Yo no soy un heroe - 01

• — lo que quieres, lo que anhelas, lo que deseas
¿es lo que tu corazón te pide?
¿o es tu avaricia tratando de llenar un vacío sin fin? — •

—. (¿ – – – – ?)

Se encontraba solo, perdido, sin rumbo, había pasado por tantas cosas durante ese tiempo, cosas que quería olvidar a como dé lugar, pero le eran inevitables. En su mirada se podía notar un poco el cómo parecía estar muerto, solo podía caminar a través de ese tan vasto e inacabable desierto, la tormenta de arena que parecía no acabar nunca, golpeaba su cuerpo sin descanso, pero (¿?) no se detenía y seguía avanzando, quería llegar …. A algún lugar.

(¿?). —mmm …? –estaba confundido, apenas y estaba despertando con dificultad por el sueño—aaaahhh …. Otra vez ese sueño …. Otra vez … esa trágica historia. ­

Mientras abría sus ojos este lentamente se levantaba de la cama, miraba a su alrededor, era un cuarto algo o muy desordenado, incluso para él, pero eso en ese momento le valía poco como para intentar arreglarlo, despertado y levantado, este solo comenzó a caminar fuera de su habitación, el pasillo estaba algo sucio, solo el polvo normal de la mañana, o de hace algunos días que no se limpiaba, ignorante de eso el solo camino descalzo por el pasillo, se dirigió a la cocina, y vio en el refri algo para desayunar, la casa estaba vacía, era muy temprano incluso para el desayuno, parecía ser que el sueño lo despertó mucho antes de lo que incluso él hubiera previsto, con lo que; simplemente tomando algo de jugo para beber, lo sirvió, tomo y se dirigió una vez más a su habitación. Sentándose en su silla, prendió la computadora que tenía, una sensación algo extraña le invadía desde que volvió a tener el sueño, como si lo que veía ahí lo había visto ya en otro lado una vez más.

Había pasado un par de horas en las que él no hacía nada más que pensar en ese sueño, y en como terminaría aún más, ya antes (¿?) había visto en los sueños anteriores; más personajes que acompañaban al que estaba controlando, por lo que estaba cada vez más interesado, pero algo en él le hacía querer no saber cómo continuaba esa historia, cuando tenía los primeros sueños aunque eran interesantes no le importaba el querer saber más porque eran “sueños“, pero en el momento que estos se empezaron a juntar y ser algo más seguidos, aunque fuera ridículo (¿?) lo primero que pensó fue en investigar esos sueños como si se tratara de la historia de un manga o anime que vio y que no recuerda, juntando a amigos que les interesaría investigar algo así de ridículo, hablo con varios y unos cuantos se prestaron a ayudar en esa gran y fantasiosa investigación “fantástica” que comenzó con un sueño, de pronto…. Recibió un mensaje de esos amigos suyos; en su compu.

(¿1?). —hey viejo amigo, ¿qué crees?

(¿?). —¿te volvieron a dejar? Sería la tercera en lo que resta del mes jajaja.

(¿1?). —¡¡hijo de puta!!
— ¿cómo lo supiste? –en esas palabras, aunque escritas se podía notar el sufrimiento detrás la pantalla de (¿?)—

[¿? {M}]. —¿lo dejaron otra vez?
—¡¡jajajajajaja!! ¡POR PUTO!

(¿2?). —vamos, vamos, piensen en cómo se siente el en estos momentos.

(¿1?). —eres un gran amigo …

(¿2?). —¡HAY QUE BURLARNOS CON MAS GANAS DE EL PARA QUE LO SIENTA DE VERDAD! ¡¡Jajajajaja!!

En ese momento lo que siguió fue el cómo se enfrentaban todos en un mini combate de insultos a través de los mensajes, aunque era más divertido de ver de lo que parecía, llegado un momento la madre de (¿?) lo llamo avisándole del desayuno, junto con eso le dijo que estaba preparando lo que más le gustaba para desayunar, aunque eso le alegraba estaba más concentrado en lo que pasaba en la compu con sus amigos, pero aun así no fue malo para decirle que iría a desayunar, seguido de eso regreso a prestar atención a los mensajes en lo que su amigo le volvía a decir lo que quería decirle al inicio al igual que los demás.

(¿1?). —bueno, ya dejemos de lado todo esto, tengo algo importante que decirte (¿?).

(¿2?). —es verdad, nosotros también, es acerca de lo que terminamos investigando por como … un mes creo.

(¿?). —¿ya paso todo un mes? Y yo que pensaba que apenas pasaron unos días, mi sentido del tiempo esta que muere.

[¿? {M}]. —es normal, no te culpes de eso, lo que paso en el trabajo no fue tu culpa, todos los sabemos.

(¿?) —gracias … pero eso ahora no importa, díganme ¿que encontraron?

(¿1?). —lo logramos
—lo encontramos.
—es un manga de quien sabe cuántos años, no hay casi nada de información del mismo.
—aunque no tenemos ni la más re puta idea de cómo es que siquiera soñaste con esa historia, ya que ni nosotros sabíamos de su existencia.

[¿? {M}]. —será mejor que le crees, leímos la historia también, y resulta que lo que soñaste coincide con lo que nos describiste.
—con respecto a lo de la información, es verdad, no hay ni siquiera nada acerca de su autor o si tuvo otras obras más.

(¿2?). —es como si todo acerca de esta obra fuera un misterio, como si esta de repente hubiera aparecido y coincidentemente lo que soñaste es lo que está ahí.
—aquí te pasamos el enlace para que lo veas tú mismo.
—será mejor que nos des una explicación muy buena más tarde.
—es difícil creer que soñaste una historia que nunca viste antes y que en realidad esa historia sea real.

(¿?). —espero tenerles una buena explicación más tarde, los veré luego entonces.
—¿mmmm?

(¿1?). —¿qué ocurre ahora?

(¿?). —dijeron “casi nada de información” ¿verdad?
—¿qué es lo que llegaron a encontrar acerca de ese manga?

(¿2?). —solo una cosa, puedes creernos o no.
—lo que sabemos fue, que esta obra no tiene final, y sin rastros de un autor o siquiera una fecha de cuando inicio, estamos aún más perdidos, ya que no sabemos cuándo empezó; ni cuando se quedó sin final o si aún sigue publicándose.

