De criminal a detective. - 02
Alex se encontraba confundido, desorientado, no tenía ni la menor idea de qué acaba de pasar; hace un momento estaba esperando estrellarse en el pavimento para que después su cuerpo sin vida se volviera a elevar otros 15 metros sobre el suelo debido al rebote del impacto, pero en cambio, estaba parado en medio de una banqueta en plena luz del día rodeado de un montón de gente, casi pareciera que estuviera en medio de un festival o algo por el estilo.
— (¿Qué demonios acaba de pasar? ¿Acaso esto es mi purgatorio? No, si lo fuera, quizá estuviera en medio de un pozo lleno de lava encima de una plataforma que poco a poco se va desmoronando) — Alex miró a su alrededor con una expresión seria intentando recordar el lugar.
— (Esto es demasiado irreal, no siento dolor y este lugar es cálido, casi pareciera que me haya transportado a alguna especie de paraíso, pero eso es imposible, solo basta ver un minuto atrás para darse cuenta) — Recuerdos de todas sus fechorías llegaban a su cabeza, lo que le provocó una sonrisa malvada. — (jaja, soy tremendo en verdad).
— (Okey suficiente nostalgia, debo centrarme en lo que está pasando ahora, veamos… — Miró a su alrededor para recabar información. — Probablemente esto sea esta cosa llamada ECM, leí por allí que estás cosas se manifiestan en tu lecho de muerte, aunque no recuerdo la razón; mmm… ¿Remordimiento quizá? no lo creo, no me arrepiento de nada de lo que hice, quizá solo sea por qué estoy a punto de morir, si, es solo por eso) — El criminal recordó aquella información para darse una idea de lo que estaba pasando.
— Aunque debo decir que esto se siente bastante real, casi pareciera que en realidad estuviera vivo — Se movió y se concentró en la sensación de calidez que daba aquel sol tan brillante que lo segaba.
— (Espera, se supone que estás dichosas ECM pueden ser desde un pasillo con una luz hasta el fondo, o, por otro lado, recuerdos de tu vida, aunque no recuerdo haber pasado por este lugar antes, de echo ni siquiera sé dónde me encontraría ahora mismo — Alex miró una vez más a su alrededor con la esperanza de que llegara algún recuerdo, pero era en vano. Antes de que pudiera seguir analizando su situación, por accidente una persona chocó contra él con lo que parecía ser una especie de sombrilla, haciéndolo sentir un poco de dolor.
— ¡Ah! ¡Lo siento señor! ¡Tengo mucha prisa, estoy llegando tarde al trabajo! — Dijo la persona que había chocado con él, era una chica la cual se veía muy apurada, parece que en serio llegaba tarde.
— ¿Eh? — Exclamó Alex con una mueca de descontento mientras observaba a quién había chocado contra él. Antes de que procediera a decirle algunas cosas, la chica salió disparada como una bala, desapareciendo de su campo de visión.
— ¡Espera! ¡Aún no eh terminado contigo! ah, se ha ido, bueno… por lo menos este encuentro me comprobó que esto no es un sueño o una ECM, maldita mujer, ese pinchazo sí que dolió — Se sobó el brazo para aliviar el dolor.
— ¿Ahora que rayos hago? Mmmm… Meh, simplemente caminaré por esta calle para ver qué pistas obtengo — Una vez dicho esto, Alex se dispuso a explorar por el lugar.
Llevaba casi 10 minutos caminando sin encontrar ninguna buena pista, lo único destacable que veía eran restaurantes con sirvientas con orejas y colas de animales.
— (¿Acaso se está celebrando al medio ambiente? veo a mucha gente con colas y orejas de animales, ¿O quizá este es alguna especie de barrio otaku? Eso explicaría por qué hay gente vestida así) — El criminal recordó sus visitas al país del sol naciente y a todas las mujeres que conoció allí, sonriendo perversamente en el proceso. — (Bendito sea Japón).
— Aunque debo decir que este barrio me recuerda mucho a las calles de San Francisco, estos pequeños locales y uno que otro edificio… ¡Ah que recuerdos! hace mucho que no voy para allá, quizá vaya a darle una visita después, claro, después de salir de aquí, y si es que aún estoy vivo — Recordó sus últimos momentos de vida sabiendo que todo indicaba que había muerto, provocándole preocupación, que segundos después desaparece. — Bueno, estar parado como idiota en medio de la banqueta no me dará ninguna pista, más vale que siga caminando — dicho esto, el criminal sigue su caminata.
Pasaron otros 7 minutos sin encontrar alguna pista fiable de su ubicación, y para colmo, la gente de alrededor no dejaba de mirarlo.
— (Maldición, esto se está haciendo largo y aburrido, no dejo de ver gente vestida como animales, por otro lado, ellos tampoco dejan de mirarme) — Inconscientemente por la situación, tomó una expresión de disgusto en su rostro. — (¿Tanto les molesta que no vaya vestido como un perro?).
