Me convertí en un Príncipe Demonio - 191
(Perspectiva Leonte)
-Toc, toc-
(Leonte, despiértate de una vez)
-¡¿Qué paso?!
(Soy yo, no te asustes)
Lo siento, estaba durmiendo profundamente…
(Me di cuenta… de todas formas, están llamando a la puerta)
-…Adelante
La de anoche fue una fiesta muy movida, que terminó bastante tarde, acabé desplomado en mi cama luego de despedirme de todos.
-Príncipe, ya está todo listo para su partida (Matías)
Matías ingresó a mi habitación.
-Solo cinco minutos más
Me vuelvo a acurrucar en mi cama.
-No hay tiempo para eso (Viole)
Escucho la voz de Viole y acto seguido siento como me quitan las sábanas con las que me estaba tapando.
-Podía haber estado desnudo…
-Sé que usas pijama (Viole)
Es una precaución para que no se me vean el resto de manchas en mi cuerpo.
(Y parece que tienes que seguir utilizándolo)
-Ya podrás dormir en el carruaje, ahora solo cámbiate y procura estar lo antes que puedas en la salida del palacio (Viole)
-¿Ni siquiera puedo desayunar?
-Aquí tiene príncipe (Matías)
Matías me deja, sobre la mesa, una bandeja con mi desayuno.
-Te lo agradezco Matías
-No hay problema (Matías)
-Te lo vuelvo a decir, no te tardes (Viole)
-No lo haré
Viole y Matías abandonan mi habitación.
(Parece que te están echando, seguramente están ansiosos por tener días de tranquilidad en el palacio)
Te estás volviendo una experta en chistes… o mejor dicho en molestarme
(Lástima que solo tú puedes deleitarte con mi talento)
Una completa y total lástima…
Me levanto de mi cama y lo primero que hago es tomar un sorbo de café.
(Alguien se aproxima)
-Espero que me compartas un poco (Arnold)
Torno mi mirada hacia mi ventana y me encuentro a Arnold sentado en su marco.
-Me alegra ver que te pudiste escapar de Tania
-No fue una tarea fácil, me pasé la mitad de la noche escondido en un árbol (Arnold)
-Jajaja
Le acerco la taza de café a Arnold.
-Te la ganaste, lograr que Megara se divirtiera es un mérito que probablemente solo tú tengas
-Qué te puedo decir, soy una persona de grades proezas (Arnold)
-Jaja, sigue así
Mientras hablo con Arnold me comienzo a cambiar.
-Entonces ¿A dónde te irás? (Arnold)
-¿Quién te contó que me iría?
No bebí mucho anoche, así que estoy seguro de que no fui yo ¿O sí?
(No, tú no le dijiste nada)
-Nadie… lo deduje solo, la de anoche parecía una fiesta de despedida, además de que vi el carruaje afuera y de que escuché tu conversación con Viole… (Arnold)
-Todo un detective…
-…Entonces ¿Me contarás? (Arnold)
-Suspiro-
-Tengo que ocuparme de algunos asuntos que me encomendó mi madre… perdón por no contarte antes, asumí que si te lo decía harías todo lo que pudieras para ir conmigo
(Por suerte vino a preguntar y no se escondió en el carruaje)
-Jaja, aunque me encantaría… conozco los límites, así que no me entrometeré… solo no causes muchos alborotos a donde sea que vayas (Arnold)
-Sabes que ese no es mi estilo
-Jajaja… cierto, seguramente tendré noticias tuyas muy pronto (Arnold)
-Tal vez
(Espero que solo estén bromeando)
Sí, solo estamos bromeando…
-De humano a demonio y de demonio a Príncipe… tú tienes una vida realmente loca (Arnold)
-Tú lo has dicho
Aunque, ya me he acostumbrado y espero que se mantenga así por mucho tiempo más.
-Príncipe ¿Ya está listo? (Matías)
Parece que han venido a apurarme.
-Sí, ya voy
-De acuerdo (Matías)
Le quito la taza de café a Arnold y me tomo lo que queda, todavía tengo bastante sueño.
-¿Vendrás a despedirme?