Diciendo eso cada uno procedió a despedirse, al terminar eso, (¿?) estaba algo desconcertado, no sabía que pensar ahora y aún más sabiendo que la historia no tiene final, pero le daba una gran curiosidad lo que dijeron y el cómo mencionaron que es como si la obra de repente “apareciera” así sin más, la intriga empezaba a carcomerlo por dentro, y como alguien que le gustaba leer un montón de mangas, manhuas y manhwas, no pudo resistir el al menos llegar a leerlo, accedió al link que le dieron para verificar lo que habían dicho, al momento de entrar al mismo, encontró que realmente si era una historia real, la página solo mostraba increíblemente solo la obra en sí, su portada que era la misma que (¿?) había soñado ese mismo día, las coincidencias empezaban a asustarlo, al costado de la portada como en toda página de mangas estaba su sinopsis, aunque era extraña, porque casi no se podía leer, como si en esta página hubiera un error que solo permitía ver algunas palabras o muy pequeñas frases de esa, pero sin importar eso procedió a leerlo aunque sin entender todo lo demás, solo entendió algo simple.

(¿?). — «mmmm …. “Mr. peak”, que nombre más extraño y curioso para un personaje, o quizás solo un apodo, pero es raro»

Su mente, aunque algo estúpida, estaba curioso acerca del porqué de ese nombre, pero, de pronto una sensación algo rara le vino a la mente, su cuerpo incluso lo sentía, aunque era ligero, era algo que él no podía describir, como si de pronto su mente volara, su cuerpo fuera muy ligero y de repente estuviera cansado, en lo que podía, rápidamente se levantó de la silla preocupado de lo que le ocurría, estaba muy confundido pero no quería preocupar a su familia, por lo que sin más fue rápidamente a su cama para recostarse esperando la sensación extraña que tenía desapareciera con estar recostado un momento, sin embargo eso no fue así, el sueño lo invadió, sus ojos le pesaban y algo dentro de él le decía una cosa, era como el sentimiento de que él estaba muriendo, no podía moverse, hablar u oír algo, tenía miedo, y de pronto, como si el “sueño” le ganara, este, cerro sus ojos.

(¿?). —«Tengo …. Miedo, … no quiero … morir …»

(¿?). —«(- – – – – – – – – – – -)

(¿?). —«Una voz …. Pero … no la puedo escuchar …»

En ese momento entre esas palabras se podía escuchar un llanto, el llanto de un bebe, una mujer había dado a luz en ese momento, y entre ese llanto empezaba a escuchar mejor aquellas voces.

(¿?). —S(- – -), se(- – -), señor.
—felicidades, su esposa dio a luz a un saludable niño

(padre). —s-s-si …

En la voz de aquel hombre se podía escuchar lo nervioso que estaba, aun mas siendo el nacimiento de su primer hijo, en lo que se acercaba con nerviosismo el doctor limpiaba suavemente al bebe todo lo que podía, para después terminar arropándolo con una pequeña manta para proceder a entregárselo, aquel bebe parecía estar en calma en ese momento, movía suavemente sus pequeños y débiles brazos como queriendo alcanzar algo, o a alguien. Su padre se acercó lentamente para tomarlo en brazos, aunque algo torpe; este no dejaría que le pasara nada a su querido hijo, a la vez que lo cargaba, este levantaba suavemente su mano como intentando alcanzar el rostro de su padre.

(madre). —yo también …. Quiero cargarlo jeje … —decía agotada por el parto—

(padre).  —pero también quiero cargarlo … está bien Elena jeje …

Este sonreía al decir eso, estaba un poco aliviado ya que estaba nervioso en ese momento mientras lo cargaba, a lo que se acercaba lentamente a su esposa para darle al bebe, quedándose a su lado, en ese momento aquel bebe abría lentamente sus ojos para ver a sus padres, se podía notar la felicidad en ellos, y eso a la vez, lo hacía sonreír.

(¿?). —«aaaahhhh … entonces … esto es lo que paso …»

Elena. —que nombre le pondrás Seril?

Seril. —mmm … bueno debo serte sincero … no pensé en uno jaja … pero … que tal … (- – – – – -)

(¿?). —«jajaja … entonces … esta es mi nueva vida, y … mi nuevo nombre —dijo sonriendo plácidamente dentro de su propia mente—»

«pero … ¿porque algo se siente … extraño?»

De repente en ese momento, su visión se estaba comenzando nublar y de a poco iba viendo todo borroso y al mismo tiempo todo se empezaba a oscurecer, era como si el sueño le invadiera y en un momento, el cerro los ojos.

(¿?). —«¿Qué … está pasando?»

No sabía que había pasado, de repente recobro la conciencia, y en un momento ya han pasado varios años desde que llego a este nuevo mundo, la vida era algo complicada, a diferencia de lo que él creía y había visto en todas esas historias fantásticas, ese mundo parecía tan diferente, había nacido en un pequeño pueblo, no era lo mejor, pero era un bonito lugar, en ese momento ya tenía cerca de 5 años. Se encontraba enfrente de su casa en la noche, miraba el cielo oscuro del mundo, habían muchas nubes que se podían ver y entre esas nubes, estaba la luna, la cual iluminaba esa oscura noche, pero (¿?) no apartaba su mirada aun de la oscuridad de ese cielo nocturno, como si él supiera que hay algo ahí, o que alguien lo observa, aquella sensación extraña que tuvo al nacer en ese mundo lo volvió a inquietar, no dejaba de observar el cielo, quizás el anhelo de un ser de otro mundo queriendo explorar ese nuevo lugar que era ahora su hogar, lo estaba invadiendo más. Había pasado un buen rato desde que estaba afuera, en eso su propia familia de repente salió a la puerta de su casa para mirar lo que ocurría, pero solo lo vieron ahí, parado, mirando al cielo.

Seril. —hijo … ¿estás bien? —decía con curiosidad y algo de preocupación—

Elena. —¿crees que nuestro hijo este bien? —esta tomaba el brazo de Seril preocupada, temía que algo le ocurriera a su hijo—

Mientras su hijo miraba el cielo, este de repente, comenzó a alzar su brazo derecho apuntando al cielo, su mano abierta parecía que decía, que había alguien y este quería que lo tomaran de la mano, en ese momento mientras su mirada se terminaba perdiendo, de pronto un aura empezó a rodearlo por sobre su cuerpo, era de un color verde claro que resplandecía, aunque algo leve; esa aura iluminaba alrededor del mismo. Sus padres se quedaron atónitos al verlo, no pensaban que su hijo tenía “mana”, pero más que eso, al ver el aura del “mana” de su hijo, un pensamiento cruzo por sus mentes: «que hermoso se ve…». Perdido en sus pensamientos, el aura se mantenía y de pronto, del pasto; del suelo mismo, empezaron a salir de a poco unas esferas del mismo color de su “mana” los cuales flotaban a su alrededor subiendo lentamente al cielo, era una escena tan hermosa de ver y las esferas no parabas de aparecer, era como si de repente un montón de luciérnagas de distintos tamaños volaran alrededor suyo en un espectáculo impresionante y bello,  parecía a simple vista que aquellas esferas querían seguir apareciendo alrededor suyo y junto a eso estas mismas querían expandir el área en la que aparecían.

