Yo no soy un heroe - 05
Autor (//órale soy yo ewe, el que está escribiendo esta historia//). —por razones más haya de nuestro control, … y que el narrador de turno habitual no quiso trabajar para este capítulo, hemos contratado a uno(a) nuevo(a)
Narrador de turno. —¡¡concha tu mare, me ataste pendejo!!
Autor. —¡fuera mierda!
—¡váyase a penar a otro lado fantasma!
Narrador(a) nuevo(a). —hace mucho, mucho tiempo
—en el mundo existían bestias increíbles, que poseían un increíble poder
—criaturas que solo podían describirse en leyendas junto a muchas otras que el mundo tanto atesoro, como temió
—estas eran dragones
—pero junto a estas también existieron otras bestias, que incluso llegaron a ser más poderosas que los propios dragones
—sin embargo
—entre los propios dragones, existió uno que destaco de entre todos
—teniendo un tamaño colosal, un aspecto imponente ante los propios dragones y un poder abrumador al cual muy pocas de aquellas bestias que eran más poderosas que los dragones lograron incluso igualar
—era, El Rey Dragon
—una criatura legendaria para el mundo, el cual dio origen a muchos de los otros dragones que lo habitaban
—cada uno gobernando una pequeña fracción del mundo
—se creía que vivió el tiempo en que los dioses más convivían con los seres del mundo
—viviendo cientos, si no miles de millones de años
—tanto así que vivió muchas, si no casi todos los grandes cambios que tuvo el mundo
—teniendo una gran cantidad de conocimiento, a tal punto que era adorado por todos aquellos en la búsqueda del conocimiento
—con un poder abrumador, al cual solo una mínima cantidad de bestias podían acercársele o igualarlo
—pero, en todo ese tiempo que llevo vivo, nada parecía importarle
—mostrándose indiferente ante todo aquello que pasaba en su vida
—como si fuera incapaz de sentir algo
—incluso cuando sus hijos nacieron, él no sintió nada por ellos
—no obstante, el aun podía pensar, tenía sus propios pensamientos, y aquello que llego a pensar fue que…
—su vida, parecía ser aburrida ante sus ojos
—sin nada que llamara su atención
—sin nada que le llenara de emoción
—nada que le diera… algún sentido a su vida, algo por lo que seguir… vivo
—era como si el Rey Dragon, nunca hubiera vivido su vida
—y aquella vida que tenía, solo se basara únicamente en una cosa
—“Existir”
—una vida vacía
—sin una razón
—sin un propósito
—sin un significado
—y así, siguió pasando el tiempo
—entonces un día, a la luz de la luna en la noche
—el Rey Dragon salió de su cueva mirando al cielo, y con un gran salto, emprendió vuelo hacia los confines del mundo
—buscando “aquello” que pueda llegar a hacerlo sentir “algo”
—comenzando un muy largo viaje a través del mundo
—desde los continentes más grandes, a los más pequeños
—surco la vastedad de los cielos, mirando al mundo y como una vez más, este cambiaba
—como vidas nacían, como otras morían, como gente se llenaba en su egoísmo y arrogancia, como empezaban guerras sin sentido para él, miro muchas cosas a través de su gran viaje
—sin embargo…
—todo aun le parecía irrelevante
—hasta que, en su búsqueda, comenzó a pensar que quizás viviendo una vida más “normal” lo lograría
—un día, en su largo viaje, decidió descender a uno de los continentes
—y en un gran campo entre muchas montañas, usando su gran poder, este cambio su aspecto hasta convertirse en un dragonead
—comenzando de este modo, su nueva vida más “normal”
—vida en la cual, a través de los años, estaría viviendo grandes aventuras a través del mundo como un aventurero, conociendo a muchas personas a lo largo de cada suceso y el tiempo
—gente buena, mala, codiciosa, tímida, valiente, algunos que lo adoraban, y aquellos que lo odiaban, personas las cuales lo quisieron como a un amigo y familia
—haciéndose con cada aventura, alguien de renombre en el mundo, como uno de los más grandes aventureros que había
—pero…
—a pesar de todas las aventuras que vivía, sin importar a quien conocía y cuan cercano era el para aquellas personas
—el Rey Dragon, no llego a sentir nada durante todo ese tiempo, llegando a pensar que quizás nada de eso lo ayudaría
—o incluso, que quizás realmente carecía de emociones a diferencia de todos a su alrededor
—con el tiempo pasando sin detenerse, continuo aquella vida que tenía
—y eventualmente un día, conoció a alguien
—una mujer la cual se había enamorado de el
—pero a pesar de que el Rey Dragon, no sentía nada por ella, este no la rechazo
—viviendo a partir de ese momento, una larga vida juntos
—vida en la cual se preguntó si eso le ayudaría a encontrar lo que buscaba
—el tiempo paso, y ambos seguían juntos, el Rey Dragon había renunciado a su vida de aventurero momentáneamente, todo por cuidar de ella y la nueva familia que tenía
—pero a pesar de todo, seguía sin sentir nada incluso por esa nueva familia
—sin embargo, sin importar cuantos años pasaran, el Rey Dragón, se quedó ahí, con ellos, viendo como lentamente su familia crecía, sus hijos crecían, y eventualmente… su esposa, iba envejeciendo
—no entendía porque seguía ahí, a pesar de ello, se quedó, y observo como el tiempo paso, hasta que eventualmente, llego aquel triste día
—su esposa reposaba en cama, iba a morir, y no había nada que el pudiera hacer
—solo pudo quedarse a su lado, observando sus últimos momentos viva
—pero… algo ese día, también pasó, el cambio ….
Rey Dragon. —«al final… entendí que…»
—«viviré más que la gran mayoría de este mundo…»— —pensó mientras se acercó y tomó la mano de su esposa—
Esposa. —as cambiado… —dijo con una gran sonrisa mirando como sostenía su mano—
Rey Dragon. —¿a qué te refieres?
Esposa. —tu mano…
—está temblando… —dijo mirándolo a los ojos mientras sus lágrimas empezaban a caer lentamente—
Narrador(a). —al escucharla decir eso, el Rey Dragón se fijó en su mano, la cual de verdad estaba temblando
—y comprendió… que, de verdad, algo en él había cambiado durante todo ese tiempo que estuvieron juntos
Rey Dragon. —«¿de verdad… cambie?»