-Por su puesto (Arnold)
(Y así es como comienza una nueva aventura)
¿Qué es lo que haces?
(Solo estaba tratando de darle emoción)
[…]
(Príncipe Aramis)
Todo el Reino está muy emocionado por el Festival de la Primavera, pero a mí solo me importa volverme Caballero Real… Tengo muchas ambiciones y necesito comenzar a ubicarme en un puesto importante en este Reino, por lo que necesito conseguir poder. El grado de caballero me dará mucha influencia… pero, ese maldito Leonte ha venido a interferir en mis planes, mi hermana le tiene demasiada confianza y ella no es alguien fácil de sorprender, así que es casi seguro que será un oponente que dará pelea aunque tenga todo en su contra. Evidentemente, algo está ocurriendo con el Reino Demoníaco y todavía no sé de lo que se trata…
-Escúchenme atentamente (Kenya)
-Sí Princesa (Teniente)
Estaba a punto de seguir caminando por el pasillo, cuando la voz de mi hermana se escucha detrás de la puerta de la sala de juntas… parece que está reunida con algunos de los solados de nuestro ejército.
-En aproximadamente unos tres días, tanto el Príncipe Dantalian, como el Príncipe Leonte estarán llegando a la frontera de nuestro país cerca de Tilcara, así que necesito que vayan a esperarlos para poderlos escoltar hasta nuestra Capital (Kenya)
-Entiendo Princesa, no habrá ningún tipo de inconvenientes (Teniente)
-Así lo espero… además, necesito que mantengan esto bajo secreto, ya que Leonte participará de la competencia en el Festival de la Primavera (Kenya)
-¡¿Participará por el puesto de Caballero Real?! (soldado a)
Parece que les ha causado bastante sorpresa a todos… me alegra saber que no soy el único en reaccionar de esa manera.
-Cálmense, les estoy adelantando esta información porque tarde o temprano se enterarán, pero por ello mismo necesito que trasladen a los Príncipes sin que nadie más en el Reino lo sepa… supongo que comprenderán la razón por la que queremos evitarlo (Kenya)
-Así es Princesa (Teniente)
No quieren que las personas se alteren y comiencen a protestar por incluir a una persona de otro Reino antes de comenzar la competencia.
-¿En serio dejarán participar a un demonio? (soldado b)
-¡Manténgase en su puesto soldado! (Teniente)
-Lo siento… pero, no puedo evitar pensar qué ocurriría si gana… (soldado b)
-Yo igual (soldado a)
-Esto podría causar muchos disturbios… los demonio no son de fiar (soldado c)
-Si no pueden mantenerse callados los degradaré y tendrán que limpiar baños (Teniente)
El silencio se hace presente en la sala… el Teniente es alguien que sabe imponerse y respeto eso.
-Descuida Teniente, yo me ocupo (Kenya)
-Como usted prefiera (Teniente)
El tono de voz de mi hermana me dice que se ha enojado.
-Pueden tener todos los tipos de prejuicios que quieran sobre los demonios, pero la verdad es que son la raza más fuerte de este mundo, por lo que si lográramos que formaran parte de nuestro Reino tendríamos a un aliado muy poderoso (Kenya)
-Puede ser cierto… pero… no puedo confiar en un demonio (soldado b)
-Tarde o temprano nos traicionará… (soldado c)
Parece que su mala fama los va a seguir por siempre… lo cual a mí no me molesta, incluso me beneficia ¿Quién no va a querer que el Príncipe le gane al demonio? Todos en el Reino estarán alentando por mí.
-Por eso mismo quiero que gane Leonte, podría ser el comienzo por el cual todos puedan darse cuenta que todos somos capaces de vivir juntos y que no por ser de otro Reino tenemos que ser enemigos
-Tal vez… aunque, es muy difícil de creer… (soldado b)
¿Demonios y hombres bestia conviviendo juntos? Solo mi hermana puede pensar que algo así se pueda conseguir… son puras fantasías.