(¿?). —«que cálido se siente …»

De pronto, ante tal escena, de repente varias personas del pueblo lo vieron desde sus casas, quedando maravillados, poco a poco, estos salieron de sus casas y se acercaron lo más que podían para no perturbar la escena, entre toda esa gente estaban aquellos niños que también habían nacido con mana y que eran los mejores amigos de (¿?), pero incluso ellos quedaron impresionados. Aquellas esferas que se podían ver flotar, parecían dejar de aparecer, sin embargo, solo estaban apareciendo más lento ahora, pero todas seguían subiendo y reuniéndose en un solo punto del cielo, ese punto era en el que la mano de (¿?) parecía apuntar. Una esfera de “mana” de un tamaño considerable aparecía formándose en el cielo, y poco a poco esta se empezó a encoger levemente tomando forma, parecía tener la forma de una mujer a medida que esta seguía formándose, al terminar, una pequeña onda alrededor de su cuerpo apareció y las esferas de mana se esparcieron alrededor suyo, solo para después volver a reunirse en aquella pequeña mujer, dando lugar a la aparición de un par de alas casi parecidas a las de una mariposa en ella, aunque las mismas parecían ser un poco más grandes para un hada común y corriente, e incluso su forma no era algo común, aquella pequeña mujer, parecía ser solo como una silueta hecha enteramente de mana, pero incluso siendo eso, el mana se juntaba y daba forma en ella; haciendo lucir como si llevara un vestido, o una armadura ligera, era como ver un “hada princesa”, “un hada reina”, “un hada caballera” o incluso .. una combinación de esos, se veía hermosa y sobre su cabeza, se podía denotar algo parecido a una pequeña corona que sobresalía, era como si esta misma flotara por encima y jamás se separara de ese lugar. Luego de que finalmente esa hada haya aparecido, esta comenzó a volar, primero lentamente hacia la izquierda, luego derecha observando sus alrededores y a la gente de ese pequeño pueblo y así mientras se acercaba a (¿?), mientras se acercaba, esta extendía su brazo lentamente a él, el tamaño que tenía esa hada; era pequeño, apenas se podría decir quizás que ella podría llegarle a la altura de la cintura, eso considerando que (¿?) en ese momento tenía 5 años. Acercándose a (¿?), esta mantenía su brazo extendido y una vez ya cerca, toco su mano suavemente estando enfrente suyo.

(¿?). —entonces … eras tu quien me observaba … —dijo al verla mientras que a su vez este comenzaba a sonreír, en su mirada, su rostro, se le notaba en total calma y felicidad—

{(¿?) M}. —si …
Gracias … por dejarme vivir, …. Ahora … yo te protegeré … —aunque casi no se notaba, en su rostro tenía la misma expresión que (¿?)—

(¿?). — jajaja … estaré contando contigo, … pequeña hada …

Sonriéndose el uno al otro, entonces el aura del “mana” de (¿?) empezó a desaparecer, y junto con ello, aquella pequeña hada también desapareció, era como si se hubiera vuelto a convertir en mana, y este “mana” se notaba como parecía volver a formar parte de (¿?), fue una escena increíble de ver para todos, pero lo más increíble de ver aparte de eso, era la aparición de un hada como esa, (¿?) volviendo en sí de nuevo, este noto como todos lo miraban, algo que lo puso nervioso y estaba confundido, parecía fingir ignorancia, pero él en su mente vio esa escena como si fuera algo normal para un mundo de fantasía como ese, aunque a la vista de los demás, no era algo para nada normal de ver, y eso se notaba en sus miradas de curiosidad y asombro por la hada.

(¿?). —mmmm …. ¿Qu-que pasa? ¿Por qué me miran así? Jejeje … ay …

Seril. —eh … hijo … ¿crees … em … crees poder volver a hacer eso?

Aunque tenía curiosidad por volver a ver si aparece aquella hada, estaba también curioso por saber qué clase de poder tenía exactamente su hijo, en ese momento aun confundido (¿?) volteaba nervioso, pero estaba decidido al menos a ver que podía hacer, con eso en mente, mirando toda la madera y algo de leña que había a un lado de la casa, este se concentró y centro en aquel sentimiento al tener su poder activo, con lo que alzando su brazo en dirección a la madera, aquel aura de color verde lo envolvió de nuevo y junto con ello la madera también se envolvió en aquella aura, aunque no se podía notar que hacía, el hecho de que el tuviera un poder capaz de afectar a otras cosas que no fueran él, los emociono por saber que tanto podría hacer.

Luego de eso todos comenzaron a hablar y se acercaron para hacer una pequeña celebración por cómo había alguien más en ese pueblo con mana, era una bonita fiesta a la luz de la luna, aunque (¿?) se estaba preguntando porque aún tenía una sensación algo rara en su cuerpo, pero ese pensamiento de pronto se vio interrumpido por aquel mismo suceso de cuando nació, todo se volvió a tornar negro y ya no podía ver.

(¿?). —«esto … de nuevo … pero … ¿Qué estoy viendo? …. son … ¿recuerdos …?»

En lo que volvía a ver, la escena cambio y el tiempo igual, habían transcurrido varios años desde entonces, de pronto (¿?) junto a sus 6 amigos ahora estaban en una especie de escuela, que para ellos era una gran y gigantesca academia para aquellos que poseían mana. Este grupo se encontraba en uno de los edificios de la academia, era quizás considerado el más pequeño por los que enseñaban en la academia, estaban junto a un gran grupo de otros estudiantes y la maestra en ese momento estaba pasando lista de los estudiantes, (¿?) se encontraba extrañamente en ese momento sobre una repisa en la pared, parecía en cierto punto un gato que se pasaba de ocioso ahí, lo curioso era que esa repisa no se rompía, mientras que debajo de él habían varios sofás en los que estaban sentados sus amigos, y más al frente de ellos los demás compañeros que estaban en un gran grupo sentados en el suelo casi rodeando a la maestra que estaba al centro, más que un aula, parecía ser como una sala muy grande.

Maestra. — ¿Larah?

Larah. —aquí no más —ella se encontraba boca abajo en el sofá esperando el momento para irse a entrenar junto a los otros 6—

Maestra. —¿Ilhan?

Ilhan. — ¿me llamaban? —el tarado estaba más concentrado viendo el simple hecho de que (¿?) no se caía con todo y repisa y se sacaba la mierda—

Maestra. —D … Dra-drakx … D-da…

{(¿?) hada}. —¡es Darkxuz! ¡tampoco es tan difícil de pronunciar! —la pequeña hada apareció enojada por el hecho de que aquella maestra no era capaz de pronunciar bien el nombre, esta misma quería patearla—

Darkxuz. —tampoco esperaba que lo dijera bien a la primera jajaja

En lo que ese momento continuaba con la maestra pasando lista, de repente todo se volvió a oscurecer, o al menos eso parecía, tan rápido como su vista se oscureció, en ese momento aquel recuerdo volvió a cambiar, aunque todavía continuaba dentro de la academia, ahora la situación era distinta, muy distinta.