Esposa. —no quieres… que me vaya…
—¿verdad? —dijo intentando sostener la mano del Rey Dragón con todas las fuerzas que le quedaban—
Narrador(a). —no era que el Rey Dragón no tuviera emociones, o fuera incapaz de sentir algo
—el realmente la tenia, pero no había nada en su vida que le permitiera mostrarlas
—y era porque él nunca se sintió realmente “apegado” a algo, o si quiera sintió “afecto” por otros, que no podía expresar sus propias emociones
—y es, en todos esos largos años que vivió junto a su esposa y su nueva familia
—que él, pareció, por un momento sentirse apegado a ellos, y casi sintió afecto por ellos
Rey Dragon. —no…
—no quiero…
Esposa. —yo… tampoco…
—yo tampoco quiero irme…
En eso, el Rey Dragon acerco su otra mano a su esposa, y este solo le acaricio su cabeza suavemente mientras la veía llorar, y posteriormente, la vio morir. Su esposa en sus últimos momentos, a pesar de saber que moriría, también… estaba feliz porque él se haya quedado a su lado hasta el último momento, durante esos momentos, todos sus hijos lloraron el que su madre muriera, no obstante, el Rey Dragon no derramo ni una lagrima, ni siquiera su expresión cambio, se le veía tan indiferente, aun así, ni siquiera se movió, solo…, se quedó ahí, mirando a su esposa quien yacía muerta en aquella cama. Aun después de que se la llevaran y enterraran, el Rey Dragón continúo sentado, mirando aquella cama vacía, casi parecía ser, que estaba esperando algo, pero no fue así, y siguió ahí por horas
Llegada la tarde, uno de sus hijos se empezó a preocupar por él, era uno de los hijos mayores, quien fue a buscarlo, entrando a la habitación donde su madre murió, y lo encontró ahí, aun sentado, observando aquella cama. Estaba preocupado por el, pero… no quería llegar a ser una molestia
Hijo 3. —¿que… que aras ahora… papá? —hablo nervioso tratando de no incomodar—
Rey Dragón. —no lo sé…
—realmente no lo sé…
Hijo 3. —po-podrias quedarte pa —dijo fingiendo una leve sonrisa—
Rey Dragon. —no quisiera ser una molestia hijo…
Hijo 3. —no eres una molestia pa… yo… y los demás te apreciamos… —dijo mientras levemente bajaba su mirada—
—…
—¿Qué aras ahora? …
Rey Dragón. —quizás… viaje otra vez por el mundo…
Hijo 3. —si es lo que has decidido… está bien
—nosotros no te tendremos atado a un solo lugar…
Rey Dragon. —descuida… no lo hacen —dijo mientras por un momento alzo su mirada viendo al techo—
Hijo 3. —si te iras, entonces… vamos
—así te podrás despedir de los demás también
Dicho eso, se acercó a su padre para llevarlo afuera a reunirse con los demás, quienes estaban reunidos esperando verlo también, aunque sabían que debido a la muerte de su madre este podría irse, estaban dispuestos a aceptar lo que su padre decidiera en ese momento.
Afuera de la casa padre e hijos, comenzando a hablar todos juntos mientras las horas pasaban, a pesar de que el Rey Dragon les había dicho que se iría, todos aceptaron lo que este decidió sin objeciones, pero aun así este les había prometido que no los abandonaría, y seguiría visitándolos cada que pudiera.
Narrador(a). —el Rey Dragon entonces luego de despedirse, emprendió vuelo una vez más hacia la bastedad del cielo y el mundo
—pero esta vez era distinto
—el Rey Dragon entonces, volvió a ser un aventurero también
—viviendo una vez más aquellas grandes aventuras que en su momento no le produjeron nada, pero en esta ocasión, por un breve momento, por un simple instante, pareció disfrutarlas
—y así aquel viaje por el mundo continúo una vez más
—viaje que acompaño el pasar del tiempo
—pasando los años, décadas, e incluso cientos de años, pero durante todo ese tiempo, el Rey Dragon cumplió la promesa que le hizo a sus hijos
—llegando a visitarlos cada cierto tiempo a cada uno
—observando, como sus hijos crecían, solo que, en esta ocasión, en cierto punto, con unos ojos distintos, el Rey Dragon, aunque muy poco, estaba cambiando una vez mas
—a los hijos más pequeños los veía crecer y convertirse en seres increíbles para el mundo, naciendo de estos incluso aquellos que fueron llamados héroes por muchos
—a los más grandes los veía como estos tenían una gran familia y vivían su vida como estos querían
—familia que con el pasar de los años, décadas y siglos, seguía creciendo, y pasando así varias generaciones que el mismo Rey Dragon vio nacer, crecer y morir
—aunque esto último no le importaba a el
—porque, aun así, seguiría visitándolos, viendo a cada nueva generación de su familia nacer, viendo como su familia seguía creciendo
—es así como un día
—el Rey Dragon se hallaba surcando la bastedad del cielo nocturno sobre el calmado y sereno mar
—aquel cielo oscuro, era iluminado por la luz de las lunas y unas pocas estrellas
—el mar brillaba con aquella luz, mostrando una muy hermosa escena con el Rey Dragon en medio de esta sobrevolando el mar
—escena en la cual, el Rey Dragon, aunque levemente, por primera vez en su vida
—el, sonrió
—ya luego de un largo tiempo
—el Rey Dragon descendió a un gran campo, en uno de los pequeños continentes de ese tiempo
—campo el cual se encontraba en medio de un bosque y rodeado de varias montañas
—en ese lugar, se convirtió una vez más en su forma dragonead y continuo su viaje a pie a través del bosque y las montañas
—cazando grandes bestias en su camino, y a lo lejos del gran bosque, llego a avistar un gran reino
Rey Dragon. —creo que estoy yendo por el camino correcto
—eso creo…
—este continente cambio mucho durante todos estos años
Narrador(a)— varios días después
—luego de cazar y dormir en el bosque, logro llegar a las afueras de aquel reino
Caminando desde el bosque en el que se encontraba siguió todo su camino hasta aquel reino, solo en las afueras, podía ver como se reunía una gran cantidad de personas, todas ellas de diferentes razas, pero lo que precia ser más increíble era lo grande del mismo reino. Alzando la vista podía ver encima de la gran entrada una gran bandera con el escudo del reino, algo que pareció por un momento llamar su interés.
