho para que se molestara conmigo, si es que realmente lo estaba.
─¿De qué quieres hablar? ─pregunté tímidamente.
─¿De verdad mañana irás con Mayra a ver a Mika? ─me preguntó también de manera tímida aunque no como yo.
─Pues claro ─respondí─. Me sorprende que a estas alturas lo preguntes. Recuerda que ella y yo trabajamos juntos en nuestro anime, así que tenemos que ir los dos.
─¿Se tardarán todo día?
─No lo sé ─contesté─. Todo depende de cuánto tiempo le tome a Mika atendernos. Supongo que solo hablaremos del proyecto y ya.
Seguimos caminando por los pasillos del hotel. La vi dubitativa, como si quisiera preguntarme algo pero sin atreverse. Y al final lo hizo.
─¿Puedo acompañarlos?
─¿Acompañarnos? ¿A dónde?
Me miró de reojo como si creyera que no lo hubiera entendido. Pero sí entendí de qué hablaba.
─¿Por qué?
─¿Puedo o no puedo? ─respondió enérgica.
─Bueno ─dije rascándome la cabeza─. Pues yo…
─No puedes ─oímos tras de nosotros. Era Mayra Páez.
─Esto es cosa de Eliseo y yo ─comentó también enérgica mientras se encaminaba hacia nosotros─. No tienes nada que ver con esto. Además ¿Por qué quieres acompañarlo? ¿Por qué no aprovechas a recorrer Tokio con los demás? No sabemos si podremos venir de nuevo después.
─Oye Mayra ─repliqué al darme cuenta de que ella había levantado la voz por algo que, a mi parecer, era insignificante─. No creo que haya problema si la llevamos. Es decir, solo sería una más y pues, Mika nos recibirá de todos modos. Creo que estás exagerando.
─No es el punto Eliseo ─respondió enérgica─. Ella no sabe nada del proyecto en el que hemos trabajado juntos, por eso no puede ir.
Tengo la sensación de que es la primera vez que se refiere a ese “proyecto” como algo que trabajamos juntos.
─¿Y si mejor lo decidimos de otro modo? ─respondió Mayra Palacios cambiando de semblante.
─¿De qué hablas? ─preguntó confundida la líder.
Mayra Palacios actuó de un modo que me recordaba un poco a la madre de la otra Mayra. Hablaba bastante segura de sí misma, cosa muy rara en ella.
─Vamos a jugar algo, lo que sea, incluso te daré la oportunidad de que tú elijas la competencia. Si yo gano, los acompañaré mañana a ver a Mika.
─¿A qué viene todo esto? ─pregunté confundido sin recibir respuesta.
─No seas ridícula niña ─replicó la otra Mayra─. No jugaremos nada. No vas a ir mañana con nosotros y punto.
─¿Es que acaso tienes miedo de perder contra alguien como yo? ─sonrió Mayra Palacios maliciosa mientras cruzó los brazos.
─¿De qué hablas? ─replicó Mayra Páez─. No lo hago por… pero está bien ¿quieres que compitamos? Bien, lo haremos, pero será en algo en lo que tendré la absoluta ventaja. En el primer piso del hotel hay un karaoke, vamos a cantar ahí y te voy a aplastar. No le tengo miedo a una chuuni emo.
─De acuerdo ─respondió la otra.
¿Es enserio? Todo lo que Mayra Palacios quería era acompañarnos mañana ¿Cómo terminamos así? ¿Por qué las dos llevaron esto tan lejos?
Nunca fui a un karaoke en México pero sabía cómo funcionaban los de Japón porque lo han retratado en varios animes.
El primer piso del hotel era en su totalidad ocupado por el karaoke. También habían habitaciones solo que estas eran más pequeñas. Un grupo de personas podría rentar estas habitaciones para el karaoke sin ser molestados en lo más mínimo. Adentro luce como una sala habitacional con una mesita de centro y en un costado está la pantalla donde aparecen las letras de las canciones. Hay un gran repertorio, pero naturalmente abundan las canciones en japonés, aunque también es posible encontrar canciones en inglés de artistas internacionales. También, mientras estemos en aquella habitación, podemos pedir que nos traigan alguna botana o algo por el estilo mediante un teléfono que también se encuentra ahí. Por ese mismo teléfono nos avisan diez minutos antes que nuestro tiempo está por acabarse, aunque también nos ofrecen la posibilidad de extenderlo.
Obviamente los demás miembros de SPEED estarían presentes en esta competencia, supongo que actuando como jueces, incluyéndome. Es curioso que ninguno de ellos se preguntara porqué repentinamente ambas Mayras quisieron enfrascarse en una competencia de karaoke.
Tardamos un poco en entender cómo funcionaba aquella pantalla para poder localizar las canciones pero al final fue más intuitivo.
Mayra Páez estaba en la parte del fondo. Me pareció verla meditando o algo así.
La otra Mayra estaba sentada frente a ella pero en el lado contrario. Parecía tener la mirada perdida. Pero seguía pensando que todo aquello de la competencia de karaoke era innecesaria. Era nada más una demostración de la terquedad de ambas. Una por no dejar que nos acompañara alguien más, la otra por forzar la competencia. Y más porque todos sabíamos de sobra que Mayra Páez era muy buena cantando. No por nada nos dejó a todos impactados con la presentación que tuvo el día de la fiesta patronal de Yatareni. Mayra Palacios no tenía posibilidades de ganarle, pero aun así aceptó el reto y por alguna razón no parecía estar nerviosa. Parecía confiada de hecho.