— (A pesar de que entendí claramente lo que aquella mujer dijo, estos letreros tienen letras que no entiendo, no parece nada que haya visto antes, solo falta que ahora haya quedado idiota y no sepa leer, ya sería el colmo) — Alex miró detenidamente y muy de cerca un letrero de un establecimiento intentando identificar los garabatos, pero lo único que consiguió fue que la gente y los empleados del lugar lo miraran raro, ante esto decidió irse de allí y seguir su recorrido.
Siguió caminando con la mente totalmente en blanco y muerto de aburrimiento hasta que se encontró con un artista callejero, este hombre estaba a punto de hacer un truco con lo que parecía ser un huevo y un recipiente con agua.
— Jeeee… Hace tanto tiempo que no veía un espectáculo callejero — Sonrió levemente — Veamos qué es lo que tienes para entretenerme — Se acercó al artista para ver en primera fila el truco de magia.
— ¡Contemplen el poder de mi habilidad!, ¡haré hervir este huevo dejando la yema por encima de la clara! — El artista gritaba cada tontería para atraer a la gente alrededor, lo cual funcionó y en pocos segundos se encontraba rodeado de un público.
— (Demonios, que aburrido sonó todo eso, ¿En serio atrajo tanta gente solo diciendo semejante porquería? la curiosidad del ser humano es tan absurda) — A pesar de sus pensamientos, Alex se quedó a observar el espectáculo, mientras tanto, el artista seguía explicando su truco.
— Como podrán ver, es un huevo totalmente normal y corriente, pero mire detenidamente, meteré el huevo en este recipiente, ¡y lo calentaré perfectamente con manejo de mi habilidad! — El artista seguía gritando y haciendo movimientos extravagantes que atrajeron a mucho más público.
La expresión de aburrimiento e incredulidad de Alex se hacía cada vez más notoria. — (Maldita sea, sigues jodiendo con eso de tu habilidad, ¡haz el maldito truco de una vez! que tengo muchas cosas que hacer ahora mismo)
El artista colocó sus manos abiertas en frente de aquel recipiente — ¡Es hora del show! ¡Llamas, surjan y obedezcan mis órdenes! — De repente, las manos del artista se iluminaron de un rojo vivo, para después de ellas saliera fuego, el cual impactó directo al recipiente, envolviéndolo en llamas. El artista no dejaba de gritar como si estuviera en un anime — ¡¡¡AAAAAAAAHHHHHH!!! ¡¡¡Invierte tu interior!!! — Después de mucho grito, el hombre por fin se detuvo.
— ¡Y ahora, es hora de ver el resultado! ¿Salió bien? ¿Salió mal? ¿Qué es lo que creen ustedes? ¡Ahora mismo lo comprobaremos! — El artista procedió a abrir el huevo que, para la sorpresa de todos, si estaba invertido.
Aunque la mirada de aburrimiento de Alex decía otra cosa, se escuchaban una gran cantidad de halagos. — ¡wow! — — ¡Asombroso! — — ¡Increíble! — — ¡Enserio lo logró! — — ¡Eres fabuloso! — — ¡Qué gran manejo sobre su habilidad! — Ante esto, el artista no pudo evitar inflar su pecho de orgullo.
— ¡Por supuesto que soy increíble!, todo gracias a mi gran manejo de mis llamas, ¡he practicado desde chico para llegar hasta este punto! — El artista explotaba de soberbia con cada halago que recibía, y mientras tanto Alex explotaba de asco con cada halago que el artista recibía.
Después de un tiempo, la gente se empezó a irse no sin antes haber dado una recompensa al artista, su estuche estaba completamente lleno, casi no lo podía cerrar; Alexis procedió a irse también del lugar, claramente, él no dio ningún centavo al artista.
— ¡Que porquería de espectáculo!, no había visto un show tan mediocre desde que aquel meeting político en ese país tercermundista, simplemente hirvió un huevo dándole vuelta a la yema, ¡¿Qué tiene de especial eso?!… Aunque creo que soy el único que pensó eso, llenaron a ese tipo de dinero y elogios que casi pareciera que no podría con ellos — Alex suspiró por decepción, y en cierta parte por envidia.
— (Jamás había visto que a un mero artista callejero le dieran semejante propina, era casi lo que ganaría un empresario sobrexplotado por su empresa, ¿Tan raros son este tipo de espectáculos) — Pensó Alex mientras seguía caminando por las calles de la ciudad, y aun siendo absurdamente observado por todos a su alrededor, aunque ese factor le dejó de importar.
— Aunque me pregunto de dónde demonios consiguió que el fuego saliera de sus manos, no noté ningún tipo de tanque de gas debajo de su ropa o brazos ¿qué rayos habrá hecho?… Meh, no es que tenga mucha importancia, tampoco es como si pudiera ir y preguntarle, lo más seguro es que ya no esté allí, además, como dice aquel refrán “un mago nunca revela sus secretos» — Dijo Alex poéticamente juntado sus manos como si fuera a hacer una reverencia de Kung fu.
— Al menos conseguí un poco de información de esta estupidez, tal parece que este lugar se comercia con un tipo de moneda que jamás había visto — Alex sacó su billetera y miró el efectivo que llevaba dentro y los tiró en un cesto de basura que se cruzó en su camino. — Esto solo me traerá más problemas en el futuro.
