De criminal a detective. - 07
Han pasado 2 meses desde que Alex entró a trabajar en la agencia, todo ha estado bien: la paga es buena y el ambiente no es denso y los días libres puedes programarlos para salir con compañeros del trabajo para tomar unas copas, o ir a divertirse a establecimientos de índole erótico, no habría ninguna queja… no la habría, si tan solo no se la pasara barriendo banquetas o ayudando abuelas a cruzar la calle.
Dos meses tardó Alex en que su paciencia culminara, después de ese tiempo cada día se la pasaba quejando de lo que hacía, este día no era la excepción, se quejaba mientras barría las afueras de la agencia con los nervios de punta, harto del trabajo.
—¿Pero qué rayos estoy haciendo aquí? —susurró—. ¡¿Dónde demonios están los casos de robos, secuestros o asesinatos!? ¡¿Dónde rayos están!? —Furioso, tiró la escoba al suelo.
—Oh vamos Alex, esto no es tan malo, sinceramente es mejor que estar cuidando el tráfico, deberías tranquilizarte —dijo un oficial que se encontraba con Alex barriendo fuera la agencia.
—Puede que a ti te parezca tranquilo, pero yo odio estar barriendo y limpiando, no soy una maldita criada ¿sabes? —contestó Alex mientras caminaba en círculos.
—No decías eso hace dos meses desde que empezaste —dijo el oficial serenamente.
—Hace dos meses no, pero ahora sí, cuidar viejas ya me tiene fastidiado, patrullar estúpidamente también, y ni digamos de barrer calles.
—Lo sé, pero ve el lado bueno: que no haya ningún disturbio significa que el distrito es muy seguro ¿No crees?
—Sinceramente, prefiero mil veces que haya desorden a que haya una paz súper aburrida —contestó con rostro de desagrado.
—A mí me gusta esta tranquilidad, me hace sentir que nadie está sufriendo ahora mismo, entré aquí con ese propósito: mantener la paz —dijo el oficial inflando su pecho de orgullo.
—Pues yo no, entré aquí por qué pensaba arrestar drogadictos y patear traseros de ladrones, ¿Sabías que trabajé en un caso incluso antes de entrar a trabajar? hasta me felicitaron por ello y dijeron que sería un honor si volviera a colaborar, pero viendo lo que he estado haciendo, veo que solo fueron palabras.
Alex se sentó en la banqueta de la agencia.
—Aaaahhhh… ahora mismo Chrono ha de estar disfrutando el tiempo atrapando a algún idiota que se quiso pasar de listo, y yo aquí barriendo hojitas secas de mierda —agregó Alex llevando su mano izquierda a su cara y suspirando en señal de cansancio y aburrimiento.
—Es muy temprano como para que el agente Forla esté haciendo eso, además, él es un agente especial, nosotros somos solo oficiales.
El oficial metió las hojas que había recogido en una bolsa negra, y cuando se dio vuelta, Alex lo miraba con cara de póker mientras se acercaba más a él.
—Eehh… ¿Qué pasa, Alex?
—Repite lo que dijiste.
—¿Qué? ¿Qué quieres que repita?
—Lo que dijiste hace un momento, de que Chrono es un agente especial y yo un oficial.
—Acabas de repetirlo tú ¿Sabes? Pero sí, él es un agente especial, tú y yo oficiales que apoyan a los agentes especiales en sus casos —contestó el oficial alejándose un poco de Alex, que lo tenía frente a él.
—¿Un oficial y un agente especial no son lo mismo? —preguntó ingenuamente.
—Los agentes especiales como el señor Forla o la señorita Jannet son los que reciben directamente los casos y los que se encargan de buscar pruebas, buscar información y obviamente, atrapar a esos criminales; mientras que los oficiales nos encargamos de los casos menores como patrullar o bajar gatos de los árboles, los cuales no es necesario la intervención de un agente especial —explicó el agente.
Alex escuchó toda la explicación con la mirada sombreada, dándose cuenta del tremendo error que cometió.