Una vez habiendo entrado, se veía incluso más gente que afuera, y parecía ser que el reino se había vuelto el doble de grande por dentro, las multitudes llenaban las calles mientras el Rey Dragon caminaba y miraba su alrededor, había una gran cantidad de puestos de gente vendiendo sus productos, enanos, dragonead, elfos, hombres bestia, todos conviviendo felices.
Pero… aun con tanta alegría alrededor, y muchos aventureros entre la multitud, el Rey Dragon pudo notar a su alrededor como había muchos caballeros rondando, parecían estar vigilando por si algo pasaba, pero la cantidad de estos era mayor de lo que debía, la vista del Rey Dragon entonces se puso a ver a su alrededor el porqué de que hubiera muchos caballeros rondando.
Rey Dragon. —«incluso un lugar tan alegre como este… no se salva de gente mala»
Entre la multitud, se notó levemente como había alguien pasando con algo de rapidez, a la vez que había varios caballeros que parecían perseguirlo, aquellos caballeros miraban entre la multitud buscando a esa persona, el Rey Dragon sin más solo con un leve suspiro, comenzó a caminar lentamente en dirección hacia aquella persona, para toparse con esta. Ambos caminaban lo más natural que podían, hasta que en eso en medio de la calle, entre tanta multitud, se encontraron uno al lado del otro, cosas que el Rey Dragon no desaprovecho y con la mayor rapidez que pudo, le dio tremendo golpe en el estómago a aquella persona dejándolo sin aire y posteriormente inconsciente en el suelo, el golpe fue tan rápido que nadie que estaba tan cerca de esos 2, pudo llegar a siquiera ver, pero algo que si llegaron a notar, o escuchar más bien, fue el ruido del golpe que el Rey Dragon le llego a dar, ruido que a los más cercanos alerto, y viendo como aquel hombre de pronto se quedaba sin aire y luego caía, hizo que estos retrocedieran, provocando una reacción en cadena haciendo que se forme un gran circulo alrededor del Rey Dragon y el hombre inconsciente, cosa que detuvo al Rey Dragon de avanzar al notar que todos se empezaron a mover alejándose de ellos, pensando que quizás lo vieron darle el golpe aunque no fue así, pero el quedarse ahí llamo la atención de los caballeros que estaban rondando la calle y del grupo que seguía a aquel hombre.
El Rey Dragon giro un poco mirando a la multitud como se mantenían alejados, aunque no era de él, este no se había movido del lado de aquel hombre, y todos estaban malentendiendo lo que estaba pasando, por lo que en un momento mientras no miraba, el grupo de caballeros se acercó entre la multitud que les haría paso para llegar hasta el Rey Dragon, y en eso quien los dirigía, el cual era un caballero de armadura color bronce, desenvaino su espada y apunto directamente al Rey Dragon.
Caballero bronce. —¡ALTO AHÍ! —grito en tono algo molesto al verlo—
Rey Dragon. —no es de muy buena educación detener a quien les ayuda con su trabajo
Caballero bronce. —¡A CALLAR!
—¡TE ESTOY DETENIENDO POR LO SOSPECHOSO QUE ERES Y DE ATACAR A ALGUIEN SIN MAS!
Rey Dragon. —¿tienes pruebas de eso?
Caballero bronce. —el tipo muerto a tus pies es una prueba —le dijo molesto apretando su espada—
Rey Dragon. —digo… ¿tienes pruebas de que ataque a alguien inocente? —dijo volteando a verlo—
—además… ¿por qué soy tan sospechoso?, no mate a nadie tampoco —dijo inclinando un poco su cabeza a la derecha—
Caballero bronce 2. —líder —hablo acercándose al caballero de bronce—
Caballero bronce. —¡¿Qué?! —hablo molesto, pero por un momento parecía calmarse—
Caballero bronce 2. —creo que es el hombre al que buscábamos —dijo casi susurrándole en su oreja—
Caballero bronce. —bien, llévenselo de una vez
Dando la orden, su grupo de bronce, procedió a acercarse al Rey Dragon, eran cautelosos, pero viendo como el no hacía nada, más bien, incluso retrocedía para que hagan su trabajo, los calmo y continuaron llevando a aquel hombre inconsciente consigo.
Rey Dragon. —sí que hacen bien su trabajo
—entonces supongo que seguiré mi cam- —dijo mientras trataba de caminar para irse—
Caballero bronce. —¡ALTO! —grito con una mirada feroz hacia el Rey Dragon deteniéndolo—
—¿Quién dijo que puedes irte?
Rey Dragon. —pensé que ya todo había terminado —le respondió mirándolo a los ojos—
Caballero bronce. —tu vienes con nosotros, y sin objeciones, ¿entendido? —dijo acercando su espada al cuello del Rey Dragon—
Rey Dragon. —bueno, no tengo ningún problema igual
Caballero bronce. —¿Cómo te llamas? —dijo molesto, pero retirando su espada del cuello del Rey Dragon—
Rey Dragon. —mmm…
—la verdad, todos me llaman y me conocen como el Rey Dragon
—pero en si… yo no tengo un nombre…
Caballero bronce. —qué bonito, escolto una leyenda como un criminal
—¡muévete mierda!
Diciendo eso, el caballero de bronce guardo su espada y comenzó a caminar guiando el camino al Rey Dragon, quien lo seguía sin ningún problema u objeción, siguiendo el camino que tomaron los otros caballeros de bronce, mientras caminaban, el Rey Dragon seguía mirando a los demás caballeros que había en el camino, parecía que algo en ellos le llamo la atención, por lo que siguió viendo a cada uno, a lo que al caballero de bronce parecía molestarle por su actitud tan despreocupada, a lo que en un momento del camino, pudo notar como el Rey Dragon empezaba a usar su mana, pensando que este lo iba a atacar volteo rápidamente sacando su espada y apuntándole, apareciendo también un aura alrededor del caballero de bronce y como metal liquito flotaba a su alrededor para defenderse y atacar de ser necesario. Sin embargo, al momento de voltear, noto como el Rey Dragon no estaba intentando nada contra él, más bien, el mana envolvía su cuerpo y al momento de dar un paso se pudo apreciar como su mana desaparecía y una gran e increíble armadura comenzaba a aparecer sobre su cuerpo, era un espectáculo increíble para el caballero de bronce.