Darkxuz. —«¿Qué… está pasando? … y… ¿porque… siento tanta ira?»—

En el cambio de los recuerdos, algo ocurrió, algo muy grande, Darkxuz se encontraba solo, estaba caminando por la academia, buscaba a alguien en específico, estaba tan increíblemente molesto, pero intentando que no se le llegara a notar la ira extrema que tenía, lamentablemente era algo que ni el mismo podía evitar. Caminando por horas llego a hasta un gigantesco taller mecánico de la academia, en el, se encontró finalmente con quien buscaba.

Darkxuz. —¡¡profesor Roland!! —se encontraba en medio del taller, podía ver al profesor a lo lejos trabajando en un nuevo vehículo—

Roland. —¿mm? ¿Qué es lo que pasa? —dejando de momento el vehículo se acercó a Darkxuz—

Darkxuz. —seré directo, necesito que me ayude a construir algo, tengo los planos

Roland. —¿Por qué debería hacerlo? —su ton era algo indiferente—

Darkxuz. —escuche que usted es el mejor mecánico que hay, asi que por algo le estoy pidiendo su ayuda

Roland: estoy preguntando porque, ¿Por qué razón necesitas mi ayuda? ¿Qué es lo que quieres hacer exactamente?

Darkxuz. —quiero destruir “La Ciudad Imperial”

Roland. —tu … ¿estas escuchando lo que dices?

Darkxuz. —sí, ¡lo se!, ¡¡y no me importa lo que diga ahora, solo quiero que construya lo que le voy a pedir!!

Roland. —de verdad…. Acaso… ¿estas planeando iniciar una guerra?

Darkxuz. —¿y que si ese fuera el caso? ¡¿Está diciendo que me quede de brazos cruzados?! ¡¡no me importa si incluso debo hacerlo yo solo!!

La conversación se había puesto complicada, el maestro Roland casi no sabía en que pensar, por un lado, quería hacerlo, y por otro… esperaba que no pasara, la conversación siguió otro rato, la ira de Darkxuz era imposible de calmar, estaba decidido incluso a iniciar y ganar la guerra solo si no había nadie más que quisiera ayudarlo, o incluso, si no quedaba ya ninguna opción, esa conversación siguió así, hasta llegar a un punto casi muerto, pero la ira no fue capaz de calmarla en toda la conversación, y de pronto, esa ira se estaba volviendo tristeza. Ambos ahora estaban sentados en un par de sillas con cojines cerca de la pared del taller, el maestro estaba convencido, quería ayudar, pero al final, se negó, temía lo que iba a ocurrir, pero por lo menos, negándose o no, al menos quería ver de lo que era capaz y si tenía la capacidad de crear esa máquina que Darkxuz le había pedido, aunque no ayudaría de manera directa uniéndose a la guerra, este al menos le daría lo que hiciera falta.

Darkxuz. —supongo que…

Algo ocurrió. El recuerdo no había cambiado, él se encontraba aun en ese taller, pero… por alguna razón… estaba solo, aquel cojín que podía ver donde el profesor Roland se sentó, de repente parecía como si alguien se hubiera levantado del mismo y el cojín se volviera a hinchar, no había nadie cerca, ni podía escuchar a alguien por los alrededores, se levantó rápido del asiento, estaba demasiado sorprendido, asustado, y entonces… corrió, corrió con todas sus fuerzas por la academia, pero por alguna razón… no veía a nadie, la situación cada vez lo asustaba más, ni siquiera podía ver si alguien lo buscaba, empezó a gritar para ser escuchado… pero no había respuesta, empezó a fijarse mejor en sus alrededores… pero nadie lo buscaba, era como si… nadie lo recordara. Aquel evento cada vez lo estaba empezando a asustar más, siguió, y siguió buscando, siguió corriendo, gritando, viendo por alguien, pero … no ocurría nada, estaba desesperado, triste, solo.

Sin detenerse, continuo su camino intentando no llorar, la situación le estaba afectando bastante, miedo, tristeza, desesperación, soledad, dolor, angustia, cada vez lo invadían más emociones que solo lo empeoraban más de lo que ya estaba, su mente en ese punto, parecía que se quería romper. Busco por horas, y entonces … finalmente lo encontró, alguien, era el profesor Roland, estaba apoyado en una pared, parecía mirar a todo su alrededor como si hubiera un montón de gente en frente, parecía ser el patio de entrenamiento, pero el lugar estaba vacío, apenas y solo el profesor estaba, desesperado corrió a él, y trato de agarrarlo de sus brazos, pero… le resultó imposible, sus manos lo atravesaban como si de un fantasma se tratase e incluso si por un momento parecía que lo lograba agarrar y sacudir, parecía que no le afectaba, parecía agarrar una imagen del mismo profesor la cual luego regresaba a su posición original, su solo presencia no afectaba la realidad. Mirando al profesor… entonces… sonrió, con tanta tristeza en su rostro, con tanto miedo. Se volteo dándole la espalda al profesor, y comenzó a caminar, comenzó a caminar en dirección al edificio donde él y sus amigos estaban tomando sus clases en la academia, era alejado, y el camino se le hizo tan largo, en cada paso, le comenzaron a salir lágrimas de sus ojos, ya no podía aguantar más, ese sentimiento, esa sensación tan terrible de no ser escuchado; no ser visto; no ser recordado, el hecho de que ni tenía presencia incluso como un fantasma, el hecho de que… su sola existencia, había desaparecido de ese mundo, finalmente… estaban haciendo que su propia mente… se rompiera.

Darkxuz. —«¿por qué… nadie me puede oír?»
—«¿por qué… nadie… puede verme?»
—«¿por qué… nadie… me… recuerda?»
—«¿Por qué?»
—«¿Por qué?»
—«¿Por qué?»
—«¿Por qué?»
—«¿Por qué?»
—«¿Por qué?»
—«¿Por qué?»
—«¿Por qué?»
—«¿Por qué?»

Finalmente… luego de un largo caminar, él, llego a aquel lugar, entro, y camino en dirección al aula, era tan grande y, aun así, estaba completamente vacía, no veía a nadie, ni podía escuchar a nadie, su presencia, su existencia habían desaparecido. En ese momento… él… se quebró, y rompió en llanto.

Darkxuz. —aaahh… ¿por… que…? Aahh…

Mientras lloraba, quería gritar con todas sus fuerzas, pero, entonces, alguien, desde atrás, le toco el hombro, ese alguien, era aquella hada que lo acompaño desde que era niño, en su mirada se podía notar toda su preocupación por él, incluso el hecho de que estaba asustada por verlo así, no sabía que paso, ni como si quiera podía ayudarlo.