— Quizás no tenga más opción que ir al departamento de policía, no.… Aún no sé dónde me encuentro, cabe la posibilidad de que aquí también me estén buscando para freírme el cerebro en esa maldita silla — Alex miró a su alrededor para ver si había algún cartel de búsqueda como en el viejo oeste, pero no había nada, lo que le alivió, pero a la vez le dio un golpe directo a su orgullo como criminal.
No tuvo que pasar mucho tiempo hasta que se encontrara en frente de un callejón que se podía usar como atajo para pasar a la calle del otro lado, en este se encontraba una mujer que parecía que estaba siendo acosada o asaltada por tres hombres: uno flaco, uno enano, y otro que parecía un gorila por lo grande y fuerte que se veía, Alex no tenía ningún interés en ayudarla, hasta que pensó que una vez la haya “rescatado” le podría sacar información de dónde demonios se encontraba, teniendo en mente esa posibilidad, precedió a intervenir.
— Oh vamos, no nos hagas el trabajo más difícil, solo danos lo que queremos y puede que salgas viva de este callejón — Dijo el delincuente flaco.
— Y ni siquiera se te ocurra intentar correr, afuera están esperando otro de mis compañeros para atraparte y matarte en el momento — Dijo el delincuente enano con tono burlesco.
— ¡No sé las daré, váyanse y déjenme en paz o si no.… — La chica fue interrumpida por uno de los delincuentes.
— ¿O si no qué? ¿Llamarás a las autoridades? ¡Ja! antes de que lleguen tú ya estarías muerta y nosotros ya no estaríamos aquí — Dijo el delincuente flaco con tono amenazante, la chica empezó a temblar ligeramente por el miedo.
— ¡Última oportunidad, estúpida! ¡Danos lo que buscamos o sufrirás por tu idiotez! — El delincuente flaco sacó una navaja de su bolsillo.
A pesar del miedo que sentía, la mujer se mantenía firme en su respuesta — ¡Prefiero estar muerta antes que decirles dónde está! — Miró con determinación a los ojos de aquel hombre, dejando claro que no iba a decir nada.
— ¡Entonces sufrirás por tu insolencia! — El delincuente flaco se acercó a la mujer para atacarla, pero a pocos metros de que pudiera dañarla, se escuchó una voz a las espaldas de los delincuentes.
—¡Parece que se están divirtiendo! ¿Me dejan unirme a la fiesta? ¿O ya no hay espacio para más invitados? — Alex tenía una sonrisa relajada y soberbia, a comparación de lo que se ha enfrentado en el pasado, esto era como un paseo por el parque.
Los delincuentes miraron detrás de ellos y vieron a Alex parado rebozando confianza, lo que los molestó — ¿¡Eeehhh!? ¿Quién es este imbécil? ¡Largo de aquí! ¿O tantas ganas tienes de morir? — Exclamó el delincuente enano con tono amenazante.
— Creo que ninguna de las dos, más bien, tengo ganas de patear el trasero de un pitufo, un esqueleto andante, y de aquel pie grande de allá — Las palabras y la sonrisa de Alex hicieron que los delincuentes se pusieran aún más furiosos.
— ¿¡Qué fue lo que dijiste, maldito payaso!?, ¡vuélvemelo a decir a la cara si es que tienes agallas! — El delincuente flaco apuntó su navaja hacia Alex, el cual no se vio afectado.
— Les diría de otras mil maneras, pero la mayoría de ellas la censura no me dejaría decirlas, así que confórmense con eso — Dijo Alex burlescamente, terminando de enfadar al delincuente.
— Maldito… ¡TE ARREPENTIRÁS DE HABER DICHO ESTO! — El grito alertó a la gente que pasaba por el lugar, los cuales procedieron a llamar a la policía.
— ¡Te rebanaré el estómago para que se salgan tus entrañas! — Gritó otra vez el delincuente arremetiendo contra Alex con la navaja lista en la mano para cortarlo.
— ¡Espera!, ¡No lo hagas! — La chica gritó y estiró su mano para detenerlo, pero no funcionaría.
— ¡¡¡MUEREEEEEEE!!! —
Aunque la mayoría del tiempo Alex solo se la pasaba escapando de las autoridades evitando así cualquier tipo de pelea directa, unos de sus principales trabajos era el de asesinar, el cual claramente no se le podía pedir a un lacayo que lo haga, ya que supondría en la posibilidad de un fracaso, por lo que Alex tenía que encargarse el mismo, consiguiendo así mucha experiencia en el campo de batalla cuerpo a cuerpo, desde saber la ubicación de los puntos vitales y blandos del cuerpo, hasta el conocimiento de defensa ante armas punzo cortantes.
— Joder, que lento — Dijo Alex con tono y rostro de aburrimiento, esquivando el ataque y golpeando al delincuente en la nariz, haciendo que sangrara.