Aquella armadura de color carmesí, con toques de oro, platino y algo de color negro azabache, dejo muy impresionado al caballero de bronce, quien se había quedado sin palabras, era una armadura mejor incluso que la de los mejores caballeros del reino.
Rey Dragon. —¿Qué te parece?
—me inspiré en las armaduras que portan ustedes, pero le di mi toque
Caballero bronce. —increíble… —dijo muy impresionado—
Rey Dragon. —entonces sigamos, quizás mejore esta armadura luego —dijo continuando caminando—
Luego de aquello, el caballero solo pudo seguir mirando aquella armadura fascinado durante casi todo el camino, algo lo atraía de eso, parecía, que quería tenerla también, pero al mismo tiempo, parecía apenado de ello, cosa que noto el Rey Dragon, pero no pregunto nada hasta llegar. Un muy buen rato después mientras caminaban para entrar en el castillo, todos los caballeros ahí miraban asombrados al Rey Dragon, pensaban que era alguien con un rango superior al de todos regresando de alguna misión increíblemente importante, mientras caminaban las miradas desde antes se posaban mucho en él, cosas que hacía que el caballero de bronce se empezara a sentir algo mal mientras lo escoltaba todo el camino, pero aun así continuo y también les dijo a los demás caballeros acerca del Rey Dragon para que dejaran de verlo, cosas que poco le importaba y solo saludaba a todos, algo que molestaba al caballero de bronce, ya dentro del castillo, en la sala de interrogaciones, el caballero comenzó la interrogación, estaba molesto y no dejaba que los otros interrumpieran, incluso si eran de rangos superiores, a pesar de estar molestos ellos también, parecían no tener interés en interrogarlo o más bien, en perder su tiempo, se les podía notar lo arrogantes que eran por creerse superiores.
Ya luego de un par de horas, sin llegar a ningún lado porque el Rey Dragon de verdad no tenía ninguna intención en lo absoluto, y solo llego de casualidad, el caballero de bronce, más que estar molesto, parecía… decepcionado y triste, y por momentos se le notaba que quería llorar.
Rey Dragon. —¿te encuentras bien caballero de bronce? —pregunto notándose casi algo preocupado por el—
Caballero bronce. —si… * inhala fuertemente* … no… —en su voz se le notaba como parecía estar esforzándose por hablar—
—y tengo nombre… pero no importa ahora
No quería ni levantar la mirada para ver al Rey Dragon, y solo seguía apoyando su cabeza en sus manos
Rey Dragon. —¿puedo saber por qué?
Caballero bronce. —llevo aquí… más de 10 años… solo con eso ya te puedes imaginar como estoy…
Rey Dragon. —un poco, creo que si
Caballero bronce. —tú mismo lo viste ¿no?
—en este reino, el rango de los caballeros está definido por la armadura que portan… y yo… estoy en lo más bajo, con la armadura de bronce desde hace ya 10 años…
Rey Dragon. —¿no debería haber un rango por debajo?
—como ¿armadura de cuero?
Caballero bronce. —no les des ideas —su tono se escuchaba algo molesto—
—esta armadura en gran parte es solo cuero
—el bronce no es más que solo decoración…
Rey Dragon. —eso explica mucho
—y ¿Por qué sigues aquí?
—no eres exactamente débil
Caballero bronce. —no tengo ningún lugar al cual ir —dijo acomodando su cuerpo en la silla recostándose hacia atrás—
—mucho menos… recuerdo si alguna vez tuve un hogar…
Rey Dragon. —¿y eso? —pregunto algo curioso—
Caballero bronce. —ocurrió ya hace muchos años, cuando aún era un niño…
—solo… desperté en un bosque en otro continente, ni siquiera… recuerdo ya el nombre de ese continente o el bosque… y si es que tuvo un nombre —en su tono se notaba como si estuviera algo frustrado mientras hablaba—
—tengo vagos recuerdos… de lo que pudo ser mi vida, solo se, que no es que tuviera una muy buena familia, no era muy querido, y sufría mucho… —su tono cambio y estaba algo triste—
—para este momento… no puedo y no soy capaz de recordar cómo se veían mis padres, o sus nombres…
Rey dragón. —suena a que pareces tener alguna especie de trauma, o algo que te impide recordarlo
Caballero bronce. —debe ser…
—lo único que, si puedo recordar con claridad, es una voz, quizás la de mi madre… —dijo mientras levantaba la mirada mirando al techo—
Rey Dragon. —¿y que te dijo?
Caballero de bronce. —“esto… es todo lo mejor que puedo hacer por ti”
—“por favor, vive lo mejor que puedas”
—“y se feliz”
Rey Dragon. —te abandonaron…
Caballero bronce. —si…
—es todo lo que puedo recordar con más claridad —dijo bajando su mirada para verlo—
Rey Dragon. —suena… a que a pesar de tantas cosas malas que recuerdes que te hicieron…
—aun así, alguien te llego a querer, y hasta de ser posible, se sacrificó porque vivieras y seas feliz
Caballero bronce. —¿tú crees? —dijo agachando su cabeza de nuevo tristemente—
Rey Dragon. —yo si lo creo —dijo dando una muy leve sonrisa—
Caballero. —espero que fuera así…
Rey Dragon. —y al final… ¿Cómo llegaste aquí?
Caballero bronce. —después de despertar… pues, solo me toco sobrevivir
—estaba confundido, triste, y así, pero… estar así no me salvaría, y entonces… vague por mucho tiempo…
—en eso, empecé a usar mis poderes también, a practicar y volverme más fuerte, pero… hasta el momento no soy bueno usándolos
—tengo varios tipos de manas, pero solo se usar bien mi poder de metal
Rey Dragon. —¿tienes varios tipos de mana?
Caballero bronce. —sí, tengo 3
—que es lo que me dijeron en el gremio de aventureros, pero, no sé cómo usar los otros 2
Rey Dragon. —¿puedo saber cuáles son esos tipos de mana?