—¿Me estás diciendo que estuve dos meses pensando que era un agente especial como Chrono? —preguntó Alex con una voz gruesa y seria y con la mirada sombreada.
—¿Querías ser agente especial? Vaya, eso no lo sabía, bueno, tampoco es como que lo hayas mencionado desde que empezaste a trabajar.
Hubo un silencio rotundo por unos momentos, para que después Alex entrara a la agencia a toda prisa sin siquiera despedirse.
Solo pasaron segundos, pero Alex ya se encontraba frente a la puerta que daba al departamento de agentes especiales, dispuesto a tirarla abajo si estaba cerrada, pero para su suerte estaba lista para abrirse. Sin pensarlo dos veces, abrió la puerta con fuerza que hizo un estruendo en la pared, dentro se encontraban Chrono y Moumoku que estaban revisando unos papeles, al escuchar el golpe voltean a la entrada sin mucha preocupación como si fuera normal que azoten la puerta.
—Chrono Bastardo, ¿Por qué rayos no me dijiste que estaba en el puesto de oficial de porquería? Llevo dos meses pensando que era un agente especial, merezco una explicación —dijo Alex con una sonrisa irritada y forzada.
—Usted vino pidiendo trabajo en la agencia, nunca específico que quería trabajar en este departamento —contestó Chrono serenamente regresando la mirada a los papeles que revisaba antes, Moumoku hace lo mismo.
—Sabes, si alguien que colaboró en un caso llega pidiendo trabajo allí mismo es de sentido común saber que le gustó lo que hizo ¿no?, ¿Cómo rayos lo mandas a un puesto que no tienen nada que ver? —dijo Alex con la misma sonrisa forzada.
—Tanto en el puesto de oficial como de agente se puede preservar en orden de la sociedad, además, no es tan sencillo volverse un agente especial, debes pasar por algunas pruebas para comprobar que eres apto, además de cumplir con cierto tiempo de servicio para que te adaptes al ambiente del trabajo —explicó Chrono entregándole los papeles a Moumoku, el cual los llevó a un escritorio que estaba a pocos metros.
—Perfecto, pues acepto hacer las pruebas, no creo que sean tan complicadas, al fin y al cabo, tengo mucho tiempo libre —dijo Alex estrujando su puño derecho con su mano izquierda.
—No tienes tiempo libre, estás en servicio ahora, pero aun así puedes hacerlas si así lo deseas, ve a la recepción y pide más información allí, cuando tengas todo ven aquí de nuevo para tu chequeo personal —explicó Chrono mientras miraba una pizarra portátil que tenía muchos datos random.
Alex salió de la oficina nuevamente sin siquiera despedirse, dejando la puerta abierta. Chrono se dirigió a ella para cerrarla.
—¿Crees que lo contraten para este puesto? Admito que es hábil, pero aun así no es del todo apto en mi opinión, sus razones no son sólidas —dijo Moumoku.
—Todo dependerá de qué opine y crea conveniente el jefe, si él lo cree apto entonces no podremos decir nada, aunque por mí no hay problema —contestó Chrono cerrando la puerta y yéndose a sentar en su escritorio.
Apenas salió de la oficina, Alex fue directamente a la recepción de la agencia a pedir más información, las pruebas eran exactamente las mismas que las que hizo para conseguir su identificación, con la diferencia que ahora había dos pruebas nuevas: manejo del incapacitador y simulación de la escena. Sin más rodeos tomó las pruebas completando las pruebas escritas y físicas en tiempo record, y las psicológicas sin ningún problema; dejando solo a las últimas dos nuevas pruebas.
Alex se dirigió primero a la prueba de manejo del canalizador, en ella le entregaron un arma que parecía un taser de un color azul muy oscuro con detalles azules más claros que brillaban constantemente como si las recorriera energía por dentro.
«Jeee, así que esta es la arma que llevaba Jannet aquel día» pensó mientras sostenía y miraba detalladamente la arma.