-De todas maneras, estas son órdenes directas de nuestro Rey, así que espero que las cumplan sin titubear (Kenya)
-Le doy mi palabra Princesa, cumpliremos con nuestra misión ¿No es así? (Teniente)
-Sí Teniente (soldado a)
-Sí Teniente (soldado b)
-Sí Teniente (soldado c)
-Está bien, entonces, salgan en este momento rumbo a la frontera, tienen que llegar antes que los Príncipes (Kenya)
-Desde luego Princesa (Teniente)
-Yo me retiro (Kenya)
-Pasos-
Parece que mi hermana viene hacia acá… será mejor que me esconda.
-Apenas regresen a la Capital repórtense conmigo (Kenya)
-Por su puesto (Teniente)
Me agacho para poder ocultarme debajo de una mesa que está en el pasillo… mi hermana abre la puerta de la sala de juntas y veo sus pies pasar por delante de mis ojos. Por suerte no se ha percatado de mi presencia, sus pensamientos la deben tener distraída.
-Todos alístense, tenemos que montar en nuestros caballos para dirigirnos hacia la frontera (Teniente)
-Sí Teniente (soldado a)
-Sí Teniente (soldado b)
-Sí Teniente (soldado c)
Los solados y el Teniente también abandonan la habitación… tengo que intercederlos.
-Me alegra que estén listos para irnos
-¿Príncipe? ¿De dónde salió?… no importa… (Teniente)
Tampoco me había visto debajo de la mesa.
-¿Me puede repetir lo que me dijo? (Teniente)
-Digo que yo también estoy preparado para partir, así que es mejor que nos movamos
Tanto el Teniente, como los soldados se me quedan viendo extrañados.
-¿Estás hablando de nuestra misión? (Teniente)
-Así es, tenemos que ir a buscar a los Príncipes Leonte y Dantalian a la frontera de Tilcara
Trato de ser lo más exacto posible para que me crea.
-Veo que realmente está al tanto… pero, la Princesa no me informó que vendría con nosotros (Teniente)
-Eso es porque, mi padre me lo encargó directamente a mí, no le dijo nada a mi hermana, pero como es un asunto bastante serio quiere que su hijo se encargue de recibir personalmente a los Príncipes, así damos una mejor imagen… asuntos de realeza… no hace falta que se preocupe por eso
-…Mmmmm, no lo sé, debería constatarlo (Teniente)
¡Soy el Segundo Príncipe cómo puede ser que no me crea! Viejo desconfiado…
-Yo no haría eso
Bloqueo el paso del Teniente.
-¿Por qué no? (Teniente)
-Sinceramente me ofende que no confíes en mis palabras, soy el Príncipe ¿Crees que te mentiría? Así que te advierto que lo único que lograrás es que perdamos el tiempo ¿De verdad molestarás a mi padre por un asunto tan trivial como este?
El Teniente mantiene sus ojos sobre mí.
-Vamos Teniente es el Príncipe… quedará mal que no le crea… (soldado b)
-Suspiro- (Teniente)
-Muy bien, te esperamos en el establo en cinco minutos (Teniente)
-En seguida me dirijo hacia allí
Veo como los soldados, junto al Teniente, se alejan rumbo al establo, me alegra haber podido persuadirlos.
-Ruido-
Me doy la vuelta y veo que un sirviente tiró un vaso al suelo.
-¿Desde cuándo estás ahí?
Debe haber visto que estaba espiando la conversación de mi hermana… como no lo noté antes.
-No vi nada (sirviente)
-¿Segura?
Su actitud temerosa cuando me le acerco me confirma que fue testigo de todo.
-No diré nada se lo prometo Príncipe (sirviente)
-Eso espero… porque si no tu vida podría correr peligro
Recorro mi mano por su mejilla y le hago un pequeño corte con una de mis garras.
-Por favor, no me haga nada (sirviente)
-Limpia lo que rompiste antes de que te haga castigar
-Sí Príncipe (sirviente)
La sirvienta comienza a recoger los pedazos de vidrio con su mano… una lo cortó, parece que se está aguantando las ganas de llorar… que desagradable.
-Mantente callada
-Sí… se lo… prometo (sirviente)
De acuerdo, no creo que deba preocuparme por ella, está muy asustada como para decir algo… así que, hora de ponerse en marcha ya estoy ansioso por conocer al famoso Leonte.
Comments for chapter "191"
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