— ¡Uuuhhh!¡Maldito!,¿¡Cómo te atreves!? ¡¡¡MUEREEEEEEE!!! — Gritó una vez más el delincuente recibiendo otro golpe en el estómago como respuesta, antes de que pudiera caer al suelo, Alex lo sujetó de la camisa — Oye, ¡Pero si pesas menos que una pluma! — Alex le da tres golpes más en el rostro, el último de ellos arrojándolo al suelo inconsciente.
— Guhh… ¡maldito! ¡Ya verás, pagarás muy caro por lo que hicis…! — Antes de que el delincuente enano pudiera terminar la frase, Alex se abalanzó contra el tomándolo por sorpresa, haciendo que este quisiera esquivar el ataque creando una apertura, hecho que aprovechó Alex para propinarle un rodillazo en el estómago, levantándolo, acto siguiente golpearlo por la espalda hacia dirección al piso chocando fuertemente contra este, dejándolo inconsciente en el acto.
Alex procedió inmediatamente a atacar al delincuente más grande y fuerte de los tres, parecía un gorila, medía casi tres cabezas más que Alex, sin mencionar que también era dos veces más robusto que él; aun así, siguió corriendo hacía el para golpearlo. Optó por dar una patada directa al rostro del delincuente que, para su suerte, el gorila atrapó y estrujó su pierna. —Tch, maldita sea — Intentó zafar su pie, pero el hombre lo arrojó hacia unos recipientes que se encontraban cerca.
— ¡Señor! — La chica gritó en señal de preocupación por Alex.
— ¡Jajaja! ¿Qué pasa? ¿Ya te rompiste? hasta hace un momento presumías de una gran agilidad, ¡pero ahora no puedes ni hablar!, vaya desperdicio de tiempo, lidiar con un idiota que se cree héroe no era parte del plan, pero me sirvió para entretenerme un poco — El delincuente miró a dirección de la chica.
— Volvamos a lo que estábamos haciendo, ya no tengo mucho tiempo antes de que lleguen las autoridades, así que dime dónde está si es que quieres vivir — Se posicionó frente a la chica tomándola del cuello y levantándola.
— Guh… Ya te lo dije antes, ¡Prefiero morir antes que decirte! — La mirada de la chica solo demostraba determinación, no mostraba miedo en absoluto.
— Bueno… entonces muere — El delincuente arrojó su puño hacia atrás para propinar un buen golpe, pero se escuchó una voz desde unos recipientes, lo que detuvo su ataque.
— Alto ahí, maldito gorila, y por cierto, no soy ningún héroe, solo soy un idiota que le gusta meter sus nariz en lo que no le incumbe — Alex salió de entre los recipientes sacudiéndose todo el polvo de impacto.
El delincuente soltó a la mujer dejándola caer al suelo tosiendo y volteó a la dirección de Alex con una mirada molesta — ¿Eh? ¿aún sigues vivo, maldito?
— Simplemente estaba tomando un descanso, este día ha sido bastante estresante, por lo que decidí relajarme un poco en aquellos recipientes, además, no tengo muchas ganas de morir dos veces el mismo día, gracias a tu lanzamiento se terminó de caer el óxido que llevaba encima, ahora sí puedo pelear en serio — Dijo Alex preparándose para volver a luchar.
— ¿Aún después de eso te atreves a levantarte, enaltecerte y hacer bromas? ¡te arrepentirás de haberte topado conmigo! — El hombre enorme se abalanzó contra Alex, el cual procedió a esquivar todos y cada uno de sus golpes. — Por lo grande de tu cuerpo, es fácil predecir tus ataques, lentos pero poderosos, bastante fáciles de esquivar — Dijo Alex con el fin de enfadar al delincuente para que siguiera atacando.
El delincuente no dejaba de tirar golpes que Alex esquivaba con facilidad, eran tan fuertes como para matar a una persona normal, después de un rato de esquivar, el delincuente se terminó de enfadar.
— ¡Deja de moverte y lucha como un hombre, maldita cucaracha! — Gritó el delincuente explotando en ira.
— Debido a tu gran fuerza, es casi imposible darte un golpe que te cause algún tipo de dolor, pero si esperas lo suficiente, de repente verás una maravillosa apertura frente a tus ojos — Se acercó peligrosamente al delincuente, este al no saber cuál era el plan que tenía en manos, simplemente decidió lanzar un golpe con todas sus fuerzas directo al rostro de Alex, el cual esquivó y procedió a golpear con mano abierta la garganta del delincuente. — Jacke mate, perra— Susurró antes de golpearlo.
El golpe fue directo a un punto vital, habría dañado la vía respiratoria haciendo que el delincuente se asfixiara, muriendo en el acto, pero Alex se contuvo y solo le dio con la fuerza como para cortarle la respiración el suficiente tiempo para dejarlo inconsciente ya que, si lo mataba, espantaría a la mujer que estaba presente. Al faltarle el oxígeno, el delincuente se agarró el cuello, para que segundos después cayera inconsciente.