—Lo que tiene en sus manos es un incapacitador de prueba, a diferencia de los incapacitadores normales, este no tiene munición letal, en cambio solo da pequeñas descargas eléctricas, también viene equipado con la función de camuflaje, esta estará activa hasta que usted sostenga la arma, en otras palabras, la arma será invisible para los civiles hasta que la tenga en sus manos —explicó la oficial que supervisaba la prueba de Alex.
—¿También es invisible para los demás agentes?
—No, los demás agentes que estén cerca de usted podrán ver su incapacitador tanto usted ver los de los demás.
—Ya veo, ¿Y cómo rayos se usa? Por lo que recuerdo alterna según el objetivo ¿no? —Jugueteaba con el incapacitador.
—Cómo usted dice, el arma tiene la capacidad de detectar al objetivo, y así alternar entre la munición letal o la no letal, pero para que pueda hacer eso, primero tiene que verificar la identidad del objetivo; la arma sabe que está apuntado a un ser vivo, sin embargo, no disparará ninguna de las municiones hasta identificar a quien está apuntado.
—¿Y cómo hace eso, tengo que dispararle con ella?
—Exactamente, el arma viene con una tercera munición, la cual es un nano-examinador de muestras, la cual al impactar al objetivo sacará una pequeña muestra de ADN y se la comunicará a el arma, detectando así al objetivo, está munición es muy pequeña y no causa ningún tipo de dolor, por lo que puede ser usada sin alertar al criminal.
—Entiendo, tres municiones, camuflaje que desaparece cuando la sostienes, y un identificador que alterna entre balas. «Es un poco anticuado tener tres municiones, pero supongo que sí no la han quitado es porque no presenta problema, o también por qué no tienen otra opción»
—Suficiente de hablar, es mejor que la pruebe usted mismo, apunte al maniquí de allí, está imbuido con ADN de un criminal que ahora se encuentra tras las rejas, puede usarla ahora y cambiará a la munición eléctrica.
Alex apuntó al maniquí y disparó, como era de esperarse, lo primero que salió es una pequeña bala que parecía un pequeño mosquito, este se incrustó en el maniquí y sacó la muestra, apenas y examinó la muestra, en los ojos de Alex se ven proyectados los datos del individuo.
—Supongo que ya estará viendo los datos frente a usted, esto es posible gracias a la conexión que el incapacitador hace con su portador mediante el uso de microondas que el cerebro recibe y proyecta hacía sus ojos.
—¿No sería más eficaz transmitir directamente al cerebro la información?
—Años antes así era, pero los usuarios se empezaron a quejar de la sensación que da el que de repente una gran cantidad de información apareciera en tu cabeza, por lo que terminaron cambiando el método.
—Bueno, tiene sentido, ¿Entonces ahora ya puedo disparar las balas eléctricas? —Volvió a apuntar al maniquí
—Claro, apunte dónde quiera y dispare.
Alex apuntó a la cabeza de maniquí y disparó, del incapacitador salió una bala negra que tenía una franja azul celeste, un segundo después de entrar en contacto con el objetivo, la descarga eléctrica se hizo presente y electrocutó al maniquí.
—Listo, ahora que sabe cómo funciona el arma principal de un agente se da por terminado la prueba no sin antes darlo otro dato: aunque el incapacitador es el arma recomendable para acabar con los criminales, también tiene permitido llevar un arma de fuego normal por si por alguna razón el incapacitador no funciona, ahora sí, puede retirarse.
Alex salió de la sala y se dirigió a la simulación de la escena, la cual no presentó ningún reto para él, incluso le indigno lo fácil que fue, parecía como si haya sido sacado de un cuento de detectives para niños.
Con todas las pruebas hechas, Alex se dirige nuevamente a la oficina, abre la puerta tranquilamente y sin más le entrega los resultados a Chrono.
—Aquí están los resultados, ahora quiero mi pupitre y mi primer caso.
—Impresionante, completaste todas las pruebas el mismo día que pediste información, normalmente una persona se toma dos días para no saturarse y estresarse con ellas —dijo Chrono con asombro.
—No fueron ningún obstáculo, de hecho, no podrían haber sido más fáciles, incluso pensé que solo eran de broma.