{(¿?) hada}. —¿e-es-estas… bien? —las palabras no salían de su boca, y aun cuando lo hicieron, quizás no fue eso lo que realmente debió preguntar—

En el instante que ella lo toco y le hablo, de pronto era como si todo eso que el sufrió jamás hubiera pasado, a su alrededor aparecieron todos sus compañeros de clase y sus mejores amigos también, quienes se asustaron en el momento que lo vieron llorar así y corrieron rápidamente para tratar de ayudarlo, Darkxuz al escucharlos volteo en dirección a ellos, pero … no dejaba de llorar, su mente casi se había roto por completo, vivir algo así, experimentar el hecho de que su propia existencia hubiera desaparecido del mundo y se quedara solo, fue algo muy duro para él. Entre lágrimas, apenas sus amigos pudieron escucharlo hablar algo simple, una pregunta, la cual ellos no sabían cómo responder porque no supieron lo que había experimentado para estar así en ese momento.

Darkxuz. —¿Por qué… nadie… podía recordarme? … *sollozo*
—¿Por qué… nadie noto mi existencia? … *sollozo*

Sus amigos estaban confundidos, pero su preocupación no había desaparecido, por lo que intentaron hacer lo que pudieron para intentar animarlo.

Y entonces… aquel recuerdo, extrañamente, había terminado.

Todo se tornó oscuro una vez más, pero esta vez, era una sensación distinta, de repente le empezaron a invadir recuerdos borrosos que no dejaban de llegar, no podía verlos, pero podía sentir todo el dolor, angustia, frustración, miedo, desesperación y demás emociones de cada recuerdo.

Darkxuz. —«¡¿Qué… que está pasando?! ¿Por qué…? ¿por qué… duele tanto?»
—«no se vayan… por favor… no…»
—«no… me dejen solo…»
—«por favor…»
—¡¡NO SE VAYAN!!

Despertó de golpe, agitado, asustado, su cuerpo temblaba, no sabía dónde estaba, el escenario cambio, o mejor dicho, el lugar en el que se encontraba había cambiado, era una pequeña choza, de madera, algo de chatarra y un poco de paja (//paja la que me da describir tanto XD//),  Darkxuz estaba en una cama deteriorada la choza apenas y era una sola habitación en la que solo estaba la cama, y cerca de la puerta, adentro de la choza había una niña, para cómo se veía el lugar y la ropa que ella llevaba, la niña parecía bien cuidada, aquella pequeña, estaba asustada por la reacción de él al levantarse. La niña se acercó lentamente, a pesar de su propio miedo, también tenía curiosidad por aquella persona.

Niña. —¿e-estas… bien?

Darkxuz. —¿dónde estoy? ¿Qué… que está pasando? ¿Qué paso? ¿Por qué… estoy aquí?

Niña. —e-est-estaba desmayado… a-afuera… en la arena…

Darkxuz. —¿arena?

A pesar de haber sido invadido por tantos recuerdos antes, él no podía recordar la razón por la cual se encontraba en ese lugar. Luego de un momento de calmarse, ambos comenzaron a hablar de lo que paso, aquella niña le empezó a decir lo que ocurrió, pero no era nada que realmente pudiera alegrarlo. No era que estaba en un pequeño asentamiento en el desierto, la niña le explico en ese momento que… la vida en el mundo se había extinguido, que el lugar en el que estaban se podría decir que era “el ultimo” lugar en el mundo en el que había vida, escuchar eso, lo dejo en un gran shock, estaba confundido, nervioso, preocupado, asustado, en su mirada casi parecía que quería llorar, aun cuando no lo quería creer, pero ella lo iba a hacer ver la realidad, una muy cruel y dolorosa realidad.

Saliendo de aquella pequeña choza, lo vio, una escena muy triste, el sol quemaba todo el lugar, podía ver alrededor de cada pequeña choza que había, como la gente del lugar moría, como estas eran quemadas por el sol, como habían tantas personas desnutridas, deshidratadas, como se esforzaban más que por sobrevivir, porque alguien los matara, algunos que apenas tenían fuerzas se arrastraban por el suelo, buscaban un lugar para refugiarse del sol, todos estaban tan débiles, no había ni la fuerza suficiente para si quiera recurrir al canibalismo para sobrevivir, todos, se habían rendido, solo estaban ahí, esperando su inevitable final, era una escena tan horrible y triste, la niña junto a él era la única que se podía decir que estaba bien alimentada, y al pensar en eso, y ver que era la única así, sintió un dolor tan grande en su corazón, cada vez quería llorar más, no quería preguntar o imaginarse el por qué ella era la única que estaba mejor en comparación de los otros, volteo lentamente su cabeza con tristeza para verla, y vio como ella tenía la cabeza agachada pero aun así podía notar su tristeza, y sin escuchar una palabra de ella, lo comprendió,  estaba sola. Aun cuando no quería imaginarse el por qué no podía ver si quiera a la familia de esa niña, sabía al final lo que ella tuvo que hacer para estar mejor que todos los demás, sabía lo que hizo, pero no la culpaba, realmente era algo que él no quería llegar incluso a imaginar, el sufrimiento, el dolor de la niña al tener que ser la que acabara con la vida de sus padres con tal de vivir un poco más, pero lo hizo. En ese momento, de repente ella suavemente tomo su mano derecha mientras con su otra mano apretaba su ropa, y de su rostro, empezaron a caer lágrimas.

Niña. —¿es…esta … mal? *sollozo* ¿está mal … lo que hice?
—mamá… papá… ellos… me dijeron que lo hiciera … *sollozo* yo… yo…

La niña sabía lo que Darkxuz estaba pensando en ese momento, por lo que no pudo evitar llorar, no pudo evitar el pensar que este la odiaba por lo que hizo, en su mente se repetía ese tan triste y horrible recuerdo de sus padres cuando los mato. Darkxuz al verla llorar, se arrodillo lentamente delante de ella y simplemente…, la abrazo, la abrazo y se aguantó con todas sus fuerzas el querer llorar, al menos quería ser fuerte en ese momento, quería simplemente calmarla y hacerle saber, que no debía sentirse así, ella entre lágrimas lo abrazo con fuerza, estaba sola y solo podía ver a todos a su alrededor morir, no tenía a nadie en quien apoyarse después de ver a su familia morir. Continuaron los dos así un rato, en lo que finalmente se calmó, Darkxuz estaba decidido al menos a intentar ayudarla, o al menos, a intentar lo que sea que podía. Luego de eso fueron a hablar con la última persona que parecía aun tener fuerzas, no era el jefe de esas personas, pero parecía ser quien los dirigía antes de ese fatal estado, al llegar con este, fue una conversación breve entre estos, o más bien solo un simple pedido por parte de aquel viejito, Darkxuz quería al menos una explicación mejor o más detallada acerca de la situación del mundo, quería saber que paso, o al menos quien lo hizo, pero no dijo nada de eso, en su lugar lo que hizo fue, con sus brazos temblorosos, moverlos y tomar la poca y única comida que tenía a su lado, para dárselo a ellos, este ya había aceptado su final, a lo cual al darles la comida, sonrió y sin más, le pidió una única cosa a Darkxuz y aquella niña.