— Vaya vaya, no tenía pensado tener que pelear hoy y menos en esta situación, pero que se le va hacer… — Antes de que siguiera hablando y haber hecho un comentario de mal gusto, Alex se percató que la chica lo estaba mirando detenidamente tirada en el piso, como si fuera una damisela contemplando a su salvador. Era una mujer joven de cabello largo y castaño con un sombrero de playa beige, llevaba una blusa verde con volantes, un pantalón de vestir negro, unos tacones de tacón corto y un suéter ligero de color negro.
— (¿Que rayos se hace ahora?, nunca me vi en la necesidad de intervenir directamente en un asalto o acto de acoso, piensa en una respuesta ingeniosa) — Alex procedió inmediatamente a pensar en una respuesta ingeniosa digna de un príncipe salvador.
— Además, no podía dejar sola a una linda señorita cuando veo que se encuentra en problemas — Le dirigió una sonrisa amable a la chica, la mujer solo se sonrojó y miró hacia otro lado.
— (Jeje, una sonrisa y palabras dulces y ya está resuelto, que simple es tranquilizar a una mujer, solo tuve que seguir el ejemplo de esos príncipes que salen en los mangas, ahora, supongo que le preguntaré si se encuentra bien) — Alex caminó a dirección de la chica.
— ¿Se encuentra bien? ¿Aquellos malhechores no le hicieron daño? — Preguntó Alex con tono suave y con la misma sonrisa de hace poco a la mujer y extendiendo su mano para levantarla.
— ¿Eh? ¿Yo? ¡Y-yo estoy bien, no se preocupe, no alcanzaron a golpearme! — La mujer se levantó sola del nerviosismo, pero ese nerviosismo se convirtió en preocupación al recordar el golpe que recibió Alex.
— Por otro lado ¿Usted se encuentra bien? digo, fue lanzado hacia esa pared, creo que eso tuvo que ser doloroso — Los ojos de la mujer, verdes como los de Alex, mostraban clara preocupación.
— No sé preocupe, solo dolió un poco, pero este dolor no se compara con la satisfacción de saber que no se encuentra herida (Vaya basura de palabras están saliendo de mi boca, ser un príncipe no es muy fácil después de todo, siento que se me quema la lengua con cada cursilería que digo)— Aunque él pensaba que se veía patético, la mujer no pensaba lo mismo, ya que las últimas palabras que dijo la dejaron roja como un tomate, poniéndola mucho más ansiosa que antes ante la presencia de Alex.
— Y-ya veo… me alegra, jeje… G-gracias por ayudarme, este… — La mujer se quedó sin nada que decir y solo estaba tambaleándose de un lado al otro, con una sonrisa apenada y totalmente ruborizada.
— Me llamo Alexis, Alexis Mefhisto, puedes llamarme Alex — Mientras se presentaba, hacía una reverencia como todo un caballero.
— K-karin, me llamo Karin, Karin Nekota — La mujer aún se encontraba ansiosa.
— Ya veo, un gusto, señorita Karin — Por la simple sonrisa de Alex, Karin se volvió a sonrojar, pero está vez recuperó la compostura rápidamente.
— Un gusto igualmente, señor Alex — respondió Karin con amabilidad.
Los dos quedaron en silencio por un momento, ante esto Alex procedió a volver al tema — Entonces… ¿Por qué esos tipos querían lastimarla?
— Querían llevársela, le dije que se escondiera por aquí antes de que ellos nos alcanzaran — Contestó Karin mirando alrededor como si buscara algo o alguien.
— (¿Que se escondiera, dijo?) — Antes de que Alex le preguntara a qué es a lo que le dijo que se escondiera, una pequeña brisa levantó el sombrero de Karin, dejando al descubierto… Unas orejas de gato que, inevitablemente, llamaron la atención de Alex.
— ¿Qué es eso que llevas en la cabeza? — Alex no podía dejar de mirar las orejas de Karin.
— ¿Qué? ¿Esto? Jaja, vaya preguntas haces, claramente son mis orejas — Karin movió intencionalmente sus orejas mientras sonreía.
— ¿Orejas?… ¿y son reales? — La curiosidad de Alex iba aumentando con cada contoneo que esas orejas de pelaje castaño hacían.
— Pero que dices, claro que son reales, solo mira cómo se mueven, ah, y por supuesto, también tengo una cola, aunque la mantengo oculta ya que es fácil que alguien la agarre — Karin sacó su cola y también la empieza a menear al ritmo de sus orejas; pocos segundos después miró a Alex para encontrar una expresión de confusión en su rostro — ¿Acaso nunca habías visto a una mujer gato? — Preguntó Karin con interés.
— ¿Mujer gato? eh… no, nunca había visto alguien así, y ahora que lo veo más de cerca, son muy interesantes… — Alex se acercó lentamente a Karin y extendió su mano a dirección de sus orejas, pero antes de que Alex pudiera hacer algo, alguien salió detrás de un gran contenedor que se encontraba justo al lado de Alex, era una pequeña niña con orejas de gato y un cabello corto castaño con dos pequeñas coletas que salían de su cabello; llevaba una camisa holgada de cuello de tortuga, una falda beige, unas zapatillas negras y calcetas blancas con volantes.