—podría ayudarte
Caballero bronce. —eso sería mejor de lo que podría imaginar —dijo alzando su mirada mientras forzaba un poco su sonrisa—
—y puedes intentarlo, pero será luego
—no me siento con ganas de intentarlo ahora —dijo terminando dando un gran suspiro—
Rey Dragon. —bueno, puedo esperar, así que puedes continuar —se le noto muy despreocupado en su voz—
Caballero bronce. —quisiera no seguir, pero no importa —hablo con algo de molestia—
—luego de aquello en el bosque, llegar a una gran cordillera de montañas, llegué a un pueblo
—no fui muy bien recibido, pero aun así luego de ver que no era realmente alguien malo o un monstruo, pude estar tranquilo
Rey Dragon. —¿qué hiciste cuando llegaste?
Caballero bronce. —no hice nada
—solo mate muchas bestias y traía sus cadáveres en sacos que hice y algunos los lleve arrastrándolos, así como también llevaba una armadura hecha con materiales de esas bestias
—no la forje ni nada por el estilo, solo desmantele las bestias e improvise una armadura
—así también como algunas armas
Rey Dragon. —para crear una armadura y armas improvisadas sin usar tu mana
—diría que me sorprendes
Caballero bronce. —¿a qué te refieres? —dijo muy curioso por lo que escucho—
Rey Dragon. —cuando manifestaste tu mana antes
—creo que se, un poco tu problema con tu mana y porque no puedes usarlo
Caballero bronce. —¿me estás dando falsas esperanzas? —lo miro muy desconfiadamente mientras hablaba—
Rey Dragon. —no tengo ninguna razón para mentirte, apenas te conozco de un par de horas antes
Caballero bronce. —quizás tengas razón…
—…
Rey Dragon. —¿decías? —haciendo una señal con su mano para que continúe hablando—
Caballero bronce. —¡a veda! —dijo con un pequeño sobresalto—
—pues… eso, en ese pueblo fue donde descubrí mis otros manas, aunque luego de un tiempo la verdad, me rendi en tratar de usarlos, los del gremio tampoco sabían que hacían
—parecía que nunca vieron manas así, lo cual me resulto extraño, pero ya después de todo lo que me paso… creo que solo lo acepte
Rey Dragon. —que desperdicio…
Caballero bronce. —luego de eso, no pasó gran cosa, pase algunos años en el gremio, subí de rango, viví una gran vida diría, hasta que…
—no se… un día de repente estaban contra mí, no importo cuanto haya hecho por ellos, se quería deshacer de mi… —dijo alzando la mirada, viendo al techo de nuevo—
—hubo un gran problema, mate a muchos la verdad, incluidos reyes, para ese momento, a pesar de solo usar un tipo de mana, era alguien demasiado poderoso, y más hábil de lo que pareciera ser —hablo de manera despreocupada—
Rey Dragon. —¿Qué tanto?
Caballero bronce. —yo diría que mucho —su ánimo parecía haberse levantado un poco—
Tras decir eso, este bajo su mirada para ver al Rey Dragon y entonces se quitó toda la armadura que cubría su brazo izquierdo, mostrando su brazo desnudo, el cual tenía algunas cicatrices, y entonces liberando su mana lo concentro en ese brazo, mostrándole al Rey Dragon como desde la punta de sus dedos empezaba a surgir metal en su brazo, o más bien, su brazo se empezaba a convertir en metal, llegando casi hasta su hombro. Su brazo se había convertido en metal solido el cual este era capaz de controlar también, e incluso podía aumentar la cantidad de metal en su brazo, creando con ese exceso de metal la armadura que se quitó, sobre su brazo, era algo impresionante, incluso el Rey Dragon parecía impresionado a pesar de que sus expresiones eran muy leves, pero no por la razón que el caballero de bronce pensaba
Caballero bronce. —¿Qué dices? —dijo con una sonrisa viendo al Rey Dragon—
—lo logre hacer hace ya muchos años atrás, aunque ya casi no lo uso a día de hoy
—lo llame “haki” jajaja —dijo volteando la mirada a su brazo mientras lo regresaba a la normalidad—
Rey Dragon. —“manaficación de mana…” —dijo casi susurrando con una mirada algo sorprendido mirando el brazo del caballero de bronce—
Caballero bronce. —¿manaficación… de mana…? —estaba sorprendido por como lo llamo el Rey Dragon—
Rey Dragon. —lo que acabas de hacer… es algo imposible para cualquier raza salvo las hadas
Caballero bronce. —¡¿espera que?! —casi grito exaltado por lo que dijo—
—no puede ser algo tan impresionante esto… ¿o sí? —estaba incrédulo por lo que decía, pero a la vez algo asustado—
Rey Dragon. —y aún más, tu mana no es control de metal
Caballero bronce. —ok ya me estoy asustando —dijo mirando con miedo al Rey Dragon—
Rey Dragon. —tu poder es más bien, mana mineral
—un poder para controlar minerales
Caballero bronce. —creo que eso explica algunas cosas de hace años —mirando su brazo se quedó pensativo—
Rey Dragon. —trae el medidor de mana ahora —dijo dando una palmada a la mesa para que se apure—
El caballero de bronce asustado por el tema de su mana, termina levantándose yendo rápido para ir a por el medidor de mana, pero por ir tan rápido se termina cayendo. Una vez ya con el medidor que era un cristal gigante, casi del tamaño de su cabeza, se sienta de nuevo en su silla frente al Rey Dragon.
Rey Dragon. —¿qué es esto? —mirando el cristal de cerca—
Caballero bronce. —es el medidor de mana —dándole una palmada al cristal—
Rey Dragon. —¿que los enanos no habían creado un nuevo medidor? —dijo mientras se alejaba un poco y tocaba el cristal—
Caballero bronce. —lo hicieron, pero hace varios meses atrás descubrieron que era demasiado fáciles de manipular, por lo que, hasta que creen uno que sea imposible de manipular, pues… nos quedamos con esto —miro su reflejo en el cristal sonriendo despreocupado—
Rey Dragon. —supongo que atraparon a quien lo manipulo y por eso están más empeñados de lo normal en crearlo
Caballero bronce. —¿esta cosa no sirve? —dándole una palmada al cristal—
Al momento de golpear el cristal, este empezó a brillar emitiendo una luz a su alrededor junto a un aura blanquecina que iba cambiando muy levemente de tonalidad, la cual se elevó lentamente por encima del cristal dando forma a un gran sello con forma de la cabeza de un dragón con una corona hecha de sus cuernos y escamas, la cual a su alrededor tenía runas draconicas flotando y girando en círculos alrededor de la cabeza lentamente.