Viejito jefe. —to… tomen… esto… l-les… ayudara en su viaje

Niña. —¿viaje?

Viejito jefe. —si…, si… él… esta así… entonces… significa que hay más… debe… haber un lugar… donde… puedas vivir feliz…
—por… por… favor, ve con él… ríe…, juega…, come bien…, descansa bien…, crece…, por favor… mi querida niña… vive… y se feliz —dijo mientras sonreía y en ese último momento, el finalmente había muerto—

Niña. —el… el…

Darkxuz. —está bien… está bien… fue… su última voluntad, deberíamos respetarla, ¿no?

Niña. —si… pero… al menos… quizás se hubiera podido hacer algo

Mostrando sus respetos a aquel viejito, se inclinó levemente y acerco para tomar la comida, le pidió a la niña que buscara algo para guardarla, al menos para el resto del día, con eso dicho y luego de un rato ya hecho, ambos decidieron emprender su viaje, la niña se quedó pensativa por abandonar aquel lugar que era hogar, pero debía avanzar, antes de irse esta fue a su casita y trajo lo poco de comida que había ahí y la trajo consigo en una pequeña ollita para cocinarla después. Más allá de las pequeñas chozitas, no eran capaces de ver nada, todo afuera era solo un completo desierto, el viento soplaba con fuerza, movía la arena con fuerza cada vez que soplaba, era una tormenta constante que no dejaba de soplar, y en ese momento, con ambos afuera de ese asentamiento del desierto, comenzaron su camino a través de aquel desierto que no parecía tener fin, volteando a ver por última vez ese asentamiento, se despidieron con una gran tristeza en sus rostros, sabían, que ya nunca más podrían volver.

Luego de aquella despedida, habían pasado algunos días, tanto Darkxuz como la niña estaban vagando por aquel desierto el cual parecía no tener fin, en esos días ellos aprovecharon para hablar de sí mismos, intentaban no recordar lo malo, pero quizás era inevitable, era inevitable también pensar que ese mundo estaba vacío, y que solo les quedaba vagar por siempre hasta sus últimos días; pero al menos querían pensar que no estaban solos, haciendo una promesa los dos, prometieron que al menos estaría bien vivir ese triste final; siempre y cuando fueran los dos juntos y no solo uno, tano Darkxuz como ella no querían dejar al otro solo. Han pasado cinco días desde el viaje, en ese momento él la estaba cargando para evitar que se cansara en el viaje, no habían encontrada nada durante esos días, sin embargo… de pronto algo ocurrió, a lo lejos, en la lejanía del desierto, se podía escuchar y ver como “algo” “corría” a través del desierto levantando una gran nube de polvo, viendo eso, ambos se alegraron por lo que caminaron en dirección a lo que sea eso. Paso un rato y entonces aquello también se dirigió a ambos, en el momento que ya estaba cerca se dejó ver lo que era, mostrándose como un carro con 5 personas más en el vehículo, era una señal, finalmente habían logrado encontrar más vida en ese mundo que se veía tan vacío, a lo que luego de llegar a un acuerdo entre todos decidieron ir juntos en busca de más personas, o al menos eso es lo que debió haber ocurrido,  Darkxuz y la niña estaban dudando de las palabras de ellos, querían creer que habían más, pero algo les decía que no iban a encontrar a más personas en el viaje. Su viaje ahora era más rápido gracias a ellos, se ahorraron muchas horas de viaje, pero el paisaje no cambiaba aun, era un desierto lo mires por donde lo mires, hasta que lograron divisar algo a la distancia, eran unas grandes ruinas, en las que parecía que podrían llegar a pasar la noche, aquella estructura parecía ser un puente por el que pasaban trenes o un puente común muy grande, aunque solo era una pequeña parte de ese puente que alguna vez hubo, se veía como un lugar bueno para refugiarse, junto a ese puente habían otros escombros grandes como si fuera el ultimo resto de un edificio, parecía tener encima algo con la forma de un cartel de publicidad ya destruido. Habiendo encontrado un buen lugar que usar como refugio, estos decidieron tomar rumbo en dirección a las ruinas, y de ese modo, la noche finalmente había caído sobre ellos, en las ruinas encontraron algo que podría ayudarles, como si otra persona ya hubiera estado ahí, pero…. No había ningún rastro de esta, solo había una fogata que podían usar para sí mismos e iluminar la oscuridad, cada uno se sentó alrededor de la fogata, darkxuz y la niña estaban apoyados en la pared mirando más el cielo que otra cosa, estaban preocupados, tristes, y los recuerdos en cierto punto los invadían, el mundo había muerto, y sin importar cuanto tiempo viajaran, no lograban encontrar a más personas, solo estaban ellos, los otros 5 estaban conversando para evitar pensar que no había ninguna esperanza en el mundo ahora, pero….

Darkxuz. —no hay nadie más… ¿verdad? —hablo directamente con tristeza esperando que le dijeran lo contrario—
—somos… los últimos… ¿no es así?

Con solo decir eso, el ánimo de todos había cambiado, ellos se sintieron culpables por haberles mentido, pero no había otra opción, ya sin más, solo decidieron decirles la verdad. Sin siquiera saber cómo o por qué, de pronto desde las ruinas del edificio al lado del puente destruido, una gran explosión ocurrió, fue una explosión enorme, no hubo ni tiempo de verla cuando ocurrió.

De aquella gran explosión, solo quedaron escombros, los cuerpos de aquellas personas o bien enterradas o bien esparcidas en pedazos a través del lugar, no quedo nadie… o al menos eso debió ser así, algunos escombros se movían, y de ellos salió un leve resplandor verde claro, quien producía ese brillo era Darkxuz, él había logrado sobrevivir, pero… no sabía por qué o incluso el cómo sus heridas se habían curado, apenas consciente en ese momento de que estaba vivo, con todas sus fuerzas movió los escombros y salió, estaba asustado, mirando a su alrededor entro en pánico, no sabía que ocurrió, pero más allá de eso, le preocupaba más el cómo estaría aquella niña, tratando incluso de encontrar a los otros, movió los escombros tan rápido como podía, no los encontraba, pero no dejo de hacerlo, cada vez estaba más asustado, su preocupación no lo dejaba pensar bien, quería creer… que tal vez ella estaba bien, y… entonces… la encontró, debajo de unos escombros, encontró su mano, ensangrentada, tan llena de heridas, Darkxuz se detuvo al verla, por un momento sonrió, pero… al momento de hacerlo, de sus ojos… comenzaron a caer lágrimas, estaba llorando, tembloroso, se acercó lentamente arrodillándose, extendió su brazo izquierdo sin dejar de temblar y suavemente toco la mano de la niña, su propia mente por un momento dejo de pensar, y solo… continuo, con su otra mano, movió todos los escombros lentamente, no dejaba de llorar. Una vez que removió todos los escombros, la vio, vio con tristeza como se encontraba, sus huesos rotos, el cómo bien una que otra extremidad apenas se mantenían unidas a su cuerpo, como algunas rocas le habían atravesado, el cómo incluso parecía que se podían llegar a ver sus órganos por las heridas en su abdomen, tanta sangre alrededor de ella. En ese momento… ya no sabía que hacer… ya no sabía que pensar… si quiera… sabia como actuar.