Chrono revisó los resultados con detenimiento.
—Hmm… Ya veo… Si… Todo parece estar bien… Sí, todo está en orden, los papeles están completos, completó las pruebas.
—¿Entonces ya soy agente especial? Y eso que el oficial ese dijo que era difícil ser uno, ¡ja! Puras estupideces.
—No tan rápido, señor Mefhisto, aún falta una última prueba, y está es la más complicada, si no puede con esta prueba, no importará todo lo que hizo hasta ahora.
—¿Más pruebas? Que aburrido y tardado es esto ¿Ahora de que rayos se trata, tengo que salvar una anciana o bajar un gato de un árbol?
—Nada de esa índole, más que prueba, es una entrevista por así decirlo, y esta entrevista es con el comandante del departamento de agentes especiales, en otras palabras, nuestro jefe; si no consigue la aprobación del jefe, no será aceptado aún si usted es un genio o prodigio.
—Una entrevista con el patrón, entiendo ¿Y por dónde demonios llego con él? en todo el tiempo que llevo aquí jamás lo he visto.
—Seguramente no lo ha visto por qué usted llega cinco minutos tarde y se va justo a la hora de salida, el jefe en cambio es el primero en llegar y el último en salir de aquí, el caso, se encuentra por esa puerta detrás mía —dijo Chrono volviendo a su trabajo de papeleo.
Alex se dio la vuelta hacia la puerta, sin mucha preocupación abrió la puerta y entró, era una habitación de tamaño promedio dónde solo había una ventana larga y ancha, un mueble con múltiples libros, un escritorio normal y tres sillas, una delante de las otras dos y detrás de ella la ventana, frente a esa misma ventana se encontraba el jefe del departamento, mirando hacia el exterior con las manos detrás de él.
Llevaba puesto un traje perecido al que usaban los soldados del ejército continental de la guerra de independencia de Estados Unidos, no movía ninguna parte de su cuerpo, solo miraba por la ventana, Alex permaneció en silencio por unos momentos hasta que decidió hablar.
—Tú es el jefe del departamento ¿verdad? vengo a hacer una pequeña y rápida entrevista contigo para poder ser aceptado para el puesto, ¿Necesita que le cuente de mis aficiones o de cual será mi desempeño en el trabajo? —dijo Alex serenamente con un ligero tono de sarcasmo.
—Lo estuve esperando desde el día que llegó por primera vez a la agencia, señor Mefhisto, se me hizo raro que no apareciera ante mí hasta ahora, aunque sabía que lo haría tarde o temprano —dijo el jefe del departamento de agentes especiales dándose vuelta y dirigiendo su mirada hacia Alex, era un hombre con edad, pero aun así se le veía fuerte y sano.
—¿Me estaba acosando desde que llegué a este lugar?, es tan impresionante como desagradable debo decir, viejo —dijo Alex serenamente mientras procedía a tomar asiento.
—Supongo que aún no sabe mi nombre, permítame presentarme, soy Albert Mewrence, encargado del departamento de agentes especiales y el comandante de esta agencia de policía —dijo Albert mientras hacía una reverencia con una sonrisa tenue en su rostro.
—No solo te encargas de este departamento, sino que, de toda la agencia, ahora me pregunto cómo rayos no supe de ti hasta ahora «Mewrence, ¿Dónde escuché ese apellido antes» ¿Eres un tipo de fantasma o alma en pena? para tu desgracia, soy escéptico.
—Puede que usted no sabía de mí, pero yo sé todo de ti, Alex Mefhisto, el único criminal de categoría Z que existió en la tierra.
Alex quedó paralizado, no habían pasado ni cinco minutos que se encontró cara a cara con él y ya sabía quién era anteriormente, sin poder evitarlo, se puso serio y tenso a la vez.
—Pero ¿qué dice? Si yo solo soy una persona normal que Reencarnó en este mundo —contestó Alex tenso, pero tratando de guardar la calma.