Caballero bronce. —¡oh! —exclamo sorprendido—
—esta cosa si funciona —menciono sonriendo mientras miraba detenidamente el sello Draconico—
—sí, lo atraparon y lo están usando como rata de laboratorio mientras esperan crear un medidor de mana imposible de hackear
—debido a la techno magia no es de extrañar que ese medidor haya sido alterado tan fácil
Rey Dragon. —lo importante es que lo hayan atrapado, así que parece que las cosas van bien entonces
—te toca —dijo retirando su mano del cristal—
Caballero bronce. —a todo esto… ¿tú no podrías saber qué tipo de mana tengo con solo verme? —dijo viéndolo algo curioso—
Rey Dragon. —no soy un dios
—… —mirándolo volteando la mirada un momento esperando que pruebe el cristal—
—soy algo cercano a un dios, mas no lo soy
—pero no por eso es que sepa qué clase de mana tienes con solo verte, hasta que no lo liberes o lo uses más bien, es como si este estuviera sellado dentro de tu cuerpo y es imposible verlo, incluso para mi
Caballero bronce. —mmmmm… siempre me pareció extraño porque no podía ver el mana de nadie, supongo que era por eso —mientras decía eso ponía su mano sobre el cristal—
—¿entonces solo los dioses son capaces de ver el mana de otros? —pregunto sin apartar su mirada del cristal—
Rey Dragon. —¿viviste tanto tiempo y recién te das cuenta de eso?
—aunqueeee…
Caballero bronce. —incluso si viviera más tiempo, hay cosas del mana que incluso yo no sé
—y la manaficación de mana es una de ellas…
Al decir eso, el cristal comenzó a brillar empezando a mostrar las proyecciones igual que con el Rey Dragon, mostrando de esa forma los 3 manas del caballero de bronce, cada una rodeando el cristal, siendo la primera su mana mineral que se manifestó en la forma de una pequeña masa la cual cambiaba de forma a diferentes minerales y a la vez se expandía y dividía también generando más minerales a su alrededor, desapareciendo cuando la masa cambiaba a otro mineral. Pasando de ese mana comenzaron a ver los otros que estaban girando alrededor del cristal, para saber por qué el caballero de bronce no sabía o podía usarlos, notando el primero, el cual era como un sello, parecido al del Rey Dragon, este sello tenía un martillo de forja en medio, junto con un yunque detrás de este, y a su alrededor había fuego y mineral rodeándolo, aunque aparte de ser un mana de forja el cual el Rey Dragon reconoció como uno que era perteneciente al de muchos enanos, sin embargo, algo al ver ese mana, le llamo la atención, por breves momentos, podía ver como algo parecía querer formarse en ese sello, como si mana quisiera rodear el martillo y al yunque, y debajo de estos parecía querer aparecer un sello con runas enanas, el caballero de bronce estaba, aunque concentrado viendo sus manas, no podía notar lo que pasaba con ese sello de su mana, por lo que no se enteró de lo que pasaba aun, a lo que luego de un momento el mana de forja cambio, revelándose con una forma no tan distinta pero si diferente, el yunque detrás del martillo se había quebrado y dividido en fragmentos, y los minerales y fuego que lo rodeaba cambiaron de dirección dando forma a algo parecido a un átomo, con los minerales juntándose con los fragmentos del yunque para formarse en una masa cambiante girando alrededor del martillo formando anillos a su alrededor, y debajo de eso había aparecido un sello hecho del fuego, junto con runas enanas, mientras que la masa iba cambiando de mineral en mineral, algo que el caballero de bronce no espero, y lo dejo más sorprendido de lo normal, y al mismo tiempo con más preguntas ahora, junto con eso, el Rey Dragon también parecía quizás algo sorprendido, aunque no parecía ser la primera vez que veía ese tipo de mana, si era un mana demasiado raro de ver, incluso para él. Ya con el ultimo mana del caballero, el Rey Dragon y este voltearon la mirada para verlo, y lo que vieron, fue algo que dejo aún más sorprendido y a la vez con miedo al caballero, ya que ese último mana era el mismo mana que tenía el Rey Dragon, o al menos era lo que se vio al inicio, del mismo modo que con el mana anterior, este último también cambio, aunque la diferencia fue menor aún, si fue algo que los sorprendió más, ya que más haya de verse runas draconicas, la cabeza de dragón desapareció dejando solo la corona, y varias de las runas cambiaron, volviéndose runas de diferentes razas, y en medio la corona cambio su forma para acomodarse en el sello, mostrando así un mana que parecía ser superior al del mismo Rey Dragon
Rey Dragon. —¿Qué eres? —su tono pareció cambiar y se le escucho serio—
Al escucharlo hablar, el caballero soltó rápidamente el cristal, estaba asustado por ver sus manas, pero más por el tono con el que el Rey Dragon le hablo, a lo que de manera casi instintiva se levantó de su silla y retrocedió un par de pasos rápidamente tumbándola
Rey Dragon. —¿porque retrocedes? —pregunto algo curioso—
Caballero bronce. —no lo sé… estoy asustado… —hablo temeroso—
—y… no… no lo sé… yo solo sé que soy humano… es todo —aun temeroso volvió a acercarse, pero no dejo de temblar—
—te lo juro… —sentándose de nuevo mirándolo con miedo—
Rey Dragon. —eso no importa ahora, larguémonos, voy a entrenarte —se le notaba serio al hablar—
—como que me está dando interés esos manas que tienes
Caballero bronce. —hey… pero… ¿y lo que estábamos hablando?
Rey Dragon. —lo podemos discutir afuera, de todos modos, el interrogatorio termino y no hay nada más que hacer ahora —dijo levantándose y caminando para irse—
El caballero de bronce aún estaba con miedo, pero no se negó a lo que dijo el Rey Dragon, por lo que este se levantó también para ir con él, yendo ambos afuera, comenzaron a subir las escaleras, estaban muy profundo en el castillo, por lo que sería un camino largo hasta irse.
Rey Dragon. —bueno… ¿Dónde nos quedamos? —pregunto algo confundido—
Caballero bronce. —ibas a decir algo antes de que viéramos lo de mi mana —dijo rápidamente por miedo—
—acerca del mana y así
Rey Dragon. —a eso
—es verdad, como iba a decir
—los dioses no son los únicos que pueden ver el mana
Caballero bronce. —¿de verdad?