Darkxuz. —hey… vamos… por favor… —no podía hablar bien, temblaba tanto su voz—
—por favor… vamos… despierta… *sollozo* no… no… por favor… no me dejes…

Moviendo sus manos lentamente, la tomo con cuidado y jalo sacando de encima de los escombros, tomándola suavemente, la levanto un poco, se sentó en el suelo apoyándose sobre un gran escombro que servía como pared y a ella la recostó con sumo cuidado sobre sus piernas y su brazo derecho, las lágrimas de Darkxuz no dejaban de caer y estas incluso caían sobre el rostro ensangrentando de la niña mientras él la miraba, su mente parecía en cierto punto que se había roto, recostó suavemente la cabeza de ella sobre su pecho y lloro, lloro mientras agachaba la cabeza y se aguantaba las ganas de gritar.

Darkxuz. —despierta… *sollozo* por favor… *sollozo* por favor…
—pensé… *sollozo* pensé… que… *sollozo* dijiste… *sollozo*… que no me abandonarías…
—por favor…. *sollozo* aaahh… ya… lo perdí… *sollozo* todo… *sollozo* no… te quiero perder a ti también…

La abrazó suavemente, quería pensar que nada de eso era real, que solo era otro sueño y que despertaría del mismo modo que lo hizo antes, quería pensar… que cuando despertara, la vería a ella, a sus amigos, a su familia, a todos, y que todo sería… solo un mal sueño.

Mientras la abrazaba, de pronto una luz empezó a brotar de debajo de ambos, pequeñas esferas brillantes del mismo color verde claro surgían y flotaban desde el suelo, estas se dirigían lentamente a la niña, haciendo que su cuerpo brillara, al mismo tiempo se podía ver como esta era curada, como sus heridas desaparecían y su cuerpo era restaurado, hasta que finalmente… la vio completamente curada, al verla era como si ella solo estuviera dormida y ese incidente jamás hubiera ocurriera, Darkxuz se sintió como si estuviera viendo un milagro, estaba feliz aunque no dejaba de llorar, pensaba que quizás ella despertaría, reviviría y al menos podrían continuar con su viaje juntos, pero… eso no era verdad.

Darkxuz. —he-hey… (¿?), sabia… sabía que no me abandonarías… yo… *sollozo*

No hubo respuesta.

Darkxuz. —yo… yo… *sollozo*…
—¿por… queee…? *sollozo* despierta… por favor… ya… no tienes heridas… mira… por favor… *sollozo* todo… tu cuerpo está bien…
—todo… está bien… todo… está bien… todo está bien… aaaaahhh *sollozo* todo… *sollozo* va… *sollozo* aaaahhh *sollozo* estar… bien…

Tan pronto como vinieron las esperanzas a él, estas se fueron y solo le dejaron un gran dolor en su corazón, uno que no paraba.

Por un momento la sacudió suave mientras la abrazaba intentando que despertara, pero era inútil, ella ya estaba muerta, aunque no lo ignoraba, solo se negaba entre lágrimas a aceptar ese hecho, y con tanto dolor, este finalmente, gritó entre llantos, la abrazó fuerte y no dejaba de abrazarla, acercando su rostro al de ella, este simplemente froto su mejilla con la de ella mientras lloraba con todas sus fuerzas. Ya no había nadie más en ese mundo, había perdido todo, su hogar, sus amigos, su familia, y a la última persona que le quedaba en ese vacío mundo, él… se quedó solo.

De ese modo, ya han pasado varios años…

Se encontraba solo, perdido, sin rumbo, había pasado por tantas cosas durante ese tiempo, cosas que quería olvidar a como dé lugar, pero le eran inevitables. En su mirada se podía notar un poco el cómo parecía estar muerto, solo podía caminar a través de ese tan vasto e inacabable desierto, la tormenta de arena que parecía no acabar nunca, golpeaba su cuerpo sin descanso, pero Darkxuz no se detenía y seguía avanzando, quería llegar …. A algún lugar.

Su caminar era lento, doloroso, hace ya tanto que perdió incluso las ganas de vivir, no tenía ninguna razón para seguir vivo, pero aun así caminaba, su ropa estaba tan desgastada por aquellas tormentas de arena, todo lo que había a su alrededor era solo el desierto, era solo el mundo muerto en el cual el caminaba libremente, no había ni un solo rastro de agua, no había ni el más simple y misero rastro de un animal, lo único que quedaban eran sus huellas que el viento borraba. Se pregunto a si mismo tantas veces el por qué seguía con vida, el por qué no moría, el por qué debía seguir vagando por un mundo el cual ya no podía ver, era extraño, algo en él lo mantuvo vivo todos esos años, no necesito comer, beber, dormir, ni ninguna otra necesidad fisiológica, pero… eso no pudo evitar que con el tiempo, el mismo perdiera la vista al igual que otros sentidos, aun así, no le importo, era algo inútil que el la tuviera, no había ya nada que valiera la pena ver e incluso si encontraba algo… era seguro una cosa… que no encontraría a nadie. Hubo momentos en los que paraba y su mirada muerta se detenía en el horizonte, intentaba pensar en algo, pero ya no tenía fuerzas ni para gastarlas en pensar, a pesar de no necesitar nada para sobrevivir, el tiempo… era cruel…, con el pasar de los años, poco a poco se iba debilitando… su vista fue lo primero en irse, y de esa pérdida saco algo de fuerza para continuar sin rumbo en el desierto, luego de eso con el pasar del tiempo le siguió el olfato, de ahí el gusto, cada vez perdía más… incluido… sus propios recuerdos, pero… ya después de más de 20 años en ese desierto, las fuerzas se le acabaron, pero seguía caminando, sus pensamientos trataban de volver, pero se esfumaban tan rápido como llegaban, no podía ya ni sacrificar otro de sus sentidos o algo más… y sacar algo de fuerza para continuar, estaba tan desgastado su cuerpo a pesar de que se le veía bien.