—No puede engañarme, joven Mefhisto, sé que empezó en el mundo del crímen cuando apenas tenía 14 años, fue acorralado a sus 27 años en su edificio de preferencia, saltó de dicho edificio para evitar ser atrapado y en ese momento es cuando reencarnó aquí, no hay nada que no sepa, nada —dijo Albert muy tranquilamente con una ligera sonrisa.
—… ¿Cómo es que lo supiste? Absolutamente nadie de aquí sabe de quién era antes de llegar a este lugar.
—Por mi habilidad “Expediente”, me permite saber todo de una persona con solo intercambiar palabras con ella por un pequeño lapso de tiempo: sexo, edad, tipo de sangre, incluso puedo ver todos los crímenes que ha cometido a lo largo de tu vida, puedo ver todo sobre ti o de cualquier persona.
—Si ya sabías quien era, ¿Por qué rayos me tienes aquí todavía? ¿Piensas encerrarme ahora por todo lo que hice? Es una gran oportunidad para hacerlo, estoy literalmente en la boca del lobo —Por instinto, se puso alerta a cualquier movimiento.
—Tranquilo joven Alex, no le he dicho a nadie peligroso sobre ti, además, no sabía quién eras hasta que hablé contigo hace apenas unos momentos, no tengo la intención de encerrarte —dijo Albert mientras tomaba asiento.
—¿Y se puede saber por qué no lo haces? fui el individuo más buscado en mi mundo.
—Usted lo ha dicho, fue, aquí no es más que un ciudadano normal, y tampoco podría volver a serlo por lo que ha hecho hasta ahora, todos sus actos han sido por defensa propia, o por defensa de otra persona, aunque debo decir que ha cruzado un poco la raya, no es necesario romper todos los dedos de una persona.
«Tch, ¿También sabe de eso? literalmente sabe todo sobre mí, no le puedes esconder nada» —Ya veo, ¿Entonces estoy impune por ahora? —preguntó tranquizándose un poco y reacomodándose en la silla.
—Así es, no hay porque ponerse serios, joven Mefhisto, es totalmente inocente ahora mismo —dijo Albert con una tenue sonrisa en su rostro.
—Que cosas, vine aquí buscando su aprobación, pero viendo que sabes todo de mí no hay manera de que me la des, es mejor que me valla antes de tener las manos esposadas.
Se levantó de su silla y se dirigió a la puerta para salir de la habitación.
—No tan rápido, no me has dejado dar mi opinión, toma asiento de nuevo.
—¿Para que seguimos con esto? Sabes quién soy, es una estupidez que me contrates para trabajar aquí.
—Si hay una manera, y esa es comprobando de que ya no eres un criminal —contestó Albert serenamente.
—¿Que ya no soy una mala persona? ¡Ja! estupideces ¿Cómo sabes que no volvería a cometer caos en la ciudad?
—Eso es muy fácil, por qué sé que hacerlo ya no te da satisfacción, ya no te llena como lo hacía antes, llevas dos meses en este mundo y no haz quemado o explotado algún edificio, en cambio, salvaste a un joven y atrapaste a un ladrón de joyas y su secuaz —dijo Albert sacando los papeles del caso en el que Alex participó.
—Solo lo hice por diversión, nunca tuve como principal meta salvarla, solo lo vi como una manera de pasar el tiempo —Respondió seriamente volteando hacia otro lado.
—Y esa era la misma razón por la que sembraba el caos, por mero entretenimiento, tiene prácticamente las mismas razones para ahora sembrar el orden —dijo Albert aun manteniendo la serenidad.
—¿A qué quiere llegar con toda esta mierda? Vayamos directamente al grano, esto me está aburriendo bastante —dijo Alex con una voz irritada y un poco molesta.
—Está bien, lo que quiero decir es que lo contrato, le permitiré divertirse por el tiempo que vea necesario, y cuando se aburra de ello, se puede ir sin mayor problema y hacer lo que quiera después de ello.
El jefe sacó un papel que tenía una apertura para un sello.
—Supongo que no es tan simple como lo dice, es tan beneficioso para mí y tú no ganas nada ¿Cuáles son tus beneficios de este trato? las letras pequeñas del contrato, dímelas —dijo Alex con seriedad posicionando sus dos brazos sobre la mesa y llevando sus manos a su barbilla.