Rey Dragon. —sí, aunque no es que sea imposible ver el mana de otros
—el problema está en eso, tratar de verlo con los ojos
Caballero bronce. —no te pases de pendejo —hablo casi molesto—
Rey Dragon. —solo piénsalo, ¿con que intentas ver el mana?
Caballero bronce. —bueno ahí creo que me atrapaste
—¿entonces hablas acerca de una especie de percepción de mana?
Rey Dragon. —si
—ese es el modo de ver el mana de otros
—sin embargo, aun con eso es casi imposible que veas el mana de otros
Alzando su mano, el Rey Dragon procedió a manifestar su mana usándolo para hacer aparecer una pequeña proyección de siluetas de cuerpos, en las cuales se mostraba una de las 2 siluetas con aura, y la otra como si fuera un cascaron vacío.
Rey Dragon. —cómo puedes ver aquí, el de la derecha sería una persona normal liberando su mana, y la otra silueta sería una persona la cual no está usando ni liberando mana —moviendo su brazo lo extendió a un lado para que el caballero lo viera—
Caballero. —parece un cascaron vacío —hablo mirando detenidamente las figuras—
Rey Dragon. —así es como incluso yo te veo, o algo así, mi percepción de mana es muy distinta a la normal
Usando su mana de nuevo altero la silueta derecha haciéndola ver como la de la izquierda, solo que en lugar de ser un cascaron completamente vacío, esta tenía una pequeña nube de mana transparente, tanto dentro, como rodeándola, pareciendo como si hubiera polvo a su alrededor
Rey Dragon. —esta es la verdadera forma como te veo usando mi percepción de mana
Caballero bronce. —intere- ¡¡MIER-¡! —grito al golpearse en la escalera casi cayéndose—
Deteniéndose rápidamente, el Rey Dragon movió su cola para sujetar al caballero de bronce antes de que caiga, y levantarlo
Rey Dragon. —¿te encuentras bien?
Caballero bronce. —sentí que moriría —dijo algo asustado mirando los escalones—
—pero… estoy bien jeje… jejeje… —aún estaba asustado, pero siguió subiendo, solo que con más cuidado—
Rey Dragon. —entonces podemos seguir —subiendo las escaleras nuevamente—
Caballero bronce. —entonces… ¿Quién aparte de los dioses puede ver el mana?
—aparte, recuerdo que antes mencionaste a las hadas por la manaficación de mana
Rey Dragon. —bueno, ahí tienes tu respuesta
Caballero bronce. —¿las hadas pueden ver el mana de otros? —inclino un poco la cabeza mientras lo miraba curioso—
Rey Dragon. —sí, aunque eso se debería a que las hadas en sí, son formas de vida de mana, por lo que incluso si uno lo oculta, ellos pueden verlo
Caballero bronce. —y pensar que deje de interesarme en ciertas cosas a lo largo de mi vida…
—espera… —hablo sorprendido—
—nunca he visto un hada… —dijo algo desanimado—
Rey Dragon. —es algo normal
—no todos en este mundo son capaces incluso de encontrar una, hay quienes pasaron toda su vida sin llegar a ver un hada y piensan aun que son solo un cuento
—oh, ya vamos a salir —mirando la luz que salía de la salida—
—ese maldito sótano sí que estaba muy profundo
Caballero bronce. —ni tanto, el verdadero sótano es la sala de prisioneros, ese está a una hora de bajada, es horrible el solo bajar —dijo un poco cansado—
—mmmmm… ¿?
—¿formas de vida de mana?
Rey Dragon. —básicamente, las hadas no son seres exactamente “vivos” o en sí, seres normales, así como tú, sino que es eso, son prácticamente “mana” “vivo”
—por algo la manaficación de mana es algo que solo las hadas deberían poder hacer, ya que es directamente la manipulación de mana para darle forma, no en magia, si no directamente… en algo “solido” y eso incluye… lo que tu hiciste
Caballero bronce. —¿uh? —estaba confundido a la vez que interesado—
Rey Dragon. —el convertir parcial o por completo tu cuerpo en mana y alterarlo
Habiendo terminado de hablar, el caballero de bronce termino con más intriga, al igual que emoción por lo que le esperaba, pero parecía algo asustado en su mirada, y así es como los 2 salieron del sótano interrogatorio, saliendo en uno de los varios patios del gran castillo, siendo tapados por la sombra de este.
Rey Dragon. —hace frio —alzando la mirada al castillo—
Caballero bronce. —cállese… —dando un pequeño suspiro por el cansancio—
—mejor salgamos del país, ahí no abra problemas si causamos algo de destruccióooon —dijo estirándose a lo que su espalda trono— ¡AH!
El caballero de bronce termino cayendo al suelo del dolor y la sorpresa de escuchar ese tronido, a lo que el Rey Dragon moviendo su cola lo termino agarrando cual trapo para cargarlo mientras que volvía a caminar, entrando de nuevo al castillo y preguntando a algunos caballeros de plata por el camino de salida del castillo, luego de un rato caminando por los pasillos, el caballero de bronce solo se quedó mirando todo el camino que tomaba el Rey Dragon, a lo que llegaron a un pasillo que pasaba por uno de los más bellos jardines del castillo.
Caballero bronce. —¿estamos perdidos no? —alzando su mirada para ver al Rey Dragon—
Rey Dragon. —por supuesto que no
—solo estamos yendo a que te despidas de alguien muy especial —mirando a una mujer que había en el jardín—
Caballero bronce. —¿a quién? —sorprendido por lo que decía—
El Rey Dragon de verdad se perdió, pero aun así continuo con el camino, deteniéndose en el pasillo que cercaba el jardín y alzando al caballero de bronce al cual aún sujetaba con su cola, lo alzo para que viera mejor el jardín y a la mujer.
Caballero bronce. —oye, yo la conozco —no parecía sorprendido, pero era solo su expresión—
Rey Dragon. —genial, salúdala y luego despídete, estaremos fuera por quizás algunos meses
Caballero bronce. —… —solo se quedó mirándola, se veía algo desanimado—
Rey Dragon. —¿ocurre algo caballero de bronce? —volteando la mirada al caballero—
Caballero bronce. —no… no ocurre nada —mirando a la mujer a lo lejos—
—solo vámonos, estoy seguro de que improvisaste esto —volteando su mirada al Rey Dragon, viéndolo molesto—
Rey Dragon. —como crees… —evitando mirarlo—
—bueno, entonces nos vamos
—¿quieres que te lleve como ahora? ¿o caminaras?