— ¿Hermana? ¿Eres tú? — La niña se acercó con temor hacia Alex y Karin.
— Sí, soy yo Nana, ven aquí, ellos ya no te harán daño — Karin se acercó a la niña para tranquilizarla, esta se abalanzó a sus brazos para abrazarla — ¿Te encuentras bien? ¿No te hicieron daño?
— Si, me encuentro perfectamente gracias a este hombre, los detuvo para que no me hicieran daño — Dijo Karin sonriéndole a su hermana, y de un momento a otro, el semblante de Nana cambió a uno de alegría. — ¿¡Enserio!? ¡Increíble! ¿¡Usted es muy fuerte verdad!? — La niña se posiciona casi al instante frente a Alex con emoción y dando brincos.
— ¡Oye, Nana!, ¿qué te he dicho de llenar a la gente de preguntas? — Estas palabras sonaron claramente como un regaño.
— Ah, lo siento — Nana bajó la mirada y sus orejas en señal de tristeza.
Karin se posiciona al lado de Nana — Por dios contigo, anda, preséntate.
El ánimo de la niña cambia inmediatamente, volviendo a una actitud alegre — Está bien, ¡Hola!, me llamo Nana, Nana Nekota, ¡mucho gusto!, Karin es mi hermana mayor ¡y la quiero mucho! — A pesar de lo que ocurrió hace poco, la niña tenía una gran energía.
— Jaja, ya veo, un gusto, Nana, yo me llamo Alexis Mefhisto, es un gusto (Que rápido cambia el estado de los niños) — Alex se agachó para estar a la altura de la pequeña Nana y le regaló una amable sonrisa.
La niña se volteó a un lado y abrazó a su hermana con fuerza y cariño — ¡Muchas gracias por hacer protegido a mi hermana!, es el único familiar que me queda, por lo que no sabría que habría hecho si no la habrías protegido.
— No hay de que, cuando veo a alguien en un aprieto, lo único que pienso es en ayudar (La única familia que le queda, ¿Entonces solo son ellas dos?).
— Mi hermana puede ser muy torpe, además se pone como un tomate con cualquier halago que reciba, ¡pero es muy amorosa y alegre! — Dijo Nana haciendo gestos como si estuviera presentando un tesoro.
La mujer gato no pudo evitar ponerse roja de la pena — ¡Oye, Nana!, ¡no era necesario que dijeras lo primero!
La niña ignoró por completo los comentarios de su hermana y siguió intentando conseguirle pretendiente — ¿Qué opinas de mi hermana? ¿A qué es linda? ¡No hay nadie más linda y amable que mi hermana!
Con cada comentario de Nana, Karin se ponía más y más roja — ¡Oye! ¡no hagas esas preguntas a la gente!
Alex no pudo evitar reírse ante tal espectáculo y decidió seguirle el juego a la pequeña Nana — ¡Jajajajaja! bueno, ahora que lo dices, tu hermana es muy linda pese a que ya tiene su edad.
— ¡No soy tan vieja, solo tengo 23 años!, aún tengo mucha vida por delante — Contestó Karin inflando el pecho con orgullo en su edad.
— Solo bromeaba, quería comprobar si era cierto que te sonrojabas con cualquier halago — Dijo Alex ligera sonrisa.
— Entiendo que solo era broma, pero no había necesidad de decirme vieja, por un momento pensé que ya no me veía joven — Su mirada y sus orejas se agacharon en señal de tristeza.
— Ya veo, entonces disculpe a este viejo y pobre hombre, señorita — Alex procedió a hacer una reverencia en señal de disculpa.
— Está bien, las acepto, pero tú tampoco estás viejo, te ves joven aún — Karin mira a Alex de arriba abajo para comprobar que él era joven aún.
— Que dices, si yo ya tengo mi edad — Respondió Alex conservando una ligera sonrisa.
— ¿Enserio? para mí te ves, no, podría jurar que te ves de unos 24 0 25 años, no te ves para nada viejo — Dijo Karin con una sonrisa.
— Jamás alguien me había hecho tal halago, pero la verdad es que tengo… — Antes de que Alex dijera su edad, alcanzó a verse en un espejo que se encontraba en un montón de basura, y se percató que, en efecto, se veía más joven a como era antes de llegar a este lugar, se acercó y se miró detenidamente en aquel espejo tratando de entender que fue lo que pasó.
— (¿Pero qué demonios? ¿Enserio soy más joven que antes? ya de por sí estar aquí es raro, esto ya es una locura, ¿Acaso retrocedí en el tiempo? ¿Enserio me encuentro en otro mundo?) — Su respiración se empezó a agitar y empezó a ponerse nervioso.
Karin se percata de que algo no estaba bien y se preocupó — ¿Alex? ¿Te encuentras bien?
Al escuchar la voz de Karin, Alex volvió en sí y su respiración volvió a la normalidad — Estoy bien, estoy bien, no te preocupes, solo me mire un poco en aquel espejo, tal parece tengo la cara un poco sucia, debería ir a limpiármela — Dijo Alex para cambiar discretamente el tema de conversación.