—Sabía que no se dejaría llevar solo por los beneficios, se nota que sabes de negocios, en fin, solo hay un beneficio para mí, y ese es ver cómo tú oscuridad se va iluminando con este trabajo, estoy seguro que pasará, y es la única garantía que pido»—dijo Albert serenamente.
—¿Una apuesta para ver si el trabajo me evangeliza? ¡Ja! Esto no es una obra shonen, pero me gustan las apuestas, supongo que estoy dentro.
Estiró su brazo para hacer un saludo y así cerrar el trato.
«Nada me garantiza que si rechazo me deje ir, más vale que siga su juego, al fin y al cabo no me afecta mucho»
Albert también estiró su mano y la estrechó con la de Alex, cerrando así la negociación, después de eso Albert sacó un sellador y selló el papel y se lo entregó.
—Así que esta es la dichosa aprobación, solo un pedazo de papel con un sello —dijo Alex sosteniendo el papel como si fuera un trozo de basura.
—Tiene el sello de la persona a cargo de esta agencia, entrégasela al agente Forla y todo estará listo para tu aceptación al departamento de agentes especiales —contestó Albert serenamente mientras guardaba el sellador en dónde lo sacó.
La puerta se abrió y entró una persona, era la agente Jannet que venía con unos documentos en mano.
—Abuelo, aquí tienes los documentos que me pediste, me costó un poco encontrarlos, pero al fin pude hacerlo —dijo Jannet acercándose al escritorio y dejando los documentos encima de ella.
—Gracias Jany, puedes volver a lo que estabas haciendo —contestó Albert con una sonrisa.
—Espera, espera, espera, ¿Dijiste abuelo? ¿Eres la nieta de este viejo? No me estés jodiendo, debes estar de broma —exclamó Alex asombrado.
—No es ninguna broma, en serio es mi abuelo… Un momento ¿Qué rayos estás haciendo TÚ aquí? —contestó Jannet exaltándose al final.
—Tu abuelito me acaba de contratar para el puesto de agente especial, así ahora somos compañeros de trabajo —dijo Alex volviendo a su personalidad habitual.
—¡¿Qué?! Oh no no no no no, eso sí que no, no puedes trabajar aquí de ninguna manera, abuelo, tienes que arrestarlo ahora mismo, este tipo es peligroso —exclamó Jannet bastante molesta.
—No puedo hacerlo, llegué a un acuerdo con él, pero no te preocupes, te aseguro que no hará ninguna estupidez mientras trabaje con nosotros, ahora quiero que lo adiestres en el trabajo que se hace en el departamento, por favor —dijo Albert sereno dándole una sonrisa a Jannet.
—Tch, no hay remedio, si el jefe dice que está bien, entonces lo está… Sígueme, te mostraré como se trabaja aquí —dijo Jannet dándose media vuelta y saliendo de la habitación.
Alex se levantó, pero antes de salir, Albert lo detuvo.
—Espero grandes resultados de ti, joven Alex —dijo con una sonrisa.
—Eso dependerá de mí.
Después de este pequeño intercambio de palabras, Alex salió de la habitación del jefe y se puso a seguir a la agente Jannet.
—Está vez estuviste muy dócil, ya sabía yo que aquel día estabas en tus días.
Jannet se detuvo y se dio la vuelta para mirar a Alex.
—No sé qué hiciste para que mi abuelo te aceptara, pero de una vez te digo que yo no lo he hecho, y nunca lo haré, buscaré la forma para sacarte de aquí, no te quiero cerca de mi o de cualquiera del departamento.
—Una lástima, el trabajo en equipo es fundamental en este lugar, pero para que te quedes tranquila, intentaré no ser tan fastidioso.
Jannet lo miró fijamente a los ojos, y después siguió caminando.