Caballero bronce. —llévame… no tengo ganas de caminar ahora —se le escuchaba aun desanimado y casi forzándose el hablar—
Con eso, el Rey Dragon se lo llevo sosteniéndolo con su cola, el caballero de bronce en eso solo se dejó llevar, parecía un trapo mientras el Rey Dragon lo cargaba, por lo que para este fue más fácil llevárselo. En eso mientras ambos se alejaban, aquella mujer a lo lejos en el jardín, volteo la mirada al pasillo donde estaban el caballero de bronce y el Rey Dragon, parecía que había llegado a escucharlos, o eso creía.
Sirvienta. —¿ocurre algo princesa? —acercándose para luego ver también a aquel pasillo con curiosidad—
[¿? (princesa)]. —no… no ocurre nada
—solo… me pareció creer que alguien me miraba
Sirvienta. —¿está segura? —volteando a verla—
[¿? (princesa)]. —por un momento… creí sentir una mirada conocida… observándome… —en sus palabras se notaba algo de tristeza, a la vez que decepción por no ver a esa persona—
Aquella princesa bajo un poco la mirada con tristeza, solo para después levantarla y caminar de regreso adentro del castillo, aunque su tristeza aún no se iba. Mientras tanto por los pasillos del castillo, se encontraban el caballero de bronce y el Rey Dragon, quienes continuaban su camino, tardaron un buen rato hasta que finalmente encontraron la salida, y en ese rato se quedaron hablando de lo que podían, parecían llevarse bien esos 2.
Ya afuera del castillo, el Rey Dragon seguía llevando al caballero de bronce sosteniéndolo con su cola, el parecía que no quería caminar aun, pero su estado había mejorado un poco, y así solo siguieron su camino a través de las calles del país, la gente los veían raro debido a quien llevaba el Rey Dragon en su cola, pero eso era lo de menos para ambos, al caballero de bronce no le importaba, y el Rey Dragon no era capaz ni de sentir vergüenza, por lo que solo siguieron, compraron comida, ropa, y muchos materiales de forja, junto con un pico para minar en cualquier momento. De ese modo, bien equipados y sin importarles lo que pensaran los que los vieron, salieron del país cruzando la gran entrada de los muros.
Guardia. —¡buenas! —se le escuchaba algo frustrado y cansado—
—motivo de su… ¿salida? —estaba algo curioso y confuso al ver al rey Dragon y el caballero de bronce—
Caballero bronce. —¿Paco? —mirando al guardia—
Paco (guardia). —¿caballero de bronce? —lo miro curioso—
Caballero bronce. —¿incluso tú me llamas así? —lo miro molesto, pero valiéndole al mismo tiempo—
Paco (guardia). —no me importa lo que digas —dijo de manera indiferente—
Rey Dragon. —¿él no sabe tu nombre? —mirando al caballero de bronce—
Caballero bronce. —se le olvida mi nombre, aunque me canse de recordárselo, a veces lo intento… pero qué más da —relajando su cuerpo pareciendo que se caía hacia atrás—
Paco (guardia). —si recordara el nombre de todos, me dolería la cabeza —hablo mientras despedía a otra persona que pasaba de salida—
—y bueno… ¿van a algún lugar especial? —volteando la mirada a ellos—
Rey Dragon. —nos vamos del país para entrenar, estaremos fuera un laaaaaaargo tiempo —mirando al guardia—
Paco (guardia). —bueno… diviértanse —hablo indiferentemente—
Caballero bronce. —nos vemos en unos meses —despidiéndose de Paco mientras el Rey Dragon se lo llevaba—
Paco (guardia). —regresen en un año si pueden
Rey Dragon. —creo que podemos —despidiéndose del guardia—
Paco (guardia). —«tampoco desaparezcan tanto tiempo»
Luego de esa corta despedida, ambos continuaron su camino, pasando las puertas del muro y continuando a través del campo que había por fuera de ese muro, de vez en cuando saludando a algunos carruajes y otros aventureros que pasaban por ahí, todo estaba bien, pero algo pasaba por la cabeza del caballero de bronce, notándose en el cómo se le veía estar algo decaído
Rey Dragon. —¿te preocupa algo?
Caballero bronce. —no del todo…
—solo pensé que tanto serviría este entrenamiento, es todo
Rey Dragon. —no te preocupes tanto caballero de bronce, de que servirá, yo te aseguro que lo ara
—tenemos un viaje largo, y mucho tiempo, para cuando todo termine, serás ascendido a lo más alto, y si no se puede, te crearan un rango más alto
Caballero bronce. —jajaja… ese es un gran sueño
Rey Dragon. —y por eso no debes preocuparte, siempre es posible algún día poder alcanzar tu sueño, el deseo es un poder increíble
—…
—bueno, tenemos mucho tiempo libre, ¿quieres preguntar algo? —volteando a ver al caballero de bronce mientras seguía caminando—
Caballero bronce. —mmmm…
—a decir verdad, si tengo algunas dudas, o más bien… curiosidad acerca de algo—alzando la mirada hacia el Rey Dragon—
Rey Dragon. —entonces dímela, tratare de responder —volviendo a mirar el camino—
Caballero bronce. —antes… en el castillo, me mostraste la silueta, y me dijiste como se ve el mana en otros
Rey Dragon. —sí, eso es verdad
Caballero bronce. —hay otra forma de ver el mana de otros ¿verdad?
—una forma de verlo sin ser un dios, un hada, tener una gran percepción de mana… o incluso, que la otra persona lo manifieste —mirando al Rey Dragon seriamente—
Al decir eso el Rey Dragon no dijo nada, parecía que algo pasaba por su mente ante esa pregunta, aunque más bien eran pensamientos del propio caballero de bronce, pues el Rey Dragon solo estaba pensando, algo, hasta que hablo
Rey Dragon. —si
—la hay
—pero…. digamos que eso… es un caso muy especial
Caballero bronce. —¿Qué tan especial? —se escuchaba algo nervioso en su voz—
Rey Dragon. —tendrías que estar muerto
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