Sus pasos cada vez se estaban haciendo más lentos, y entre esa lentitud el comenzaba a detenerse por simples instantes, luego esos instantes se terminaron convirtiendo en momentos, momentos largos que le siguieron por convertirse en ratos que duraban horas, y continuo… cada vez se detenía más tiempo, llegando a quedarse inmóvil por todo un día entero, así siguió… hasta que finalmente… lo que lo impulsaba a continuar caminando, se detuvo…, ya no podía seguir, estaba inmóvil, pero lo intento… intento dar un último paso, y así… el termino cayendo al suelo, no podía ni levantarse, apenas y pudo mover su cabeza para ver el horizonte del desierto con una vista la cual ya no tenía.

Estaba muriendo…

En eso, del horizonte algo surgió, una luz blanca la cual se hacía cada vez más y más grande, no se detenía, aquel destello en su crecimiento, termino por envolver al mundo, y junto con eso… termino tragándoselo, aquel mundo… había terminado desapareciendo…

…..

{(¿?) M}. —«viajero…»—
—«viajero… has llegado… tan lejos»—

Se encontraba aun tirado, pero el lugar en el que estaba ahora era solo un gran espacio blanco, podía escuchar una voz, pero no reaccionaba, era la voz de mujer, la voz que se podía escuchar era tan dulce, parecía transmitir una gran calma a quien la escuchara, al mismo tiempo que una sensación cálida, pero en el tono y lo que decía… podía notarse en ella… que estaba triste.

{(¿?) M}. —«viajero…»—
—«has estado perdido… tanto tiempo…»—

En la distancia, se podían escuchar leves pasos acercándose, eran suaves y lentos, sin embargo, a pesar de todo eso, incluso de las palabras de aquella mujer, el… no reaccionaba, solo le quedaba algo de voluntad y fuerza suficiente para decir algo de ser posible, pero se lo ahorraba para sí mismo, sin embargo, aun así, no tenía nada que decir en ese momento.

{(¿?) M}. —«viajero…»—
—«yo… soy… la última diosa de… lo que solía ser… este mundo»—
—«estuviste… tan solo… en ese mundo…»—

Aquella diosa estaba en frente de Darkxuz, no podía soportar verlo así, parecía que quería llorar. Arrodillándose lentamente frente a él, continúo hablándole con la esperanza de que le respondiera.

Diosa. —viajero… si así lo quieres… yo puedo… concederte un deseo
—llegaste… tan lejos…, tan solo…
—es hora… que tengas un merecido descanso…
—puedes… pedirme lo que quieras… yo-

Antes de que la diosa terminara de hablar, se podían escuchar pequeños susurros, como alguien intentaba vocalizar algo, ese alguien… era Darkxuz, quien, en ese momento a pesar de estar muriendo, pudo escucharlo antes de terminar perdiendo su audición, escucho simple y vagamente la palabra “deseo”, y esa única palabra hizo que su mente en ese momento… volviera a funcionar, y que usara toda su voluntad y ultima reserva de fuerza que le quedaba, para poder hablar y decir… sus últimas palabras.

Darkxuz. —…… q… q…

Diosa. —¿si…?

Darxuz. —q… qu… quiero…
—quiero… ir a casa…

Le dolía tanto incluso el hablar, pero al menos, en sus últimos momentos aun con tanto dolor, quería ser escuchado. Mientras hablaba, de sus ojos… comenzaron a caer lagrimas… las ultimas y únicas lagrimas que le quedaban, estas caían tan lentamente de sus ojos, no había ni fuerza suficiente para que llorara, lagrima… a lagrima… caía una por una.

Darkxuz. —quiero… ir a casa…
—quiero… ir a casa…

Diosa. —viajero… tu-

Darkxuz. —quiero… ir a casa…
—mi… familia… me está esperando…

Diosa. —¿con cuál… familia… quieres regresar…?

Él ya no era capaz de escucharla, y solo seguía hablando, mientras este hablaba, las lágrimas seguían brotando de sus ojos, hasta que se finalmente se detuvieron…

Darkxuz. —quiero… ir a casa
—mamá… dijo que… prepararía… mi desayuno preferido…
—papá… me prometió que… iríamos… a pasear…
—mi hermanito… me pidió… que le ayudara… a… conquistar a la chica que le gustaba…
—mi… hermanita… quería… presumirme… frente a sus amigas…
—… por favor… quiero… ir a casa… mi familia… me esta… esperando…

Siguió hablando, pero ya solo… era capaz de repetir lo mismo, “quiero ir a casa”, aquella diosa no sabía que pensar en ese momento, lo vio con tanta tristeza que estaba a punto de llorar. Ella extendió su brazo lentamente tratando de alcanzar el rostro de Darkxuz mientras el aun hablaba, podía escuchar el cómo cada vez parecía hablar más lento y pausado, no se atrevió a interrumpirlo, en cambio, alcanzando el rostro de él, esta con su mano, le acaricio suavemente su mejilla tratando de calmarlo, y al momento de tocarlo, vio todos los recuerdos de Darkxuz, todos aquellos recuerdos que el olvido, y sin más, de sus ojos comenzaron a caer lágrimas, ella lloro, lloro al ver todo lo que paso, el cómo sufrió… incluso llego a sentirlo también.

Cada momento se le dificultaba más hablar, pero aún no se detenía, él, mientras hablaba, logro sentir la suave caricia de la diosa en su mejilla, antes de finalmente perder el sentido del tacto, esa sensación de contacto con otra persona, la había olvidado hace ya tanto tiempo, tantos años que había estado solo, le habían hecho olvidar esa sensación, esa calidez que podía llegar a tener otra persona, en ese momento, su voz se estaba yendo, y sus palabras ya casi no podían ser escuchadas, al sentir la mano de la diosa, al tener esa sensación de calidez por parte de alguien más otra vez, de su ojo broto… una última lagrima, mientras en su mente también… se formaba un último pensamiento, junto a eso; terminando de decir una última vez que quería ir a casa; aun cuando ya casi no se le podía escuchar, su voz finalmente la había perdido.

Sentía como de repente parecía que estaba perdiendo la conciencia, antes de que eso pasara, aquel pensamiento que tuvo cuando la diosa toco su mejilla, surgió.

Darkxuz. —«yo ya… ¿no estoy solo…? …»

Aquella soledad que paso durante tanto tiempo, parecía que se hubiera ido para poder darle paz, él, ya no estaba solo.

Él, finalmente… había muerto…

La diosa viendo con tristeza e impotencia el cómo este murió, decidió tomarlo en brazos lentamente, lo cargo con cuidado, y comenzó a caminar… desapareciendo junto con él en esa nada.

Todo había terminado para él, al igual que su dolor, y entonces… del mismo modo como empezó su nueva vida en ese mundo, se escucho el llanto de un bebe.