Jannet se detuvo frente a un escritorio con una silla acolchonada de las típicas de una oficina, parece como si nadie lo hubiera usado en años: todo empolvado, lleno de telarañas y mierda de insectos, la silla se encontraba en las mismas condiciones de mal cuidada, Jannet sacó un paño de su bolsillo y sacudió por encima del escritorio con una expresión de desagrado, cuando terminó de quitar el polvo de arriba, miró con tristeza su paño hecho un desastre, suspiró y miró a Alex
—Este será tu escritorio, límpialo antes de usarlo si no quieres contraer alguna enfermedad, aunque por mi cuenta te prefiero muerto, en fin, cuando termines de hacerlo, le avisas a Chrono y él te dará tu primer trabajo —explicó Jannet sujetando su paño como un trapo maloliente y sucio.
—Lo primero que debo hacer como agente es limpiar un escritorio lleno de mierda, ¿Por qué rayos se encuentra en este estado? ¿Nunca antes lo habían usado? creo que esta cosa sirve más como combustible para una fogata.
—Este y otros escritorios de la agencia no han sido usados desde… bueno, desde cierto evento, solo estaban guardados en la bodega, justo hoy lo trajeron, me preguntaba para quien era, pero no pensé que era para ti.
—Sí, sí, de nada ¿Por qué simplemente compran unos nuevos?
—Eres tan despreciable, aaaaahhhh… tenemos que usar todo lo que tenemos, además, la agencia no ha tenido mucho presupuesto para remodelaciones últimamente, así que deja de quejarte y límpialo de una vez.
Jannet pasó por el lado de Alex y después se fue al baño para limpiar su paño que quedó todo sucio por solo pasarlo por encima de dicho escritorio.
Sin mucha gana, Alex empezó por ir por utensilios de limpieza para el escritorio, salió de la oficina y se dirigió al cuarto de intendencia que se encuentra a unos metros de la oficina, entró al cuarto y tomó unos paños, un sacudidor, agua en un balde, jabón y productos aromáticos, salió del lugar y regresó.
Después de unos largos 30 minutos, Alex por fin deja el escritorio impecable, se sienta y prueba la silla.
—Aaaahhh… Definitivamente, esta silla es una mierda, tendré que comprar una más cómoda, como sea, será mejor que valla con Chrono para por fin recibir mi primer encargo.
Alex se levantó de la silla y se dirigió al escritorio de Chrono, este estaba revisando una gran pila de papeles, Y se percató que Alex se acercaba.
—Supongo que ya está listo para su primer trabajo.
—Sí, sí, sí, estoy listo para patear culos, dime dónde busco y los encontraré enseguida.
—Lamento decirle que hoy no hay ningún caso por resolver, su primer trabajo es revisar estos documentos y ver si todo está en orden, cuando termine me lo trae devuelta para el último chequeo —dijo Chrono entregándole una tercera parte de los documentos a Alex
—… ¿En serio? ¿Hice todo esto para convertirme en un maldito explotado laboral? No me estés jodiendo, yo quiero ir a arrestar idiotas, no estar revisando papelitos —exclamó molesto.
—Ya le dije, señor Mefhisto, por el momento no hay ningún caso por resolver, quizá en unas horas más aparezca uno, pero por el momento cumpla con su trabajo revisando estos documentos por favor —Chrono no despegaba la mirada de sus documentos.
Alex tomó los documentos totalmente indignado y se fue hacia su escritorio. Mientras tanto, Moumoku, el cual se encontraba cerca de Chrono aprovecha para hablar con él.
—Oye, ¿No le diste unos documentos de más, crees que pueda revisarlos todos? —preguntó mirando la cantidad de documentos que llevaba Alex.
—Es una persona lista, pero quiero comprobar que tan dispuesto está para hacer cosas que no sean de su agrado, y ahora que lo pienso, ya va siendo hora a qué el bastardo mujeriego llegue al trabajo, aunque no es como si lo necesitemos la verdad —contestó Chrono serenamente revisando más y más papeles.
Mientras tanto, fuera de la agencia, una persona se encontraba parada en frente de ella.
—Bueno, supongo que ya es hora de empezar.
Comments for chapter "07"
QUE TE PARECIÓ?