Mayra Páez se levantó, caminó hacia la pantalla y buscó su canción.
No lo mencioné antes pero también teníamos disponible un catálogo con todas las canciones que había en el karaoke. Cada una tenía un código con la que podíamos encontrarla en la pantalla. La chica no tardó mucho en encontrar la apropiada.
Ella eligió una canción llamada Red Ángel, de un grupo musical llamado Pocket Biscuits, que según parece, no pertenecía a algún anime. De un estilo musical que Mayra no suele cantar porque tenía un ritmo más estridente y más elevado.
Y pues, sucedió lo que esperábamos, Mayra cantó de una manera excelente. Incluso nos hizo sentir de nuevo esa emoción que sentimos en su primer concierto. No por nada ya tenía firmado un contrato con una disquera y debutaría próximamente.
Fue en verdad impresionante, pero Mayra Palacios no pareció reaccionar del mismo modo que los demás quizá para no dejarse intimidar. La chica revisó el catalogo, tardó un poco más en buscar una canción idónea, pero la halló y la puso en la pantalla.
Era una canción que distaba demasiado de la que usó la líder. Esta era más como una balada. Lenta, tranquila y relajante. Se llamaba Tsunaida te ni Kiss wo de Sanae Kobayashi, una completa desconocida para mí.
Con la sorprendente actuación de Mayra Páez todos estábamos a la expectativa de ver cómo respondería Mayra Palacios, aun sabiendo que no le podría ganar.
Pero ella siempre se mostró confiada. Y cuando cantó descubrimos porqué.
Nuestro error fue ese, dar por hecho que Mayra Páez había ganado.
Pero Mayra Palacios suele ser más misteriosa porque no habla mucho. Seis meses conviviendo con ella y todavía le descubro nuevas cosas.
Nos calló la boca. Mayra Palacios cantaba bien. No, realmente cantaba hermoso. Qué inesperado.
No sé si fue por la tonada de aquella canción, pero realmente nos sentimos arrullados con su voz. Incluso por momentos no me sentí dentro de la sala del karaoke. No sé dónde me encontraba, pero me sentía muy relajado, como si estuviera durmiendo en una nube. Incluso Martina, Guadalupe y Angelina derramaron algunas lágrimas.
Cuando terminó de cantar era obvio de quién fue la victoria. Pero también surgió la pregunta obligada:
¿Por qué nunca nos dijo que cantaba tan bien?
Y sí, le pedimos explicaciones.
─Ustedes saben que llevo mucho tiempo siendo bastante tímida y retraída ─comentó─. Hubo una época en la que incluso pararme frente al público me causaba ansiedad, así que trataba de evitar esas cosas. Por esa razón es que hasta hace muy poco descubrí que sabía cantar de este modo pero nunca se lo comenté a nadie porque sabía que si sabían que cantaba tan bien me molestarían mucho con que iniciara también una carrera musical como Mayra y esas cosas no me agradan. Nunca me ha agradado estar parada frente a tanta gente. No me siento capaz de hacer algo así por eso es que nunca le dije a nadie de esto. Ni siquiera mi papá lo sabe.
─Espera un momento ─repliqué─. Cuando fue la exhibición de la reina de belleza en la fiesta patronal, actuaste normalmente, incluso sonreías mucho. No parecías nerviosa ni nada de eso.
─Bueno ─respondió─. Eso fue porque ya le estaba perdiendo un poco el miedo pero de todos modos no es lo mismo. Ahí no había mucha gente y además estaban ustedes. Cuando ustedes están cerca me siento un poco más confiada. Además, todo eso fue en nuestro pueblo. Ahí conozco a mucha gente y muchos me conocen pero no es lo mismo a estar parada frente a miles de personas desconocidas. Así que… preferiría no tener que volver a cantar. No me verán hacer esto de nuevo.
─¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? ─Mayra Páez se levantó a gran velocidad hasta quedar frente a ella. Estaba un poco alterada y por obvias razones─. ¿Tienes un talento inmenso y no quieres usarlo?
─Bueno… yo… ─Mayra desvió la mirada.
La líder ya no la escuchó aunque de todos modos la otra ya no siguió hablando.
Mayra Páez se dirigió a la puerta. Sin voltear, todavía le dirigió unas últimas palabras:
─Nos iremos a las ocho de la mañana, ni se te ocurra quedarte dormida.
Y salió cerrando tras de sí la puerta con violencia.
Todos guardamos silencio. Vi que Mayra Palacios puso un rostro triste.
Pero hay que entender cómo se siente Mayra Páez. Estaba tan segura de ganar porque nadie se esperaba este giro de los acontecimientos, pero no solo fue vencida, la superaron.
Me imagino que se sintió ofendida cuando supo que Mayra Palacios canta mejor que ella y que aun así no piensa usar ese talento que tiene. Sería un verdadero desperdicio.
Si me enterara que Mayra Palacios resultara ser mucho mejor escritora que yo posiblemente también me sentiría así. No, pensándolo bien, creo que no. Si algo como eso pasara, creo que me sentiría orgullosa de ella, y eso es porque… bueno, mis sentimientos hacia ella han cambiado un poco.
─¿Y bien? ─Claudio rompió el silencio─. ¿Pedimos la segunda hora?
Comments for chapter "33"
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