— Tienes razón, creo que aquí cerca hay un baño público con lavamanos, podemos ir allí — Propuso Karin apuntando hacia la dirección en la que se encontraba el baño.
— Me parece bien, entonces, salgamos de aquí y vayamos a ese lavamanos — Alex trató de poner una sonrisa, pero esta simplemente no salía.
— ¡Esperen! Tengo que ir por el comandante rana, lo deje escondido en aquel lugar — Exclamó Nana dirigiéndose hacia donde escondió a su muñeco, separándose de su hermana.
— ¡Espera, Nana! No vayas tu sola — Gritó Karin yendo atrás de su hermana.
De repente, el primer delincuente que Alex derribó recuperó la consciencia, precediendo inmediatamente a atacar a Nana con su navaja.
— ¡Por lo menos me llevaré unos de tus ojos, maldita mocosa!
— ¡Nanaaaa!
Antes de que el cuchillo tocara el rostro de Nana, Alex interpuso su mano, aunque pudo haber resultado herido, si no fuera porque, por alguna razón, el cuchillo rebotó en la mano de Alex, como si hubiera chocado contra una pared de concreto.
— Te hubieras quedado en el piso, maldita escoria — Alex miró con furia al delincuente y procedió a propinarle un puñetazo, el golpe fue directo a su estómago, la fuerza con la que le dio fue tan grande que se alcanzó a escuchar como algunas de las costillas del hombre se rompían como si de galletas se tratase, salió volando unos tres metros de dónde fue el impacto, vomitando sangre.
— Tch, que molestos son, ya no se levanten más si es que no quieren que les rompa otra cosa — Alex miró con desprecio a todos los delincuentes, aunque fue un poco exagerado, el golpe le sirvió para tranquilizarse por todo lo que había pasado este día.
Alex volteó a ver a Nana ahora con una sonrisa, que por fin salió— ¿Te encuentras bien, Nana?
Nana miró la mano de Alex y al ver que no estaba herida, decidió sonreír — ¡Sí! Gracias por salvarme, Alex.
— Ya veo, entonces me alegro — A pesar de todo era un teatro para conseguir información, Alex enserio se sintió aliviado de que Nana no haya sido herida.
— ¿Cómo hiciste eso? — Preguntó Karin con intriga.
Alex se confunde al no saber de qué hablaba Karin — ¿Eh? ¿Qué cosa?
— Eso que hiciste, hace un momento, paraste el cuchillo con tu mano, pero no te atravesó, en cambio rebotó como si tu mano fuera una pared…
— Ah, eso, la verdad es que ni yo sé que hice.
— ¿Acaso no fue tu habilidad? — Dijo Karin aún intrigada.
— ¿Mi habilidad? — Contestó Alex confundido.
— Ya sabes, la característica única con la que nacemos todas las personas, por ejemplo, yo puedo mirar más lejos que las demás personas, seguramente te has topado con una hoy.
Alex recuerda su encuentro con el artista callejero y entiende de lo que habla Karin, sintiendo alivio — (Je, ahora sé de qué habilidad hablaba ese tipo, un misterio menos de la lista) Ya veo, entonces creo que sí fue mi habilidad.
— ¿Creo? ¿acaso no sabías cuál era tu habilidad?, la mayoría de la gente aprende a usar su habilidad a una corta edad — La confusión de Karin aumentaba por cada respuesta de Alex.
Alex se percata que Karin lo miraba raro, lo que lo pone ligeramente nervioso — S-supongo que nunca tuve necesidad de usarla, ajaja… (Piensa rápido en como desviar su atención, ¡rápido!) ya que estamos en el tema, ¿Cuál es tu habilidad, Nana? — Preguntó Alex fingiendo interés.
— ¿Te estás burlando de mí? no sabré cuál es mi habilidad hasta que cumpla los 10 años — Contestó Nana un poco molesta.
— Ya veo, ya veo, lo siento, no me mires así (Maldición, que mala jugada hice, ahora debe de estar más intrigada)
De repente y para alivio y desgracia para Alex, se escuchó una voz proviniendo desde fuera del callejón, era la agencia de policía.
— ¡Alto allí, no se te ocurra moverte! — Gritó la voz que venía de fuera del callejón, parecía ser de una chica.
— (Demonios, llegaron antes de lo que esperaba, pensaba largarme antes de que llegaran, pero me entretuve más de la cuenta) — Pensó Alex intentando ver una manera de escapar.
— No se preocupe, no me moveré — Alex levantó y puso sus manos en su cabeza — Haga lo que tenga que hacer, señor oficial.
— Eso es lo que haré — Contestó la agente mientras caminaba hacia Alex.
— (Bueno, quizá antes de que llegue a la agencia pueda encontrar una manera de escapar, por el momento me comportaré como buen ciudadano) — Alex bajó las manos para ofrecérselas a la agente para que le pusieran las esposas, pero para su sorpresa, las palabras de la agente no iban dirigidas hacia él, si no para uno de los delincuentes que tenía pensado moverse.
— … ¿Eh? ¿acaso no va arrestarme? — Preguntó Alex confundido.
— ¿Por qué lo haría? usted no hizo nada malo — Contestó la agente con una expresión neutra en su rostro.
— ¿Que no hice nada? ¡pero si le rompí las costillas a ese tipo allí tirado! — Contestó Alex señalando al delincuente.
— Pero fue para proteger a la niña ¿No?, entonces eso cuenta como defensa propia, así que no se mortifique por sus actos, señor héroe — Dijo la agente en tono burlesco.
— (¿¡Héroe!? ¿Qué cree que dice está tonta? ¡Claramente no soy un héroe!, ¡espera, ese no es el punto! ¿Entonces, no me llevarán a la agencia?)
— Claro que lo llevaremos a la agencia, señor, tiene que darnos su testimonio de este accidente, por otro lado, ¿¡Acaso no sabe que es de mala educación llamar tonta a las personas que no conoce!?
Alex se confundió de manera increíble — (¿Eh? ¿Cómo sabe que le dije tonta?, ¿Acaso pensé en voz alta? ¿O quizás esta chica puede…) — Antes de que terminara la frase en su mente, fue interrumpido por la agente.
— En efecto, puedo leer y ver la mente de los demás como si fuera la mía, así que tenga cuidado con lo que piensa cuando esté cerca de mí — Contestó la agente mientras arrestaba a los delincuentes con una mueca de enojo.
— Así que dices poder leer y ver lo que pienso, ¿Eh? — Alex se mantuvo escéptico aún.
— No lo digo, puedo hacerlo — Contestó la agente un poco irritada.
— ……….
— ¿¡Que cochinadas estás pensando!? ¡no pienses esas cosas cerca de mí! — Gritó la agente sonrojada.
— Tenía que asegurarme, no me arrepiento — Contestó Alex con seguridad.
— Por dios, vaya héroe más extraño — Dijo la agente.
— Ya te lo dije, no soy ningún héroe, solo un idiota que ayudó a una mujer en apuros, nada más… espera un momento… — Alex miró fijamente a la agente y se da cuenta que es la misma persona que chocó con él esa mañana — ¿No eres tú la chica que me picó el hombro con la sombrilla está mañana?
La agente lo miró detalladamente y recordó el accidente. — ¿Eh? ¿Eres ese tipo? ¡No pensaba volver a verte! ¡Mira que vueltas da la vida! Bueno, volviendo a lo del accidente… — Dijo la agente cambiando de tema abruptamente.
— ¡No cambies de tema tan de repente, que aún no acabamos de hablar!
— Como sea, ya después te invito un helado o lo que sea, ahora vayamos a la agencia para que puedan hacer su testimonio, señorita, jovencita, acompáñenme.
— Está bien, señorita agente, anda, vamos Nana.
— Espera hermana, deja recojo al comandante rana — La niña recogió su muñeco y se puso al lado de su hermana.
Todos iban hacia fuera del callejón, casi a salir, Karin se detuvo para ir al lado de Alex.
— Por cierto Alex, ¿Qué es lo que ibas a hacer? — Preguntó Karin.
— ¿Eh? ¿cuando?
— Justo antes de que Nana saliera de su escondite, cuando te mencioné lo de mis orejas, te acercaste a mí, quisiera saber que ibas a hacer — Preguntó Karin intrigada.
—Aaaaahhh, te refieres a eso.
Alex detuvo a Karin, haciendo que ella lo mirara — ¿Alex? — Preguntó Karin confundida y un poco nerviosa.
Alex procedió a levantar su mano a dirección de la cabeza de Karin, y empezó a acariciar su cabeza junto con sus orejas de gato, con una sonrisa amable.
— Simplemente quería acariciar tus orejas, me parecieron muy lindas, eso es lo que quería hacer — La sonrisa de Alex hizo que Karin se pusiera roja y ansiosa, casi expulsando humo de su cabeza.
—Y-ya veo, ¡P-pero no soy ninguna niña, no necesito que me acaricien la cabeza! — Aunque ella decía eso, le gustó mucho que lo hiciera, siéndole imposible ocultar su sonrisa.
— Ya veo, entonces salgamos, joven adulta.
— Y hay vas a burlarte de mí, por dios — Karin hizo un puchero, lo que le sacó una sonrisa a Alex.
— Lo siento, es imposible no hacerlo, eres muy linda cuando te sonrojas — Respondió Alex usando las mismas palabras que vio en un manga Shoujo que leyó hace mucho.
Cómo era de esperarse, Karin se puso roja, simplemente desvío la mirada hacia otro lado y siguió caminando al lado de Alex y, finalmente, salieron de aquel callejón; se subieron al vehículo de la policía y partieron hacia la agencia, después de muchos inconvenientes, el problema por fin se resolvió.
Fin del capítulo 2.
Comments for chapter "02"
QUE TE PARECIÓ?
ahora tengo curiosidad si al prota le dieron una habilidad o solo es una mejora fisica
Eso se verá más adelante 7w7
estate atento a todo :3